Acercamiento a Medea de Euripides , muy práctico a la hora de hacer el comentario de texto. PDF

Title Acercamiento a Medea de Euripides , muy práctico a la hora de hacer el comentario de texto.
Course Introducción A La Literatura Griega
Institution UNED
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Acercamiento a Medea de Eurípides, tragedia griega. Partes, párodos, agones, prólogo, episodios, estásimos, éxodo, personajes y su papel dentro de la obra....


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ACERCAMIENTO A MEDEA Toda pieza dramática, como toda obra literaria, tiene dos planos, claramente diferenciables, pero a la vez en estrecha relación entre sí. Me estoy refiriendo, de un lado, a su "realidad formal, o estructura" como obra literaria que es, por cuyo motivo está formada de diversos elementos característicos de los que el autor se sirve, aunque los puede alterar a su gusto en cada obra concreta en aras de su intencionalidad, ya sea puramente estética ya de fondo. Y, de otro lado, está "el contenido, el mensaje" que el autor literario nos quiere trasmitir a través de esa estructura aludida. En toda buena obra literaria ambos planos deben ir estrechamente interrelacionados. Veamos primero cómo está construida una tragedia griega convencional. En todos los casos intervienen dos tipos de participantes: los "actores" (personas físicas), que representan miméticamente en la acción teatral el papel de determinados "personajes" (personas de ficción), y normalmente lo hacían de forma recitada –no olvidemos que el texto estaba escrito siempre en verso-; y el "coro", un colectivo que mimetiza igualmente en la ficción escénica a un grupo en relación estrecha con los mencionados personajes (el coro intervenía siempre cantando, y cuando lo hacía de forma recitada, en paralelo a los personajes, la totalidad del coro era sustituido por un miembro individual del conjunto al que llamamos "corifeo") . En la evolución del teatro griego el coro ocupaba en las primeras etapas un papel central frente a un único personaje-actor; pero progresivamente esta relación se fue desnivelando a favor de este último por una evidente riqueza expresiva, haciendo que aumentaran los personajes y, de rechazo, los actores que los representaban, aunque en época clásica el número de actores no pasó de tres, de forma que en las obras que intervenía un número mayor de personajes, un mismo actor se veía obligado a representar varios papeles. Las tragedias griegas presentaban normalmente un esquema narrativo más o menos común. Solían estar divididas en diferentes partes (algo parecido a las divisiones actuales en escenas o actos), cada una de ellas con una función teatral que cumplir, y entre una y otra parte la acción escénica se detenía, los personajes salían de la escena y entonces el coro entonaba un canto que llamamos "estásimo". Así las cosas, la tragedia solía empezar con un Prólogo, una escena recitada en la que uno o varios personajes contaban la historia previa a

lo que iba a suceder en la pieza, algo así como el decorado argumental de fondo, de forma que el público se centrase en el tema. Luego venía la llegada del coro en la parte que llamamos Párodos: era el primer momento importante de la acción dramática, puesto que no olvidemos que el coro durante una buena parte del siglo V a. C. era un elemento central; su entrada significaba que en ese momento comenzaba realmente la tragedia. Tras la Párodos venía un período que podríamos denominar "escena del Mensajero": llegaba a la escena un personaje que contaba algo sucedido fuera y que iba a constituirse en el motivo de discusión de la tragedia -no olvidemos que el enfrentamiento de posturas contrarias es la esencia del Teatro-; en definitiva, este período es algo parecido a lo que nosotros llamaremos "planteamiento" en el teatro occidental como primer momento y previo al "nudo" y al "desenlace". Ya tenemos, pues, el problema presente en el escenario. Luego venía la parte dedicada al debate del problema planteado: es lo que solemos llamar el "agón" de la tragedia, en el que los personajes discuten y contraponen sus planteamientos encontrados. Tras el período agonal se llega a una nueva escena de Mensajero, sólo que ahora de desenlace: las consecuencias derivadas del conflicto han tenido lugar fuera del escenario, y ahora un personaje trae la noticia de lo que ha sucedido. Pues bien, este esquema general el autor puede alterarlo en cada tragedia concreta de variadas formas, siempre en función de su intencionalidad dramática, pero siempre terminamos descubriéndolo debajo de todas las alteraciones posibles. Y el percibir esa estructura general así como las alteraciones específicas nos ayuda a entender mejor cuál sea la intención última del poeta dramático. En Medea las cosas ocurren de distinta manera. El héroe que va a caer es Jasón (y con él Creonte y su hija), pero sólo aparecerá como un antagonista de Medea al final. Toda la pieza está ocupada por Medea, que desde la misma Párodos aparece en escena y no la abandona hasta que va a dar muerte a sus hijos. Luego vuelve para un último enfrentamiento con Jasón, ya desde su carro alado en el que se lleva los cadáveres de sus hijos y que la transportará a Atenas. Esto es anómalo, pero responde a un hecho: no es tanto la caída de los grandes como la descripción de la pasión y sus consecuencias lo que interesa a Eurípides. Tras el prólogo mismo, recitado por la nodriza y el pedagogo y que nos pone en antecedentes sobre la traición de Jasón y la desesperación de Medea, tan pronto entra Medea, oímos clamar a

