L.8 Comprensión de oraciones- Resumen del libro \"Psicología del Lenguaje\" PDF

Title L.8 Comprensión de oraciones- Resumen del libro \"Psicología del Lenguaje\"
Course Procesos Psicológicos Básicos IV
Institution Universidad de Deusto
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Comprensión de oracionesLa comprensión del lenguaje va más allá del reconocimiento de palabras aisladas, ya que en contextos naturales las palabras se presentan casi siempre agrupadas en oraciones. Generalmente, cuando hablamos no pronunciamos palabras aisladas como «gato», sino que expresamos ideas...


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Comprensión de oraciones La comprensión del lenguaje va más allá del reconocimiento de palabras aisladas, ya que en contextos naturales las palabras se presentan casi siempre agrupadas en oraciones. Generalmente, cuando hablamos no pronunciamos palabras aisladas como «gato», sino que expresamos ideas que requieren la combinación de varias palabras en oraciones como «el gato saltó sobre la mesa». Realizamos actos predicativos, decimos algo sobre algo. Desde el punto de vista del lector u oyente, la interpretación de una oración conlleva procesos específicos que no ocurren durante el reconocimiento de palabras aisladas. Para comprender las oraciones es preciso ejecutar todos los procesos ortográficos, fonológicos, de acceso léxico y semánticos para cada una de las palabras individuales. Pero, además, se deben realizar ciertos procesos de segmentación de la oración en unidades sintácticas. Así, agrupará ciertas palabras en unidades mayores denominadas sintagmas, gracias a la concordancia gramatical entre ellas. 

Por ejemplo, «la gata amarilla» forma un sintagma, ya que las tres palabras comparten género y número y constituyen una unidad de significado.

Asimismo, el lector deberá descomponer la oración en sus cláusulas constituyentes, que tienen una relación. Además, debe establecer vínculos de correferencia entre las palabras de las cláusulas, por ejemplo, el pronombre «ésta» es una anáfora que se refiere a «la gata amarilla» previamente mencionada. El orden de las palabras también es un elemento sintáctico de primer orden, que contribuye a que el lector establezca las funciones de cada uno de los conceptos en esa oración específica. Si se alterase el orden de algunas palabras, la interpretación sería diferente, o incluso podría resultar totalmente incoherente. En suma, el lector u oyente debe mostrar unas competencias lingüísticas que le permitirán   

Categorizar distintas clases de palabras (nombres, verbos, adjetivos, etc.) Segmentar el texto en constituyentes gramaticales (sintagmas, cláusulas, oraciones) Establecer vínculos de correferencia entre palabras situadas en diferentes constituyentes.

Estas competencias son intuitivas y pragmáticas, el usuario de la lengua no tiene por qué haber estudiado gramática para aplicar correctamente sutiles operaciones sintácticas durante la comprensión del lenguaje. Además, estas operaciones se ejecutan a gran velocidad, en fracciones de segundo, y de forma inconsciente. La realidad psicológica de la segmentación en unidades gramaticales está avalada por un hecho importante: las unidades de entonación prosódica en el habla coinciden con unidades gramaticales. 

El análisis de las pausas en el habla espontánea o en la lectura en voz alta indica que realizamos pequeñas pausas entre sintagmas, y pausas más largas entre cláusulas.

 

Durante la lectura silenciosa los lectores realizan también pausas espontáneas al final de las cláusulas y de las oraciones Según la teoría del arranque prosódico, las unidades de entonación prosódica (sintagmas y cláusulas) en el habla del adulto podrían servir de pista a los bebés para iniciarse en el aprendizaje de la sintaxis

Todo esto indica que los usuarios del lenguaje segmentan espontáneamente el lenguaje en constituyentes gramaticales.

