Ensayo sobre la Globalización del arte y como este contribuye al crecimiento del turismo en el mundo. PDF

Title Ensayo sobre la Globalización del arte y como este contribuye al crecimiento del turismo en el mundo.
Author Marlito Sanchez
Course Historia Del Arte Universal
Institution Universidad Nacional de Loja
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UNIVERSIDAD NACIONAL DE LOJA FACULTAD JURÍDICA, SOCIAL Y ADMINISTRATIVA CARRERA DE TURISMO

HISTORIA DEL ARTE UNIVERSAL

TEMA: Realice un ensayo sobre la globalización del arte y como este contribuye al crecimiento del turismo en el mundo.

NOMBRE: MARLON JOSÉ SÁNCHEZ SÁNCHEZ

DOCENTE: PhD. CARLOS ESCUDERO

FECHA: Martes 11/08/2020

MÓDULO: 4to PARALELO: A

ENSAYO SOBRE LA GLOBALIZACIÓN DEL ARTE Y COMO ESTE CONTRIBUYE AL CRECIMIENTO DEL TURISMO EN EL MUNDO INTRODUCCIÓN: La historia del arte es una disciplina que estudia la evolución del arte a través del tiempo, siendo esta, toda actividad o producto realizado por el ser humano con fines estéticos o comunicativos, que expresan ideas, emociones y una visión del mundo. Empleando recursos plásticos, lingüísticos, sonoros o mixtos. A través del tiempo el arte se ha calificado de muchas maneras desde la época medieval cuando se distinguía entre artes liberales y vulgares, pasando por la época moderna cuando se habla de bellas artes, menores o aplicadas, hasta la diversidad contemporánea que reconoce como arte casi cualquier manifestación creativa del ser humano. En el siglo XX, se conocían nueve artes principales: la arquitectura, danza, escultura, música, pintura, poesía (incluye literatura, teatro y narrativa), la cinematografía, la fotografía y la historieta (cómic). En los términos artes plásticas y visuales, se añadieron diseño y gráficas. Además de la moda y la gastronomía, son artes de publicidad, que incentivan el desarrollo y visita de ciertos lugares. Debido a esto el arte, es una ciencia multidisciplinar cuyo objetivo es dar a conocer las diversas culturas, estableciendo períodos y observando sus diferentes características e influencias que las hace muy atractivas (Cassandra , 2011). Hoy en día, el arte goza de una difusión y conservación de todo el legado artístico producido por la humanidad a lo largo de su historia. Surgiendo instituciones, fundaciones, museos y galerías, de ámbito público y privado, para fomentar las obras de arte, así como su exposición a un público netamente turístico. Los medios de comunicación, los diferentes tipos de premios otorgados e instituciones como la UNESCO con su Patrimonio para la Humanidad, fomentan la creación y conservación de obras a nivel internacional para colaborar con el turismo. La permanencia y durabilidad de los objetos en el mundo del consumo y de la obra de arte en la era de las mercancías simbólicas como parte de un turismo sustentable, en la actualidad asume las mismas lógicas del mercado, que proyecta la imaginación, pasando al éxito bursátil, dinero y celebridad. La oferta y la demanda manejan al artista como cualquier producto de uso y de cambio, con una exposición constante en los medios para cotizar cada vez más su imagen. El valor de la obra, ahora es artefacto u objeto de consumo, determinado por la promoción mediática y la difusión masiva de ésta. Es un arte de los mercaderes, ante el artista rebelde se impone un artista del confort, que usa esto como un medio para fomentar el turismo. Donde se mueven tanto el artista, la obra, el público, el crítico, el museo, las subastas y todas las instituciones que conforman el mundo del arte, constituyen un centro comercial del arte mercantilizado. En los museos, esculturas, tiendas y marcas, es importante la arquitectura fascinante de los mismos donde las obras se exponen. Los museos han adoptado las lógicas comerciales del capitalismo, con estrategias para captar a públicos consumidores. El turista cultural, voraz, visitante de los museos, contempla y consume. Realiza su paseo por estos antiguos templos del arte. Son turistas que consumen en los espacios que transitan. El predominio del valor económico sobre el valor simbólico es hoy por hoy un determinante del turismo. Desde esta perspectiva, la mutación del sentimiento moderno respecto al arte y la cultura es demasiado enorme en las estructuras de la concepción turística del presente.

