Cam, Alice a través del espejo de la disociación y el narcisismo, R Zoya PDF

Title Cam, Alice a través del espejo de la disociación y el narcisismo, R Zoya
Author Rocio Zoya
Course Seminario de Género
Institution Universidad de Morón
Pages 9
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Ejemplo de Paper con temática de género, neurociencias y abolicionismo....


Description

1 Cam: Alice a través del espejo de la disociación y el narcisismo R. Zoya Frikiloquio, 2019, Ciudad Autónoma de Buenos Aires

—Esos tipos te aman, estás tan bien plantada. Yo te veo en pijama, aburrida y mordiéndote las uñas, pero, en ese show, eres otra persona. Eres confiada. Ojalá todos pudieran verte así. —Mamá, esa no soy yo. —Y yo no soy triste y patética. Soy liberal, entiendo todo eso del empoderamiento femenino. —No, mamá, no se trata de eso. Yo no soy esa persona. —Lo entiendo, estás actuando. —No, no me estás escuchando.1

Cam fue estrenada en la cadena Netflix durante el 2018, recibiendo excelentes puntajes en la plataforma y por parte de la crítica como film de terror. La siguiente disertación pretende exponer las intenciones morales y éticas del largometraje producido por Daniel Goldhaber e Isa Mazzei, bajo una óptica que recurre a las neurociencias y el abolicionismo de la prostitución bajo la perspectiva del modelo nórdico. La protagonista de Cam es Alice Ackerman, quien se hace llamar "Lola" en un sitio pornográfico donde realiza shows por chat, ganando así importantes ingresos y desarrollando la expectativa última de alcanzar los mejores niveles en el ranking de "más deseadas". Ella vive sola con su gato, preocupada por sus sobrecargados disfraces, efectos especiales de sangre y heridas para satisfacer a un grupo de hombres aún más solitarios y peor socializados que ella, los cuales se esconden detrás de la despresencia de un chatroom para pedirle que se masturbe o incluso, suicide simuladamente con una pistola falsa o un cuchillo a cambio de "tokens" (intercambiables por dólares en su cuenta bancaria a través del sitio). Con baja autoestima, ansiedad y complejos por sus limitadas oportunidades en el mercado de trabajo, Alice oculta a su familia esta ocupación. La atención de sus fanáticos y el dinero que le procuran, junto a comodidades a partir de él, son su mayor consuelo. La protagonista (de no más de 1 Cam, Dir. Isa Mazzei, Daniel Goldhaber, Perf. Madeline Brewer, Melora Walters, Netflix, 2018, película.

2 treinta años, como la actriz que le da vida: Madeline Brewer) encarna una serie de problemáticas propias de la generación millennial: muchísimo potencial creativo y falta de inserción laboral satisfactoria, volcando su narcisismo en redes sociales (de sexo), creando para ello una personalidad más vívida, atrevida y despreocupada: Lola. Ahora bien, grande es la sorpresa de Alice cuando le es imposible ingresar a su cuenta un día, mientras que su preciado show sigue en línea con una mujer idéntica a ella. La doble representa actos que Alice ya solventó en el pasado, de acuerdo a un apretado calendario de ideas y performances en su cuarto tachonado de satén rosado para tales fines. Alice, indignada y asustada, genera múltiples teorías acerca de su doppelgänger: Que alguien ha robado su identidad, acaso otra muchacha celosa de sus habilidades en la casa de chicas del sitio. Que los dueños anónimos de dicha web han plagiado su personalidad y apariencia de manera sintética, a fin de sustituirla.

—Atención al cliente de FGL, ¿en qué puedo ayudarle? —Hola... —Tengo un problema con mi cuenta. —Bien, necesito su código de acceso. ¿Alice Ackerman? —Sí, soy yo. —¿Cuál es el problema? —Bueno, es que no puedo entrar a mi cuenta y creo...que están repitiendo uno de mis shows viejos o algo. —Creo que no es posible, no podemos hacer eso. —¿Puede entrar a mi canal? —Sí, aquí lo tengo abierto. —Bien. ¿Dice que está en vivo? —Sí, eso es lo que veo. —¿Lo está viendo ahora mismo? —Sí, señora.

