Carmen Martin Gaite, El cuarto de atras PDF

Title Carmen Martin Gaite, El cuarto de atras
Course Letteratura spagnola III
Institution Università degli Studi di Napoli L'Orientale
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Carmen Martin Gaite, El cuarto de atrás La autora (Salamanca 1925, Madrid 2000) se considera una de las autoras mas prolífica del panorama literario español. Perteneciente a la “generación de los 50” y, por lo tanto, al periodo realista que España vive a mediado del siglo XVIII, destaca por ser una escritora, crítica literaria, ensayista, pero sobre todo traductora de muchas novelas extranjeras inglesas, italianas y francesas. Como ya hemos dicho, sus intereses fueron múltiples, desde los géneros literarios consabidos hasta la investigación histórica, desde los guiones televisivos hasta la traducción. Su trayectoria intelectual se podría definir como un paradigma de “mujer de letras”. El proyecto narrativo que interesa “El cuarto de atrás” empieza el año de la muerte de Franco (1975) y se concluye con la publicación de la novela en 1978, tres años después. Es precisamente a través el cierre de estos acontecimientos históricos que empieza a abrirse un espacio para los recuerdos.

Temas -El rescate del tiempo como proyecto narrativo: alusión a la proliferación de crónicas, memorias y autobiografías aparecidas tras la muerte del general Franco como posible causa del letargo que sufría su proyecto de libro. Con el cuarto de atrás, la autora emprende un camino regido por la aceptación del claroscuro, sin miedo a lo gris, y guiado por la lucidez critica y por la voluntad de “inyectar vida” a la literatura. Esta actitud perpleja ante el rescate de la propria memoria queda de manifiesto en una sensación de estar continuamente perdiendo cosas; dicha sensación de no encontrar lo que se busca desasosiega y perturba el humor de la narradora, ya que se trata del fondo ultimo de la novela: la recuperación de un tiempo que se creía perdido y el modo de saberlo representar, de volverlo literatura, para que pueda ser recogido como experiencia viva por los más jóvenes. El rescate del tiempo perdido se elabora a través de una triple conjunción:   

El género fantástico (la rememoración se convierte en fabulación) Un dialogo con un hombre vestido de negro (la memoria dialogada) El tempo (el proceso de la propria escritura realizándose ante el lector a través de este dialogo)

-Lo fantástico: en El cuarto de atrás Carmen Martin Gaite quiere dar testimonio no solo de los acontecimientos en los que participó, sino también del encuentro con la memoria personal. Pero, lo que es importante subrayar, es porque la memoria se construye a través de lo fantástico. Como sabemos, siempre hay un espacio blanco entre dos fechas y entre dos hechos que solo podemos rellenar a través de la imaginación o a través del comentario que dichas lagunas sugieren. Y son precisamente estos “lazos de silencio, de ocultamiento, de distancia” que serán comentados en las obras sirviéndose del género fantástico. De notable relevancia, es el encuentro que nuestra autora tuvo con Tzvetan Todorov autor de Introducción a la literatura fantástica en diciembre de 1976 que la impulsó a incorporar la dimensión fantástica en su acercamiento a la realidad (aunque C.M. Gaite siempre había sentido cierta extrañez ante lo cotidiano). Concluyendo, la memoria de nuestro pasado está escondida en nuestro cuarto de atrás y solo depende del azar que encontremos los trozos que buscamos.

