Ensayo sobre la sexualidad en el libro Caín de José Saramago PDF

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Ensayo y resumen sobre el libro de JS...

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Universidad nacional autónoma de México. Escuela nacional preparatoria 5 “José Vasconcelos”. Materia: Literatura universal. Maestra: Linda María Guadalupe Huerta Montero Trabajo: Sexualidad y erotismo en la novela Caín. Integrantes de equipo: Duarte Sato Erik Rodrigo, García Armas Alexis Jair, Hernández Rodríguez Jonathan Gustavo Grupo: 562

Objetivo. Realizar un análisis de la sexualidad y erotismo en la novela Caín de José Saramago para demostrar que la novela que está inspirada en la biblia, está llena de momentos eróticos literales, así como subliminales de principio a fin. También se va a demostrar que con algunos comentarios dichos en la novela se hace referencia a algunas parafilias que hasta la actualidad algunas son consideradas como tabú, pero que en la biblia se hace referencia a ellas sin ningún problema. Lo cual da a entender que Dios no notó esos “pequeños” detalles que al día de hoy siguen haciendo polémica entre las personas que leen y han leído la biblia. Para algunas personas significa poco, para otras más el pensamiento de Dios entra en contradicción con lo que dice y hace, lo cual es entendible pues hasta el Ser que supuestamente es omnipotente también puede equivocarse, o no.

Introducción. En este trabajo se va a analizar cada momento de contenido erótico con citas de la novela para poder ubicarlas en el texto y así tener una mejor comprensión de esas situaciones que ocurren a lo largo de las ciento ochenta y nueve páginas que posee la novela. También se va a demostrar que desde tiempos antiguos el sexo ha sido un acto de suma importancia no solo para la reproducción, si no, también para la búsqueda de placer y satisfacción de deseos y fantasías. Algo que para los ojos de Dios es pecado, siquiera pensarlo también lo es. Así está establecido en el pecado capital de la “Lujuria”. Sin embargo, no aplicó esta “ley” cuando creó la vida en la tierra, cuando dejó que su creación empezara a reproducirse. Dios actúa de maneras desconocidas, eso se ha sabido siempre, lo que nunca se ha sabido y que en la actualidad sigue siendo un misterio es: ¿Cuál es el plan de Dios para nosotros en la vida? ¿Qué quiere que hagamos?, ¿No es suficiente que algunas personas pongan toda su fe y confianza ciegamente en él?.

Al principio de la novela cuando Dios les da el don del habla a Eva y Adán después de una breve plática con el Señor, Adán le dice Eva que se vayan a la cama siendo casi sus primeras palabras utilizadas para llegar a la sexualidad. “Entonces, por primera vez Adán le dijo a Eva, vámonos a la cama.”. (Saramago, José, Caín, cap. 1, p.12). Se hace referencia a la monotonía sexual en el matrimonio de Adán y Eva “… Pero la rutina conyugal, agravada, en el caso de estos dos, por la nula variedad de posturas atribuible a la falta de experiencia.”. (Saramago, José, Caín, cap. 1, p.14). Después de que Adán y Eva son expulsados del Edén, Eva regresa al Edén para conseguir comida y seduciendo al querubín que cuidaba la entrada, logra que le lleve frutas y el querubín es atraído por la sensualidad de la mujer. “…Eva se quitó la piel de encima de los hombros y dijo, usa esto para traer la fruta. Estaba desnuda de cintura para arriba. La espada silbó con más fuerza, como si hubiese recibido un súbito flujo de energía, la misma energía que impelió al querubín a dar un paso hacia delante, la misma que le hizo levantar la mano izquierda y tocar el seno de la mujer.”. (Saramago, José, Caín, cap. 2, p.28). Después de que Adán matara a su hermano Abel, cuando llega a las tierras de Nod y Lilith se fija en él, la mujer hace que sus esclavas lo limpien y en esos momentos lo empiezan a masturbar hasta que éste eyacula y después le hacen sexo oral. “…El contacto insistente y minucioso de las manos de las mujeres le provocó una erección que no pudo reprimir, suponiendo que tal proeza fuera posible. Ellas se rieron y, en respuesta, redoblaron las atenciones para con el órgano erecto al que, entre risitas, llamaban flauta muda, y que de repente saltó de sus manos con la elasticidad de una cobra. El resultado, vistas las circunstancias, era más que previsible, el hombre eyaculó de repente, en chorros sucesivos que, arrodilladas como estaban, las esclavas recibieron en la cara y en la boca… Las esclavas parecían no tener prisa, concentradas ahora en extraer las últimas gotas del pene de Caín que se llevaban a la boca en la punta de un dedo.”. (Saramago, José, Caín, cap. 4, p.60 y 61). Cuando Caín está a solas por primera vez con Lilith y ella empieza a seducirlo. “… Se levantó , se ajustó los pliegues del vestido dejando caer lentamente las manos por el cuerpo, como si estuviese acariciándose a sí misma, primero los senos, luego el vientre, después el principio de los muslos, donde se entretuvo, y todo

esto lo hizo mientras miraba fijamente al hombre, sin expresión como una estatua.”. (Saramago, José, Caín, cap. 4, p.64).