La globalización del arte ha creado artistas, con un pensamiento conciliador. Se impone un turista intelectual amante de los viajes, para conocer el arte, como una figura decorativa, de distracción y animación, este ornamento no causa estragos, ni catástrofes. De allí su aceptación, su transformación en artefacto efímero, consumible y agradable. El escaparate global es su sitio más preciado. Entre más seductor y lumínico mucho mejor, entre más espectacular y fascinante mayor será su aprecio por los turistas. Conviviendo con el arte de calidad, y éste complace ser considerado un objeto que hace agradable lo cotidiano (Giunta & Pellegrini, 2015). El objeto artístico es valorado por el consumo y valor estético, sujeto la economía mundial, a los ingresos, distribución y ventas, así como a ciertos cambios globales. El arte desplaza creatividad, autenticidad, originalidad y experiencia poética. Los precios y valores rigen al arte, a mayor promoción del objeto mayor es su precio, aumentan sus ganancias tanto los corredores o vendedores de arte, como las subastadoras globales y los grandes coleccionistas. La situación del arte y la globalización lo integra a la industria del diseño, a la publicidad, a las marcas, al gourmet, al turismo como un bien y un servicio de consumo. En la economía y la mundialización cultural las industrias del ocio y entretenimiento han convertido al arte en un asunto de uso irreemplazable. Las artes visuales y los artistas han cambiado sus creaciones, su formación es diferente, la manera de producir su obra es distinta, otros son los itinerarios que se definen con sus viajes. Gran parte de los artistas multi-locales, circulan por el mundo con sus obras, buscan y aceptan exposiciones. Se convierten, en viajeros del mercado, capaces de articular su obra en distintos contextos. La instalación, la intervención en el espacio urbano, público, museográfico, son estructuras funcionales para la era global. Se arma en el lugar, con materiales del sitio, el tradicional viaje modernista, que el artista emprende para completar su formación y traer lo nuevo a su país. Es una forma de nomadismo global donde el artista opera desde una o más ciudades de base y viaja a montar su obra en los más inesperados lugares del planeta, necesarios sólo como acto decorativo. Las obras de arte antaño, ahora son un asunto seductor para promover suvenires turísticos que se compran y se venden como algo atractivo, original y exclusivo. Según, Aldo Pellegrini, no podemos olvidar que el verdadero artista debe ser «un vigía alerta en la abigarrada movilidad de un medio», y que su gran satisfacción está en «la posibilidad de provocar una explosión en el espíritu de un ser humano que lo arranque de su vivir indiferente, que lo lleve a ese estado en que la vida se impregna de fervor». DESARROLLO: La globalización del arte elimino fronteras que caracterizan las distintas culturas y estética de cada país y los márgenes de la creación artística, basado en la utilización de los medios tecnológicos y en la interconexión entre lenguajes, lenguas y culturas. La desaparición material de las obras y sus elementos, así como el fenómeno de comercialización de la producción artística de las instituciones de arte, es una reflexión acerca de las dinámicas políticas internacionales y de sus efectos en la identidad del arte local y nacional. El movimiento de los artistas, modifica la estructura de las obras para que un público pueda interpretarlas, vuelve más complicada la interpretación del mensaje cultural insertado en sus trabajos, es así como la traducción se vuelve una necesidad. (Di Paola, 2016-2017).

El pensamiento de la creación, se concreta en el acto de sustracción, materialización y presencia de la obra de arte, en la era de la globalización. La creación de una obra de arte en su materialidad, ha sustituido la lógica en el ámbito artístico, una práctica muy contemporánea que produce un evento sensacionalista y espectacular en el que desaparecen las formas tradicionales de presentación y preservación, que caracteriza lo cotidiano en el arte y política. Esa clase de expresionismo es buscada universalmente, por artistas y activistas contemporáneos de la era de la globalización, quedando la noción de la obra maestra, sin desaparecer en el tiempo. El arte mundial, a partir de las transformaciones del arte contemporáneo provocadas por la globalización. En muchos países la producción artística se ha vuelto un proyecto económico que incluye estrategias muy precisas por parte de las grandes instituciones del arte. Según los teóricos involucrados, el arte se ha convertido en un programa sociopolítico impulsado por ideologías de la identidad, por la autodeterminación de grupos y comunidades y por los cambios sociales a nivel global. La globalización artística, encuentra su momento histórico en los movimientos artísticos nacidos entre Europa y América en la década de los cincuenta y de los sesenta, como el pop, el minimal, el conceptual y el arte de la tierra. Movimientos que entre los años setenta y ochenta se volvieron un tema de discusión y análisis, que apoyaron el surgimiento de las prácticas artísticas posmodernas, reforzando la expansión a nivel mundial de las producciones locales y nacionales. La tendencia económica de comercializar las obras de arte en auge durante la década de los noventa contribuyo a la creación del arte mundial. Desde entonces, los mayores museos del mundo, son centros de atracción de la cultura del espectáculo, promoviendo el arte global que se caracteriza por dos fenómenos: el primero, de carácter económico y político, empujando la comercialización del arte en un mundo más conectado entre Occidente y Oriente, Norte y Sur; el segundo es determinado por las grandes instituciones del arte que tienen la voluntad de espectacularizar la actividad artística volviéndola un tema de interés turístico y desmaterializarla de su contenido cultural original. El movimiento de bienes y culturas por todo el planeta ha motivado ideas acerca de la globalización artística, estas actitudes han caracterizado el circuito de bienes y exposiciones internacionales de arte. Testimonio de ello son, los discursos teóricos y las piezas artísticas de clara tendencia antiimperialista que representan la identidad e imagen, de lo nacional y local, motivados por las economías mundiales predominantes, que han fomentado actitudes proteccionistas y han prevalecido en la exhibición de los productos locales y regionales. La tentativa de visualizar, promover y proteger las artes nacionales de los efectos de la globalización cultural, económica, política y la tendencia que define la producción artística actual, es la naturaleza híbrida y compuesta del arte contemporáneo. La internalización del arte elimino fronteras y confundió los márgenes de la creación artística. Además, la movilidad contemporánea ha apoyado una oferta de trabajo para muchos artistas y la posibilidad cotidiana de hibridar ideas, conceptos, lenguas y soportes. Un libre movimiento entre varios continentes, exponiendo en museos, instituciones culturales, sitios de Internet, e incluso la celebración de cursos, seminarios o talleres en los lugares más remotos del mundo, caracterizan al fenómeno turístico del arte como fomento y desarrollo del mismo (Historia y Arte, 2018).

