Ensayo sobre la sexualidad humana aplicado al sexo PDF

Title Ensayo sobre la sexualidad humana aplicado al sexo
Author Aléxandros Le Bateleur
Course Evaluación psicopedagógica
Institution Universidad Centroamericana
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La importancia de recibir una educación sexual integra

Eileen I. Erazo, Gabriela R. Fuentes y Saraí M. Barahona.

Universidad Centroamericana José Simeón Cañas.

24 de Enero del 2020 Antiguo Cuscatlán

Introducción En el siguiente trabajo se presentará información general sobre la educación sexual tradicional y la educación sexual integral, estudiando distintas características que poseen estas. Por medio de una comparación se verá cuál de estas educación es más efectiva con temas aquejantes en la actualidad. Asimismo, se presentan resultados gráficos de El Salvador sobre los embarazos no planificados y las infecciones de transmisión sexual. Teniendo en cuenta factores sociales, conductuales, psicológicos y económicos, que ayudan a entender la dinámica que se viven en la mayoría de la población. Como punto de partida, es esencial entender algunos conceptos básicos para tener una visión más completa y enriquecedora de lo que se abordará más adelante. Así pues, en primer lugar, se encuentra un término que ha acompañado al ser humano desde tiempos muy remotos, el “sexo” el cual es el conjunto de características anatomofisiológicas que definen al ser humano como mujer u hombre, además se nace con él, es universal y no es sinónimo de sexualidad, puesto que cuando se habla de “sexualidad” se hace referencia a la forma en que cada persona expresa sus deseos, pensamientos, fantasías, actitudes, actividades prácticas y relaciones interpersonales, asimismo es el resultado de factores biológicos, psicológicos, socioeconómicos, culturales, éticos, religiosos, espirituales y comunicativos (Gorguet, 2008). Luego, está el “género”, el cual hace alusión a los roles y responsabilidades atribuidos a hombres y mujeres, los cuales son construidos socialmente (Gorguet, 2008). Ahora bien, estos términos (y otros relacionados con estos mismos) constituyen la esencia del ser humano y se engloban en una sola palabra “sexualidad humana”. Asimismo, cabe destacar que alrededor de los años ha habido diferentes interpretaciones y formas de trasmitir la sexualidad a las futuras generaciones, por lo tanto, a continuación se expondrán dos formas de educación sexual que han influido en la percepción y compresión de la sexualidad humana: (a) Educación sexual tradicional Como bien señala la Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba (UEPC) (2011), en la educación sexual tradicional únicamente se aborda la sexualidad como un fenómeno que tiene una función meramente reproductiva y que está asociada a aspectos biológicos, por tanto, se presupone como algo dado naturalmente, generándose una visión muy limitada de lo que es la sexualidad, y

