Grupo 1 Informe 1 F - Apuntes 1 PDF

Title Grupo 1 Informe 1 F - Apuntes 1
Author Fabiana Chirinos Bonifacio
Course Ética Y Filosofía Política
Institution Universidad Nacional de Ingeniería
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ÉTICACOMOFILOSOFÍA MORALI NFORME N°Grupo N° Chirinos Bonifacio, Fabiana AlexandraRESUMENDe lo que no corresponde hacer a la ética La ética apareció recientemente como una especie de moral para creyentes. La autora plantea que por el temor a las confusiones y miedos de las sociedades democráticas y ...


Description

ÉTICA COMO FILOSOFÍ A MORAL

INFORME N°1 Grupo N°1  Chirinos Bonifacio, Fabiana Alexandra

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RESUMEN De lo que no corresponde hacer a la ética La ética apareció recientemente como una especie de moral para creyentes. La autora plantea que por el temor a las confusiones y miedos de las sociedades democráticas y pluralistas nació la idea de sustituir el término “moral” por “ética”, lo que considera inadecuado pues la ética no se identifica con lo que se esperaba, al parecer, del profesor. Él estaba más conectado con una moral democrática. Adela veía sentido en que este tipo de sociedades no deseaban inculcar una imagen considerada ideal solo por un grupo reducido que la compone, pero no deberían dejar de transmitir actitudes necesarias para una convivencia democrática. Para ella la solución no era solo un cambio de palabras, sino aclarar los mínimos morales que se deberían transmitir pues sin ellos renunciaríamos a la propia humanidad. Y es por desear que se transmita a todos que debemos dejar una moral de máximos de lado para conformarnos con una moral de mínimos compartida. Por ello se percata que una moral democrática es una moral de mínimos y la ética es filosofía moral. Además, en las universidades muchos alumnos esperan un profesor que acometa temas morales e intente prescribir como obrar en tales casos; sin embargo, los profesores que son conscientes que el ético no dirige la acción, y por ello reduce su pensar a algo más explicable. Todo menos que se los confunda con el moralista. Aun cuando la ética no pueda prescindir de la moral tiene su propio quehacer y solo puede llevarse a cabo como filosofía moral. Ética como filosofía moral Como se sabe, la ética es distinta de la moral, no se define como una moral institucional, sino como un nivel reflexivo de esta; la ética como teoría filosófica de la acción comprende que el mundo humano resultaría incomprensible si eliminamos la moral, la cual se puede expresar a través de normas, valores o preferencias. La ética se ocupa de la moral sin limitarse a una moral determinada, se ve obligada a justificar teóricamente por qué hay moral y debe haberla o bien confesar que no hay razón para que la haya. Existen dos momentos em la reflexión ética, primero detecta los caracteres específicos del fenómeno universal de la moralidad y segundo, tiene un distanciamiento sereno y elaboración filosófica. El quehacer ético está ligado en acoger el mundo moral en su especificidad y en dar reflexivamente razón de él, con objeto de que los hombres crezcan en saber acerca de sí mismos, y, por tanto, en libertad. Semejante tarea no tiene una incidencia inmediata en la vida cotidiana pero sí ese poder esclarecedor, propio de la filosofía, que es insustituible en el camino hacia la libertad. Para elaborar ese quehacer, se necesita vocación, es así que nos preguntamos en qué consiste el perfil de un hombre con vocación ética. Ética como vocación El quehacer ético se sustenta sobre dos pilares yerra su objetivo: el interés moral y la fe en la misión de la filosofía. El ético vocacionado es el hombre al que verdaderamente le preocupa el bien de los hombres y que confía en que la reflexión filosófica puede contribuir esencialmente a conseguirlo. El ético al que no le preocupa el bien de los hombres renuncia a seguir la lógica de la ciencia, el ético al que no preocupa el bien de los hombres renuncia a descubrir la lógica de la acción. Si solo posee móviles subjetivos son los motores de la reflexión, es imposible que el presunto filosófico de razón de la realidad moral, desentrañe la lógica de la acción Indudablemente la conciencia que nuestra época tiene de la moralidad no es unitaria. A pesar de todas las heterogeneidades, a pesar del tan loado “derecho a la diferencia”, existe una base moral común, que, a su vez, justifica el deber de respetar las diferencias. El escepticismo o relativismo resultan insostenibles en la vida cotidiana, porque nadie puede actuar creyendo realmente que no existen unas opciones preferibles a otras, o que la maldad del asesinato y la tortura dependen de las diferentes culturas. Por su parte, el emotivismo destaca el papel de la sensibilidad en el mundo moral frente al intelectualismo y excesivo racionalismo que han dominado en algunas corrientes éticas Los reduccionismos, con su apariencia de cientificidad, se empeñan en explicar el deber moral en función de lo que hay. Con ello desembocan en un realismo conformista. Realismo radicalmente injusto con la realidad. La moral, en buena ley, debe limitarse a un catálogo de consejos, que revisten la forma de “si quieres esto, haz aquello”. El realismo es miope ante la realidad; no solo porque los hombres no siempre actúan por móviles subjetivos, sino por lo hay no es todo. El tema de nuestro tiempo Son dos las preguntas que traducen la preocupación ética: «¿qué podemos hacer para ser felices?» (bien positivo), y «¿qué debemos hacer para que cada hombre se encuentre en situación de lograr su felicidad?» (sustento indispensable del bien positivo). 2

