Periodismo grafico PDF

Title Periodismo grafico
Course Audiovisual I
Institution Universidad Tecnológica Centroamericana
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Grafico...


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Universidad Tecnologica Centroamericana Carrera: Comunicaciones Nombre: Victor Manuel Estrada Oliva Trabajo sobre: Periodismo Grafico

Introducción

Periodismo fotográfico, periodismo gráfico o fotoperiodismo, como también se le denomina, es un género del periodismo que combina el periodismo, con la fotografía, el vídeo, y con el diseño gráfico. A los periodistas que se dedican a este género se les conoce como como fotoperiodistas, o reporteros gráficos.

Historia

El desarrollo del periodismo gráfico puede rastrearse desde los mismos inicios del desarrollo de la fotografía y tiene una notable relación con la fotografía artística. La posibilidad de ilustrar las noticias con fotografías, fue posible gracias a las innovaciones hechas en la fotografía, que ocurrieron entre 1880 y 1897, y como no, a la invención de la imprenta. Gracias a la imprenta, inventada por Johannes Gutenberg en el año 1440, los libros y periódicos pudieron llegar al gran público. Al principio fue la Biblia, pero luego, gracias a este invento, aumentó la publicación de libros de manera exponencial. Y ya en el Siglo XVII aparecieron las primeras revistas. Aunque se habían hecho pruebas anteriormente, se considera como los pioneros de la fotografía periodística, a algunos reporteros británicos, como William Simpson y Roger Fenton, que documentaron fotográficamente, la Guerra de Crimea (1853-1856). La primera publicación de una noticia, con una fotografía real, de la historia, se produjo en el año 1880, en el Daily Graphic de Nueva York. Época de Oro del Fotoperiodismo Se considera la edad dorada del periodismo fotográfico, el periodo entre 1930 y 1950. Gracias al gran aumento del oficio periodístico, y a grandes avances hechos en el mundo de la fotografía. El fotoperiodismo tiene mucho que ver con las guerras, ya que en estas se realiza un gran trabajo relacionado con la fotografía y el periodismo, para documentar los hechos sucedidos en estos conflictos bélicos, y que estos queden plasmados en fotografías. Este gran desarrollo del fotoperiodismo, se produjo en el periodo entre las dos guerras mundiales, y especialmente durante la segunda, donde se realizó un trabajo documental sin precedentes, gracias a las fotos e imágenes, y a las mejoras hechas en las cámaras de vídeo, que permitieron documentar de manera gráfica, este gran y terrible conflicto bélico. El periodismo fotográfico con la llegada de las Nuevas Tecnologías

El avance de la tecnología, desde la segunda mitad del Siglo XIX, hasta la actualidad, ha cambiado mucho nuestra forma de vivir, de ver y de entender el mundo que nos rodea. El periodismo fotográfico no ha estado al margen de este avance. La existencia de cámaras digitales, ligeras, baratas, y muy útiles para hacer fotografías de calidad, sin la necesidad de ser un profesional. Junto a la posibilidad de hacer fotografías con el teléfono móvil, videocámara, ordenador portátil, o tableta. Han abaratado los costes de la realización de fotos (laboratorios, películas, placas, líquidos, etc.), y han posibilitado que cualquier persona pueda hacer una buena fotografía. La posibilidad de adjuntar imágenes a las noticias, tiene una gran relevancia en el mundo del periodismo. Ya que, como se suele decir, vale más una imagen que mil palabras Esto junto con la existencia de Internet, donde se pueden descargar Imágenes, de multitud de bancos de fotos, h a hecho que haya muchísimas más fotografías, de mejor calidad, y más accesibles a todo el mundo. Gracias a esto los fotoperiodistas tienen muchísimo material para trabajar, o incluso para que les sirva de inspiración. A pesar de todos estos avances, lo más importante de una fotografía periodística, sigue siendo el contenido de la misma.

