Ética y Deontología Profesional del TS PDF

Title Ética y Deontología Profesional del TS
Course Fundamentos del Trabajo Social
Institution Universitat de València
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1 - ¿POR QUÉ ES IMPORTANTE LA ÉTICA HOY? – CANINAS Y BRUGUÉ Durante el último tercio del siglo XX la ética aplicada ha irrumpido como una necesidad palpable en muchos ámbitos de la actividad humana y se anuncia como un aspecto de creciente importancia a lo largo del siglo XXI. Antiguamente hablar de ética suponía hablar de bioética, es decir, el objetivo de esta era resolver las situaciones moralmente problemáticas relacionadas con el ámbito de la medicina. Pero en cambio, hoy en día cuando hablamos de ética aplicada hacemos referencia no solamente al ámbito de la salud, sino también nos centramos en la intervención social y psicoeducativa que además, resulta mucho más importante tener en cuenta estos aspectos en la sociedad y en el momento que vivimos. El autor expone que la ética está de moda hoy en día en consecuencia del progreso de los derechos humanos. Es evidente que actualmente damos mucha más importancia a la persona y su integridad que hace unos cuantos años. Pero eso no es lo único que justifica la importancia vigente de la ética sino una serie de factores que explican la expansión de la ética: la secularización del pensamiento, el progreso científico, el aumento de la alteridad y la biopolítica y postfordismo.

La secularización del pensamiento y su importancia en la ética de hoy en día La secularización del pensamiento es un proceso en el cual la capacidad explicativa de los humanos cada vez recorre menos a formas e instancias ajenas al mismo pensamiento. Es la caída de las verdades inamobiles, absolutas e irrefutables, y es el momento en el cual el relativismo comienza a ganar adeptos, ya que se entiende que la verdad es una creación humana, y que por tanto, no se puede llegar a ella de ninguna manera. Para algunos autores, hay tantas verdades como personas, ya que cada persona tiene su propia verdad. La secularización del pensamiento ha tenido una gran influencia en la ética, ya que muchas veces, las personas se pueden encontrar en una situación en la cual diversas normas morales que son contradictorias tienen cabida. Así, estas personas tienen que ser capaces de escoger una norma moral y justificar de manera ética esa y no otra.

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En el ámbito de la intervención social y psicoeducativa, la secularización del pensamiento se manifiesta con nitidez cuando, por ejemplo, el profesional se ve inmerso en un conflicto entre diferentes moralidades cada una de las cuales considera que la otra vulnera valores.

El progreso tecno científico en la intervención social y psicoeducativa El progreso tecno científico es un factor capital para explicar la necesidad y el despliegue de la bioética. En el ámbito de la intervención social y psicoeducativa se ha generado nuevos interrogantes y situaciones éticas debido a los progresos en los campos de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, los psicofármacos, algunas intervenciones médicas, la ingeniería genética, los sistemas alternativos de comunicación, la neuropsicología, etc. A parte del tema ético, las nuevas tecnologías pueden plantear al profesional situaciones con su cliente que no había tratado antes. Este es uno de los efectos, provocados por los avances tecno científicos en el ámbito que nos ocupa.

El aumento de la alteridad: No hay ética sin la presencia del otro, sin el reconocimiento y la responsabilidad del otro, sin la capacidad de ponerse en la piel del otro. En las sociedades democráticas, el siglo XX se ha caracterizado por la irrupción creciente de otras voces que pedían y exigían ser escuchadas: las personas de otras razas, de otras culturas, de otros sexos y sexualidad, con otras capacidades y discapacidades, con otras creencias e ideas… En definitiva los que son, viven, sienten o piensan de otra forma. Hay cuatro factores que explican la eclosión de voces: Extensión y profundización de la Declaración de los Derechos Humanos de 1948, el protagonismo creciente de la extensión de la sociedad civil, los movimientos migratorios y la globalización. Cada vez más personas y colectivos toman la Declaración de los Derechos Humanos como punto de referencia y soporte para convertirse en sujetos de derecho, para mejorar sus condiciones de vida y salir del sufrimiento, marginación o silencia, lo cual indica que recoge un anhelo universal de dignidad y bienestar. Por otro lado los movimientos migratorios crean en un mismo espacio mosaicos multiculturales, lo cual genera relaciones interculturales, contactos entre morales y costumbres diferentes. Las relaciones interculturales no solo son fruto de las migraciones, sino también de la globalización, de un sistema económico y de unos medios de comunicación y transporte que hacen del planeta una misma aldea, en la que cada vez es más necesaria una moralidad compartida. La intervención social debe promocionar y llevar a cabo medidas de igualdad, tolerancia y moralidad civil básica compartida. 2