Medea desde dentro del palacio, dialogando con el propio coro. Escenas de este tipo son habituales en los episodios de muerte, y es curioso que desde el comienzo hallemos traspuesto este tipo de escena a la presentación de la desesperación de Medea. Este será el tema, desarrollado, sobre todo, por el monólogo de ésta cuando se decide a salir del palacio a continuación (215 y ss.) y por el famoso monólogo en que vacila dar muerte a los niños (1021 y ss.). Además de esto, Eurípides organiza una serie de agones o enfrentamientos, como el que enfrenta a Medea y Jasón en que ambos esposos defienden sus razones; el debate se repite, al final, transformado en pura exposición de reproches recíprocos y en expresión del triunfo doloroso de Medea y el dolor humillado de Jasón. Esto, por cierto, es una innovación en el final de una tragedia. Hay dos agones más: con Creonte (271 ss.), a quien mediante un ardid consigue convencer de que le conceda un día más, que bastará para su venganza y un segundo agón con Jasón (866 ss.) en que Medea le pide perdón por sus violentas palabras y logra de él que acompañe a sus hijos a llevarle a Creúsa los regalos funestos. En un segundo nivel están las ideas generales y problemas que subyacen al argumento concreto. En nuestro caso Eurípides ha modificado o adaptado la antigua leyenda de Medea, tal y como la presentan otros autores, utilizando para ello, según la opinión de algunos, una tragedia del poeta Neofrón. Eurípides presenta en escena la venganza de Medea contra Jasón, el marido que la abandona por la hija del rey Creonte de Corinto. Medea mata a la prometida de Jasón así como a sus propios hijos, para huir en un carro alado y refugiarse en Atenas. Medea es la hechicera bárbara que hace lo que una griega no osaría hacer, pero representa la naturaleza femenina cuando es empujada al extremo de la desesperación y de la humillación. Seguramente en el espectador despertaba una mezcla de horror y comprensión ante su crimen. Eurípides no ganó con esta tragedia, lo que significa que en Atenas de esa época, al comienzo de la guerra del Peloponeso que enfrentó a Atenas y a Esparta, la obra no gustó. Eurípides no sostiene una tesis inmoralista; en definitiva, continúa el antiguo tema trágico de las desgracias que acarrean el exceso y la soberbia. Se trata de poner en escena la causa de las mujeres, sector poco favorecido de la sociedad en aquella época, sin libertad para