Pero la definición razonada de la vida feliz no puede ser idéntico para todos los hombres (lo convertiría en deber), con lo cual su planificación también será diferente; por lo que no se puede prescribir como ser felices; pero sí aconsejar determinadas conductas desde la experiencia. La felicidad, según Kant, no es un ideal de la razón sino de la imaginación. Frente al utilitarismo, cabe recordar que; sólo las personas, en virtud de su autonomía, tienen que ser universalmente respetadas y asistidas en su ansia de felicidad. Sin embargo, el eje de la reflexión ética se ha desplazado nuevamente, ahora intenta conjugar ambos (la felicidad y el deber) por medio del diálogo. Sin dejar de lado el elemento vital de la moralidad, la autonomía de la persona, tal autonomía no se entiende ya como ejercida por individuos aislados, sino como realizable a través de diálogos intersubjetivos, tendentes a explicar cuál sea nuestro bien, porque es errado que un individuo sea capaz de acceder en solitario a la verdad y al bien. Los hombres somos, por decirlo con Hölderlin, un diálogo, y sólo por su mediación podemos desentrañar nuestra felicidad.

CONCLUSIÓN La ética es una disciplina reciente que las sociedades democráticas no deseaban para su población. Para ello la autora propone como solución aclarar los mínimos morales y conformarnos con una moral de mínimos compartida dejando la moral de máximos de lado. Los profesores de las universidades se aseguran de no ser confundidos con un moralista y a pesar de que la ética no pueda prescindir de la moral, solo puede llevarse a cabo como filosofía moral. La ética en sí nos conduce, a través de la reflexión de la moral, al camino de la libertad, entendiendo a esta como la facultad y derecho de las personas para elegir de manera responsable su propia forma de actuar dentro de una sociedad, es decir de escoger su forma moral, claro está, teniendo en cuenta los mínimos morales. El eje de la reflexión ética no se centra solamente a la felicidad o al deber, sino que intenta balancear ambos por medio del diálogo. La ética como vocación es la capacidad del vocacionado de preocuparse por el hombre y que se mueven por intereses en la verdad y no por intereses subjetivos. La definición de felicidad no es la misma para todos, por lo que no se podría escribir en sí como ser felices, pero lo que si se puede es aconsejar o guiar de cómo se puede llegar a la felicidad. Las personas, en virtud de su autonomía, tienen que ser universalmente respetadas y asistidas en su ansia de felicidad, ya que por esto tendentes a explicar cuál sea nuestro bien mediante el diálogo entre el deber y la felicidad.

COMENTARIO La autora habla sobre que no existe una unicidad en los significados de la moral, y creemos que es cierto, debido a que, existen diferentes personas las cuales tienen diferentes realidades. Pretendo partir de las siguientes preguntas planteadas en el texto: ¿Qué podemos hacer para ser felices? ¿Qué debemos hacer para que cada hombre se encuentre en situación de lograr su felicidad? Al respecto expreso que ambas preguntas se encuentran ligadas al término felicidad, la pregunta ¿Qué puedo hacer, y la segunda ¿Qué debo hacer? La experiencia vivida nos muestra que la “felicidad” radica en el pensamiento del ser humano, ligado al accionar positivo del tiempo; es decir un equilibrio constante en el pensar y en el actuar (positivamente), lo cual se demuestra en la conjugación de la felicidad con el deber, que conduce a l autonomía del ser humano, consiguiéndolo mediante el diálogo eminentemente social.

REFLEXIÓN CRÍTICA Concordamos con la autora en que pese a la sociedad que fuera no deberían dejar de transmitir actitudes necesarias para una convivencia democrática y que la solución no era solo un cambio de palabras, sino aclarar los mínimos morales que se deberían transmitir pues sin ellos como bien comenta renunciaríamos a la propia humanidad. Además, criticamos la confusión de conceptos entre moral y ética, ya que es importante entender la ética como una manera de reflexionar respecto a la moral, preguntándose y reflexionando sobre lo sustancial de esta: por qué existe y por qué debe o no debe existir. La ética reconoce la importancia de la moral como algo necesario en la existencia del ser humano, la cual se puede reflejar en las normas y valores que crea. Celebramos que, si bien la ética no tiene un efecto en nuestra vida diaria, esta sí tiene un efecto aclarante en nuestro rumbo hacia la libertad. En el texto hablan de que el ético vocacionado busca preocuparse por los demás y ayudar a ser mejor ambos, esta idea se puede sustraer de vocablo griego del que viene la palabra ética que es “ethos” que significa carácter, por 3

ello la ética como vocación, es fundamentalmente la vocación de todos ser humano para llegar a ser excelente. Si bien Kant una matriz idealista a la “felicidad”, al afirmar que se origina en la mente del ser humano; expresó que este argumento sería vinculado al actuar circundante, para que cobre notoriedad y consistencia; puesto que, la mente tiene que plasmarse en acciones que se pueden evidenciar (actitudes); por ello la relevancia de conjugar que puedo hacer… y qué debo hacer. Para comprender mejor el término felicidad.

EJEMPLOS Ejemplo 1 Aplicando el segundo momento de la ética, únicamente un provisional distanciamiento con respecto al mundo cotidiano, permite a los hombres a la larga adueñarse de sí mismos, superar esa voluntad del esclavo que, según Hegel, «no se sabe aún como libre y es por eso una voluntad desprovista de voluntad7». Ejemplo 2 Si me encuentro en un partido de fútbol y mi equipo está perdiendo, y antes de que termine el encuentro mi equipo empata o gana; me voy a llenar de alegría y con ello de felicidad lo cual lo voy a demostrar en gritos de euforia. Pero esto no quiere decir que todas las personas podrían ser felices jugando fútbol ya que cada ser posee una autonomía pensando en la definición de felicidad. Así como cualquier ser también posee el libre albedrío para elegir entre el bien y mal, también posee esa soberanía para elegir su felicidad.

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