Biopolítica y postfordismo Las políticas sociales, que se caracterizan por la intervención en la vida de las personas, han experimentado un gran crecimiento en el segundo tercio del siglo XX, y ha coincidido con un cambio de paradigma en los movimientos de resistencia de las sociedades postindustriales. Hemos pasado de un paradigma social propio de la modernidad a un paradigma cultural propio de la postmodernidad. El paradigma social se manifestaba en movimientos de resistencia, como los partidos políticos, los sindicatos y los combates entre ideologías (fascismo, liberalismo, socialismo, comunismo, anarquismo…). El paradigma cultural, en cambio, se manifiesta en movimientos de resistencia como la ecología, el nuevo feminismo, los ocupas, los movimientos de “no a la guerra” o de “alterglobalización”, las asociaciones de enfermos, personas sordas, homosexuales, lesbianas y transexuales… Movimientos que se orientan no solo al cambio social, sino también y principalmente al cambio en las formas de entendernos y relacionarnos. La ética aplicada, puede entenderse también como un movimiento de resistencia de ámbito cultural, como una manifestación del nuevo individualismo consistente en la afirmación de uno mismo como sujeto personal y moral, como la afirmación de uno mismo y de los demás en una etapa de expansión del biopoder, de un poder que se expresa y actúa en la vida de las personas, por ejemplo, en la multitud de informes e intervenciones educativas, psicológicas, sociales y sanitarias. En el ámbito empresarial el biopoder se ha materializado en una nueva forma productiva que reclamaba del trabajador su fuerza física. Esta forma productiva, aún muy importante en algunos ámbitos y países, obliga al trabajador a dejar su vida privada en la puerta de la fábrica y a entrar silencioso en lo que es propiamente humano. El postfordismo, en cambio, es un tipo de organización productiva que reclama de los trabajadores creatividad, reflexión, capacidad crítica, predisposición, solidaridad, buena comunicación, interdependencia, trabajo en equipo, tonalidades emotivas y gustos estéticos, capacidad de aprendizaje, carencia de instintos especializados, iniciativa, liderazgo, optimismo, sensibildad, sinergia, adaptación al imprevisto… En definitiva, reclama del trabajador lo que le es apropiadamente humano.

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2 - ÉTICA Y VALORES EN EL TRABAJO SOCIAL – BANKS Principios que son referente de máxima importancia en el desarrollo del Trabajo Social 1. La individualización. Reconocimiento de las cualidades de cada usuario basadas en los derechos de los seres humanos a ser tratados no solamente como seres humanos sino como “este” ser humano. 2. La expresión explícita de los sentimientos. Reconocimiento de la necesidad del usuario de expresar sus sentimientos libremente. El asistente social ha de escuchar de manera explícita y sin censura, y dar ánimos cuando sea terapéuticamente útil. 3. La implicación emocional. Sensibilidad del asistente social hacia los sentimientos de los usuarios, una comprensión de su significado y una respuesta explicita y apropiada a los mismos. 4. La aceptación. Supone que el asistente social percibe y trata a los usuarios tal como son, añadiendo sus virtudes y defectos, sus cualidades agradables y desagradables, manteniendo el sentido de la dignidad innata y validez personal. 5. La actitud “no ejecutadora”. Implica que la atribución al usuario de culpabilidad o inocencia, o de ciertos grados de responsabilidad por causar algún problema no forma parte de la función asistencial, aunque se pueden emitir juicios valorativos sobre actitudes, modelos o acciones de los usuarios. 6. La autodeterminación del usuario. Reconocimiento del derecho y la necesidad de los usuarios a su libertad a la hora de ejercer sus propias elecciones y decisiones en el proceso de asistencia social. 7. La confidencialidad. Preservación de la información secreta concerniente al usuario, derivada de la relación profesional.

Respeto hacia la persona individual como un ser autodeterminante La autora define autodeterminación como actuar según los propios deseos y elecciones. La autodeterminación del usuario es el derecho y necesidad de los usuarios que ha de cumplir un profesional del Trabajo Social para respetar la libertad de los usuarios para tomar sus propias decisiones en su proceso de asistencia social. Por otra parte, el trabajador social tiene el deber de asesorar y en cierta manera incluso limitar dicha libertad. Alrededor de los años 80, McDermontt afirmó que se ha de permitir la autodeterminación pero con una previa persuasión con intereses del trabajador social para favorecer la mejor situación de la persona y convertirlo en los intereses reales del usuario. El trabajador social ha de tener el principio de no enjuiciamiento, es decir, abstraerse de sus opiniones y considerar objetivamente que es mejor para el usuario.