PERSPECTIVA ESTRUCTURAL DE LA GRAMÁTICA Noam Chomsky (importante) propone la noción de reglas generativas y de transformación, que el usuario de la lengua aplicaría de forma jerárquica, para codificar sintácticamente las oraciones. Chomsky trató de explicar cuestiones como el hecho de que todos seamos capaces de construir y comprender un nº infinito de oraciones diferentes, al demostrar que con un nº pequeño de reglas se puede generar y codificar la infinidad de oraciones que somos capaces de procesar. Asimismo, el problema de la adquisición del lenguaje se reduciría a que el niño, guiado por mecanismos innatos y universales, aprenda y aplique ese conjunto limitado de reglas. Se enfrenta a Skinner porque decía que el lenguaje se adquiría por refuerzo y castigo. Según sus propios términos la lingüística está interesada más en la competencia sintáctica que en la actuación. El objetivo de una teoría de la competencia es describir las reglas que permiten generar oraciones gramaticales y distinguirlas de las no gramaticales. La competencia es un aspecto un tanto idealizado del lenguaje, que se puede describir formalmente sin tener en cuenta a las personas que supuestamente le sirven de soporte material. Además, la competencia chomskyana se centra en la gramática y se desinteresa por el significado. Sin embargo, cuando dirigimos nuestra atención a los usuarios de un idioma, observamos que la producción y la comprensión de oraciones no dependen exclusivamente de la competencia sintáctica; si así fuese, nos limitaríamos a construir de forma mecánica frases gramaticalmente correctas, pero funcionalmente inútiles. La actuación o el uso pragmático del lenguaje está guiado por las intenciones comunicativas de los hablantes, su conocimiento del mundo y de los estados mentales del interlocutor, las limitaciones de la memoria de trabajo, el contexto, etc. Todos estos aspectos no son de interés para la lingüística estructural, pero sí lo son para la psicología del lenguaje.

Teorías basadas en principios Estas teorías asumen una concepción modular del lenguaje al estilo de Fodor, es decir que postulan estadios de procesamiento autónomos o «encapsulados». Así, al procesarse una oración primero operaría el analizador sintáctico que realiza una segmentación, basada exclusivamente en información estructural. Sólo en estadios posteriores entrarían en juego otros factores no estructurales, como el significado de las palabras, aspectos contextúales del discurso o consideraciones pragmáticas que validarían la segmentación hecha u obligarían a una nueva segmentación.

Se planteó a los participantes oraciones gramaticalmente ambiguas y comprobaron qué interpretación sintáctica desarrollan de forma inmediata y automática. De este modo es posible verificar cuáles son las preferencias de segmentación, que según las teorías basadas en principios son universales. Vía muerta (garden-path) Frazier y Clifton Según esta, los lectores u oyentes eligen inmediatamente una de las estructuras posibles, basándose en dos principios universales, los cuales nos ayudan a ser más económicos y eficientes:  

La adjunción mínima: elegir la representación sintáctica más simple. El cierre tardío: unir las nuevas unidades gramaticales a la cláusula o sintagma procesado más recientemente

Dado que la teoría de vía muerta es de carácter modular, los principios de segmentación se aplicarían con independencia del significado de las palabras o de cualquier factor semántico o pragmático. La hipótesis de cierre tardío se cumplía +- en los lectores angloparlantes, pero los lectores españoles mostraban una preferencia relativa por un cierre temprano. Con esto no se verificó la universalidad de las estrategias de segmentación que postulaba dicha teoría. Frazier y sus colaboradores se vieron obligados a introducir una serie de cambios ad hoc en su teoría, para ajustarse a los nuevos datos procedentes de los estudios interlingüísticos. Teoría de la Interpretación (construal theory) Consideran que los principios de adjunción mínima y cierre tardío sólo se aplican rígida y universalmente a un conjunto muy limitado de sintagmas o relaciones gramaticales «primarias», correspondientes a sujeto, predicado. Por el contrario, las oraciones ambiguas que incluyen sintagmas «no primarios», entre ellas las oraciones de relativo, se interpretan aplicando mecanismos semánticos de asignación de roles temáticos. Así, la segmentación de una oración de relativo ambigua no estará determinada por principios rígidos y obligatorios, sino por el dominio temático de la oración, que depende de conocimientos léxicos y del mundo.