Los artistas reformulan sus obras, para que se adapten a las culturas de acogida, alteran sus mensajes para convertir sus piezas en material narrativo de fácil lectura para que las otras culturas diferentes pueda comprenderlas. De esta manera, con el desplazamiento de los artistas, las obras de arte viajan entre instituciones y en las exposiciones internacionales, fomentan el surgimiento de la, hibridación estructural de la obra de arte. La tentativa de exponer un arte nacional, con sus propias peculiaridades culturales e identitarias, se derrumba delante de un objeto artístico hibridado por el efecto colonizador de la globalización artística, dando una transformación a la identidad estructural de la pieza y a su imagen, más allá de los confines nacionales en la que se encuentra, es producida, presentada o interpretada. INTERPRETAR NUEVOS CÓDIGOS CULTURALES La iconografía tradicional, se ha vuelto insuficiente desde que los fenómenos interartísticos y el uso de las nuevas tecnologías, han empujado la tendencia a la repetición de técnicas y códigos culturales. La repetición se hace patente desde que los artistas empezaron a dejar sus países y se han trasladado a otros de distinta habla y cultura. La alteración cultural de cada artista corresponde a una alteridad estilística y estética. Debido al hecho de que buena parte de la producción artística contemporánea ya no se diferencia por estilos o lenguajes de una cultura, reconocer el origen y la singularidad de una obra, puede resultar complicado. Las peculiaridades propias de cada artista permiten la asignación, autenticación y reconocimiento de las obras a muchos años de distancia y a veces siglos. Los signos característicos de cada artista ya no siguen las mismas reglas de un tiempo. Hoy día las obras se acompañan con textos explicativos que ofrecen información variada acerca de la obra y de su creador. El sistema del arte se ha vuelto mucho más eficiente no solo en términos turísticos, sino también de defensa de la identidad. Es así que galerías, museos e instituciones protegen la autoría de la pieza, ayudando al desarrollo, cuidado y fomento del turismo. Los artistas mantienen sus nombres y peculiaridades gracias a una constante defensa de las obras, en términos de protección de derechos de exhibición, de producción de la imagen, de impresión, etc. El objeto artístico desmaterializado de su esencia, la forma pictórica y la expresión, se ha convertido en un artefacto complejo, de carácter intermedial, que se abre a varios tipos, desde el ámbito humanístico a lo científico, perdiendo todo tipo de referencia técnica, histórica, teórica o cultural, solo queda interpretar cada obra en su significado. UNA ÉTICA INTERCULTURAL EN LA RECEPCIÓN DE LAS OBRAS DE ARTE La ética intercultural alienta el diálogo entre culturas, que quieren conocerse, motivan una investigación profunda de las tendencias contemporáneas, a la internacionalización del arte. Este fenómeno de interés para historiadores del arte y críticos, suscito importantes problemas como la comprensión de la obra de arte, su traducción, su transmisión y su recepción. Hoy en día se usa el término comprensión para entender plenamente. Cuando las exposiciones de arte se mueven alrededor del mundo, cruzando fronteras, hay que comprender más que interpretar. Esta complejidad se debe a la dificultad de leer e interpretar las obras, no solo desde un punto de vista formal, el mensaje que la obra expresa representa un complejo conjunto de valores culturales, morales y rituales que pertenecen a un artista. Según, Arthur Danto, la identidad de la obra depende de los contextos culturales en los que se encuentra y su interpretación.

