EL Radicalismo Y Revoluciones Radicales PDF

Title EL Radicalismo Y Revoluciones Radicales
Author Juan Martin Fischetto
Course Historia Constitucional Argentina
Institution Universidad Nacional de Mar del Plata
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El radicalismo en Argentina. Distintas revoluciones a lo largo del siglo XX...


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Asignatura: Derecho e Historia Constitucional Argentina Docente: Magister Mariel Cecilia Martin

LAS REVOLUCIONES RADICALES (origen y desarrollo). La Unión Cívica Radical (UCR) es un partido político fundado el 26 de junio de 1891 por Leandro N. Alem, gobernó varias veces el país en oportunidad de las presidencias de Hipólito Yrigoyen, Marcelo T. de Alvear , Arturo Frondizi, Arturo Illia, Raúl Alfonsín y Fernando de la Rúa.[] En las elecciones legislativas del 28 de junio de 2009 se presentó en conjunto con la Coalición Cívica y, en algunos distritos, con el Partido Socialista, formando el Acuerdo Cívico y Social (ACyS). La UCR reúne grupos con diversas ideologías como el krausismo, el federalismo, el liberalismo, el nacionalismo, el conservadurismo, el desarrollismo y la socialdemocracia , entre otras. Se ha caracterizado por su ideología defensora del laicismo , de inspiración igualitarista, con raíces en el federalismo tradicional y el autonomismo Alsinista, habiendo desempeñado un papel decisivo para la conquista del sufragio universal y secreto masculino y la instalación de una democracia liberal en el país, a la vez de resultar ampliamente representativo de las clases medias argentinas durante el siglo XX. Desde 1996 pertenece a la Internacional Socialista.

Revolución Radical de 1890 En 1890, la recién creada Unión Cívica , dirigida por Leandro Alem y Bartolomé Mitre, organizó ese año una insurrección armada, la Revolución del 90 , que terminó derrotada pero llevó a la renuncia del entonces presidente Miguel Juárez Celman y su reemplazo por el vice-presidente Carlos Pellegrini. Entonces la Unión Cívica se preparó para la elecciones presidenciales de 1891, proclamando candidato a Bartolomé Mitre. Inmediatamente el todopoderoso y astuto jefe del oficialista Partido Autonomista Nacional, Julio A. Roca, buscó dividir a la oposición ofreciéndole en privado a Mitre encabezar una fórmula de Unidad Nacional. Ante la aceptación del acuerdo por parte de Mitre, Leandro Alem rompió la Unión Cívica y fundó la Unión Cívica Radical, que proclamó a Bernardo de Irigoyen como candidato a presidente. Ante la evidencia del apoyo popular que tenía la Unión Cívica Radical, una semana antes de las elecciones, el 2 de abril de 1892, el presidente Carlos 1

Pellegrini denunció falsamente un complot radical para tomar el poder y asesinar a los principales líderes oficialistas. Pellegrini decretó el estado de sitio y detuvo a los principales líderes radicales, entre ellos Leandro Alem. En esas condiciones represivas y sin la participación de la Unión Cívica Radical, se realizaron las elecciones del 10 de abril en las que resultó elegido presidente el candidato oficialista Luis Sáenz Peña por el Partido Autonomista Nacional. Una vez liberados los líderes radicales, y ante la evidencia de que el gobierno nacional volvería a impedir por todos los medios su acceso al poder mediante elecciones, la Unión Cívica Radical comenzó a reorganizarse y preparar un nuevo levantamiento armado. También por entonces emergió con fuerza una fuerte oposición entre Alem y su sobrino, Hipólito Yrigoyen, quien ya controlaba las fuerzas radicales en la Provincia de Buenos Aires y desconfiaba de la capacidad de organización y negociación política que había mostrado su tío en los últimos años. La Unión Cívica Radical se dividió entonces entre los rojos que apoyaban a Alem, y los líricos que apoyaban a Yrigoyen. Finalmente, en 1893 Aristóbulo del Valle, líder histórico de los cívicos y hermano de acción política de Alem, debido a la debilidad del anciano presidente Luis Sáenz Peña, se incorporó al gobierno nacional como Ministro de Guerra y las funciones estratégicas de un primer ministro , incluyendo el mando de las tropas, lo que ponía a la Unión Cívica Radical en inmejorables condiciones para acceder al poder. La Revolución se preparó entre Hipólito Yrigoyen y Aristóbulo del Valle a espaldas de Alem. Yrigoyen y Del Valle compartían, en contra del resto de los radicales, el convencimiento de que la UCR no debía tomar el poder nacional por medio de un golpe de estado como el fallido de 1890 que interrumpiera la legalidad constitucional, sino mediante insurrecciones provinciales, que llevaran a la intervención de las provincias y la realización de elecciones libres. El 28 de julio comenzó la revolución en San Luis dirigida por Teófilo Saa. Los revolucionarios tomaron rápidamente todas las reparticiones oficiales y obligaron al gobernador a renunciar instalándose Saa como gobernador provisorio. El 30 de julio estalló la revolución en Santa Fe. Luego de varios días de luchas sangrientas, finalmente derrotan al gobierno provincial y el 4 de agosto asume el gobierno el radical Mariano Candioti. Entre los líderes revolucionarios se encontraba también Lisandro de la Torre. 2

