Ensayo final economía ambiental PDF

Title Ensayo final economía ambiental
Course Economía
Institution Universidad Iberoamericana Puebla
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Sobre lo aprendido en economía ambiental...


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Las verdaderas fallas de la economía neoclásica Por Andrea Sarabia Chao1 “MÁS QUE POR LA FUERZA, NOS DOMINAN POR EL ENGAÑO.” -SIMÓN BOLÍVAR

Introducción La economía neoclásica nos ha hecho creer que conoce la verdad absoluta sobre el comportamiento humano y que únicamente con sus instrumentos se logrará una gestión adecuada de los recursos para conseguir un “bienestar social”, defendiendo que es una disciplina que “reconoce” que existen fallas en el mercado pero que sigue siendo la opción más eficiente y óptima. Sin embargo, este sistema es contradictorio y sigue estancado en la época en la que fue creado, concretamente en el siglo XIX. En este sentido, el presente ensayo tiene como objetivo analizar las bases del modelo económico dominante, así como sus principios respecto a lo social y ambiental, y encontrar las verdaderas fallas del sistema que son las causantes de una sociedad individualista, injusta, consumista e insensible que ha puesto el dinero como lo más importante y deja atrás a la vida y a la solidaridad, ocasionando también la crisis ambiental. Para concretar este análisis se expondrán algunos casos en México y en el mundo de la falla de este sistema y algunas soluciones encontradas fuera de la misma lógica. Por último, se expondrán las conclusiones sobre el tema. Origen de la economía neoclásica Para ser capaces de comprender el origen del sistema económico neoclásico actual debemos entender qué es el capitalismo y cómo surge. De acuerdo con Calderín y Paz (2018), el capitalismo es un régimen basado en el desarrollo de la propiedad privada que a su vez es dueña de los medios de producción y priva de ellos a los obreros, creando relaciones de dominio y explotación del trabajo asalariado; y surge de la decadencia del feudalismo, la cual se da por la ineficiencia de la organización de la producción, la posibilidad de un valor de intercambio como dinero o certificaciones, no sólo productos perecederos, el nacimiento del deseo de consumo y el auge de las ciudades que originó el abandono de las tierras. Entonces, fue la incapacidad de ejercer un control sobre la fuerza de trabajo y la idea de una vida “libre y mejor” lo que permite la transición del feudalismo al capitalismo.

Andrea Sarabia Chao Saharai Martínez Arellano

Licenciatura en Ciencias Ambientales y Desarrollo Sustentable. Ciencias Sociales. Universidad Iberoamericana Puebla

Si consideramos que el auge del capitalismo se da en la época de la Revolución Industrial a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, tenemos que preguntarnos cómo evolucionó este modelo o si sus bases han cambiado a los nuevos contextos y realidades. Considerando la explicación de Cataño, la evolución de la teoría económica de estos siglos es el avance del enfoque neoclásico que se ha convertido en la corriente principal de la economía (sino en casi la única) y se basa en un sistema descrito por los siguientes principios: todos los agentes económicos se definen por sus bienes físicos y derechos sobre las ganancias, son racionales y deciden seguir las acciones que les represente lo mejor según sus preferencias y los precios, y los mecanismos de relación de los individuos son los mercados y sistemas de precios (2001). Así, nos damos cuenta de que sigue poniendo como base a las ganancias, el mercado y los precios. A pesar de tener un nombre diferente, el neoliberalismo surgió del capitalismo y podríamos decir que conserva las mismas bases para diferentes realidades. En este sentido, Cataño (2000) menciona la principal deficiencia de la teoría neoclásica señalada por Ronald Coase: es un sistema demasiado “descentralizado” y poco realista que no ofrece una verdadera representación de la economía que vivimos actualmente, así la corriente es sólida en teoría pero débil en los hechos. Sin embargo, se nos ha hecho creer que es la única y más eficiente opción como sistema económico, cuando es la causa de la desigualdad, la degradación y la crisis civilizatoria. Economía y sociedad Como se sabe, la economía es considerada una ciencia social y se esperaría que sus herramientas sirvieran a la mayor parte de la sociedad. Sin embargo, la práctica apunta a que ha fallado en este aspecto, perdiendo la esencia de ser una ciencia creada para la resolución de situaciones en búsqueda del bienestar común. Max-Neef (2015), siguiendo esta idea, ha ilustrado en su texto “La arrogancia de los economistas y la nueva sociedad civil” que el actual sistema dominante ha forzado a la mayoría de la humanidad a vivir en condiciones de indignidad y pobreza. Lo cual es contradictorio cuando se plantea la búsqueda del desarrollo y el crecimiento económico y social. Un objetivo fundamental de la economía neoclásica es el crecimiento ilimitado. En términos sociales, esto ha causado una gran desigualdad y pobreza, ya que como los