3 —Y... ¿La chica está hablando por teléfono? —Voy a poner su llamada en espera. Enseguida regreso. —(...) —Señorita Ackerman. —Sí, estoy aquí. —El show está en vivo y la modelo coincide con la foto del archivo, así que... —¿No pueden suspender la cuenta o algo? —Puede desactivar la cuenta desde la página de control. —No puedo desactivarla porque no puedo entrar a la cuenta. ¿Es que no pueden hacer nada?2

Rosemary Jackson escribe su estudio “Fantasy, literatura y subversión” en los 80'. Según su definición, este género descansa sobre una sistemática violación de la realidad: Es quimérico y vacila. Jackson también menciona la menipea, que es el estado de alucinación en el que se dá la posibilidad de algo fantástico.3 Alice Ackerman lleva adelante una estrategia de dualidad, con una personalidad "diurna" que es pálida, nerviosa e inconexa en su timidez. En contraste con Lola, su alternativa "nocturna", entre glitter y satén, sexy, decidida e ingeniosa. En el clímax de la película, Alice atraviesa su menipea, un estado de alucinación y “fantasía”, cuando al igual que la niña del cuento con su primer nombre, pasa el espejo del anonimato en internet, dejándose atrás a sí misma y construyendo un yo que se vende a los caprichos de sus seguidores: las bases ontológicas del trastorno de disociación que sufren las prostitutas tras ser sujetos de violencia sexual y psicológica. Porque de acuerdo a las propias neurociencias, el cerebro no distingue entre insultos y amenazas por morbo, y golpes propiamente dados4.

Los investigadores señalan que uno de los síntomas del trauma es la insensibilidad de la persona afectada. La incapacidad de sentir el propio cuerpo es un síntoma que aparece en personas que han 2 Ibídem. 3 Jackson, R., Fantasy: The literature of subversion, Methuen & Co.,New Accents, 1981. 4 LeDoux, J. El cerebro emocional. Buenos Aires. Planeta. 1999.

4 vivido situaciones muy traumáticas y cuya integridad ha sido violada. Estos investigadores describen lo que representa el trastorno de estrés postraumático para los individuos que ejercen la prostitución, al explicar que se disocian y que la disociación es una estrategia minuciosa de escape y evitación en la que la crueldad humana en grado sumo trae como resultado la fragmentación de la mente en diferentes partes del yo que observan, experimentan y reaccionan así como aquellas que no tienen conocimiento del daño…Una función primordial de la disociación es manejar el temor angustioso, el dolor, y enfrentar el encuentro con la crueldad sistematizada que se vivencia durante el ejercicio de la prostitución (y el abuso anterior) al separarla del resto del yo (Ross et al., 2003, pp. 205-206). Una persona que experimenta dolor, temor y crueldad se disocia para no tener que asimilar lo que pasa. La disociación puede manifestarse en una amplia escala que va desde el soñar despierto en condiciones normales hasta el trastorno de identidad disociativo (TID), en el que la persona desarrolla diferentes partes del yo, en el que los pensamientos y sentimientos existen literalmente en mitades independientes del cerebro. De acuerdo con estos investigadores, la mayoría de las personas que ejercen la prostitución a las que entrevistaron no sufrieron trastorno de identidad disociativo. Muchas dijeron que estaban deprimidas, mientras que los autores afirman que esto demuestra que todavía tienen un yo integrado. Por otro lado, la mayoría de ellas mostró síntomas del llamado síndrome disociativo somático: habían perdido la capacidad de sentir determinadas partes del cuerpo (Ross et al., 2003, pp. 206207). Esto es lo que sucede cuando el sexo se convierte en trabajo, porque este “trabajo” no es algo que se produce y se evita. Aquí, el “trabajo” son el yo y el cuerpo propios. Las consecuencias son que el cuerpo se desconecta, se vuelve insensible y reniega de sus propias funciones. 5