La visión de nuestra cultura de origen, es una obra condensa da, un objeto normal, una cultura entera, del creador y del receptor. La historiadora del arte italiana se, apoya en las ideas de Danto, se concretan una serie de referencias comprensibles para quien comparte la cultura norteamericana. El sistema comercial y valores culturales de esa nación, fortalecen el fenómeno de la globalización desde los años ochenta, empujado el arte visual, para mantener una base turística, desarrollando aspectos de otras culturas. Se acogen artistas de todo el mundo cuyas obras reflejan la cultura, los valores, los ritos y las tradiciones de sus propios países, se considera que las obras se alejan de su elemento visual y estético para concentrarse en elementos mentales y conceptuales. La escritura o palabra verbal, se han vuelto un elemento formal y sustancial. En todas las exposiciones individuales, colectivas, itinerantes, locales e internacionales se necesitan los textos escritos que traducen la información acerca de la pieza y del artista. Son palabras que viajan con las obras de arte y que representan un potente medio de comunicación intercultural que relaciona diferentes públicos que poseen culturas y lenguas muy distintas. La identificación por parte del público es una parte fundamental del proceso de creación. Esta identificación se presenta solo si el mensaje puede llegar a su destino turístico para ser traducido. Según Lotman, no puede existir en el texto artístico ningún tipo de sustituto, en el plano de la expresión sin que se verifique una mutación en el plano del contenido. La traducción de las piezas artísticas muta su contenido al trasladar el sistema de referencias históricas, sociales e ideológicas que la conforman, podemos afirmar que la realidad histórico-cultural de la obra no se limita a la representación. La obra consiste en una imagen y su relación con la realidad, la tradición y el sistema de creencias. Interpreta los elementos formales de una pintura y la coloca en un tiempo histórico y social, ignorando los problemas de la percepción, por la interpretación de elementos culturales e ideológicos, literarios y artísticos. EXPOSICIONES Y TRADUCCIÓN Según Smith, la producción artística se crea a partir de prioridades nacionalistas e identitarias, especialmente las que derivan de las culturas colonizadas. La producción artística local o regional se inserta dentro del circuito internacional del arte. E s de interés por parte de teóricos y artistas que han debatido la globalización en términos de transferencias de información, de bienes, de obras de arte, de ideas, cultural y movilidad. En este contexto, la traducción es un elemento privilegiado para la construcción de discursos teóricos en la organización de exposiciones de carácter internacional, que apoyan mutuamente al turismo. En una era de globalización y multiculturalismo intensificado, los artistas asiáticos principalmente de Japón, China, Corea y Taiwán, muestran una serie de performances en las que confluyen problemáticas relacionadas con identidades, envueltas en los procesos de colonización y descolonización. Según Yu Yeon Kim, estos artistas se enfrentan a problemas de identidad frente a los flujos internacionales de ideas e influencias, fenómenos que quizá sean mucho más fuertes que en las comunidades de Europa o América. Los trabajos representados por los artistas japoneses, se desarrollan por medio de la alta tecnología para traducir la naturaleza esquizofrénica de una cultura que se enfrenta al carácter dual de su sociedad, caracterizada por una realidad tan conformista y tradicional como fantástica e incluso fetichista, caso de la subcultura del manga y la animación.

La chica muda representa en clave cinematográfica la transposición de un manga erótico, una perfecta traducción del fenómeno interartístico que domina las sociedades diaspóricas. El arte coreano actual, reacciona a una serie de actos represivos del gobierno, los artistas emplean un lenguaje artístico parecido al realismo crítico, definido hoy por el movimiento minjoong. Este término comprende a la clase proletaria y a toda una comunidad de estudiosos, teóricos y artistas. El mismo se subraya en trabajos realizados por artistas de Taiwán que, a partir de un contexto cultural que se debate entre lo local y lo global, lo indígena y lo chino, han creado múltiples lenguajes y conceptos artísticos caracterizados por la memoria nacional. El arte es un instrumento para la crítica social y política, así como una profunda expresión de la condición humana, se caracterizan por el uso de la caligrafía para jugar de modo provocativo con la semiótica occidental, para expresar la relación entre el Este y el Oeste. Se trata de un claro ejemplo de transferencia de significados cuyos protagonistas son dos cerdos que copulan dentro de un gran corral lleno de libros de literatura china y occidental, y con fragmentos de los textos escritos sobre su piel con caracteres chinos y occidentales. Uno de los elementos fundamentales de la obra de Wenda Gu es el uso de la caligrafía en las pinturas, en los diseños, en las instalaciones y en las performances, en la que se realizaba un dibujo caligráfico gigante en tinta negra mezclada con cabellos humanos. El diseño se mostraba en realidad como una serie de ideogramas ilegibles, una crític...


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