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recursos son limitados, sólo se logra el crecimiento del sector que tiene el poder y que se queda con los beneficios a costa del sector asalariado y los recursos de las personas que necesitan entregarlos al sistema para poder sobrevivir al mismo. Desde el 2005, Sánchez expone que estos son dos de los más graves problemas sociales resultantes del mercado, siendo observados a escala mundial y en cada uno de los países. Pero situándonos actualmente, la brecha de la desigual distribución de la riqueza sigue creciendo: el 1% de los ricos acumula el 82% de la riqueza global (Hope, 2018). De esta manera surge la pregunta… ¿quiénes son los beneficiados y quiénes las víctimas? Otra de las fallas del capitalismo es que sólo beneficia a un sector específico: el que acumula el dinero y el poder. Cuando nos encontramos con casos de comunidades que han sido despojadas de sus tierras y recursos, dañando la vida (que debería ser el principio fundamental de la economía), y nos enteramos que esto se justifica porque parte de esta economía es un “mercado libre y competitivo”, como lo expresa Laje (2015) en el portal Forbes (el cual dedica sus notas a la “información de negocios y estilo de vida para los líderes de México” y la defensa del capitalismo), nos damos cuenta de que el que se beneficia de este tipo de sistema es un sector poderoso que ha encontrado el camino para mantenerse en esa posición. Y las víctimas son las comunidades y personas a las que se les ha impuesto este modelo que trata de homogeneizarlos y descartar sus saberes ancestrales, usos y costumbres. Como afirma Esteva (2012), son estos grupos los que heredaron una diversidad de ámbitos de comunidad, cultura y una buena relación con su medio que fueron y son destruidos por la forma económica e industrial. Economía y ambiente Las comunidades que conservan los saberes ancestrales y que han sido marginadas y despojadas por este sistema son las que conservan una relación de respeto con la naturaleza, reconociendo su dependencia y poniendo al centro la vida. Gracias a esto, se puede inferir que el capitalismo y la economía neoclásica son los causantes del deterioro de la relación del ser humano con la naturaleza ya que si se analizan los cambios en la calidad del ambiente de las épocas anteriores a la Revolución Industrial se puede observar el impacto en el ambiente que ha significado la forma de producción de este sistema; de acuerdo con el portal CAIT Climate Data Explorer (2013), desde 1880 los países más industrializados como Estados Unidos incrementaron las emisiones de CO2 antropogénicas y entre más competitivo e industrializado sea el país más contribuye a la emisión de este gas, como es el caso de China. Economía Ambiental Universidad Iberoamericana Puebla