La primera vez que Caín tuvo relaciones sexuales con Lilith “Caín ya entró, ya durmió en la cama de Lilith, y, por más increíble que nos parezca, fue su propia falta de experiencia en el sexo lo que le impidió ahogarse en el vórtice de lujuria que en un solo instante arrebató a la mujer y la hizo gritar como posesa. Le rechinaban los dientes, mordía la almohada, luego el hombro del hombre, cuya samgre sorbió. Aplicado, Caín se esforzaba sobre el cuerpo de ella, perplejo ante aquellos movimientos y voces desgarradoras, pero, al mismo tiempo, otro Caín que no era él observaba el cuadro con curiosidad, casi con frialdad, la agitación irreprimible de los miembros, las contorsiones del cuerpo, las posturas que la cópula, por sí misma, solicitaba o imponía, hasta el apogeo de los orgasmos.” (Saramago, José, Caín, cap. 5, p.67). Cuando Dios iba a destruir Sodoma y Gomorra, ciudades donde la homosexualidad entre hombres era común. “…Es posible, si, y no será sólo Sodoma, será también Gomorra, y dos o tres ciudades de la planicie donde las costumbres sexuales se han relajado por igual, los hombres con los hombres y las mujeres apartadas.”. (Saramago, José, Caín, cap. 7, p.104). Las hijas de Lot copularon con su padre, practicando el incesto, argumentando que lo hacían porque no había otro hombre para darles hijos. “…Un día la hija mayor le dijo a la más joven, nuestro padre está acabado, cualquier día se nos muere, y por estos sitios no hay ni un solo hombre que se case con nosotras, mi idea es que embriaguemos a padre y después durmamos con él para que nos de descendientes. Así se hizo, sin que Lot se hubiese dado cuenta, ni cuando ella se acostó ni cuando salió de la cama, y lo mismo pasó con la hija más joven la noche siguiente.”. (Saramago, José, Caín, cap. 8, p.114). La segunda vez que Caín llega a las tierras de Nod que para ese entonces ya se llama Enoc y vuelve a tener relaciones sexuales con Lilith. “…Disfrutemos entonces del tiempo que nos quede, ven a mí, dijo Lilith. Se abrazaron y se besaron, sin soltarse rodaron por la cama de un lado a otro, y cuando Caín se encontraba sobre Lilith y se preparó para penetrarla.”. (Saramago, José, Caín, cap. 10, p.144). Cuando Dios le pide a Noé que lleve a Caín en su arca para tener más descendientes con sus nueras y Noé menciona que es viejo pero aún tiene apetito sexual. “…Llévalo en la barca y júntalo con la familia, tendrás un hombre más para hacer hijos en tus nueras, espero que a sus maridos no les importe, prometo que

no les importara yo mismo trataré de cumplir mi parte, seré viejo pero no tanto como para no volver la cara ante un buen cuerpo de mujer.”. (Saramago, José, Caín, cap.12, p.165). Antes de abordar el arca, Cam y Noé tuvieron relaciones sexuales cuando Noé estaba ebrio, practicando así el incesto y la homosexualidad. “Había un hombre acostado, desnudo, y ese hombre era Noé, a quien la embriaguez había dejado sumido en lo más profundo de los sueños. Se encontraba otro hombre que estaba manteniendo trato carnal con él y ese hombre era Cam, su hijo más joven.”. (Saramago, José, Caín, cap. 12, p.175). Las nueras de Noé preferían dormir con Caín gracias a su experimentado cuerpo. “…Que lo digan las nueras de Noé, que no pocas veces han abandonado a media noche las camas donde yacían con sus maridos para ir a cubrirse, no tanto con la manta que tapa a Caín, sino con su joven y experimentado cuerpo.”. (Saramago, José, Caín, cap. 13, p.180). La mujer de Noé se le insinúa a Caín y trata de seducirlo. “… Aquí donde me ves, pese a la edad, que ya no es la de la primera juventud, y habiendo parido tres hijos, todavía me siento muy apetecible, tú qué crees, Caín, pregunto ella.”. (Saramago, José, Caín, cap. 13, p.182). Cuando Caín tuvo relaciones sexuales con la esposa de Noé y descubrió que tenía más experiencia que otras mujeres jóvenes. “El hombre tuvo que reconocer que la mujer tenía razón en el juicio que sobre sí misma había realizado, todavía estaba ahí para lavar y durar, y mostraba tener, en ciertos momentos, una experiencia acrobática que las otras no habían conseguido alcanzar, ya fuese por falta de vocación natural, ya por la inhibición causada por la conducta tradicional de los respectivos maridos.”. (Saramago, José, Caín, cap. 13, p.183).

Conclusión. Se demostró que la novela Caín tiene mucho contenido erótico, así como situaciones sexuales donde, detalladamente se mencionan las acciones y pensamientos de los participantes. También se hizo referencia a la homosexualidad, la ninfomanía de parte de Lilith que en el mismo texto se menciona que es insaciable, así como el incesto por parte de las hijas de Lot y el hijo de Noé que en esa época Dios no lo ve como algo malo, al contrario lo ve como algo bueno porque el fin es la reproducción y la propagación de la especie. Al parecer sí entra en contradicción lo que dice con lo que hace y esto a su vez con lo que piensa. Al señor nada le parece, nunca ha estado presente en las mayores catástrofes de la historia, ¿Por qué habría de estarlo ahora? Y peor aún, ¿Qué es lo que hace a Dios tan popular? Se sabe que el concepto de un “Dios” viene desde las antiguas civilizaciones, pero no como lo conocemos ahora. Los griegos tenían un Dios para cada cosa como el Dios del trueno, El Dios del sueño, El Dios de los mares, etc. Es como si se hubiese unificado todos aquellos dioses para crear uno sólo, uno que lo controle, lo sepa, lo pueda todo. Se ha pensado que Dios creó al hombre, pero ¿Y si no fuese así? ¿y si es a la inversa?, Tal vez, sólo tal vez, el hombre creó al concepto de “Dios” para justificar sus acciones y no tener que quebrarse la cabeza pensando el por qué de todos los fenómenos del universo. Sólo tal vez.

Bibliografía. Saramago, José, Caín, punto de lectura, México, D.F., 2013...