Apuntes estudios GB PDF

Title Apuntes estudios GB
Author ANA RUIZ LÓPEZ
Course Estudios Culturales de Gran Bretaña
Institution Universidad de Salamanca
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ESTUDIOS CULTURALES DE GRAN BRETAÑA 1. INTRODUCCIÓN. EL CONCEPTO DE CULTURA 2. UN TIEMPO DE LEYENDAS. LA BÚSQUEDA DEL REY IDEAL. LA MONARQUÍA BRITÁNICA 3. 1066. EL NACIOANALISMO INGLÉS LOS REYES DE WILLIAM SHAKESPEARE 4. HACIA EL IMPERIO. HENRY VIIII LA IGLESIA DE INGLATERRA “ENGLAND, ENGLAND” 5. ELIZABETH “ONE MISTRESS AND NO MASTER” EL LEGADO 6. LO VICTORIANO. LA ÉPOCA VICTORIANA EL IMPERIO “ÁNGELES E INSECTOS” 7. LA DAMA DE HIERRO. EL “THATCHERISMO” SU RESPUESTA. EL NUEVO CINE BRITÁNICO 8. ¿EL OCASO? TONY BLAIR LA MUERTE DE DIANA LA FOTO DE LAS AZORES 9. IRLANDA. EL CAMINO HACIA LA LIBERTAD Y LA PAZ

ESTUDIOS CULTURALES DEFINICIÓN. OBJETO DE ESTUDIO. To know another’s language and not his culture is a very good way to make a fluent fool of one’s self.

La cultura podría ser definida como aquellas pautas de significado que cualquier grupo o sociedad utiliza para interpretarse o evaluarse a sí mismo y a su situación. Según esta amplia visión, cuando hablamos de cultura no debemos hacerlo como si fuera una parcela aislada y especializada de la actividad humana, como algo que se cubre de polvo en bibliotecas, hemerotecas, pinacotecas... sino como el utensilio que los seres humanos utilizan para construir la sociedad, entender y aceptar el funcionamiento de ésta, regir su comportamiento público y privado dentro de esa sociedad, definir sus valores, articular sus fantasías, controlar sus miedos, y, por lo tanto, construir su propia realidad. Nos dirigimos, pues, hacia una concepción socio-histórica de la cultura. Ya en 1958 Raymond Williams, en Culture and Society, percibió claramente el cambio que había sufrido este témino: “Where culture meant a state or habit of the mind, or the body of intellectual and moral activities, it means now, also, a whole way of life” (18). Y en 1994 David Chaney hablaba de un “cultural turn” a través del cual la cultura había dejado de ser un factor extraordinario de la vida social para penetrar la carne de lo cotidiano (en Mattelart 111). Utilizamos el término de cultura en su sentido más amplio. Lo que está en el corazón mismo del comportamiento de los individuos y, por lo tanto, de la sociedad. A través de la asimilación que el individuo hace de una cultura determinada se produce también su asimilación en un contexto social determinado, pudiendo así ser operativo y competente dentro de él. “What everybody knows what everybody else knows, within a group”, podría ser otra breve pero muy ilustrativa definición. Desde este enfoque abarca prácticamente todos aquellos elementos a través de los cuales un grupo social se conforma:

su

sistema

de

instituciones,

tradiciones,

valores,

creencias,

sus

conocimientos, leyes, manifestaciones artísticas, costumbres... El escritor T.S Eliot la ha definido en estos términos: By ‘culture’, then, I mean first of all what anthropologists mean: the way of life of particular people living together in one place. That culture is made visible in their arts, in their social system, in their habits and customs, in their religion. But these things added together do not constitute the culture, though we often speak of convenience as if

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they did. These things are simply the parts into which a culture can be anatomised, as a human body can. But just as a man is something more than an assemblage of the various constituent parts of his body, so a culture is more than the assemblage of its parts, customs, and religious beliefs. These things all act upon each other, and fully to understand one you have to understand all. (Notes Towards a Definition of Culture, 1948)

