Apuntes periodismo multimedia urjc 4º per+cav PDF

Title Apuntes periodismo multimedia urjc 4º per+cav
Course Periodismo multimedia
Institution Universidad Rey Juan Carlos
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Summary

Adjunto todo el temario de la asignatura periodismo multimedia, de la carrera de 4º de periodismo y comunicación audiovisual de la uric...


Description

Tema 1: Cibe Ciberesp resp respacio acio y Peri eriodis odis odismo mo La introducción a la asignatura que ofrece este tema arranca con una puesta en común de las nociones que tiene el alumnado sobre los diferentes aspectos que aborda el temario. En esta primera sesión del curso interesa especialmente que el alumnado tome conciencia y comparta el conocimiento que ha construido en su cotidianidad en relación al mundo digital en el que han nacido: cómo percibe la presencia y funcionamiento de los medios de comunicación, cómo le influye la acción de los medios sociales en su visión del mundo, qué importancia le da a la tecnología que les rodea.

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Conceptos básicos: Cibercultura y Comunicación Digital.

Una vez reconocido y compartido el conocimiento impregnado en el grupo sobre la realidad social y comunicativa que les ha tocado vivir, es el momento de iniciar un camino de ascenso hacia la identificación y el análisis de conceptos fundamentales para reflexionar sobre las zonas ciegas que probablemente tengamos en nuestra visión del mundo. Con ello se pretende provocar interés por los contenidos y actividades previstos en la asignatura y esbozar un recorrido por las diferentes vertientes que puede tomar su seguimiento, una ruta que construirá cada cual a partir de los necesarios espacios comunes del trayecto. Este segundo paso para abordar el panorama cognitivo de la asignatura con las estudiantes es eminentemente teórico. Es fundamental clarificar desde el principio el escenario en el que nos movemos desde un punto de vista conceptual e histórico. El primer paso es poner en su debido lugar a la tecnología. Para ello es imprescindible que cualquier análisis sobre la digitalización del periodismo pase primero por prevenirse de caer en cualquier clase de determinismo tecnológico.

1.1 El concepto de Tecnologías de llaa Información y de la Comunicación. Vivimos en un escenario de cambios constantes. La sensación de que todo es nuevo y de que la tecnología es la principal responsable de que lo sea se han convertido en normales. Sin embargo, la tecnología por sí sola no explica nada en profundidad, siempre viene determinada por motivos socio-económicos. Igual que el nacimiento de la escritura nace de una necesidad de apuntar o contabilizar las materias con las que se comercializa, Internet surge como un servicio que cubre una necesidad militar y que luego se desarrolla con matices diferentes.

1.1.1 Determinismo tecnológico La digitalización no supone una revolución: no solo mantiene el capitalismo, con ella se está intensificando su poder. Una revolución real supondría la entrada de otro sistema económico. La tecnología nunca es neutra, siempre tiene un interés detrás y hay que saber de dónde surge y no utilizarla como punto de arranque para explicar cualquier proceso social, cultural, político o económico. Antes de referirnos al mundo de Internet y de la Web, es necesario poner en su debido lugar el papel que tiene la tecnología en los profundos cambios que han experimentado los medios de comunicación durante los últimos 20 años. Conviene distanciarse de posturas demasiado entusiastas o ciberoptimistas, no siempre ingenuas, que conciben la digitalización como panacea para todos los problemas de incomunicación y acceso al conocimiento; pero tampoco hay que caer en actitudes apocalípticas o cibercatastrofistas como las de los que ven en las tecnologías digitales un continuo peligro para el rigor informativo, la autoría intelectual o que incluso firman los certificados de muerte del periodismo. Tampoco debemos conformarnos con posiciones relativistas, por lo que se hace imprescindible conceder a la tecnología el papel que ni más ni menos le corresponde en el funcionamiento y evolución del sistema social de comunicación. Una visión histórica poco crítica podría localizar al nuevo paradigma tecnológico digital como una respuesta abrupta del sistema capitalista para superar sus contradicciones internas (primeros años setenta) y, simultáneamente, como reacción defensiva frente al reto de la Unión Soviética en la carrera espacial y nuclear. Una visión más completa debería identificar más líneas de continuidad que de ruptura en este proceso, y encontrar en la emergencia de las tecnologías representadas en Internet el resultado natural de un sistema, el capitalista, que a lo largo de su trayectoria ha ido intensificando sus características. (Mattelart, 2007). Efectivamente, la tecnología nunca es neutra, siempre surge condicionada por unas circunstancias sociales políticas y económicas y vinculada a unos intereses eminentemente dirigidos a la reproducción del sistema y al mantenimiento del poder. Sin embargo, a pesar de estas prevenciones necesarias, no se puede negar que la tecnología supone un elemento fundamental en las sociedades del siglo XXI y una de las claves principales para entender muchas de las transformaciones suscitadas en el escenario cultural y comunicacional de la sociedad globalizada. Ante ese elemento, la acción de los gobiernos y de las instituciones supranacionales tienen mucho que decir y hacer, a pesar de la considerable cuota de poder que éstos han cedido a favor de las instancias mercantiles. Y lo que es igualmente importante: la implicación de los ciudadanos en la apropiación de la tecnología digital para sus necesidades comunicativas más genuinas y la liberación del conocimiento, si bien durante la última década esta apropiación ha devenido en sentido contrario. Autores como Gaëtan Tremblay defienden que lo que sustenta a este proceso de digitalización no supone ninguna revolución, dado que, como se constató tras el experimento frustrado de la “burbuja puntocom”,