Esta disociación en Cam se vuelve literal. El "no soy yo, cuando me prostituyo (con una cámara), yo soy otra", es lo que le sucede a Alice y ella socava las opciones para volver a ser "la chica de la pantalla". Desde convertirse en "cliente virtual" de Lola, ofreciéndole dinero, hasta intentar conocer a sus seguidores en persona, para pedirles que la sostengan en sus investigaciones 5 Ekis Ekman, K. “El ser y la mercancía”, editorial CENESEX, La Habana, 2015, p. 120.

5 sobre su personalidad abducida. Alice se dirige, por ejemplo, a Tinkerbell, un hombre de clase media baja que gasta sus escasos ingresos en consumo de espectáculos pornográficos. Grande es su decepción cuando Tinkerbell demuestra ser igual de vacío y destructivo que el resto de los clientes que no se interesan por su problemática: los hombres en la vida de Alice son incapaces de separar el deseo que sienten hacia una fantasía dispuesta a obedecerles y la mujer real, que precisa empatía. Como pone en tela de juicio Ekman en "El ser y la mercancía", ¿es legítimo que un hombre violento, que cosifica y abusa a las mujeres, sea merecedor de sexo, capitalizando el acto? La autora sueca relata una anécdota de Malmo, en Suecia, al respecto:

La ciudad ofrece un estuche de prevención a las “trabajadoras sexuales” que contiene, por ejemplo, una alarma personal, condones, protector labial, lubricante y mentas para el aliento, todo con el objetivo de “contribuir a una mejor calidad de vida de las personas que venden sexo”. El mensaje es que los hombres pueden llegar a ser tan peligrosos para estas mujeres que quizás ellas necesiten una alarma —pero este riesgo no debe ser óbice para que tengan un aliento fresco y labios suaves en beneficio de estos mismos hombres. 6

Volviendo a Alice, la protagonista agota sus opciones. Busca también a Barney, un hombre que está presuntamente casado y quien es de los más acaudalados usuarios del sitio donde Lola se separó de ella, dejándola sin dinero ni personalidad nocturna. Barney, rico, blanco, obeso y calvo, es un empresario fanático de la comida mexicana y lleva a Alice (quien "simula" ser "Lola", su yo virtual disociado literalmente) a un restaurante de este tipo. Eventualmente, él descubre que el show extraño sigue en línea y antes de que Alice pueda averiguar si sabe algo sobre su situación, Barney la acusa de ser un fraude, la golpea, intenta secuestrarla y tal vez hasta violarla. "¿Crees que es la primera vez que alguien ha querido estafarme? Siempre buscan algo. Drogas, dinero, ropa...Yo soy un hombre razonable. Si me dices quién eres, quizás todavía podamos divertirnos".7

Alice escapa por muy poco, descorazonada por la conducta de sus clientes. El film expone que el consumidor de pornografía y prostitución es un peligro social, porque su último deseo al cosificar 6 Ibídem, pág.73. 7 Cam, Dir. Isa Mazzei, Daniel Goldhaber, Perf. Madeline Brewer, Michael Dempsey, Netflix, 2018, película.