La memoria dialogada: el problema que se plantea aquí es como integrar las rectificaciones que la memoria impone a los hechos en una estructura narrativa. La narración como discurso no respeta la

fragmentación ni la discontinuidad de las imágenes procedentes de la memoria. Por lo tanto, nuestra autora utilizara el famoso monologo anterior para paliar el problema de contar de forma estructurada hechos modificados por nuestros recuerdos. C.M. Gaite no empleará solo el monologo interior, sino que también optará el dialogo interior (técnica que se ira alternando a lo largo del discurso narrativo, con la primera nombrada). El cuarto de atrás es sobre todo un dialogo interior consigo misma y con el misterioso visitante vestido de negro, personaje que será parte activa del desarrollo de la estructura dialogada y que tendrá un papel protagónico para lo que concierne la forma de contar el encuentro con nuestra memoria para escenificar el ritmo discontinuo de la misma. Por último, tenemos que decir que nuestra autora concibió la literatura como una “búsqueda de interlocutor” y como diría ella “cuando no tengas a quien decírselo, invéntatelo en el folio blanco”; estas ideas de poderío de dúplice creación que comprende a las palabras, pero también a quien tendrá que oírlas, es un poco lo que ya dijo uno de sus modelos de inspiración: Virginia Woolf. De hecho, la autora inglesa había dicho “to know whom to write for, is to know how to write”. La escritura del yo a través de la oreja del otro transforma lo autobiográfico en heterobiográfico y será encargo del lector modificar los temas tratados, con su aprobación, disgusto, incomprensión o aburrimiento, cambiará la obra misma.

-De la metaficción a la autoficción: el dialogo en El cuarto de atrás tendrá unas características muy específicas, ya que pone en escena el proprio proceso de la escritura y el texto haciéndose ante nuestra lectura. El texto se va construyendo mientras se lee, pero a un ritmo en el que la palabra oral toma la delantera y la escritura siempre va detrás, más pausadamente; es en otras palabras, una escritura haciéndose en alta voz. Nos referimos en particular al hecho de que el texto “vaya quedando escrito como por arte de magia debajo del sombrero negro que el visitante ha dejado junto a la maquina de escribir”, nos comenta la autora en Reflexiones sobre mi obra. Al final de la novela, una ráfaga de viento dispersara todos los folios por el suelo y la narradora dará el permiso al misterioso interlocutor para ordenarlos, en cierto sentido, la autora nos está dando el permiso (a los lectores) de ordenar su texto; y esto es lo que intentamos hacer: ordenar o sea regular, un texto irregular. De hecho, El cuarto de atrás puede leerse como una “autobiografía que se enmarca en un pacto de ficción”, como lo define María Vittoria Calvi. Por eso, decimos que en esta obra hay un doble contrato de lectura: el autobiográfico y el ficticio.

-La literatura como terapia. Escribo para mirar de cara al miedo: nuestra novela no solo cuenta como el cuarto de atrás de su infancia se convirtió en despensa durante la posguerra, sino también como la escasez se convirtió en literatura: “Aprendí a convertir aquella derrota en literatura”. El valor testimonial de la obra se funde con su valor introspectivo. Carmen Martin Gaite, va a hacer una defensa de la soledad activa, de la capacidad de saber aislarse y podemos decir que, en el fondo, la obra es una narración de como la protagonista aprendió a aislarse. En este proyecto, la melancolía tiene como arma y aliado, el humor y la ironía y narrar el pasado a través de humor e ironía no es

sinónimo de traición al tono con que lo vivimos, es un modo terapéutico de señalar la diferencia entre entonces y ahora. En su vida, estuvo muchas veces al borde del precipicio, en particular en respuesta a dos acontecimientos: 1) Una historia de amor atormentada con un hombre, Gonzalo Torrente Malvido (después de la separación de Ferlosio) 2) La muerte de su hija Marta en 1985 En la traducción que hizo nuestra autora a la obra de Lewis A Grief observed, se enfrentó con un concepto “titánico del miedo” que podemos resumir en esta citación: “Nadie me había dicho nunca que la pena se viviese como miedo”. C.M. Gaite hizo suyas estas palabras y a pesar de haber estado al borde del precipicio, en ambas situaciones logró no perder el miedo, pero sí mirarle a la cara.