por ende se dejan de lado muchos factores que son transcendentales (por ejemplo, factores psicosociales, culturales, entre otros) para la compresión de la misma. Por consiguiente, a modo de ejemplificar lo anterior (basándose en la influencia que tiene la cultura sobre las creencias que se tienen acerca de la sexualidad), se puede hacer alusión al hecho de que los individuos están marcados por las actitudes que las sociedades pasadas tenían con respecto al sexo, es decir, lo que limita y condiciona el conocimiento y significado que se le otorga a la sexualidad es la herencia cultural (González, Miyar, & González, 2002). A raíz de este legado cultural se establecen una serie de conductas y roles que deben ser asumidos por cada sexo; así pues, en el caso de la mujer —desde que se tiene conocimiento acerca de su sexo— se espera que sea dulce, cariñosa, suave, pasiva y todo ello tendrá importantes repercusiones en su vida. De igual modo, a las mujeres se les reprime su autoerotismo, puesto que no tienen permitido manifestar sus deseos, pasiones y necesidades sexuales, se les niega estar en espacios públicos porque su lugar es en la casa (González, Miyar, & González, 2002). Entre los mitos y tabúes en la sexualidad masculina se encuentran los siguientes (González, Miyar, & González, 2002): (a) el tamaño del pene es esencial para tener una experiencia sexual placentera —a pesar de conocerse científicamente que el tamaño no determina la capacidad del disfrute—; (b) hacer el amor es solo con penetración, lo cual demuestra escaso conocimiento y poca fantasía erótica; (c) tener siempre varios coitos en una noche porque se considera como signo de fortaleza, pero cuando no se logra disminuye la autoestima masculina —demostrando el desconocimiento de la fisiología sexual pues no siempre es posible lograrlo—; (d) el hombre tiene que tener siempre un papel activo en las relaciones sexuales. En virtud de lo expuesto con anterioridad, se exhibe el grado de desconocimiento que tienen ambos sexos acerca de la fisiología sexual, lo cual ocurre a causa de la educación sexual recibida en la escuela —así como en el hogar—, puesto que en lo respecta a la sexualidad se recomienda su total abstinencia y por tanto se niega el derecho de las personas a disponer de información precisa para poder tomar decisiones responsables (González, Miyar, & González, 2002). (b) Educación sexual integral Ahora bien, cuando se habla de educación sexual integral, se parte del hecho de que la sexualidad es mucho más que un proceso biológico y que no se puede reducir meramente a la reproducción, sino que es el fruto una serie de factores (biológicos, psicológicos, sociales, culturales,

éticos, religiosos, entre otros), además, esta definición se aleja de la idea naturalizada de que en el desarrollo humano, los individuos atraviesan por etapas que se superan a medida que progresa una sobre otra, por ejemplo, existe la creencia popular de que se da una pérdida de la sexualidad en los adultos mayores (UEPC, 2011). Asimismo, es preciso esclarecer que el ser humano es un ser sexual, puesto que la sexualidad forma parte de su desarrollo a lo largo de la vida y resulta ser sumamente esencial, ya que no solo constituye una fuente de placer y bienestar, sino que, al mismo tiempo es una forma de expresar el amor y afecto por otros o –si se desea– de comenzar una familia; por ende, resulta indispensable incorporar la educación sexual integral en los programas educativos de las escuelas públicas y colegios (UEPC, 2011). No obstante, existen varias razones por las cuales la educación de la sexualidad no se considera normalmente como una competencia básica, por ejemplo, el hecho de que el tema de la sexualidad como concepto, como derecho y como expresión, aún no sale de los espacios privados a los públicos, y menos aún en los países con tendencias y líderes más conservadores o donde ciertas religiones restrictivas marcan la pauta de la educación pública (UNESCO, 2014). Sin embargo, al negarles a los individuos una educación sexual integral, se le están violentando sus derechos sexuales y reproductivos, conduciéndoles a un futuro poco alentador, al tomar en cuenta todos los problemas que pueden surgir a raíz de esto (por ejemplo, embarazos no planificados, infecciones de transmisión sexual, problemas de identidad, entre otros) (UEPC, 2011). Para tener una visión más completa de lo implican estos derechos, se puede citar al Programa nacional de educación sexual integral (ESI) & el Ministerio de educación de la nación (2014), que establecen en sus escritos —de acuerdo a los derechos humanos reconocidos en los documentos y tratados internacionales— que los derechos sexuales y reproductivos son: (a) derecho a decidir tener o no relaciones sexuales, libres de todo tipo de coerción y violencia; (b) derecho a decidir tener o no hijos/as, el número de hijo/as, cuándo y con quién tenerlos; (c) derecho a educar a sus hijo/as, en caso de ser padres durante la adolescencia, contando con el apoyo de la comunidad y la escuela. Asimismo, (d) derecho a recibir una educación sexual temprana y adecuada en la casa y en la escuela; a obtener información y orientación completa, veraz y suficiente sobre su cuerpo, sus funciones y procesos reproductivos; (e) derecho a no ser expulsados o expulsadas de ninguna institución por embarazo, maternidad o por tener VIH/sida; (f) derecho a no ser discriminados/as