la supuesta nueva economía mantiene, más que nunca, el objetivo principal del sistema capitalista, esto es, obtener el beneficio más alto posible, y que la pretendida sociedad de la información no es más que un modelo ideológico en el que información sigue siendo sinónimo de poder: “La Sl [Sociedad de la Información] es sobre todo una ideología que, como cualquier otra, proporciona una lectura selectiva, deformada, de la realidad, del cambio y del desarrollo social. Y esta ideología está fundada en el determinismo tecnológico. Mi análisis llega a la conclusión que la Sl no constituye una ruptura radical con el sistema capitalista, sino que debe entenderse como otra forma en la evolución del mismo” (Tremblay, 2003: 17).

1.1.2 El papel de las TIC en la conformación de la Sociedad de la Información. Como puede observarse, una de las principales claves de la digitalización consiste en el cambio fundamental en la relación entre los lectores y los distribuidores de información. Internet es una red horizontal, multidireccional, descentralizada e interactiva, y la combinación de estas cuatro propiedades resulta inusitada entre los medios de información y comunicación anteriores. Tales características son las que hacen de Internet y de sus tecnologías convergentes lo que Javier Echeverría llama “Tercer entorno”, un nuevo espacio vital que supone la tercera gran conquista de la humanidad después de la sedentarización (naturaleza) y la urbanización (ciudad). En términos similares se expresa Lorenzo Vilches al hablar de “Migración digital”. El tercer entorno se corresponde con Internet, tras conquistar la naturaleza y la urbanización hacemos un paso al ciberespacio. Este nuevo entorno es un nuevo proceso de conquista. Como toda conquista, debe entenderse como lucha por el poder. Se trata de un nuevo territorio, de tipo virtual, cuya colonización no ha hecho más que comenzar y en el que casi todos los indicios apuntan, por desgracia, a que los grandes terratenientes virtuales son los que acaparan la mayor parte de la extensión del ciberespacio, por muy infinito que éste sea, y valga el contrasentido. La naturaleza distintiva de Internet respecto a los medios es lo que, según Wolton, aporta sus enormes potencialidades, que tienen poco que ver, al menos de manera directa, con la vinculación social que depende de los medios de comunicación generalistas. En este nuevo territorio, sin embargo, operan condicionantes muy diferentes a los dos entornos ya colonizados, que lo convierten, como ya hemos apuntado, en algo más que un objeto de poder: en una arcádica esperanza de libertad e igualdad. Como el sugerente cambio gravitatorio de un planeta remoto, las especiales virtudes interactivas, hipertextuales, descentralizadas, multidireccionales, horizontales y universales del ciberespacio, actúan de manera decisiva a la hora de construir nuevas iniciativas de emancipación social que muchas veces se ven frustradas por olvidar que seguimos viviendo en la tierra. Efectivamente, hay una brecha digital: al nuevo entorno sólo acceden plenamente 5.000 millones de personas, sin embargo, a los 3.000 millones restantes les llegan de manera más o menos directa

resonancias de esa nueva dimensión, de manera que muchas de esas iniciativas encuentran en el primer y segundo entornos bastante más eco del que a veces parece.

1.1.3 El impacto de las redes de comunicación digital en la economía, la sociedad, la política y la cultura Aunque la digitalización no sea una revolución, no puede negarse que su impacto está siendo muy profundo en varios niveles, como veremos a lo largo de los próximos capítulos.

