El género fantástico PDF

Title El género fantástico
Author valentina Fernandez
Course Literatura
Institution Educación Secundaria (Argentina)
Pages 2
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literatura el genero fantástico...


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El género fantástico EN

“la trama celeste” de Adolfo Bioy Casares Hay diferentes estudios sobre las teorías del género fantástico. Una interesante postura es la de Tzvetan Todorov, el resalta que lo que define a todo género es la relación con otros géneros próximos, haciendo que uno de sus objetivos principales se diferenciar el género fantástico del extraño y el maravilloso. Los tres tienen en común la presencia de objetos sobrenaturales, pero lo que los diferencia es el nivel de racionalidad en cada uno; En el extraño, hacia el final, siempre hay una explicación racional para el suceso sobrenatural; En el maravilloso la lógica está completamente apartada de la realidad pero eso no causa ninguna extrañeza en los personajes. Todorov cree que el género fantástico se encuentra entre las dos posibilidades. Se desarrolla en tiempos y espacios realistas (“desaparecieron, un 20 de diciembre, de Buenos Aires, los diarios apenas comentaron el hecho”). Pero en determinado momento surge un hecho sobrenatural, (“sintió que la vista se le nublaba, se oyó decir “qué vergüenza, voy a perder el conocimiento”, embistió una vasta mole oscura (quizás una nube), tuvo una visión efímera y feliz, como la visión de un radiante paraíso… Apenas consiguió enderezar el aeroplano cuando estaba por tocar el campo de aterrizaje. Volvió en sí. Estaba dolorosamente acostado en una cama blanca, en un cuarto alto, de paredes blancuzcas y desnudas. Zumbo un moscardón; durante algunos segundo creyó que dormía la siesta, en el campo. Después supo que estaba herido, que estaba detenido; que estaba en el Hospital Militar.”) ese hecho es inexplicable a través de la razón, no tiene lógica (“Al recordarlo tuvo la verdadera sorpresa: no comprendía cómo había perdido el conocimiento”). Ese hecho que altera el orden de lo normal produce tanto en el personaje como en el lector, una sensación de duda o vacilación; es decir, no tiene la capacidad de reconocer si ese hecho sobrenatural sucedió realmente o fue todo producto de su imaginación (“Comprendió que estaba herido, que estaba detenido, que estaba en el Hospital Militar. Se preguntó si todo no era una alucinación.”). Esa duda, según Todorov, es la experiencia de lo fantástico puro, lo fantástico dura solo ese instante de vacilación en el lector, en el que decide si lo experimentado forma parte de lo que es real o si es de otro plano. El relato fantástico instala la duda. Los límites entre lo racional y lo irracional se ven alterados hasta el punto de quebrantarse o desaparecer. El mundo es representado desde una perspectiva realista que es reconocida por el lector (“lleguè al viejo edificio de la calle Pozos. Después de una solitaria espera y de una cándido y breve interrogatorio me condujeron a la pieza ocupada por Morris. En la puerta había un centinela con bayoneta. Adentro, muy cerca de la cama de Morris, dos hombres que no me saludaron jugaban al dominó”). Cuando el hecho extraño se da cita, altera el orden de lo normal y la lógica se quebranta. (“El chofer le dijo que le pagara; que no podía esperarlo; que no existía tal pasaje.”) Se está buscando que el lector sea invadido por la duda y la vacilación y que tenga cierta inquietud por no tener una explicación racional a todo lo sucedido, a esa incomodidad de no tener respuestas se le concede el nombre de efecto fantástico. Los personajes, tanto en el exterior como en el interior, suelen ser representados como seres comunes y ordinarios, ya que se está buscando que el lector se identifique en ellos y

esté conforme en un mundo que se asemeje al suyo. De este modo, lo hechos provocan la misma perplejidad en ambos, tanto lector como personaje (“Me llamo Carlos Alberto Servian, y nací en Rauch; soy armenio”). En algunos casos los personajes pueden presentar características sobrenaturales en función al tema del cuento. Por otro lado, existe la ide de Ana María Barrenechea, una filóloga argentina que cuestiona el concepto de vacilación como requisito de lo fantástico. Para ella, lo fantástico es el lugar donde el contraste entre lo normal y lo anormal se problematiza (“Fui a Màrquez; no hay número 6890; no hay iglesias; había -esa tarde- una poética luz, con el pasto de los potreros muy verde, muy claro y con los árboles lilas y transparentes. Además la calle no esta cerca de los talleres del F.C.O. Está cerca del puente de la Noria. Fui a los talleres del F.C.O. Tuve dificultades para rodearlos por Juan B. Justo y Gaona. Pregunte cómo salir del otro lado de los talleres. “Siga por Rivadavia -me dijeron- hasta Cuzco. Después cruce las vías” Como era previsible, allí no existe ninguna calle Màrquez debe de ser Bynnon. Es verdad que ni en el número 6890 -ni el resto de la calle- hay iglesias”) Rosemary Jackson concibe el fantástico como una categoría más amplia que abarca otros géneros. Incluye, por ejemplo, lo maravilloso y lo extraño. Jackson analiza en vinculo que el modo fantasy (su libro sobre literatura y subversión) establece con lo “real”. Para mayor comprensión la autora recurre a un término: paraxis que lo esquematiza de la siguiente forma: la realidad es representada por una línea “el eje”; la zona de lo fantástico (desconocida por el ser humano, por lo tanto, borrosa) se encuentra a los lados del eje, la autora le da a ese ámbito el nombre de “zona paraxial”, esa zona amenaza a la realidad (“¿Piensas tu que ahora, en un número infinitos de lugares exactamente iguales, habrá reuniones de personas con nuestros mismos nombres, revestidas de los mismos honores, que hayan pasado por las mismas circunstancias, y en ingenio, en edad, en aspecto, idénticas a nosotros, discutiendo este mismo tema?”) y en ese carácter amenazador radica el elemento central, que desestabiliza el orden establecido en cada sociedad. Sigmund Freud explica que en alemán heimlich refiere a aquello que es familiar, hogareño, confortable; unheimlich que es su opuesto es aquello que inquieta o que es espeluznante. En espanol, traducido es “lo siniestro” (“La enfermera repitió lo que había oído: su afirmación de que el 23 había probado el Breguet en el Palomar era falsa; en el Palomar nadie había probado aeroplanos es tarde”). Para Freud el término heimlich también es válido para hacer referencia a aquello secreto, que debe permanecer así. Entonces, su antónimo unheimlich haría referencia a lo que debería permanecer oculto pero que se hace manifiesto (“Mi teoría es que el “nuevo esquema de prueba” coincide con algún pase (las dos veces que lo intenta, Morris se desmaya, y cambia de mundo)”). Curso: 5to...


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