La antigua Grecia PDF

Title La antigua Grecia
Author Pedro Fernández Prieto
Course Cultura Grecolatina
Institution UNED
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Resumen de la antigua Grecia...


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La antigua Grecia Historia La antigua Grecia es, junto con el cristianismo, el germen de la cultura occidental. Su Historia se divide en cuatro períodos:



Edad Oscura (1200 a.C. ~ 776 a.C.)



Época Arcaica (776 a.C. ~ 499 a.C.)



Período Clásico (499 a.C. ~ 323 a.C.)



Período Helenístico (323 a.C. ~ 31 a.C.)

La civilización griega tiene su origen en la civilización cretense o minoica, de la isla de Creta, y en la micénica, de la ciudad de Micenas. Los cretenses ya construían palacios, como el Palacio de Cnosos, con grandes habitaciones, escaleras monumentales, jardines y almacenes para el legendario rey Minos. En cuanto a la cultura micénica, situada en el centro y sur de la península griega, podemos destacar que también fueron grandes constructores: el yacimiento arqueológico más importante es el de Micenas, con la Puerta de los Leones. Estos helenos formaron la primera cultura avanzada de lengua griega. Esta escritura fue bautizada recientemente como Lineal B. Su economía era muy estructurada y dependiente el comercio de productos como aceite, lana, vino y esclavos. Se les considera los antepasados directos de los griegos. Cuando colapsa la civilización micénica, nos adentramos en la Edad Oscura, llamada así debido a las pocas fuentes y documentos que se han encontrado de este período, que transcurre entre el 1200 a.C. y el 776 a.C. La Edad Oscura, en el mundo griego, significa el paso del bronce al hierro y la transición de lo prehelénico a lo helénico, abarcando lo sucedido durante los siglos que separan la descomposición del mundo micénico y la eclosión del mundo heleno. Al finalizar la Edad Oscura, comienza la Edad Arcaica, que comprende desde el 776 a.C. al 500 a.C. Se trata del período en el que los griegos necesitaron más tierras y, por consiguiente, consiguieron expandir sus territorios. Las tribus griegas fueron estableciéndose en Grecia continental y en las islas del Mar Egeo en un primer estadio, para acabar conquistando Asia Menor y el sur de Italia y Sicilia, área conocida como Magna Grecia. Estas tribus indoeuropeas hablaban distintas variantes de la futura lengua griega, emparentada con la lengua micénica. Estos pueblos eran los aqueos, los jonios, los dorios, los eolios y los arcadios, entre otros. En la Época Arcaica la nobleza arrebató el poder a los reyes, formándose así las distintas ciudades-estado o polis, como Atenas, Tebas, Esparta, Corinto o Argos. La necesidad de encontrar nuevas tierras, el aumento demográfico y los conflictos sociales llevaron a los griegos a buscar nuevas colonias independientes tanto en el este como en el oeste. Esto supuso un enorme despegue económico; algunos de los aspectos que favorecieron la colonización fueron la aparición del hoplita o soldado de infantería griego, el progresivo uso del trirreme o navío de tres filas de remos (más ágil que las embarcaciones fenicias) y la introducción de la moneda para las transacciones comerciales. En la decisión de fundar nuevas colonias, así como en la elección de su ubicación, jugó un papel fundamental el Oráculo de Delfos, del que más tarde hablaremos. De esta manera, la cultura griega se expandió; aunque fueran ciudades estado independientes que guerreaban entre sí, había un sentimiento de pertenencia a una misma cultura común y un sentimiento de unidad, ya que compartían una misma lengua, tenían los mismos cultos y creencias y se reunían en las mismas celebraciones. Los romanos llamaron griegos a los habitantes de la Antigua Grecia, aunque estos se llamaban a sí mismo helenos y, con el nombre de Hélade se conoce al territorio en el que se asentaron. Tras la Época Arcaica, comienza la Edad Clásica, desde el 499 a.C. al 323 a.C. En este período tuvieron lugar las Guerras Médicas: los enfrentamientos entre una liga de pueblos griegos contra el temible Imperio Persa. Todo comenzó cuando las ciudades jonias de Grecia y Asia Menor se rebelaron contra el dominio persa; muy pronto las demás ciudades formaron una confederación militar contra un ejército persa que estaba bajo el mando del rey Darío I, iniciándose así la Primera Guerra Médica que finalizó con una victoria griega. La guerra se reanudó en el 480 a.C., bajo las órdenes del rey Jerjes I, hijo de Darío I. Los aliados griegos, con Esparta y Atenas a la cabeza, lograron vencer nuevamente al imperio persa. Famosas son las victorias griegas en Salamina y en Platea o la defensa del desfiladero de las Termópilas por el rey Leónidas I. La