Y Clifford Geertz afirma que cultura es: “un patrón históricamente transmitido de significados encarnados en símbolos, un sistema de concepciones heredadas expresadas en formas simbólicas mediante las cuales los hombres se comunican, perpetúan y desarrollan su conocimiento de la vida y sus actitudes hacia ella” (Burke 54). Dentro de estas definiciones podemos encontrar dos niveles diferentes dentro de lo que se ha dado en llamar “el iceberg cultural”: Surface Culture: Costumbres, comida, entretenimiento, formas de vestir. Es decir, lo primero que viene a nuestra mente cuando pensamos en un grupo cultural concreto. Deep Culture: Los elementos que la conforman tienen que ver los sentimientos y actitudes vitales que los seres humanos asimilan al formar parte de un grupo concreto. Son las creencias y valores que cristalizan de forma cotidiana en las relaciones interpersonales, comportamientos y en los pequeños detalles de la vida de cada día según esa comunidad ha decidido vivirla. Este sistema de valores y creencias a través de los cuales cualquier grupo cultural sustenta su comportamiento deben ser, pues, “objetivados” y “ordenados” para que ese sistema adquiera sentido y la vida cotidiana cobre significado (Berger 39). Esto quiere decir que el ser humano, para ser operativo como sujeto social en un grupo determinado, debe asimilar la cultura de ese grupo, un proceso llamado en inglés: “Inculturation” is the natural and unconscious process by which we acquire our own native culture. Este proceso tiene, lógicamente, sus variantes: “Acculturation”: When immigrants experience acculturation, they adopt a second set of cultural rules which can coexist with the rules of their native culture, replace the rules of the old culture, or modify the old rules so that they complement the new ones. Not too many immigrants are truly bi-cultural and maintain and use two cultures simultaneously with equal intensity. “Retro-acculturation”: The search for ethnic identity or roots by second, third, and fourth generation members of a different cultural origin who have lost most of their cultural traits, including fluency in their ancestors' language. 3

Pese a que, al hablar de cultura, empleamos términos como cultura hegemónica, cultura nacional o lo que John Harmon McElroy llama “historical culture” y la vinculamos a la idea de “etnicidad” debemos recordar que cultura no es un concepto unívocamente vinculado a los de nacionalidad, aunque evidentemente en estas clases haremos especial hincapié en él, o raza. Así Priscilla Reining ha comentado que “ten thousand cultures are trying to live within the boundaries if 165 nation-states”. Tampoco debemos vincular el concepto de cultura a lo cognitivo -a un sistema de ideasidentificándola con “ideología”. El término ideología implica que la cultura es una construcción racional y no es el caso: Culture is not something consciously learned. Rather it is acquired by successive generations of a people through imitating the behaviors of their elders that express certain beliefs. Culture in this sense is the possession of a whole people. John (Harmon McElroy 3)

La cultura no es un sistema de valores impuesto a través de leyes o normas sino un complejo entramado de pautas de significado adquiridas y transmitidas a través de símbolos. Cuando hablamos de creencias o valores, no estamos hablando de hechos absolutos sino, simplemente, de hábitos de pensamiento que se han hecho fácilmente reconocibles a través de una práctica repetida por una comunidad a lo largo del tiempo. La realidad no existe objetivamente sino que es construida de forma arbitraria por el propio ser humano. Esta idea está totalmente opuesta a la reificación: la aprehensión de los productos de la actividad humana como si fueran algo distinto de los productos humanos, como hechos de la naturaleza, como resultado de leyes cósmicas, o manifestaciones de la voluntad divina. La reificación implica que el hombre es capaz de olvidar que él mismo ha creado el mundo humano. En 1961 Raymond Williams (The Long Revolution) crearía el afortunado término “estructuras de sentimientos”. Y ese mismo año, el historiador E: H. Carr, en su famosa obra What Is History?, trataría de introducir elementos de sociología dentro de la disciplina de la historia con el fin de abrir nuevos horizontes y huir de la rigidez de la “political history” masivamente practicada hasta ese momento. A partir de la década de 1980 surgió una nueva historia cultural, que se contraponía a la más tradicional historia intelectual, al centrarse en las mentalidades o sentimientos más que en las ideas o el pensamiento. La diferencia entre ambas se explicaba a través del famoso contraste de las dos hermanas de la novela de Jane Austen, Sense and Sensibility: la hermana mayor,

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la historia intelectual, sería más rigurosa y la menor, las historia cultural más imaginativa y creativa. Y en 1985, Robert N. Bellah y los demás autores de un libro sobre Individualism and Commitment in American Life” le darían el afortunadísimo título de Habits of the Heart. Es saludable pensar que el mundo humano ha sido creado por el hombre, luego podemos estar de acuerdo o no, aceptar o no, los principios que fundamentan esa creación pero parece importante que sí sepamos que es eso, una creación. Sería un gran error pensar que nuestra visión del mundo y los comportamientos que ésta comporta son verdades absolutas e inamovibles, dictadas por un ser superior, un imperativo racional o nuestros propios impulsos biológicos. La organización de los instintos del hombre puede calificarse de subdesarrollada, si se la compara con la de los demás mamíferos superiores. Tenemos impulsos pero son sumamente inespecíficos y carentes de dirección. Esto significa que el organismo humano es capaz de aplicar el equipo de que está dotado por su constitución interna a un campo de actividades muy amplio y que además varía y se diversifica constantemente. Es decir, nos desarrollamos no por instintos sino precisamente por el orden cultural, social, e institucional. Lo que debemos entender pues es que la sociedad no es una composición biológica: El orden social no se da biológicamente ni deriva de datos biológicos en sus manifestaciones empíricas. Los seres humanos no nacen con un dispositivo biológico que les indique de forma instintiva su lugar en un orden social determinado. Ese orden social y el lugar que los seres humanos ocupan en él forma parte, pues, de un primer proceso de construcción y asimilación de una realidad cultural específica. (Berger 73). Es prioritario, por lo tanto, entender cómo se produce la construcción cultural de la realidad1. Como