Influencias que han cambiado el fotoperiodismo en el Siglo XXI Tres grandes eventos han hecho que el fotoperiodismo evolucione, ya en el Siglo XXI. Por desgracia estos eventos están relacionados con la muerte, o desgracia de mucha gente. Estos eventos son: El atentado de las torres gemelas, del día 11 de Septiembre del 2001. La invasión de Iraq, que empezó el 18 de Marzo del 2003. Y el Tsunami del Océano Índico, sucedido el 26 de Diciembre del 2004. A causa del cubrimiento informativo total de estos tres eventos, se guarda gran cantidad de material fotográfico, mapas animados, vídeos, gráficos, esquemas, etc…Gran cantidad de este material, se realizó en el mismo momento en el que pasaban los hechos. Y parte fue hecho por fotógrafos aficionados. Las primeras imágenes que se

publicaron en los medios sobre estos eventos, no provenían de profesionales, sino de personas que estaban en el lugar de los hechos, y que hicieron fotos y vídeos, con sus propias cámaras digitales o con sus móviles. Este fenómeno cambió las normas establecidas en la comunicación social. Las fotografías periodísticas han de tener una edición, y una calidad técnica. Pero las fotos tomadas justo en el lugar y en el momento, donde ocurre la noticia, tienen un gran valor, ya que tienen un enorme significado, que sobrepasa a la calidad de las mismas. Estos tres eventos, junto con la popularización de Internet y las nuevas tecnologías, han iniciado una nueva era para el fotoperiodismo. Paradójicamente, el desarrollo de la fotografía periodística se ha realizado especialmente en los conflictos políticos de los diferentes países o en las confrontaciones bélicas. El papel de los fotoperiodistas ha sido vital para registrar la historia de acontecimientos como la Guerra Civil Española, la Guerra de la Triple Alianza, la Guerra hispano-estadounidense, la Guerra de Vietnam y las dos guerras mundiales, entre muchas otras confrontaciones bélicas. Precisamente la denominada edad dorada del fotoperiodismo (1930-1950) coincide con la II Guerra Mundial, tiempo en el cual se dio un notable avance tecnológico de la fotografía de guerra.

Con el desarrollo de las técnicas de impresión gracias a la invención de la impresora ófset, la fotografía periodística alcanzó mejores niveles de calidad en las publicaciones impresas. Por su parte, la incursión de nuevas tecnologías como Internet originó una nueva etapa del periodismo a nivel global, conocida como periodismo digital, que afectó muy especialmente al fotoperiodismo. Los grandes acontecimientos que inauguraron el siglo XXI, como los atentados del 11 de septiembre de 2001, la invasión de Irak de 2003 y el Tsunamí del océano Índico de 2004, entre otros, generaron una notable cantidad de información visual en la que participaron las nuevas tecnologías en manos de aficionados. Esto ha llevado a algunos observadores a hablar de "crisis del periodismo" y a otros a señalar el inicio de una nueva era en el oficio de la información.

El periodismo fotográfico es una forma periodística destinada a la adquisición, edición y presentación de material de actualidad en los medios de comunicación social, especialmente escritos, digitales y audiovisuales. Incluye, además, todo aquello relacionado con la imagen que cuenta una historia y, en tal caso, se refiere también al vídeo y al cine utilizado con fines periodísticos. El periodismo fotográfico se distingue de otras ramas de la fotografía como la documental, la fotografía callejera y la de estudio utilizada por ejemplo para el modelaje. El fotoperiodismo incluye todas las áreas de interés de la actualidad informativa como el periodismo de guerra, el periodismo deportivo, el seguimiento del mundo del espectáculo, la política, los problemas sociales y todo aquello en donde sea posible la creación de una imagen. De igual manera el fotoperiodismo repasa los géneros de la profesión informativa como la entrevista, la crónica, el reportaje y el documental en todas sus facetas. Se divide además en fotonoticia, foto reportaje, gran reportaje fotográfico, ensayo foto periodístico, retrato foto periodístico y columna fotoperiodística.5El Fotoperiodismo de Boda es una tendencia fotográfica en reportajes sociales, principalmente Bodas, dónde el verdadero protagonista no es el Fotógrafo, si no las emociones que ocurren en un día cargado de emociones. Se acaban ya las directrices del fotógrafo pidiendo a los novios que hagan una cosa u otra, interrumpiendo así un día especial y convertirlo en un sucesivo posado a cámara sin sentido e infantil. El fotógrafo debe pasar como un invitado más sin molestar, y al mismo tiempo que se sienta uno más, como conocido y no como un profesional del que no ha habido más de una hora de contacto en la contratación. Las características esenciales para clasificar una fotografía como género periodístico son las siguientes:  Actualidad: la imagen debe reflejar un hecho reciente y relevante y debe ilustrarlo suficientemente  Objetividad: la situación representada en la fotografía es una imagen fiable y cuidadosa, representativa de los eventos indicados tanto en contenido como en tono  Narrativa: la imagen debe combinarse con otros elementos informativos que la conviertan en suficientemente comprensible para los espectadores, lectores o televidentes de todos los niveles culturales