-La intertextualidad (" literaturización) Toda la novela es un intertexto (metanovela, metaficción, etc..). No hay página de la novela donde no se haga referencia a un escritor o a una obra literaria suya o de cualquier otro escritor. Referencias literarias (mención de autores como Todorov y Kafka) y referencias populares (coplas de C. Piquer, novela rosa). Habla de ella: teatraliza, escenifica el contacto con el hombre de negro a modo de una representación teatral. Intercala unos textos sobre otros así consigue el efecto de desorden y caos mental al amontonarse en su cabeza los recuerdos improvisados de toda su vida. Otro aspecto importante de la intertextualidad en el libro es la pluralidad de géneros que convergen en la novela. Se trata de una novela autobiográfica, de misterio y fantástica fundamentalmente. Aunque también podemos encontrar novela sentimental y de género dramático.

Otros temas 

La ficción como refugio de la realidad



La literatura como conocimiento: instrumento para recuperar el pasado y entender la identidad personal.



El papel social de la mujer



La búsqueda del paraíso de la infancia perdida



El deseo de libertad



La pobreza y precaridad de la posguerra



La soledad

Personajes Los personajes son 3 pero leyendo la novela, nos damos cuenta de que en realidad es solo uno. Carmen (la escritora), el hombre de negro (su alter ego) y Carola (su subconsciente) 

CARMEN es la protagonista de la novela que, a través de sus recuerdos, de sus comentarios, nos traslada a una parte de su infancia fantasiosa y feliz, a su adolescencia y juventud, a aquellos tiempos de guerra y de posguerra. Es una mujer informal que vamos conociendo gracias a sus recuerdos y a través de sus relatos, sabemos que lleva gafas, que es sorda y que además es fumadora y es adicta a las pastillas. Carmen, intenta a través de sus memorias de evadir de la realidad y lo hace contando todo a su interlocutor, el hombre de negro (que le sirve de estímulo). Carmen es autora, narradora y protagonista.



EL HOMBRE DE NEGRO: ALEJANDRO El hombre de negro es una figura simbólica ambigua, podría ser el diablo, el interlocutor deseado, el héroe de la novela rosa, el otro yo de la narradora-protagonista, pero es antes de todo, un personaje que entra en escena para que exista el diálogo. De hecho, es un pretexto para que la autora se suelte y empiece a trasladarse a su “cuarto de atrás” que representa el lugar de la memoria que todo llevamos dentro y que queremos ordenar.



LA MUJER DEL TELEFONO: CAROLA sería un desdoblamiento de la protagonista. Un dato simbólico: las tres primeras letras del nombre de la mujer coinciden con las primeras de la protagonista. Esta mujer le deja conocer a través de una conversación telefónica, otra cara de Alejandro (un aspecto peor de su interlocutor que casi nos podemos hablar de referencias al genero horror y de misterio).



PERSONAJES ALUDIDOS: -una amiga -Franco -Carmencita Franco (hija del general) -la abuela de Carmen -el padre de Carmen -la madre de Carmen, María -el abuelo de Carmen -el tío Joaquín -su hija -la modista de Madrid - políticos de Madrid -profesor de religión

Estructura Estructuralmente, la novela está compuesta por 7 capítulos y al cambiar de capitulo, cambia también el espacio en el que los hechos narrados se desarrollan; cada capítulo es “autónomo”. Hay un orden temporal-lineal pero lo narrado no corresponde a esta sucesión precisa (recuerdos) y su

memoria impide que el tiempo se proyecte hacia adelante (no hay una proyección evolutiva). Además, hay una yuxtaposición de temas (niñez/adolescencia; sueño/historia; recuerdos/presente). La estructura de la novela tiene, por lo tanto, una estructura abierta y circular (párrafo que se repite igual al final del libro nos da claramente esta idea de circularidad y de “sin fin”) pero también podemos distinguir una macroestructura basada en la superposición de elementos (como si fuera una caja china).