6 a la mujer, es más bien el de matarla: un cadáver está más cerca de ser "objeto" que "persona". Es imposible para la protagonista conseguir atención y cuidados siquiera en el seno familiar. Cuando se filtra la información de que ella es (o era...) actriz porno, su hermano la rechaza pero su madre trata de verlo como una decisión madura y autónoma . Es el discurso entre el segundo-tercer feminismo con el cuarto: la hija acude desesperada a la mujer mayor, dice que le han arrebatado su ser, que no tiene dinero ni dignidad. En un contexto de vacilación: ante el horror o cyberamenaza, la frivolidad de la madre es tal que hasta se jacta de haber visto los espectáculos pornográficos de su hija. No comprende su problema. No la contiene ni ofrece soluciones. La despersonalización virtual no salva del daño a Alice: si el retrato fabricado era el de una mujer inteligente, independiente y seductora, ¿por qué ella se pierde a sí misma, como las prostitutas vulneradas, que no responden al relato neoliberal reglamentarista de la "autónoma, empoderada"? ¿Por qué sus predecesoras del sitio con el mismo problema, jóvenes precarizadas y expuestas al morbo violento de hombres mucho más ricos, han perecido por su propia mano o incluso desaparecido? Alice continúa sus pesquisas con la convicción de regresar a la realidad de la que fue expulsada: vive en una pesadilla donde su doble deshace todas las promesas que se hizo a sí misma en el apogeo de su experiencia como "camgirl". La Alice del espejo en el sitio pornográfico no vacila en mentir a sus clientes: afirma amarlos. Se masturba en lugares públicos. Finge orgasmos en apariencia. E incluso filma recorriendo la casa de Alice, enfocando los retratos de sus familiares, mientras que se besa con Baby, la número 1 del ranking y a la que nuestra protagonista, descubre muerta por suicidio en un anuncio obituario. El cuarto rosado en el que Alice llevaba adelante sus shows ha sido dejado atrás. Ahora todo el hogar es virtualizado y desacralizado: Alice aúlla a los fantasmas en la pantalla, porque le han quitado hasta lo más personal que le quedaba. ¡Salgan de mi casa, carajo! 8

Como Sonia Sánchez afirma en "La puta esquina": La prostituta no tiene nada propio. La industria pornográfica no vende sexo, sino sufrimiento.9 Sin embargo, Alice no se rinde. Si el cuerpo es el producto de consumo que los hombres ansían destruír, ¿qué sucede cuando ya no pueden explotarlo? Con un juego de enfoques en una sesión compartida que reproduce los reflejos de ambas, la protagonista se filma y contacta a su doble en el chatroom para incitar a Lola a imitar cada uno de sus movimientos. "Lola, tus suscriptores no 8 Ibídem. 9 Sánchez, S. La puta esquina. CABA. La minga. 2018.

7 confiarán más en ti si no cumples", le advierte Alice a su otra yo y procede a romperse la nariz contra la mesa. Pero Lola, la Alice impostora, no se lastima. Lola no es real. Lola es una fantasía masculina. Alice es un desastre de sangre y moretones. Con la vista borrosa exige como recompensa, la contraseña de su vieja cuenta, que Lola debe ceder. Como Noel Carroll detalla en "Filosofía del horror" 10, este género es aleccionante y pertenece a la crítica social. El autor toma un tema cotidiano, una injusticia a denunciar, y la lleva hacia los terrenos de lo extraño y retorcido: la prostituta se mutila y divide hasta que ya no es ella misma, a fin de venderse a hombres destructivos. Estos son hechos sociales, confirmados como abusivos por las neurociencias. Lo moral en Cam descansa sobre una reificación de Lukács trasladada a lo literal: Lola, la dispuesta a todo, sin límites, se separa de su mortalidad , y grande es su derrota cuando los espectadores puteros prefieren a Alice, aplaudiendo su determinación a lastimarse, que el daño sea real y visible. Porque eso es lo que el consumidor de prostitución desea intrínsecamente de su víctima: que ella sufra, que quede reducida, que llore, que se desfigure con tal de obtener su atención. Alice derrota a Lola porque es genuina, su dolor también. Así recibe su contraseña como premio y puede eliminar su cuenta del sitio. Se puede asumir que Alice, víctima de semejante explotación y violencia no regresaría tras tan horrible experiencia, al ambiente de las camgirls en vivo. Sin embargo, Alice retorna. Anuncia que si le roban la personalidad nuevamente, se hará otra. Y otra. Ella necesita el dinero y ya se ha acostumbrado al agravio, las humillaciones y manipulaciones, tal y como Kraus 11 describe con las víctimas de disociación a grandes rasgos: estas mujeres son abusadas (por quienes pagan para vejarlas, siquiera a distancia) y no les es posible relacionarse sin el dolor que las lleva al éxtasis y el daño que genera hormonas placenteras en sus cerebros. Cabe agregar que las escenas de colores cálidos al inicio pueden vincularse con la capacidad de Alice para sentir: el cuarto en el que se prostituye es rosado, carnal, mostrando a una Alice consciente de sí misma y en control de sus acciones sensibles. Su cabello es oscuro y se apoda "Lola", pretendiendo pasar acaso por una apasionada mujer hispánica a pesar de su piel blanca. En sus pesquisas por su doble, Alice adoptó el nombre "Teapot" para hacerse pasar por cliente de la intrusa. Ese es su tránsito de persona a objeto. Teapot, en ingés es taza de té: donde se vierte el deseo como el calor de un líquido para 10 Carroll, N. Philosophy of horror, Routledge, New York, 1990. 11 Kraus, I. La prostitución es incompatible con la igualdad entre hombres y mujeres. traductorasparaaboliciondelaprostitucion.weebly.com. 2016.