La revolución en la provincia de Buenos Aires , dirigida por Hipólito Yrigoyen , fue la mejor organizada y la más poderosa. Se inició en la madrugada del 30 de julio simultáneamente en 82 ciudades. El ejército radical llegó a contar con 8.000 hombres bien armados, bajo el mando directo de Marcelo T. de Alvear primero y de Martín Yrigoyen, después. La revolución triunfó en todas partes en la provincia. El día 8 de agosto tomó la capital e instaló como gobernador provisorio a Juan Carlos Belgrano. Cuando ya se celebraba el triunfo de la revolución, sus dirigentes cometen errores que la llevaron a la derrota. En primer lugar, Aristóbulo del Valle, el hombre fuerte del gobierno entonces, se negó a dar un golpe de estado y desplazar al presidente Sáenz Peña, como le reclamaba Leandro Alem y el grueso de los dirigentes radicales, aunque contaba con el apoyo de Yrigoyen quien también se oponía a tomar el poder nacional mediante un golpe de estado. Del Valle se negaba a violar la Constitución y preparó un plan legal, por el cual intervenía las principales provincias y garantizaba elecciones libres. El Senado aprobó las intervenciones, pero la Cámara de Diputados no, y de ese modo hizo fracasar el plan de Aristóbulo del Valle. El segundo error se produjo cuando Hipólito Yrigoyen liberó a Carlos Pellegrini, uno de los líderes clave del autonomismo oficialista, que había sido apresado en Haedo por los revolucionarios. Una vez liberado, Pellegrini se dirigió a la capital y reorganizó las fuerzas del oficialismo. Finalmente, el tercer error se produjo cuando, inexplicablemente, Aristóbulo del Valle decidió abandonar la Casa Rosada y dirigirse a Temperley donde estaba acampado el ejército radical revolucionario para estar presente en el momento de la entrega de las armas. Pero el 11 de agosto, con Aristóbulo del Valle ausente de la casa de gobierno, Pellegrini y Roca aprovechan astutamente los proyectos de intervención que aquel había mandado al Congreso, para hacer aprobar la intervención de las provincias de Buenos Aires, San Luis y Santa Fe, ahora en poder de gobiernos revolucionarios. Cuando el radicalismo se enteró de la intervención, la única alternativa era que Aristóbulo del Valle diera un golpe de estado, desconociera la ley del Congreso y marchara a Buenos Aires con el ejército radical. Alem se lo pidió encarecidamente. Pero entonces predominaron los principios legales de Aristóbulo del Valle y presentó su renuncia al gabinete el 12 de agosto, siendo reemplazado por el roquista Manuel Quintana.

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El 25 de agosto el Comité Provincial de la Unión Cívica Radical decidió entregar las armas. La revolución había sido vencida, aparentemente. La Revolución Radical de 1893 El 14 de agosto de 1893, dos días después de la renuncia de Aristóbulo del Valle, hubo un levantamiento en Corrientes que derrocó al gobernador, y fue inmediatamente intervenida, aunque el levantamiento persistió. Leandro Alem consideró entonces que la revolución lejos de estar vencida, estaba esperando un levantamiento masivo y decidió iniciarlo desde Rosario. Sin embargo, Hipólito Yrigoyen consideró que el movimiento era puramente emocional y negó el apoyo del radicalismo de la provincia de Buenos Aires a esta segunda etapa de la Revolución de 1893. El resto del radicalismo consideró esta posición de Yrigoyen como una traición. La segunda insurrección encabezada por Alem estaba deficientemente organizada y carecía de plan. El 7 de septiembre el comandante radical Bello sublevó sus tropas en Tucumán e impuso un gobierno revolucionario al mando del Eugenio Méndez. El gobierno nacional decidió responder con firmeza y envió un poderoso ejército al mando de Carlos Pellegrini que obtuvo la rendición de los revolucionarios el 25 de septiembre. El 24 de septiembre Mariano Candioti con un ejército cívico-militar volvió a levantarse en armas en la Ciudad de Santa Fe y luego de dos días de combate fueron derrotados. Ese mismo día Alem llegó a Rosario escondido en un buque de carga. La población lo recibió como un héroe y fue proclamado presidente de la Nación en una gran asamblea popular. Inmediatamente se organizó un ejército popular de 6.000 hombres, aunque escaso de armas. En el puerto de Rosario, el buque "Los Andes" de la Armada, al mando del teniente de fragata Gerardo Valotta, se plegó a la revolución y lo mismo hizo la cañonera Murature en el Tigre, que fue destruida por las tropas leales al gobierno. El Desenlace. Vencida la revolución en todo el país, las tropas del gobierno nacional, al mando del general Roca se concentraron sobre Rosario y Alem. El buque revolucionario "Los Andes" salió a enfrentar los buques que traían el ejército leal por el río Paraná; en el combate fue hundido por el acorazado Independencia y la cañonera Espora. La situación de Leandro Alem se volvió desesperada. Roca amenazó con bombardear la ciudad si los revolucionarios no se rendían. Haciendo gala de su intransigencia, Alem decidió inicialmente resistir a todo trance, pero las mujeres y 4