 Estética: la imagen debe conservar el rigor de la estética fotográfica (luz, encuadre, relación, fondo y forma, perspectiva, gestión de sombras, etc.) Edad dorada El siglo XX significó un gran desarrollo del fotoperiodismo,12 pero es conocida como la edad dorada del mismo al periodo comprendido entre 1930 y 1950 debido a avances muy significativos para la fotografía y una mayor amplitud en el oficio periodístico. Paradójicamente el desarrollo del fotoperiodismo se da muy especialmente entre las dos guerras mundiales en donde los periodistas y sus instrumentos de información se ponen a máxima prueba. Muchos de ellos incluso participaron como combatientes en dichas guerras. Algunas revistas como la Picture Post de Londres, la Paris Match de Francia, la Arbeiter-Illustrierte-Zeitung de Berlín, la Life Magazine y la Sports Illustrated de EE.UU, así como los periódicos The Daily Mirror de Inglaterra, el New York Times y otros, obtuvieron una gran lecturabilidad y reputación gracias al uso de amplio material fotográfico de la mano de célebres reporteros gráficos como Robert Capa, Alfred Eisenstaedt, Erich Salomon, Margaret Bourke-White y W. Eugene Smith. En particular Henri Cartier-Bresson es generalmente considerado el padre del periodismo fotográfico. Las tomas de acciones congeladas en el tiempo son célebres, como la de un hombre que salta y que fue considerada una de las más espléndidas tomas del siglo XX. Su cámara Leica (introducida en 1925), es considerada versátil, la que le permitió capturar momentos decisivos en el tiempo justo. Esta cámara fue también la que utilizó otra gran figura del periodismo gráfico del siglo XX: Robert Capa.

Los cómics y la gráfica no se podían quedar aislados de los acontecimientos mundiales. Mientras aún hay quien se debate entre si los monitos deben ser considerados arte o no, éstos han llegado ya a otro nivel, en el que se ha dado un entrecruzamiento con el periodismo. Dibujantes como cronistas, comiqueros como reporteros de guerra, artistas gráficos como analistas políticos e intérpretes de la realidad.

El siguiente texto se compone de ensayos publicados con anterioridad en medios impresos y que ahora se reúnen corregidos y aumentados para ofrecer al lector un panorama del fenómeno de los dibujantes gráficos y su incidencia en la prensa. 1. La literatura gráfica post-9/11 Luego de la mañana del 11 de septiembre de 2001 el panorama cambió subrepticiamente no sólo en la política exterior de Estados Unidos. Y no sólo en los medios tradicionales, como la televisión. La ola expansiva del derribo de las Torres Gemelas alcanzó rincones aparentemente insospechados como los cómics. De hecho, el efecto fue inmediato. Se sabe de cómics en beneficio de las víctimas y las asociaciones médicas y humanitarias que fueron mandados a imprenta ¡cinco días después de ocurrida la tragedia! Hablemos de oportunismo y oportunidad.

¡El desastre es mi musa!, Art Spiegelman Los títulos que afloraron son heterogéneos y son una muestra de la amplitud del mercado estadounidense. Editoriales del mainstream y casas pequeñas por igual lanzaron ediciones especiales. Los métodos de edición variaron. En el caso de 9-11, una de las recopilaciones más conocidas, el primer tomo fue coeditado por Chaos!, Image y Dark Horse, mientras que el segundo por DC, en conjunción con sus filiales, como Vertigo, WildStorm y la revista MAD. The Comics Journal reportó en 2002 que la derrama económica derivada de 9-11 fue de 230,000 dólares. Marvel, por su parte, donó un cheque de un millón de dólares al Twin Towers Fund, dinero proveniente de sus dos ediciones especiales, Heroes y A Moment of Silence. También comenta la diferencia entre las ediciones de estas editoriales grandes y las independientes: en la presentación de las primeras hubo cobertura televisiva y radiofónica, en la de las pequeñas, no. Y es que la tragedia ha sido un pretexto perfecto para la especulación, el morbo y la voracidad. Un ejemplo es el nivel de culto al que se elevó el tráiler de la primera película de Spider-Man en la que aparecían las Torres Gemelas y que hubo de ser reemplazado por uno más apegado a la realidad (la realidad: las Torres ya no están ahí).