8 consumo y placer ajeno. Y si bien su corporalidad es teóricamente "recuperada" al destruír las artimañas del doppelgänger, el rostro de Alice queda igualmente marcado. Ella ha regresado de su viaje por el espejo cambiando su apariencia para siempre debido a las cicatrices de su nariz rota. También se tiñe el cabello de rubio y su nuevo cuarto de performance es azul frío. La actual personalidad de Alice en el porno se apoda "Evebot", ¿es que ha perdido sus emociones permanentemente y se ha asumido como artificio (más que artífice) para los caprichos de estos hombres peligrosos presentados en la película? Nos preguntamos si con semejante cierre, Izzei en verdad ansiaba tildar el llamado "trabajo sexual" de dignificante, como comentó en su entrevista con el medio Vice12. ¿El que las llamadas trabajadoras sexuales sean fuertes para afrontar una situación límite, las salva de ser víctimas en sí? Esta disertación sostiene que la esencia de Cam es curiosamente abolicionista de la prostitución (incluso de la virtual), muy a pesar de las presuntas intenciones expresadas por sus directores contra el modelo nórdico.

12 Mazzei, I. Screenwriter Isa Mazzei Subverted Every Shitty Sex Work Trope for 'Cam'. https://www.vice.com/en_us/article/j5z8p3/screenwriter-isa-mazzei-subverted-every-shitty-sex-work-trope-forcam. 2018.

9 Bibliografía

-Carroll, N. Philosophy of horror, Routledge, New York, 1990.

-Cirlot, J.E., Diccionario de símbolos, Siruela, Barcelona, 1958.

-Ekis Ekman, K. El ser y la mercancía, editorial CENESEX, La Habana, 2015, p. 120.

-Kraus, I. La prostitución es incompatible con la igualdad entre hombres y mujeres. traductorasparaaboliciondelaprostitucion.weebly.com. 2016.

-Jackson, R., Fantasy: The literature of subversion, Methuen & Co.,New Accents, 1981.

-LeDoux, J. El cerebro emocional. Buenos Aires. Planeta. 1999.

-Mazzei, I. Screenwriter Isa Mazzei Subverted Every Shitty Sex Work Trope for 'Cam'. https://www.vice.com/en_us/article/j5z8p3/screenwriter-isa-mazzei-subverted-every-shittysex-work-trope-for-cam. 2018.

-Sánchez, S. La puta esquina. CABA. La minga. 2018.

Filmografía

-Cam, Dir. Isa Mazzei, Daniel Goldhaber, Perf. Madeline Brewer, Netflix, 2018, película....


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