las comisiones de vecinos le piden que salve a la Ciudad. Alem decidió entonces no combatir y permitir que las tropas del gobierno reconquisten Rosario. El 1 de octubre Alem fue capturado y encerrado con cientos de revolucionarios. "Que valiente este pueblo del Rosario", se le oye musitar "... Acá nadie se ha rendido, ni nada se ha perdido: Cada uno a su casa, guardando bien las armas", fue el consejo final que les daba a sus combatientes Permanecerá preso durante 6 meses. Consecuencias. Las Revoluciones de 1893, demuestran el sentimiento popular del Radicalismo argentino: popular, revolucionario, pero inmerso en sus cuestiones internas: En reiteradas oportunidades Alem solicitó a Del Valle (el hermano que le dio su vida) y a su sobrino (al que quería como a su hijo) dar el golpe de estado contra Saenz Peña. Pero ambos rechazaron. Del Valle dirá años después, en su Cátedra de Derecho Constitucional: "Pude dar el golpe que Leandro me pedía, ¿pero con que escrúpulos dictaría clases hoy en día?" El moralista de la constitución prevalecería sobre sí mismo, Alem e Yrigoyen tendrán una borrascosa reunión: Yrigoyen se niega a concursar sus fuerzas en el golpe que el tío le propone: "No estamos en Venezuela, donde los golpes de estado los dan sus ministros". Alem, exasperado, se levanta del asiento, se dirige hacia su sobrino con intenciones de golpearlo, y finalmente le señala la puerta: "¡Canalla!". El gran cariño que se sentían, superaría el encono, pero políticamente, cada uno desandaría su propio camino a partir de entonces. Poco después de la Revolución de 1893, Aristóbulo del Valle moría de un derrame cerebral y el 1 de julio de 1896 Leandro Alem se suicidó, afectado por las derrotas y la profunda división interna en que se hallaba inmersa la Unión Cívica Radical. La Revolución Radical de 1905

La Revolución de 1905 fue una sublevación cívico-militar, organizada por la Unión Cívica Radical y dirigida por Hipólito Yrigoyen . Antecedentes. Luego de las sucesivas derrotas sufridas en las revoluciones de 1890 y 1893 y no habiéndose logrado la transparencia electoral buscada, la Unión Cívica Radical entra en una grave crisis, que se profundiza a partir del año 1896 cuando se produce el suicidio de Leandro N. Alem y la muerte de Aristóbulo del Valle. En 1897 Hipólito Yrigoyen, profundamente en desacuerdo con la orientación 5