Teorías paramétricas de segmentación Reconocen que hay diferencias sintácticas cualitativas entre las lenguas, que una teoría de la segmentación debe tener en cuenta. 

La posición de los modificadores en el sintagma nominal difere : en inglés el adjetivo precede al nombre, y en español el adjetivo sigue al nombre. o Este hecho favorecería que en las oraciones de relativo sintácticamente ambiguas se utilice en español una estrategia específica de adjunción de cierre tardio, ya que éste se percibiría como un simple modificador o complemento del nombre

Otra posibilidad es que las estrategias de segmentación sintáctica se deban simplemente a la experiencia acumulada de cada individuo con ambigüedades del mismo tipo.    

El lector u oyente optará por la adjunción que ha resultado apropiada con mayor frecuencia en su experiencia previa. El analizador sintáctico no utilizaría principios estructurales sino una estrategia ajustada a la tendencia de resolución más frecuente. Este planteamiento estadístico podría explicar las diferencias de adjunción observadas entre el inglés y el español para las cláusulas de relativo. En inglés la mayoría de las oraciones de relativo se resolvían adjuntando CR a SN2, mientras que en español la adjunción más frecuente era a SN1.

PERSPECTIVA FUNCIONAL DE LA GRAMÁTICA Hay lingüistas con un planteamiento funcionalista y cognitivo de la gramática, interesados en los procesos de construcción del significado y en los mecanismos cognitivos que subyacen a la comprensión de oraciones. Desde esta perspectiva, los límites entre sintaxis y semántica se difuminan, ya que los propios elementos gramaticales contribuyen activamente a la construcción del significado.

La gramática como instrucciones de procesamiento Según Givón, los marcadores gramaticales (preposiciones, pronombres, conjunciones, morfemas...) pueden considerarse instrucciones de procesamiento que guían al lector en la ejecución de ciertas operaciones mentales, principalmente  la regulación del foco atencional  la búsqueda de información en la memoria  la integración conceptual Por ejemplo, los pronombres funcionan a menudo como anáforas que le indican al lector u oyente qué concepto, mencionado previamente, debe mantenerse activado en el foco atencional. Consideremos la oración: «Cuando Juan terminó de leer el libro, él lo tiró a la papelera».  En la segunda cláusula hay dos anáforas pronominales que le indican al lector que mantenga activados los referentes previamente mencionados: él = Juan, lo = el libro. Los marcadores gramaticales indican al lector u oyente cómo debe operar con las palabras y los conceptos en las oraciones .

Existe una estrecha correspondencia entre forma lingüística y significado Por ejemplo, el sujeto gramatical es en la mayoría de los casos una entidad animada, casi siempre humana, consciente, activa y volitiva. Aunque en algunos casos el sujeto gramatical pueda ser cualquier sintagma nominal (incluyendo un objeto inanimado), lo cierto es que se pueden construir muchos más predicados significativos referidos a entidades animadas y sobre todo a personas. El paralelismo entre la forma lingüística y el significado se manifiesta también en el hecho de que algunas estructuras o «construcciones» gramaticales expresan eventos

relevantes de la experiencia humana, como ubicación espacial, relaciones causales o acciones de transferencia. Por ejemplo, las construcciones de doble objeto «sujeto-verbo-objeto 1-objeto 2», presentes en oraciones como «el coronel entregó el libro a la anciana» o «la niña le contó una historia a su madre», conllevan la idea general de transferencia, es decir un agente transfiere un objeto o una información a un recepto.