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Ética de la justicia y ética de la asistencia Algunos críticos y particularmente feministas, han definido la ética de justicia sistema de derechos y deberes individualizados, que ponen énfasis en los principios morales abstractos, la imparcialidad y la racionalidad. Un sistema de moralidad masculinamente orientado, que no tiene en cuenta las aproximaciones a la ética que suelen ser adoptadas por las mujeres, y que anteponen la responsabilidad al deber, y la relación con los principios. –una ética de la asistencia- Es peligroso e incorrecto atribuir simplemente a las mujeres lo que se ha definido como la ética de la asistencia. La ética de la justicia tiene su valor clave en la justicia y aporta un refuerzo a la separación, y está centrada en los contratos sociales, en el orden preferencial de valores, los deberes y la libertad individual. En cambio el valor de la ética de la asistencia es la desvinculación de las personas y está centrada en las relaciones, la cooperación y la comunicación, la asistencia, etc.

Diferencias de los principios y valores del Trabajo Social en los años 60 y 70, 70 y 80, 80 y 90 En los años 60-70: el acento recaía sobre el usuario individual como persona y sobre la relación entre el trabajador social con este. Los valores centrales eran el individualismo y la libertad (fomentados por las sociedades capitalistas occidentales), habiendo pocas referencias a las instituciones y al contexto social del caso particular. Además, cualquier intento por parte de las instituciones o la sociedad de conseguir información confidencial era visto por los trabajadores sociales como restricciones o limitaciones a los principios clave del respeto hacia los derechos del usuario individual a elegir y proteger su privacidad. En los años 70-80: siguen prevaleciendo los principios ideológicos de la anterior década respecto a la privacidad y la individualidad. Pero, además, el Trabajo Social se vuelve más radical al darse una creciente consciencia de la opresión estructural que fomentaba el modelo actual de la sociedad. Es por eso que los trabajadores sociales pasaron a jugar un papel de fundamentar la acción colectiva en favor del cambio social. En los años 80-90: se da un cambio muy importante ya que el Trabajo Social ya se ve muy influenciado por las nuevas ideologías capitalistas. De esta manera se pasa a tratar al usuario como un consumidor. Este hecho promueve que se generen códigos de práctica fomentados en los derechos y las responsabilidades de los usuarios y procedimientos institucionales para presentar reclamaciones o tener acceso a los expedientes. Pero también se da un cambio en el procedimiento: El usuario como problema que debe ser técnicamente valorado, clínicamente dirigido y procesado a través de un sistema de procedimientos. Y esto generará un mayor control sobre las minorías desfavorecidas.

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Principios éticos para el Trabajo Social en los años 90. Según la autora A pesar de no existir ningún conjunto común de principios para el Trabajo Social, según Sara Banks centrándonos en la práctica del Trabajo Social es posible determinar 4 principios básicos relevantes para el Trabajo Social. El primer principio es “respeto hacia” y “promoción de” los derechos de los individuos a la autodeterminación. La autodeterminación tiene diversos significados. Por una parte se puede identificar como alguna cosa negativa, es decir, se actúa según la decisión de otra persona. Y por otra parte como alguna cosa positiva, con la creación de condiciones que permiten a una persona convertirse en un ser más auto determinante. En cuanto a la relación de la autoderminación y el Trabajo Social, se refiere al hecho que el trabajador social en ocasiones se dedica extensamente a un usuario individual, asumiendo su papel de defensor de sus derechos. Pero a menudo tiene que tener en cuenta los derechos de otras personas importantes en la situación, ya que puede ser moralmente incorrecto promover los derechos del usuario, a costa de los derechos de otros. El segundo principio se basa en la promoción del bienestar, el concepto de bienestar depende de la interpretación de nuestro punto de vista sobre lo que consideramos por bienestar humano y de si adoptamos a nuestra visión de lo que es el bienestar de una persona o la propia concepción que las personas tienen de su bienestar. El Trabajo Social actual trata principalmente de asegurar que se atiendan los mejores intereses de grupos de usuarios particulares. De la misma forma que sucedía con la autodeterminación que el trabajador social ha de proteger los intereses del usuario, también tiene que considerar los intereses de las demás personas relevantes y velar por el interés público. El tercer principio es el de la igualdad, este término puede ser interpretado de diversas formas. Se puede entender como trato igual, es decir, prevenir la desigualdad de acceso a los servicios, incluyendo el trato sin prejuicios y favores. Otra forma de interpretarlo sería la igualdad de oportunidades, la eliminación de la desigualdad en la competencia con los demás, dando a las personas los medios necesarios para conseguir finalidades socialmente deseables. Y su última interpretación sería la igualdad de resultados, en la que las desigualdades se eliminan del todo. La igualdad de trato es mucho más fácil de conseguir que la igualdad de oportunidades o resultados, pero a pesar de eso los trabajadores sociales han de tratar de impulsar las tres formas. Y por último, el cuarto principio de justicia distributiva, trata de la distribución de bienes según ciertas normas y criterios. Los criterios de distribución pueden variar: según los derechos ya existentes de las personas, según el desamparo o según las necesidades. Aunque la justicia distributiva en sí no se encuentra generalmente entre los principios del Trabajo Social, es quizás uno de los principios más fundamentales en el trabajo ya que los trabajadores sociales son responsables de distribuir los recursos públicos según ciertos criterios, basados distintamente en derechos, desamparo o necesidades.