Tiempo y Espacio En esta obra es muy difícil separar estos dos elementos porque como sabemos, la memoria mezcla y confunde. El tiempo en el que se verifican los acontecimientos, es de 7 horas, de la noche a la madrugada, pero el tiempo de la narración formado por flashbacks, recuerdos, saltos y digresiones, tiene un ritmo irregular y un tiempo discontinuo y sin datos cronológicamente lógicos. También encontramos en la novela un tiempo simbólico y literario, sin existencia real: es el caso de “la isla de Bergai” Cúnigan (tiempo de refugio, de huida). El espacio en el que se relata la historia es su piso de Madrid (cocina, su cuarto, su dormitorio) pero en realidad, hay muchísimas referencias espaciales que se van añadiendo capitulo tras capitulo y que pertenecen a recuerdos: La casa de los abuelos en Madrid, las calles de Salamanca, Burgos, Madrid, el balneario, etc. Todos estos lugares aparecen siempre asociados a tiempos distintos, por lo que tiempo y espacio van interrelacionados en todo momento. A cada espacio le acompaña una situación vivida que da sentido al lugar: la libertad y los juegos de infancia del cuarto de atrás, la aventura prohibida de la salida nocturna en Burgos, la historia de amor que imaginó durante la estancia en el balneario y etc.

Lenguaje En cuanto al lenguaje, encontramos recursos constantes para actualizar la lectura del texto como es el caso de los deícticos: "...¿no estaría mejor sentada aquí?"; "Ya, ahí está la cuestión"; o de las muletillas conversacionales, que añaden vivacidad y frescura: "Bueno, sí, claro...", "sí, ya ve", "lo que le quería decir es que yo..."; o bien emplea verbos que indican inseguridad, para mostrar su subjetividad, pero a pesar de estas inseguridades, a veces interroga sin poner los signos que lo indican: "Se acordará usted de que a Franco lo enterraron un veintitrés de Noviembre". También juega Carmen Martín Gaite con las referencias culturales de la época, que crean en el lector la sensación de conocerla a ella más profundamente: el parchís, los helados de limón, Conchita Piquer, el NO-DO, los sellos con "su efigie y sólo su efigie", Carmencita Franco con sus calcetines de perlé y sus zapatitos negros. Prevalece en este contar el estilo de la autora, que sirviéndose de una narradora-mujer mantiene el habla, el enunciado, como forma esencial de lenguaje. Es espontánea y es ella, y no el interlocutor, quien mantiene viva la charla (el hombre de negro sirve para que ella se suelte y hable, funciona como su alter ego y es la proyección de su mente creativa). Y va a ser ese juego de integración entre narrativa descriptiva que inserta en sus fugas y la frescura que le da la espontaneidad de la palabra del habla diaria, lo que constituye el punto más significativo del estilo de la autora: simplemente libera su discurso por medio del enunciado. Lo

libera de la rigidez retórica que supondría hablar en tercera persona y sin la soltura que le da el diálogo y la inserción de vocablos, dichos, vocativos, frases culturales, todo, copiado del habla. El lenguaje es, por lo tanto, un lenguaje situado entre lo escrito y lo oral, ya que da a cada personaje su ritmo: las intervenciones de los interlocutores de Carmen tienen ritmos y funciones diferentes. El discurso de Alejandro es más sosegado, lento, con intervenciones breves y directas. El de Carola presenta un ritmo más trepidante, ágil, exaltado.