por la orientación e identidad sexual; (g) derecho a acceder, en forma gratuita, a métodos anticonceptivos seguros, accesibles y de calidad y a elegir el que más se adapta a sus necesidades; (h) derecho a alcanzar el más alto nivel de salud sexual y reproductiva; (i) derecho a participar en la planificación de programas o políticas relacionados con derechos sexuales y reproductivos (ESI & Ministerio de educación de la nación, 2014). De igual forma, cabe hacer alusión a la Ley Nº 26.150 (ley argentina) que plantea tres enfoques para garantizar la integralidad de la educación sexual en la escuela (UEPC, 2011): (a) el enfoque del cuidado de la salud, el cual tiene como objetivo conocer el cuerpo anatómico, sus órganos, funciones y además aprender acerca de métodos anticonceptivos para la prevención de enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados; (b) el enfoque de la sexualidad como un derecho humano, que propone conocer y analizar el marco legal que regula la sexualidad; (c) la perspectiva de género, la cual hace referencia a las pautas y normas que regulan los comportamientos de los individuos según el sexo al que pertenezcan y que están determinadas por relaciones de poder. De este último enfoque, es importante destacar que, aunque se sabe que el género es una construcción social, muchas veces se cree que las conductas, creencias, modos de ser, valores, gustos y preferencias propios de niños y niñas, son disposiciones innatas, debido a que las ideas que se tienen acerca del género se aprenden en la socialización primaria y secundaria a través de los vínculos que establecemos con pares y adultos (UEPC, 2011). Por lo tanto, en base a lo anterior, se puede afirmar que la escuela cumple un rol central en la constitución de la subjetividad de todas las personas que la conforman y el desafío de deconstruir los estereotipos de género, es una tarea propiamente educativa que podría ser llevada a cabo por ejemplo, por un psicólogo debido su vasto conocimiento en psicología social (género, estereotipos, ideología, entre otros) y en sexualidad humana (UEPC, 2011). Ítem, es vital señalar que el educar en sexualidad implica hablar abiertamente de temas sensibles como la masturbación, la diversidad sexual, el placer, la menstruación, embarazos no deseados e infecciones de transmisión sexual, entre otros, por lo que muchas personas prefieren no exponer sus opiniones para no generar polémica; sin embargo son temáticas de gran importancia, en vista de que repercuten de forma negativa si no se tiene una educación adecuada —previa— de ellas (UNESCO, 2014).

Con respecto a la diversidad sexual, los programas educativos con los que se cuenta son muy limitativos, debido a que naturalizan, estereotipan y promueven formas discriminatorias, puesto que están basados en la heteronormatividad, negando por ejemplo, la existencia de la población lesbiana, homosexual, transexual, transgénero y bisexual, lo que las expone a fenómenos discriminatorios (UNESCO, 2014). Por tal razón al fomentar una educación sexual integral, es necesario abordar estas temáticas (la heterosexualidad, homosexualidad, bisexualidad, transexualidad y el transgénero) así pues se podría analizar en clase, por ejemplo, expresiones populares como: “ese chico es un amanerado”, “si ese chico es ‘amanerado’ es lógico que lo carguemos”, “¿te fijaste que Lorena no parece una chica?”, entre otros, además se deberían examinar las implicaciones que tienen las miradas sobre los otros, ponerlos en el lugar del otro y debatir sobre los derechos (a la identidad, a la igualdad de trato, a la educación, a la no discriminación, entre otros) (ESI & Ministerio de educación de la nación, 2014). Por ende, las escuelas deberían ser productoras de igualdad, abiertas a la diversidad y con respecto a los espacios públicos, de libertad para todos y todas, más allá de la identidad y orientación sexual de cada una y cada uno (ESI & Ministerio de educación de la nación, 2014). Además, tendría que considerarse la diversidad bajo el entendido de que todas las personas tienen derecho a vivir su sexualidad sin ser discriminadas por su orientación sexual o su identidad de género (UNESCO, 2014). Por consiguiente, una actividad que puede efectuarse para hablar de este tema (u otros temas) es instalar un buzón de dudas (puede ser anónimo) que se coloque a disposición de las y los estudiantes durante unos días, con el objetivo de brindar la posibilidad de realizar preguntas que a veces resultan ser muy incómodas para plantearlas en voz alta (ESI & Ministerio de educación de la nación, 2014). Posteriormente el profesor/a abre el buzón, organiza las preguntas o dudas y luego son conversadas y discutidas en clase (ESI & Ministerio de educación de la nación, 2014). Con respecto, a los embarazos no planificados e infecciones de transmisión sexual, se expondrán con mayor profundidad en los siguientes apartados:

Embarazos no planificados en El Salvador No ha sido un secreto que con el paso del tiempo la mayoría de casos de embarazos en adolescentes son de carácter no deseados y se debe a muchos factores, entre los cuales se encuentran una actividad sexual precoz, bajas aspiraciones educacionales, mala relación con los padres, uso de drogas, uso inconsistente de métodos anticonceptivos, padres ausentes y carencias afectivas, la falta de educación sexual, factor del cual nos guiamos en el presente ensayo, entre otros. Para la Organización Mundial de la Salud (2011) el embarazo en adolescentes es un problema culturalmente complejo que requiere de más educación y apoyo por parte de profesionales calificados para alentar a las niñas a retrasar la maternidad hasta que estén preparadas. Nuestro país no está exento de esta problemática, “El 50% de las actuales madres ha quedado embarazada durante el periodo de su adolescencia y en su mayoría son de escasos recursos económicos” declaraba el Representante de UNFPA en El Salvador, Hugo González (2019), declaraciones que sirven como parámetro de comparación, para determinar qué tan diferente es la situación en el país 3 años más tarde. De acuerdo a los datos del Ministerio de Salud, incluidos en el estudio antes mencionado, en el año 2017 se registraron en El Salvador 19,190 embarazos en niñas y adolescentes entre 10 a 19 años de edad, es decir, 53 niñas o adolescentes embarazadas por día, además añade que las adolescentes que se inscriben en planificación familiar constituyen el 35.9%, pero sólo el 13,9% de las adolescentes son usuarias activas. A partir de los datos analizados entre el año 2015 y 2017 se observa una tendencia hacia la disminución de embarazos en el grupo de edad de niñas y adolescentes de 10 a 19 años: siendo 5,754 menos en ese período. Sin embargo, el Representante de UNFPA en El Salvador, Hugo González (2019), menciona que a pesar de que se observe una disminución, hay departamentos que presentan tendencia al alza, y en esos lugares es donde deben hacerse más esfuerzos para poder tener una disminución de embarazos no deseados o planificados. Así mismo, dentro de este estudio se reconoce que las principales causas del alto índice de adolescentes embarazadas son la falta de educación sexual, los tabúes familiares y el bombardeo de promoción de la vida genital de los medios de comunicación.