Esa realidad es la que le da nombre al segundo libro sobre una guerra que publica Art Spiegelman: In the Shadow of No Towers. El primero, Maus, le llevó trece años en completarlo. Por esa razón, explica que nunca le interesó volverse caricaturista político, pues presume parcamente ser “un artista que se encuentra Dos Segundos Adelantado a Su Tiempo” y se declara incapacitado para hacer un comentario inmediato a lo que está pasando. Su timing para interpretar la realidad le lleva muchas más horas que, al parecer, a todos los artistas que se lanzaron a dibujar algo al respecto apenas habían caído las Torres. Me recuerda a “Action Painting II”, el óleo de Mark Tansey en donde un grupo de pintores retrata el despegue de un cohete espacial en el momento mismo del despegue —y lo terminan. Tal parece que los dibujantes trabajaban mientras las desesperadas víctimas preferían dejarse caer de cabeza antes que morir en el derrumbe, o mientras la densa nube de humo correteaba transeúntes en la calle. ¿Capacidad de reacción u olfato para los negocios? La calamidad sacó a flote uno de los cuestionamientos más antiguos en contra de los cómics de superhéroes: si Superman, Spider-Man o quien se les ocurra han combatido misteriosas fuerzas cósmicas, monstruos descomunales, amenazas a la democracia y la estabilidad de la Tierra (recordemos que el Capitán América derrotó a Hitler en una imaginaria aventura aparecida en el número 1 del héroe), es decir, si han podido con eso, ¿por qué no pudieron prever esto, que no fue poca cosa? Si Spidey posee un sentido arácnido que le alerta del peligro inminente, ¿por qué no le avisó de los aviones que se estrellarían en dos de los edificios más emblemáticos de la ciudad en la que vive? (Recordemos también que Peter Parker no habita en una ciudad imaginaria como la Gotham de Batman o la Metropolis de Superman.) Para Robert Wilonsky, la frase “¡Miren en el cielo! ¡Es un ave! ¡Es un avión!” suena diferente. La verdad es que diferente suena a eufemismo. Suena ridículo. Si el avión se estrella en Estados Unidos suena terrible, pero si es en otro país, se puede hacer un gag en Saturday Night Live y David Letterman y Jay Leno harán mofa de la villa en la que cayó, cosa que no pasó en sus programas posteriormente al acontecimiento.

El punto central es que la Democracia y el American Way of Life fueron cuestionados severamente con el atentado. Sucede que los editores de cómics de superhéroes se dieron cuenta de que estaban poniendo demasiada atención en aventuras supranormales, fuera de la realidad, y se estaban olvidando de los seres humanos. Un acontecimiento de tal magnitud suele despertar sentimientos que parecían enterrados o intensificar dramáticamente los ya existentes. El patriotismo es el más evidente. Los cómics, cartones políticos, pósters, tarjetas coleccionables e incluso, en otro espectro artístico, la música, producidos inmediatamente después del 9-11 estaban henchidos de rabia, orgullo, patrioterismo, sed de venganza, melancolía, desolación o tristeza. Los viejos símbolos se re-erigen: la Estatua de la Libertad, El Tío Sam, el Águila Calva, las mismas Torres refuerzan su valor icónico. Sirven igualmente para arrancar lágrimas que para desacralizar. Todo depende. Incluso se rumoró que grupos de patrióticas mujeres corrieron a la zona de desastre para asistir a los voluntarios que levantaban escombros —y a los que en Marvel y DC dibujan musculosos, anatómicamente correctos y atractivos— en terapia de sexo gratuito. Una Joy Division de ésta, la guerra de nuestra generación. La caricatura política editorial también recibió la radiación que emanaba del Ground Zero. Dos catedráticas estadounidenses encuentran similitudes entre el cartón político posterior al asesinato de Kennedy y el atentado a las Torres Gemelas en este renacimiento de valores tradicionales del país del norte. Ese renacimiento, por lo menos en el lado republicano de las cosas, ha provocado que la situación se asemeje a los tiempos reaganianos. Hay dos artistas gráficos por lo menos que han fungido como reporteros y que, con una mirada y una postura que sólo da la experiencia directa, han desmenuzado la situación pre y post 9-11. Uno es Ted Rall, quien desde años antes de que sucedieran los hechos realizó viajes a Afganistán, recabando datos y observaciones que muchos editorialistas no poseen. “Cuando la atención se volcó sobre Afganistán yo, definitivamente, tenía una ventaja”, concede. Ha convivido con gente de Turkmenistán, invitado en septiembre del año 2000 al desierto de Asia Central por el embajador de Estados Unidos

para hablar del cartón político estadounidense y ha dibujado y escrito feroces piezas sobre su gobierno y su política invasora y algunas medidas que ha tildado de estúpidas....


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