Comentario 1. Yo persigo una forma. Rubén Darío PDF

Title Comentario 1. Yo persigo una forma. Rubén Darío
Author Alberto Garcés
Course Textos Literarios Contemporáneos
Institution UNED
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YO PERSIGO UNA FORMA (RUBÉN DARÍO) Yo persigo una forma que no encuentra mi estilo, botón de pensamiento que busca ser la rosa; se anuncia con un beso que en mis labios se posa el abrazo imposible de la Venus de Milo. Adornan verdes palmas el blanco peristilo; los astros me han predicho la visión de la Diosa; y en mi alma reposa la luz como reposa el ave de la luna sobre un lago tranquilo. Y no hallo sino la palabra que huye, la iniciación melódica que de la flauta fluye y la barca del sueño que en el espacio boga; y bajo la ventana de mi Bella-Durmiente, el sollozo continuo del chorro de la fuente y el cuello del gran cisne blanco que me interroga.

El poema propuesto, incluido en Prosas profanas, nos muestra el interés de Darío por encontrar una forma poética que le permita expresar todo lo que se encuentra en su interior. Ya desde el primer verso del poema podemos ver anunciado este tema, que irá desarrollando en los versos siguientes. A nivel estructural, nos encontramos ante un soneto, composición formada por dos cuartetos y dos tercetos. Rubén Darío moderniza esta estructura utilizando versos alejandrinos de catorce sílabas. La rima, consonante, sigue la estructura general del soneto: ABBA ABBA CCD EED. En cuanto a la estructura interna, podemos hablar de tres partes diferenciadas: por un lado, en el primer cuarteto se nos presenta la búsqueda de ese nuevo estilo por parte del poeta. En el segundo cuarteto, Darío se nos muestra reposado, confiando en que la Diosa le proporcione lo que busca. Dicha idea puede observarse en el verso 7 (“en mi alma reposa la luz como reposa / el ave…”). Aquí el poeta nos viene a decir que su espíritu se encuentra tranquilo pues, tarde o temprano, encontrará su nuevo estilo. No obstante, el poeta pierde pronto esta esperanza, pues los tercetos nos muestran su desesperación por no alcanzar su propósito. En este sentido, es muy clarificador el verso 9, donde Darío nos dice que lo único que encuentra son palabras huidizas. Curiosamente, la escansión de este verso rompe con el esquema de alejandrinos, pudiéndose interpretar como un endecasílabo teniendo en cuenta las distintas sinalefas. En estas sílabas “perdidas” encontramos la palabra desaparecida de la que nos habla el autor. En cuanto al estilo, abundan en el poema términos que nos invitan a pensar que la reflexión del poeta es pausada y tranquila. Así, podríamos hablar de verbos como “reposa” (v. 7) o “boga” (v. 11); junto a adjetivos del tipo “tranquilo” (v. 8) o “continuo” (v. 13), que nos evocan esa idea de pausa. Sintácticamente, abundan las menciones al yo poético del autor (“Yo persigo”, “Y no hallo”, “mi alma”…), lo que nos lleva a reforzar la implicación de Darío en la búsqueda de nuevas formas.

Por otro lado, se repiten estructuras sintácticas similares en numerosos versos: en concreto, es destacable la repetición de la estructura SN + CN + Oración subordinada adjetiva (“botón de pensamiento que busca ser la rosa”, “la iniciación melódica que de la flauta fluye”, “y el cuello del gran cisne blanco que me interroga”). Con esto se consigue dar cierta estabilidad al poema, lo que aumenta su carácter reflexivo y el convencimiento del autor. Gracias al léxico utilizado, Darío nos sitúa en un lugar tranquilo y apacible, donde la luz reposa, el agua corre continuamente y la flauta fluye. Volvemos a retomar la idea de que, desde esa tranquilidad, el poeta conseguirá encontrar su estilo; finalmente, las formas fluirán en su poesía. Son llamativas las referencias a la mitología y al arte, con menciones a la Bella Durmiente o a la Venus de Milo (que, curiosamente, nunca podrá abrazar al poeta). Termina su soneto haciendo referencia al cisne, símbolo de la inspiración. Llama la atención que va a ser el cuello de este animal quien interrogue al poeta. Con este último verso, Darío nos lleva a una referencia totalmente visual, pues la forma del cuello del cisne es muy similar al signo de interrogación. En definitiva, nos encontramos ante un poema en el que el autor trata de transmitir sus inquietudes poéticas a la hora de renovar las formas, convencido de que, en algún momento, lo conseguirá....


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