representación

más

evidente

del

orden

social

surge

"la

institucionalización": que se puede definir como la habitualización de rutinas cotidianas cada vez más amplias: el trabajo, la sexualidad y la territorialidad aparecen como ejemplos claros tipificación, habituación y, por lo tanto, institucionalización. (Berger 78-80) Estas instituciones se experimentan como si poseyeran realidad propia, se 1 El nacimiento del “construccionismo” se remonta a filósofos y científicos como Albert Einstein o Arthur Schopenhauer y su “Die Welt ist Meine Vorstellung” (“el mundo es mi representación”). Y se puede rastrear en autores como Friedrich Nietzche o Ludwig Wittgenstein. Aunque, probablemente, unos de los autores más influyentes desde el punto de vista de los estudios culturales haya sido el autor francés Michel de Certeau que en 1980 publica su libro con el significativo título original de L’Invention du quotidien (“la invención de lo cotidiano”).

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objetivizan. Para los hijos se convierte en el mundo (el niño no distingue los fenómenos sociales de los naturales), para los padres se convierte en algo serio y no caprichoso (Berger 81). El proceso de institucionalización sigue unos pasos determinados: -Habituación o Rutina: trabajo, sexualidad, territorialidad. Evidentemente, a los hijos esta objetivación de la realidad se endurece, el mundo que les han transmitido los padres no resulta transparente del todo. Puesto que no participaron en su formación, se les aparece como una realidad dada que, al igual que la naturaleza, es opaca al menos en algunas partes. -Reconstrucción histórica y biográfica del pasado social e institucional. Podría decirse que a todos los niños debe contárseles la misma historia. A nivel colectivo la historia podría ser definida, utilizando las palabras de Benedict Anderson como “The Biography of Nations”: As with modern persons, so it is with nations. Awareness of being imbedded in secular, serial time, with all its implications of continuity, yet of ‘forgetting’ the experience of this continuity… engenders the need for a narrative of ‘identity’ (204)

-Sedimentación y tradición Una tradición es un modelo de interpretaciones y juicios que una comunidad ha elaborado a través del tiempo. Es una dimensión inherente a toda acción humana y es, con frecuencia, una fuente incuestionable de autoridad. La tradición proporciona en gran medida los materiales de la construcción cultural. Es decir, como han comentado autores como Peter Burke o Eric Hobsbawn, el proceso de creación cultural de la realidad no es un proceso “ex nihilo”, se basa no tanto 2 en una “reproducción cultural” como en una “continua creación” (Burke 123) . -Creación de Roles. Al desempeñar “roles” los individuos participan en un mundo social; al internalizar dichos “roles”, ese mismo mundo cobra realidad para ellos subjetivamente. La institucionalización nunca debe ser total y nunca debe abarcar la totalidad de la vida social, que se asemejará a la realización continua de una liturgia compleja y sumamente estilizada. O dicho de otra manera, el hombre es un cuerpo, es un animal, pero, sobre todo, tiene un cuerpo al que intenta entender y con el que intenta dialogar. Robert N. Bellah ha argumentado que mientras vive, la tradición cultural de un pueblosus símbolos, ideales y modos de sentir-constituye siempre un debate sobre el significado del destino común. Las culturas son diálogos dramáticos sobre temas de importancia para los participantes (48). E.P. Thompson abunda en esta idea de diálogo cuando dice que: “Men make their own history. They are part agent, part victim: it is

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En palabras de Lévi-Strauss “bricolage” y en palabras de Michel de Certeau “reutilización”.