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Son los mismos principios de la economía neoclásica los que causan el desastre ambiental. Al tener como base el crecimiento y desarrollo en un mundo con límites biofísicos lo que ocurre es que se degrada la naturaleza para la producción y no se para hasta que se escasea o agota, sin pensar en un decrecimiento para frenar la crisis de estos límites que ha planteado el capitalismo (Peredo, 2017). Además de su obsesión con el crecimiento infinito y consumismo, solo reconoce que existen costos pero que son externos (el caso de las externalidades), que no los ha creado él y por lo tanto niega la responsabilidad de los efectos negativos y si a esto se le suma que contabiliza la pérdida de patrimonio como incremento del ingreso (Max-Neef, 2015), nos encontramos con que la relación entre ser humano y naturaleza que posee la economía neoclásica es de dominación y se considera independiente del sistema natural. Es entonces cuando implementa “soluciones” para la crisis ambiental que siguen beneficiando a un sector y se encuentran dentro de la misma lógica, mientras continúa la degradación del ambiente por ser parte de sus bases. Como los mercados de carbono, en donde según Coase era necesario otorgarle derechos de propiedad a los bienes comunes, y así las empresas con poder obtienen estos y al final se libran de normativas implementadas para la protección del ambiente porque sus permisos equivalen a derechos de propiedad, además en la práctica no alcanzan los objetivos teóricos (Zammit, 2004). Son este tipo de soluciones que otorga el modelo neoclásico que reafirma la falla de la economía como servicio para la sociedad, pero ¿por qué este modelo sigue dominando si afecta a la mayoría de la población? Sistema dominante Este modelo permanece en pie gracias a que siempre busca la forma de sobrevivir y excusar la responsabilidad que tiene ante el problema como externa. Esta disciplina ha logrado manejar un mundo que no entiende por la creación de dogmas que logran lavarle el cerebro a gran parte de la humanidad y su propósito principal es defender la idea de la riqueza y el poder como objetivo a alcanzar (Max-Neef, 2015). La teoría neoclásica logró convencer a la mayoría de las personas de que cuando su sistema no funciona, como explica Neef, es porque la realidad juega trampas y no porque esté mal. Con base en lo anterior, podemos decir que es un sistema manipulador y perverso que nos hace creer que sus soluciones son las únicas a acatar y que son alcanzables y eficaces. Esto lo podemos ver en el discurso del desarrollo sostenible y sus objetivos

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(Organización de las Naciones Unidas [ONU], 2015), que buscan la erradicación de la pobreza, el hambre cero, la producción sostenible, el cuidado de los ecosistemas pero al mismo tiempo sigue persiguiendo el crecimiento económico (Objetivo de Desarrollo Sostenible #8). Lo que anteriormente se expuso como contradictorio e inalcanzable por los límites de la naturaleza y la necesidad de la desigualdad para la acumulación. Otro aspecto importante a considerar en el discurso de la economía neoclásica como la salvadora de la crisis es el uso de la tecnología. En el escrito de Márquez (2010), se exhibe que la economía plantea como solución el impulso del capital mediante innovaciones y mejoras tecnológicas y la incorporación del trabajo científico-tecnológico. En este sentido, la tecnología se entiende como una herramienta para evitar el desabasto del capital; no se cuestionan las formas de producción porque se cree que la tecnología podrá generar capital, y aunque la tecnología ha sido una herramienta que impulsó nuevos descubrimientos, en la lógica del sistema neoliberal sigue siendo el sector más rico el que tiene mayor acceso a esta y su aplicación no ha sido para favorecer a la mayoría de la población, lo que se considera como otra falla de la economía. Casos Existen casos en todo el mundo que ejemplifican las fallas de la economía neoclásica y el fracaso del bienestar colectivo bajo esta misma lógica. En México ejemplos de esto son que el 44.4% de las personas viven en situación de pobreza y sólo el 18.7% se considera como no pobre y no vulnerable (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social [CONEVAL], 2018), y la pérdida de biodiversidad y hábitat por el cambio de uso de suelo a actividades industriales, agrícolas, ganaderas, turísticas, petroleras, etc. (Gobierno de México, 2009). Un caso concreto en nuestro país es la entrada de la minería de tajo a cielo abierto, que concesiona un cuarto de su territorio a empresa trasnacionales para una de las principales actividades que depredan los ecosistemas e impactan en la salud y vida de los habitantes (Tamayo, 2014). Son los megaproyectos impulsados por la generación de ganancias que contribuyen a poner en riesgo la vida. Pero no sólo se pueden observar las consecuencias del neoliberalismo en México, también en otras partes del mundo. Neef (2015) pone sobre la mesa el caso del incremento del número de personas que mueren por suicidios en contraste con el número de muertes por accidentes de tránsito en España, y cuestiona si esto es consecuencia del sistema económico perverso. Igualmente, si analizamos la actual crisis sanitaria que se