escoger marido, sometidas a él. Y también el tema de las mujeres sabias, aunque la sabiduría en este caso sea la hechicería. Hay mucha ambigüedad en Medea. La historia mítica de Medea está unida a la de Jasón y los Argonautas. Es la princesa de la Cólquida, maga poderosa y doncella enamorada, que por amor ayudó a Jasón a superar pruebas terribles y a obtener el famosos Vellocino de oro, y escapó con él y sus compañeros en la nave Argo hasta Grecia. Luego compartió el destino de Jasón, que no obtuvo el trono de Yolco, sino que tras la muerte de Pelias (por instigación de Medea), se exiló y fue a parar a Corinto. Estos son los precedentes míticos de nuestra tragedia. La historia de Medea tiene, pues, dos partes: una en la que se relatan las aventuras de una joven princesa enamorada de un extranjero y que acepta ayudarle a cambio de la promesa de matrimonio. Por Jasón, Medea arriesga mucho: traiciona a su padre, a su patria, comete asesinatos, y todo ello por amor a Jasón. Esto nos lo cuenta Apolonio de Rodas en sus Argonáuticas o Viaje de los Argonautas (cantos III y IV) La tragedia de Eurípides cuenta la reacción de Medea ante el abandono de Jasón y su venganza posterior. Medea y Jasón se encuentran en Corinto, en el exilio. Las terribles acciones de Medea no dejan de tener su explicación. Es una mujer ofendida y engañada. Medea pronuncia el primer alegato a favor de las mujeres y de su condición en toda la literatura. Se queja del destino de las mujeres y se convierte en portavoz de las quejas de todo el género femenino en una cultura patriarcal y machista. La muerte de sus hijos es un sacrificio atroz y la mayor venganza que puede realizar contra Jasón porque le deja sin continuidad y sin posibilidad de engendrar más, al haber matado a su prometida. Eurípides deja en mal lugar al hombre enfrentado a la mujer. Hay sarcasmo en los argumentos de Jasón cuando habla de los beneficios que le ha acarreado a Medea trayéndola a Grecia, pero también algo de cálculo: no ama a la nueva novia (aquí no se le da nombre, pero en otros lugares es Creúsa o Glauca), sino que busca ventajas para toda la familia. Solamente no es capaz de comprender que hiere así sentimientos profundos. Es un antiguo héroe que ha descendido a un nivel muy ordinario, como Medea es una hechicera que es, al tiempo, representante de valores legítimos, pasionales e intelectuales. Medea ha tenido una gran repercusión en la antigüedad, en época helenística y romana, que ha llegado hasta nuestros días.

Sinopsis de Medea. 1) Prólogo: versos 1-130 Nodriza- Pedagogo- Medea: desesperación de Medea por la nueva boda de Jasón. Párodos: versos 131-213 Coro-Medea-Nodriza: dolor de Medea, angustia del coro y la Nodriza Episodio 1º: versos 214-409. Medea, Medea y Creonte, Medea: destierro de Medea que planea su venganza, dar muerte a los niños. Estásimo 1º: versos 410-445: Coro: Nuevo honor a las mujeres. Episodio 2º: versos 446-626: Enfrentamiento entre Medea y Jasón por la nueva boda de aquél. Estásimo 2º: versos 627-662: El coro canta en dos parejas estróficas los excesos del amor, piedad por Medea. Episodio 3º: versos 663-823: Egeo-Medea-Corifeo. Egeo ofrece a Medea refugio en Atenas. Estásimo 3º: versos 824-865: Coro: elogio de Atenas ¿Cómo va a osar Medea matar a los niños? Episodio 4º: versos 866-975: Jasón y Medea – Corifeo. Medea finge una reconciliación y envía a sus hijos con presentes envenenados a la nueva esposa de Jasón Estásimo 4º: versos 976-1001: Coro. Llanto por los niños y por Medea. Episodio 5º: versos 1002-1080. Pedagogo-Medea a los niños se les ha levantado el destierro. Medea se despide de ellos. Estásimo 5º: versos 1081-1115. Coro: dolores que producen los hijos Episodio 6º: 1116-1270 Medea-Mensajero-Corifeo: relato de la muerte de Creúsa. Medea decide realizar su venganza Diálogo lírico: versos 1273-1292: Coro-Niños clamor de muerte de los niños. Dolor del coro Estásimo 6º: 1293-1414: Jasón- Medea- Corifeo: enfrentamiento de Jasón y Medea, que ha dado muerte y huye en su carro. Éxodo: 1415-1419: Corifeo: Comentario final....


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