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3 - ÉTICA EN SOCIEDADES ABIERTAS, CAMBIANTES Y MORALMENTE PLURALES Utilización del lenguaje en el tema de la ética en la sociedad actual y sobre su incidencia en el Trabajo Social El lenguaje es el principal modo de comunicarnos en nuestra sociedad. Por tanto, la manera en que este sea utilizado y el vocabulario que se emplee serán de gran importancia, ya que afectará directamente a la manera de entender el contenido y la manera de sentirse del receptor. Por eso, se deben cuidar especialmente las formas en que los trabajadores sociales se expresan. Hemos de intentar evitar palabras cargadas de connotaciones negativas, o simplemente que indiquen la postura del emisor, ya que se debe actuar de una manera profesional sin que las ideas propias queden reflejadas. Hemos de ser conscientes que como las sociedades cambian constantemente, su lenguaje también. Por tanto, pueden cambiar las connotaciones de algunas frases o palabras. Tendremos que adaptar el lenguaje a los cambios. En conclusión, el lenguaje es una herramienta muy importante en nuestra sociedad, también para la profesión del Trabajo Social. Hemos de ser conscientes y a la hora de utilizarlo, no olvidar los principios éticos de nuestra profesión.

Diferencias entre ética y moral Partiendo desde el ámbito social podemos diferencias las nociones de ética y moral. Por moral entendemos la vivencia cuotidiana de adhesión a valores, principios y normas a partir de las cuales juzgamos los actos como correctos o incorrectos. De forma indirecta juzgamos a las personas por sus actos, debido a que el juicio moral recae sobre las acciones de la persona. En ocasiones los valores y las normas por las cuales las personas se rigen son inconscientes, por tanto hay gente que se adhiere a valores que llamamos prejuicios. En cuanto a la ética, reconocemos esta como la reflexión crítica racional sobre la moral. Como hemos dicho antes, la moral son vivencias cuotidianas, hechos abordables por la sociología histórica, psicología, etc. Pero la ética no se limitar a constatar los hechos, sino que se pregunta más allá de su vigencia, por su validez. La ética se interroga sobre si las morales son legítimas, es decir, si tienen razón de ser. La moral se pregunta qué tiene que hacer, y la respuesta es una acción. Lo que se pregunta la ética es por qué lo he hecho, y la respuesta se sitúa en un grado de profundidad más grande, un argumento. Según su etimología la ética en su reflexión crítica exige a las morales que las normas y las costumbres cooperen a forjar el carácter de la personalidad. Por tanto la ética tiene un objetivo moral ya que pretende que su capacidad crítica racional se convierta en un hábito, en moral. 7

Lo que pretende la ética es que las personas tomen conciencia de su moral y que haciéndolo lo asuman críticamente y la vivan con convicción y autenticidad. Reflexiona sobre la moralidad para descubrir las condiciones de su validez y orienta la generación, regeneración o abandonamiento de las morales históricas cuando estas se muestran obsoletas por ser incapaces de guiar los actos de las personas de una época determinada. La consciencia moral es la capacidad de darse cuenta de lo que se hace, del porque se hace y de las consecuencias para los demás y para uno mismo. Tomar conciencia de la carga moral de los actos supone un proceso, primero hace falta tomar consciencia de los valores que hay detrás de las decisiones y acciones, y de las consecuencias que se generen; después hace falta hacer autocrítica y reflexión sobre la razón de ser de estos valores que inspiran las decisiones y acciones; y según como sea el juicio ético del segundo paso, se abandonara el hábito o costumbre, reforma o asunción llena, pero desde el convencimiento autónomo. Por lo que pensar críticamente comporta asumir la tradición culturada, defendiéndola, enriqueciéndola, cambiarla y combatirla. La ética tiene una doble dimensión, por una parte es filosofía moral con un estatus epistemológico concreto y que comprende el estudio de las diferentes teorías que los filósofos han construido para explicar y fundamentar las morales. Además para entender el desarrollo contemporáneo de las éticas aplicadas, la ética no es solamente una disciplina específica de los filósofos sino también es un grado de desarrollo moral capaz de regenerar las morales convencionales y que toda persona ha...


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