Figura y fondo. En muchas estructuras predicativas se postula una relación figura/fondo.  La figura es la entidad relativamente desconocida que recibe el foco atencional  El fondo es la entidad más familiar que se utiliza como marco de referencia. «El libro rojo está encima de la mesa de mi despacho». La figura es el objeto cuya posición deseamos establecer, y el fondo es el objeto mejor conocido que sirve de marco de referencia. Una característica del patrón predicativo figura/fondo es la asimetría.

 En las oraciones locativas la figura suele ser más dinámica, de menor tamaño y menos saliente que el fondo.  Consecuentemente, la inversión de los términos determina frases extrañas o con un significado diferente. «La mesa de mi despacho está debajo del libro rojo».  La asimetría predicativa se observa también en los predicados que indican similitud, en los cuales las propiedades compartidas por la figura y el fondo deben ser especialmente salientes en el fondo.  «Mi perro es como un león», la similitud que el hablante quiere destacar reside en ciertas propiedades sobresalientes del león (fiereza, fuerza, etc.) que se transfieren a su perro.

Perspectiva Cuando los usuarios del lenguaje deciden comunicarse, necesariamente enmarcan la descripción de un evento o escenario utilizando un punto de vista determinado. En cierto modo, los usuarios del lenguaje no pueden dejar de incluirse a sí mismos en lo que dicen, estableciendo un marco espacial, temporal o conversacional centrado en el aquí-ahora-yo. En general, la descripción de relaciones espaciales supone una perspectiva determinada del hablante. Así, los términos deícticos «delante de», «frente a», «a la derecha», «a la izquierda», «aquí» o «allí» implican un punto de vista particular que se altera cuando los interlocutores se mueven. Por otra parte, los mensajes lingüísticos en castellano implican una perspectiva temporal (presente, pasado o futuro). Para ello, hay diversos recursos verbales, como los morfemas que dan lugar a los tiempos verbales o los adverbios de tiempo. Algunas lenguas, como el castellano, establecen además otros matices temporales, indicando si la acción se considera finalizada (escribió una carta) o en marcha (escribía una carta). Finalmente, otros elementos de perspectiva son los pronombres deícticos («yo», «tú», él/ella) que implican la perspectiva del hablante, la del oyente o la perspectiva de otro ajeno al contexto comunicativo, respectivamente.

Dos elementos gramaticales que se han estudiado desde una perspectiva funcionalista: las anáforas y los conectores. Anáforas Un tipo de elemento lingüístico que facilita la construcción de la coherencia entre las oraciones. Describe una palabra referida a un concepto mencionado en el contexto previo. Son uno de los principales marcadores gramaticales («instrucciones de procesamiento») que inducen al lector o al oyente a establecer vínculos de correferencia entre las cláusulas y las oraciones. El lector debe resolver cuál es el antecedente anafórico para poder integrar las oraciones. Son extraordinariamente abundantes en la lengua, sobre todo los pronombres como «él», «ella», «ellos», «ellas», «lo»..., que a menudo funcionan como anáforas. El estudio del procesamiento anafórico se presta especialmente al uso de los métodos de investigación en línea que han desarrollado los psicólogos del lenguaje durante décadas, como las medidas de activación o el registro de movimientos oculares. La dificultad es mayor cuando 

 

La anáfora tiene dos posibles referentes (anáfora ambigua) que cuando tiene uno solo o Laura le confesó la verdad a Juana porque ella se lo pidió o Hay dos observaciones importantes.  La ambigüedad referencial del pronombre se resuelve al final de la oración.  Cuando se resuelve, no sólo se verifica más rápido el referente sino que se enlentece la respuesta ante el no referente. o Gernsbacher postula que hay dos procesos que operan en la resolución anafórica: el ensalzado del referente (aumento de activación) y la supresión o inhibición del no referente. La distancia entre la anáfora y el referente es mayor El referente no pertenece al tema del discurso (la idea que se está desarrollando)