Símbolos 





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El espejo: la protagonista al verse reflejada se aleja del presente y se traslada al pasado. La protagonista vive un desdoblamiento porque delante del espejo ve a la niña que era y que ahora observa la mujer que es. Este objeto es el medio que nos permite remitirnos a un pasado vivido por esta mujer, nos sirve para volver atrás. El sombrero negro: el hombre lo deja sobre los folios mientras hace referencia a la literatura de misterio. Bajo él, aumentan los folios al tiempo que avanza la novela, al tiempo que se escribe El cuarto de atrás. Este objeto funciona como elemento mediador entre la voz y la memoria de la protagonista. Cuando la novela esta a punto de terminar, aparecen bajo el sombrero, 182 folios escritos (como por magia) que son el resultado de la conversación que nuestra narradora ha entretenido con el hombre misterioso; es la novela que se ha escrito gracias a las confesiones “necesarias” de Carmen. La cucaracha: sería el símbolo del cambio, del miedo y del desorden del espacio. La narradora tiene miedo a este insecto porque tiene miedo a perder sus recuerdos pasados pero el hombre de negro es su “protector” en el sentido de que protege y guarda sus recuerdos y sus memorias. Este animal es una referencia a Kafka también (metaliteratura). La cajita dorada: tiene un valor de amuleto misterioso (cuando el hombre de negro se la deja al final de la novela) pero además contiene unas pastillas que hacen recordar, rescatan la memoria y que el hombre de negro le da durante el desarrollo de la novela. La cesta de costura y los hilos: como el taller literario repleto de historias en el que trabaja la autora, recuerdos que se enhebran, desenhebran y enredan a lo largo de la novela, este objeto representa los hilos que la autora hace cruzar entre sí en su discurso literario. Por ejemplo, durante sus sueños, la mujer hila y teje muchas historias diferentes. La letra C: cuarto, casa, cama, Carola, Carmen, cucaracha, cuaderno, cuadro, cajita... son muchos los elementos que comienzan por C, que es la letra que pinta la protagonista mientras sueña con una playa. Cúnigan y el escondite inglés: Cúnigan simboliza las ansias de libertad de la protagonista (es un lugar donde esta mujer se siente libre y donde puede efectivamente escaparse de la realidad) y el escondite inglés es el espacio donde se gesta la literatura, el cual avanza sin que nadie lo advierta y que, a través de la alusión a este juego de niños, simboliza la vida de la protagonista.

Resumen El cuarto de atrás es un ensayo sobre el oficio de escribir, un libro de memorias y una novela fantástica. La mezcla de géneros es uno de los signos distintivos de la escritora salamantina, quien desde muy joven incursiona en la prensa y en la poética, escribe ensayos sobre la literatura, adaptaciones teatrales y guiones de cine y televisión. La riqueza de la novela radica en su capacidad de recurrir a diversos mecanismos para ahondar en la experiencia y sacarle el máximo provecho. La escritura es un juego de espejos del que nada queda al margen. La narradora-personaje es una escritora que se pasa las noches en vela esperando la llegada de la inspiración. Una de esas noches recibe la inesperada visita de un desconocido. El papel del misterioso personaje no es otro que el del interlocutor del cual se sirve la autora para entablar un diálogo y nutrir la escritura con códigos próximos a la oralidad. La memoria es quien se encarga de revivir el placer de transitar pasadizos, recodos y desvanes. La habitación de atrás representa el lugar en el que habitan los recuerdos de la infancia, allí donde reina el desorden, donde se puede cantar a voz en cuello, cambiar de sitio los muebles, saltar encima del sofá y donde nada está prohibido. Sin embargo, en el año treinta y seis las necesidades lo transformaron repentinamente en una despensa en la que había que almacenar productos de subsistencia. A partir de entonces la infancia queda arrinconada y se pierde el gusto de jugar. El cuarto de atrás refleja asimismo el paso de la edad de la inocencia a la madurez. La curiosidad y la libertad se ven coartadas por la realidad. La imaginación se convierte en el último bastión de la infancia. La fantasía trasciende la literatura, si es posible imaginar una realidad nueva, es posible construirla. El viaje por la memoria ensaya un análisis introspectivo mediante el cual la protagonista intenta comprenderse a sí misma y explicarse a partir del insomnio y la falta de inspiración. Cuando el mundo se pone en contra de uno, lo mejor es inventarse uno nuevo. La escritura es el instrumento mediante el cual la protagonista rescata del olvido todas las cosas que ha estado recordando, resonancias subjetivas de las vivencias pasadas. Realidad y ficción se confunden en unos límites difusos entre los cuales se mezclan las percepciones y las emociones. Todo pudo y no pu...


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