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precisely the element of agency which distinguishes them from the beasts, which is the human part of man” (en Poster 4). Debemos evitar pues sobreestimar la “homogeneidad cultural”. Pese a que en los estudios culturales la tendencia puede ser la de aglutinar en exceso, nunca se pueden ignorar los conflictos culturales y caer en lo que Edward P. Thompson calificó nociones “excesivamente consensuales y holísticas” (Burke 39). Es por ello, que la creación de una realidad va más allá de la mera institucionalización. La rutina o la tradición pueden determinar hasta cierto punto nuestras pautas de comportamiento pero para que podamos formar parte de la sociedad y dialogar con ella debemos formar parte del proceso de “legitimación” a través del cual los seres humanos hacen suyos los universos simbólicos que alimentan la realidad de un grupo cultural determinado. Igual que la institucionalización, la legitimación sigue su propio proceso: -La llamada legitimación incipiente aparece tan pronto como se transmite un sistema de objetivaciones lingüísticas de la experiencia humana. Un ejemplo sería el vocabulario de parentesco. La fuerte conexión entre lenguaje y cultura va a estar presente en todos los procesos de legitimación3. Hasta el punto que Robert N. Bellah le ha dado el nombre a la cultura de “moral languages”: “... in the sense that each is a mode of moral discourse that includes a distinct vocabulary and characteristic patterns of moral reasoning...” (17). Nos acercamos al aforismo de Marshall Mcluhan de que “the medium is the message”. El lenguaje nos crea: “... los hombres necesitan hablar de sí mismos hasta que llegan a conocerse a sí mismos” (Berger 57) Esta es una de las razones por las que incluso hablamos con nosotros mismos, porque queremos tipificar, objetivar, naturalizar situaciones subjetivas que nos han pasado. “We tell ourselves stories in order to survive,” ha llegado a comentar la escritora norteamericana Joan Didion. Stephen King amplia esta idea al concepto de arte cuando dice: “Life isn’t a support-system for art. It’s the other way around” (On Writing 75). Además, de nuevo, cómo hemos dicho anteriormente, el lenguaje nos garantiza una serie de generalizaciones que simplifica nuestra interacción con los demás. Si yo tengo una bronca con mi suegra, yo puedo compartir y tipificar lingüísticamente esta 3

Benedict Anderson ha llegado a afirmar que “print-languages laid the bases for national consciousness” (44)

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experiencia concreta y subjetivamente única a través de la categoría “dificultades con mi suegra”. Así adquiere sentido para mí, para otros y, probablemente, para mi suegra -Esta segunda fase contiene proposiciones teóricas en forma rudimentaria. Son comunes los proverbios, las máximas morales y las sentencias, y también le corresponden las leyendas y cuentos populares, que suelen transmitirse en forma poética. Por ejemplo, las leyendas contemporáneas, las llamadas leyendas urbanas, dan nombre, reflejan inconscientemente las mayores preocupaciones, los miedos y fantasías de los individuos en las sociedades en las que las leyendas circulan. Las leyendas negras desempeñan un papel relevante a la hora de movilizar a la gente frente a nuevos problemas sociales. Su función es expresar sentimientos intensos en conflictos ideológicos. (Ortí 39)

-Contiene teorías explícitas por las que un sector institucional se legitima en términos de un cuerpo de conocimiento diferenciado. Hemos pasado de lo pragmático a la "teoría pura". -Ésta es la fase que más nos interesa porque en ella el cine y literatura juegan un papel determinante, contribuyendo a la construcción de universos simbólicos. El universo simbólico se concibe como la matriz de todos los significados objetivados socialmente y subjetivamente reales; toda la sociedad histórica y la biografía de un individuo se ven como hechos que ocurren dentro de ese universo (incluyendo las situaciones marginales como los sueños y las fantasías)... El universo simbólico se construye, por supuesto, mediante objetivaciones sociales. Sin embargo, su capacidad para atribuir significados supera ampliamente el dominio de la vida social, de modo que el individuo puede 'ubicarse' dentro de él aun en sus experiencias más solitarias. (Berger 125-126)

Esto en principio puede parecer complejo pero puede explicarse claramente is consideramos los recuerdos de un ser humano como parte integrante de los universos simbólicos. En la novela de Julian Barnes England, England, un personaje se pregunta a sí misma cuál es su primer recuerdo. Y llega a la conclusión que es una construcción más, elaborada para dar significado a su propia vida, igual que un país construye una historia para explicar su propio pasado: And there was another reason for mistrust. If a memory wasn’t a thing but a memory of a memory of a memory, mirrors set in parallel, then what the brain told you now about what it claimed had happened then would be coloured by what had happened in

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between. It was like a country remembering its history: the past was never just the past, it was what made the present able to live with itself. (6)

Los universos simbólicos restablecen el orden y significado, incluso en las 4

situaciones más caóticas o aterradoras . Si se concibe la existencia rutinizada en sociedad como el “lado luminoso” de la vida humana, en ese caso las situaciones marginales constituyen el “lado sombrío” que se cierne siniestro en la periferia de la conciencia ciudadana. Esto se produce con los sueños y pesadillas que “traducimos” al lenguaje de la vida cotidiana una vez que nos despertamos. Y, de nuevo, el lenguaje confiere objetividad a la realidad. La conciencia retiene solamente una pequeña parte de la totalidad de las experiencias humanas, parte que una vez retenida se sedimenta, se puede decir que esas experiencias quedan estereotipadas en el recuerdo como entidades reconocibles y memorables. Si esa sedimentación no se produjese, el individuo no po...


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