Los pronombres anafóricos se refieren a un antecedente, con el que mantienen concordancia gramatical en género y número, la cual constituye una pista para resolver el antecedente. Hay una excepción a esto: las anáforas conceptuales. En algunos estudios se comprobó que los lectores aceptan las anáforas conceptuales, e incluso las prefieren a las anáforas gramaticalmente más correctas. A diferencia del inglés, en castellano es muy común emplear la anáfora cero en lugar de un pronombre. La denominación «anáfora cero» es inexacta, ya que la rica morfología de los verbos en castellano proporciona información sobre la persona y el número, que permite en muchos casos desvelar el referente. Por este motivo, el uso de pronombres anafóricos puede resultar redundante. Así, se leía más rápido y se juzgaba más natural «tengo que llamar de nuevo a Telefónica. Se equivocaron en la factura» que «tengo que llamar de nuevo a Telefónica. Se equivocó en la factura

Conectores Funcionan como un «pegamento semántico» entre las cláusulas. Al igual que las anáforas, operan como instrucciones de procesamiento, indicando al lector u oyente cómo debe integrar dos cláusulas. Los conectores de uso más frecuente (conjunciones o adverbios) son los aditivos temporales, causales y adversativos.  Los conectores operan entre unidades relativamente complejas, por lo general cláusulas u oraciones. Ello constituye una diferencia importante con las anáforas, que son meros punteros que señalan un concepto nominal previamente mencionado.  Los conectores no se limitan a indicar que existe una relación formal (p. ej., sintáctica) entre dos unidades lingüísticas, sino que inducen al lector a construir un tipo de relación semántica particular entre dos eventos.  Los conectores aditivos imponen muchas menos restricciones semánticas que los anteriores, siendo más polisémicos o de propósito general. Así, el conector y, dependiendo del contexto, puede entenderse como una simple yuxtaposición o enumeración de eventos, como sucesión temporal, causalidad e, incluso, contraste u oposición entre eventos.  Los conectores más restrictivos (adversativos y causales) son cognitivamente más demandantes. Prueba de ello es que el orden de adquisición de los conectores en los niños es el siguiente: aditivos → temporales → causales → adversativos La frecuencia de uso de los conectores es muy alta, tanto en el lenguaje oral como en el escrito  La frecuencia de algunos conectores es del mismo orden de magnitud e, incluso, superior que el de los pronombres anafóricos más comunes. Los conectores han sido más un tema de estudio de los psicólogos del razonamiento, que han considerado que algunos de ellos («y», «luego», «pero», «o», «si») son operadores lógicos incorporados en el lenguaje natural. Por lo tanto, según estos investigadores, habría que explicar su uso en las tareas de razonamiento deductivo. La presencia del conector reduce la carga cognitiva en la lectura. Conectores causales La identificación de la palabra de prueba fue más rápida en presencia del conector, indicando que éste inducía una reactivación de la primera cláusula. Otros investigaciones han mostrado, además, que la presencia del conector causal « porque» incrementa la probabilidad de recuerdo tanto de la primera como de la segunda cláusula de las oraciones Es importante señalar que el conector « porque» no incluye información específica sobre cómo es la relación causal existente entre los eventos. Únicamente le indica al lector que debe inferir una relación causal apropiada para ese contexto. En la mayoría de las situaciones el autor del texto es cooperativo al insertar un «porque» entre dos eventos causalmente relacionados y el lector tiene éxito al establecer la relación causal, basándose en su conocimiento del mundo  Noordman, Vonk y Kempff comprobaron que cuando el lector no dispone de suficiente conocimiento sobre el fundamento causal de dos eventos, el conector « porque» resulta completamente inútil puesto que el lector no es capaz de realizar la inferencia causal.

Conectores adversativos Indican al lector que debe estar preparado para una ruptura de sus expectativas causales en la siguiente cláusula. Son indicadores de discontinuidad entre las cláusulas. Su presencia también ...


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