El estudio revela datos importantes y preocupantes, en el sentido que en pleno siglo XXI, existen mitos entre las mujeres de 15 a 24 años, asociados con la ocurrencia de embarazos, uno de ellos es que no es posible quedar embarazada cuando no se tienen relaciones sexuales frecuentes. Según los datos el 18% de las mujeres de esta edad creen en este mito; 16% de las mujeres creen que no es posible quedar embarazada cuando es la primera vez que se tiene relaciones sexuales; y al 18% de las mujeres les falta información sobre este tema. (UNFPA, 2019) Por otra parte, entre las causas del embarazo adolescente, según el UNFPA (2019), también está la falta de políticas que favorezcan el acceso a la educación, pero sobre todo a la educación sexual “adecuada a la edad” dentro de los centros escolares y de la familia misma. El panorama antes descrito es parte de la realidad que vive nuestro país, de la cual se deduce que los programas, estrategias y políticas implementados a lo largo de los años, no han producido los resultados esperados, por lo que consideramos importante que se implementen nuevos modelos educativos que erradiquen los conceptos erróneos: como la existencia de mitos, tabúes, prejuicios, la idealización del amor o la escasa posibilidad de poner en práctica la información obtenida. En este sentido, se torna indispensable trabajar desde ya con todos los actores de la sociedad, pero lo más importante es que los padres asuman su rol y discutan el tema con sus hijos abiertamente, sin tabúes y sin prejuicios, de lo contrario las cifras de embarazos en adolescentes seguirán incrementando y con ello los niveles de hijos en estado de abandono, Tal como lo menciona (Gorguet, 2008) es importante vincular la decisión de tener un hijo con la capacidad de ofrecerle atención, cuidado, educación, amor y salud, de lo contrario pueden volverse presa fácil de la delincuencia, entre otros. Desde esta visión, la educación sexual tiene un carácter alternativo y participativo, por cuanto se sustenta en el respeto a la diversidad, la equidad y la libertad responsable, ofreciendo a los y las educandos opciones para vivir la sexualidad sin imponerlas de forma vertical y favoreciendo el desarrollo de la autonomía y la toma de decisiones responsables. En igual medida, es importante promover la genuina participación de las personas como protagonistas de sus propias vidas y de su educación, en los marcos de un proceso interactivo, colaborativo, contradictorio y permanente. Desde estos fundamentos, es interesante examinar las vías y posibilidades para la integración de la educación de la sexualidad en el contexto de la educación formal, para lo cual es imprescindible

una redimensión de la escuela como espacio por excelencia de procesos educativos a través de las diversas técnicas de enseñanza y aprendizaje. Infecciones de transmisión sexual en El Salvador Según Montes & Rodríguez, (2016) Las Infecciones de Transmisión Sexual, conforman una serie de patologías que son causadas por más de 30 bacterias, virus y parásitos diferentes, y que su principal forma de transmisión es por medio del contacto sexual, con manifestaciones en los órganos genitales externos e internos, a nivel extra genital y sistémico La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera a las ITS como uno de los problemas de salud pública, más comunes en todo el mundo y estima alrededor de 340 millones de casos nuevos por año. En El Salvador, el análisis de los datos generados por el Ministerio de Salud, en adelante MINSAL sobre las ITS, en el período 2007-2012, indica que cada año se realizan entre 9,500 y 12,500 atenciones de primera vez por ITS, y entre 5,000 y 6,000 atenciones subsecuentes. (Ministerio de Salud, 2012) En el estudio de las infecciones de transmisión sexual (ITS), la adolescencia es una etapa clave, dado que el interés por el cuerpo y la sexualidad aparece en esta etapa, en algunas familias existe desconocimiento y silencio respecto a este tema, por diversos factores. En la adolescencia se consolidan actitudes y comportamientos que incidirán en las prácticas sexuales futuras. (Montes & Rodríguez, 2016) Dentro de todas las infecciones de transmisión sexual, de las más reconocidas es el VIH, de la cual en los últimos años se han realizado más investigaciones debido al número de población que lo padece. De las personas diagnosticadas con VIH para el año 2018 cerca del 90% se encontraba entre los 20 y 59 años, siendo el grupo de 20 a 39 años el que presentó un mayor número de casos (757) seguido del grupo de 40 a 59 años con 331 diagnosticados, (Ministerio de Salud, Gobierno de El Salvador, 2019) En relación al dato anterior, también se revela que las tasas de los hombres son cercanas al triple que el presentado en las mujeres; durante el período de enero 2014 a diciembre de 2018 es decir que, tres hombres por cada mujer padecen de VIH. No obstante, no es la única infección que debe alertar a la población, existen di...


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