1.1.4 La influencia de las redes en los medios de comunicación Internet no es un medio de comunicación de masas. Ni siquiera puede considerarse un medio sin masas, y no se puede definir como algo que sea mucho más que un canal de comunicación –pues no es una cuestión de proporciones–, sino algo de categoría diferente. La naturaleza distintiva de Internet respecto a los medios es lo que aporta sus enormes potencialidades, que tienen poco que ver con la vinculación social que depende de los medios de comunicación generalistas. Como señalan algunos estudiosos, Internet obtiene precisamente su fuerza del hecho de no ser un medio de comunicación: “se trata de mensajes en todos los sentidos, enviados por cualquiera, captados por cualquiera y organizados por nadie” (Dominique Wolton). Para muchos autores, ello supone el problema de que la era de la globalización no favorece el necesario vínculo social de la democracia, pues cada individuo se conecta a partir de sus intereses personales. Como señala uno de ellos. Dominique Wolton, “en realidad, las comunidades pueden convivir en una perfecta indiferencia mutua”. Esta disvinculación tiene gran parte de su explicación en los fenómenos de desintermedicación, remediación y personalización, abordados en diferentes lugares de esta memoria. Desde una concepción de Internet como sistema de telecomunicaciones, esta red está formada por un conjunto de herramientas para la comunicación interpersonal, con aplicaciones como el correo electrónico o las redes sociales, o utilidades para la provisión de servicios (como la banca electrónica, compra de billetes, administración electrónica, etcétera). Desde esta perspectiva, Internet podría asemejarse a otros sistemas de comunicaciones, como el teléfono o el fax. Internet como tal no es un medio de comunicación, se trata de un conjunto o red que conecta ordenadores y otros dispositivos en cualquier parte del mundo. Hasta ahora los medios de comunicación incorporan mecanismos de difusión más o menos sofisticados basados en la comunicación de masas. Lo cierto es que la llamada cibercultura tiene pocas diferencias profundas frente a la cultura de masas con la que todavía comparte una genealogía. Por muy díscola que haya sido esta hija de la dinastía de la cultura burguesa que empezó a implantarse en el siglo XVIII y que vino marcada por el patrón tecnológico de la

eficiencia y la optimización de recursos. La digitalización ha producido muchos cambios evidentes en el plano técnico y social, ha desdibujado significativamente las diferencias entre los roles clásicos de emisores y receptores, ha modificado las formas y los procesos de la cultura dominante, pero también ha reforzado sus resortes como herramienta de control y de reproducción del sistema. Como parte de esa cultura, la comunicación digital tampoco presenta ingredientes realmente revolucionarios. Una vez más, las ensoñaciones de transformación social y cultural profunda con las que aparecieron la radio o la televisión quedaron olvidadas cuando Internet “normalizó” su presencia. Efectivamente, puesto que la digitalización no supone realmente ninguna revolución, no debemos caer en creer que la evolución del periodismo viene marcada de manera determinante por la aparición de determinadas tecnologías.

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Introducción y análisis de las principales pautas y claves en los cibermedios com como o esc escenario enario de inf informaci ormaci ormación ón e n red: Los pun puntos tos ca cardinal rdinal rdinales es del ciberespacio:

La dimensión comunicativa del escenario digital se caracteriza por cuatro pautas esenciales que han marcado profundas transformaciones en la forma de entender y desarrollar la comunicación pública e interpersonal. Ahora bien, se trata de transformaciones que se producen de una manera más continuista de lo que podría parecer. Es importante insistir en no poner a los factores tecnológicos en una dimensión determinista y detectar las innumerables líneas de continuidad que se dibujan entre el escenario de la comunicación predigital y el ciberespacio. Como hemos visto, nada supone de momento una revolución en esta transición. Abordamos este análisis con la valiosa aportación que José Luis Orihuela presentó en 2002, en la que sintetizó los ocho nuevos paradigmas que sirven de brújula en el ciberespacio. Cada uno de ellos entraña un contrapunto que nos muestra la pertinencia de no perder de vista esas líneas de continuidad y, por tanto, de constatar que los muchos cambios que vivimos en esta sociedad líquida, en palabras de Bauman (2005), tienen una explicación más clara en el pasado que en el presente, en el ámbito socioeconómico que en el tecnológico. Estas ocho pautas son también las claves que estructuran de manera transversal el programa de la asignatura y la navegación por los contenidos de la publicación en la que las estudiantes realizan sus prácticas. •

Actualización: Ha sido una de las esencias que ha mantenido vivo al periódico, sin embargo, cuando empieza a entrar el periodismo en la red, esa periodicidad se queda neutralizada, se refuerza el “directo permanente” instaurado por la televisión, y la actualización informativa se intensifica gracias a Internet. El periodismo se empieza a producir de manera sistemática en un ámbito de instantaneidad. Esta actualización también está suponiendo una sombra, afectando

a una faceta muy importante: la interpretación de la realidad, algo que requiere necesariamente de tiempo y reflexión. •

Multimedialidad: Estamos asistiendo al máximo nivel conocido de convergencia tecnológica. La unión de imagen, tanto fija como en movimiento, sonido y texto es el rasgo más palpable de este paradigma, pero no el único. La estructuración de los medios y recursos que dan lugar a esa multimedialidad también se manifiesta de manera convergente en un sentido funcional y empresarial en forma de concentración mediática. Con esta convergencia lo que también se está provocando es la copia del sistema del que venimos, se está creando un escenario donde se reproduce el sistema anterior, con sus desequilibrios, por su puesto.