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vive, se puede observar que el neoliberalismo no tiene la capacidad de hacerle frente a estos sucesos y no logra más que la capacidad de un sector de acceder al tratamiento y la previsión de una crisis económica por la falta de mano de obra que ha generado el virus. ¿Cómo afrontar las verdaderas fallas del mercado? La solución consiste en reconocer estas fallas y buscar una transformación. Desde la enseñanza de la economía hasta el cambio de las bases y el principio fundamental, Neef señala que la existencia de dos mundos paralelos señalan que nos estamos desplazando a un mundo de solidaridad y que son las iniciativas que salen de la misma sociedad civil las que contrarrestan las consecuencias del actual neoliberalismo (2015). Es la participación colectiva y el surgimiento de nuevos modelos económicos desde lo comunitario los que logran salir de este sistema de fallas y no ideado para ellas. Un ejemplo de modelos que surgen de las mismas comunidades es el caso de la economía social y solidaria. Estas se separan de la lógica del modelo hegemónico, la participación es clave, las decisiones se toman en conjunto, son respetuosas con el medio ambiente por lo que redefinen su consumo y necesidades existentes y como su nombre lo dice, son redistributivas, cooperativas y solidarias (Salguero, García, Rodríguez & Tudela, 2014). Así, logran disminuir estas fallas analizadas al poner al centro a la comunidad y el respeto al ambiente y la vida. Reflexiones finales El neoliberalismo es una corriente que nace del capitalismo y que ha logrado establecer sus bases en el modelo económico dominante, sigue con las ideas desde el siglo XIX aún cuando la realidad cambió. Esto debido al favorecimiento del poder y el dinero, tanto que se ponen al centro y desplazan a la vida. Por esto, es un modelo que ha fallado en asegurar el beneficio colectivo y alentar a las sociedades a buscar la forma de convivencia que más se ajuste a su realidad y pueda impulsar un camino solidario y armonioso, con relaciones sociales pacíficas y una relación con el ambiente de respeto. Este modelo dominante necesita de la desigualdad y la pobreza para crecer y mantenerse. Es la causante de la mayoría de los problemas sociales y ambientales actuales desde sus bases y prácticas, y no se preocupa por otorgar soluciones que en realidad aseguren una transformación y busquen el bien común, sino que ofrece soluciones a corto plazo, desde una lógica de mantenerse en la realidad para seguir Economía Ambiental Universidad Iberoamericana Puebla

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maximizando las ganancias y favorecer a un sector. También ocupa el discurso para manipular a la población y proponer estas soluciones como las salvadoras de las crisis y cualquier problema que se pueda vivir, aún cuando estas son contradictorias con sus mismas bases y podríamos decir que utópicas dentro de la misma lógica. Entonces, las soluciones a estas fallas de la economía recaerían en la búsqueda desde la colectividad, la participación y los saberes ancestrales, así como el reconocimiento de la incapacidad de la economía neoclásica de solucionar las mismas. Es necesario respetar las costumbres de las comunidades y reconocer que no se deben homogeneizar, se debe respetar su diversidad y la meta que tienen, la cual no es maximizar sus ganancias. De acuerdo con esto, la propuesta de Neef a una nueva economía que se encargue de servir a las personas, que se entienda como un subsistema de otro más grande, que reconozca la imposibilidad de crecimiento y como principio establezca que ningún interés económico puede estar sobre la vida, podría ser la base para la búsqueda de alternativas y la construcción de una economía que en realidad se acople a las necesidades humanas y sociales.

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