acuerdista que le impone Bernardo de Irigoyen, disuelve el Comité de la UCR de la provincia de Buenos Aires, debido a lo cual el partido radical dejó prácticamente de existir. La disolución de la Unión Cívica Radical determina la formación de un núcleo de elementos radicales que reconoces como jefe a Hipólito Yrigoyen. Lo constituyen hombres jóvenes, reclutados en la clase media, profesionales, comerciantes, empleados, estancieros de vieja tradición federal, colonos y peones del campo a quienes su jefe supo imponer disciplina y entusiasmo. En este contexto, en 1903 Hipólito Yrigoyen comenzó su refundación y reorganización. El 29 de febrero de 1904 luego de 7 años de inactividad, el Comité Nacional de la Unión Cívica Radical declara la abstención electoral de todos los radicales de la República en las elecciones de diputados de la Nación, de senador por la capital, electores de presidente y vicepresidente de la Nación y anuncia la lucha armada. En el gobierno estaba Manuel Quintana , representante del Partido Autonomista Nacional, o sea de los grupos más acaudalados del país Desarrollo del conflicto. El 4 de febrero de 1905, en la Capital Federal , Campo de Mayo, Bahía Blanca, Mendoza, Córdoba y Santa Fe, se produjo el alzamiento armado que se venía preparando, casi con las mismas banderas que en 1890 y 1893. Se proclamó el estado de sitio en todo el país, por noventa días. Es una de las rebeliones más importantes que sufre la República, por el número de militares comprometidos, las fuerzas vinculadas y la extensión del movimiento. Se había trabajado con mucho sigilo, pero a pesar de eso, el gobierno estaba avisado de la situación. En la Capital Federal, las medidas represivas sofocaron en sus comienzos al movimiento. Los revolucionarios fallaron al no poder asegurar el control del arsenal de guerra de Buenos Aires cuando el general Carlos Smith, jefe del Estado Mayor del Ejército desplazó a los soldados yrigoyenistas. Las tropas leales y la policía recuperaron pronto las comisarías tomadas por sorpresa y los cantones revolucionarios. En Córdoba los revolucionarios toman prisioneros al vicepresidente José Figueroa Alcorta a quien obligaron a tener una conferencia telegráfica con el presidente Manuel Quintana, solicitándole la renuncia a cambio de su vida, sin embargo el Presidente no cedió y la amenaza no fue ejecutada. En la misma redada intentaron detener al ex presidente Julio Argentino Roca, quien avisado de 6

esta circunstancia logra escapar a Santiago del Estero , sin embargo detuvieron a su hijo Julio Argentino Roca (hijo). En Mendoza los rebeldes se llevan 300.000 pesos del Banco de la Nación y atacan los cuarteles defendidos por el teniente Basilio Pertiné. Las tropas sublevadas en Bahía Blanca y otros lugares ni tuvieron perspectiva, ni hallaron eco en el pueblo. El Presidente Manuel Quintana empleó la misma táctica usada en 1893 para sofocar el movimiento radical; el estado de sitio se convirtió en ley marcial. Solo las provincias de Córdoba y Mendoza continuaron combatiendo hasta el 8 de febrero, sin embargo, las divisiones del ejército, leales al gobierno, vencen rápidamente a la revolución de acuerdo con las enérgicas y rápidas órdenes del presidente Quintana. El gobierno del presidente Manuel Quintana detuvo y mandó enjuiciar a los sublevados, que fueron condenados con penas de hasta 8 años de prisión y enviados al penal de Ushuaia. Consecuencias: La represión se llevó a cabo contra los revolucionarios y simultáneamente contra el movimiento obrero y socialista y sus organizaciones, su prensa, etc., aunque ellos no había tenido ninguna vinculación con el movimiento del 4 de febrero. Por el contrario, el Partido Socialista acordó invitar a la clase obrera a mantenerse alejada de estas rencillas, que eran promovidas por la sed desmedida de mando y mezquinas ambiciones. Fueron detenidos centenares de obreros agremiados, la prensa socialista y anarquista fue prohibida, se allanaron los locales de los periódicos La vanguardia y La Protesta entre otros y los locales sindicales fueron clausurados. El Partido Socialista y las organizaciones obreras, la Unión General de Trabajadores y la Federación Obrera Regional Argentina, pidieron permiso para realizar una manifestación de protesta. El 21 de mayo de 1905 una manifestación compuesta por millares de trabajadores se reunieron en la plaza Constitución y desfilaron desde allí hasta la plaza Lavalle, donde la concentración fue atacada a tiros y sablazos, dejando como saldo dos muertos, veinte heridos y numerosos contusos en la plaza. El 11 de agosto de 1905 se produjo un atentado contra Quintana, mientras se dirigía en su carruaje a la Casa de Gobierno, un hombre dispara varias veces contra Quintana sin lograr hacer fuego. El coche del presidente siguió su marcha, y los agentes de custodia detuvieron al agresor, que resultó ser un obrero catalán 7

llamado Salvador Planas y Virella, simpatizante anarquista, que actuó por iniciativa propia. La revolución fue derrotada, pero desencadenaría una corriente de cambio institucional dentro del oficialismo que ya no podría ser detenida. El roquismo se había dividido, y tanto Carlos Pellegrini como Roque Sáenz Peña , principales referentes del nuevo autonomismo, comprendían la necesidad de realizar profundos cambios institucionales si se pretendía contener el creciente conflicto social y político. En 1906 con la muerte del Presidente Quintana y la asunción de su Vicepresidente, José Figueroa Alcorta , el congreso dicta la Ley Nº 4939 de amnistía general a todos los participantes de la revolución de 1905.

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