Hipertextualidad: La información en Internet se estructura fundamentalmente a través del hipertexto. Se trata de una combinación de formatos y una extensión de la información que la conecta con otras informaciones relacionadas. El hipertexto o hipermedia sostiene el funcionamiento de Internet como las neuronas soportan el pensamiento. El contrapunto negativo al enorme potencial estructural de la hipertextualidad es que la mayor parte de la información que fluye por la Red pertenece a la Web profunda o invisible y no es accesible desde los buscadores.



Interactividad: Cada vez se concibe más el periodismo como un proceso de conversación. Estamos en un escenario donde prima la capacidad de que la comunicación fluya en varios sentidos, es decir, que exista interactividad. Podemos hablar de la interactividad más pura como la conversación. Y también tendríamos la interactividad usuario-sistema, donde el usuario consigue ser escuchado por el sistema. A pesar de que la interactividad pasa por ser el paradigma más transformador de la comunicación social, lo cierto es que no se ha alcanzado un nivel de desarrollo de interactividad que permita pensar en que se hayan modificado la lógica unilateral con la que siguen funcionando los medios.



Universalidad: La historia de Internet está caracterizada por su naturaleza universal y abierta. La globalización se concibe como un modelo de sociedad basado en criterios economicistas y geopolíticos antes que tecnológicos. Forma parte de la evolución del capitalismo. La Sociedad de la Información o Postindustrial (Alain Touraine, Daniel Bell, Alvin Toffler, Manuel Castells) es la plasmación del escenario de transformación socioeconómica promovida por las tecnologías de la información. Resulta llamativo que el valor de la universalidad que ha acompañado hasta ahora en Internet conviva con una brecha digital que reproduce los desequilibrios de siempre en el acceso al conocimiento, y que la neutralidad que ha permitido que Internet se erigiera en Red de Redes esté ahora en peligro.



Espacio ilimitado: El espacio de publicación ya no es escaso; en Internet no hay límites espaciales para la cantidad de medios ni para el volumen de su información. El espacio, en los medios impresos, y el tiempo, en los medios electrónicos, han sido tradicionalmente los recursos escasos en el sector de la comunicación. Además, en los medios electrónicos, se suma otro recurso escaso: el espectro electromagnético, cada vez más saturado. Por otra parte, la

complejidad de los sistemas de producción de medios escritos y audiovisuales hacen que solo algunas empresas muy poderosas puedan disponer de las costosas infraestructuras necesarias para poner a disposición del público sus mensajes. •

Horizontalidad: El papel tradicional de los intermediarios de la comunicación pública se ve claramente cuestionado por la posibilidad de que cualquier fuente presente sus mensajes de manera accessible en la Red. La mediación deja de ser, por tanto, una facultad exclusiva de los profesionales de la comunicación, desplazados de su exclusividad por procesos de desintermediación y remediación en la comunicación social.



Personalización: La segmentación de la audiencia iniciada por los medios tradicionales evoluciona hasta un modelo de comunicación potencialmente ajustado a la medida de cada usuario. A la desintermediación se le unen otros fenómenos que desplazan el papel de cohesión social que hasta hace pocos años ejercía de manera incuestionable el periodismo profesional, hoy sumido en un escenario de cámaras de eco y polarizaciones.

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Repercusiones de la convergencia multimedia y llaa digitalización en una actividad en crisis

En este cambio de siglo, de milenio y de era el factor tecnológico cobra especial relevancia por su carácter convergente. Hasta ahora los nuevos medios y las nuevas herramientas de cada etapa podían provocar cambios más o menos aislados en los usos y formas de ejercer el periodismo, e incluso causar modificaciones estructurales en el desarrollo de la profesión. Lo vimos cuando a finales del siglo XIX la linotipia desbancó a los viejos cajistas que montaban las galeradas manualmente, y cuando ésta fue sustituida por la fotocomposición, capaz de cuadruplicar de nuevo la velocidad en la producción de las planchas de impresión, pero también de multiplicar los problemas socio-laborales provocados por los enormes ajustes de plantillas. Estos episodios, sin embargo, demuestran que conforme la digitalización ha ido empapando los procesos de trabajo y la globalización ha hecho más reducido el escenario económico mundial, los efectos de la tecnología no se producen d...


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