suerte no solo de Grecia, sino de la civilización occidental se jugó en una serie de jornadas decisivas. Atenas inició, bajo el gobierno de Pericles, una época de esplendor que cambió el mundo occidental. Sin embargo, pronto, Esparta pretendió liberarse del poder ateniense: espartanos y atenienses, antiguos aliados, iniciaron un largo conflicto llamado la ‘Guerra del Peloponeso’, que concluye con la derrota de los atenienses y la nueva supremacía de Esparta, aunque pronto se produciría un nuevo renacimiento de Atenas tras el debilitamiento de Esparta y su guerra contra Tebas. En su última fase el Período Helenístico, que comprende desde el 323 a.C. al 30 a.C., Alejandro III, apodado Magno, hijo del rey Filipo II de Macedonia, que heredó de su padre una Grecia derrotada y acabó sometiendo al Imperio Persa. Sus conquistas crearon un vasto imperio que abarcaba desde Egipto hasta la India, lo que ayudó a difundir la cultura griega por todo el Mediterráneo y gran parte de Oriente. A partir del año 200 a.C. los romanos se empiezan a apoderar de todas las zonas colonizadas por los griegos, tomando finalmente el último de los reinos de los sucesores del imperio de Alejandro: el reino de la dinastía de los Ptolomeos en Egipto, con Cleopatra VII como su última representante. Tras la derrota de Cleopatra y de Marco Antonio en el 31 a.C. por parte de las tropas de Octavio Augusto, los romanos acabarían absorbiendo la herencia de la cultura griega.

Gobierno Las formas de gobierno de las polis griegas fueron muy dispares. Los modelos más conocidos y que ejercieron más influencia fueron el de Esparta y el de Atenas. Esparta era un pueblo guerrero con gran preparación militar, rígido y austero. Durante mucho tiempo hubo en Esparta una diarquía o forma de gobierno en la que dos reyes, pertenecientes a las grandes familias espartanas, regían sobre el pueblo, por lo que se trataba de una forma de aristocracia o gobierno de los mejores. La contribución de Esparta a la cultura es más pobre que la ateniense. Atenas fue la ciudad más importante: era una ciudad con mar que vivía de cara al comercio. El nombre de la ciudad viene de la diosa Atenea (Atenas significa hijos de Atenea); según la mitología, Atenea hija de Zeus, era la diosa de la sabiduría, pero también era una diosa protectora y combatiente, y se la solía representar con una lechuza. En Atenas nació el sistema político que hoy conocemos como democracia o gobierno del pueblo: la forma más perfecta de gobierno, si bien este sistema difiere en muchos aspectos del que conocemos actualmente con el mismo nombre. Fue Pericles quien sentó las bases de este gobierno democrático, pero en siglos anteriores la obra de legisladores como Solón y de tiranos como Pisístrato y Clístenes hizo posible que los ciudadanos atenienses participaran en las tareas políticas.

Festividades Las ciudades griegas estaban dominadas por una acrópolis o recinto sagrado en lo alto de una colina. La Acrópolis de Atenas albergaba el tesoro de la ciudad y diversos templos para realizar ritos religiosos y altares para hacer ofrendas a la diosa Atenea, que era la patrona y protectora de la ciudad. Atenea era honrada en el Partenón, que fue mandado reconstruir por Pericles, pues los persas arrasaron con la antigua acrópolis en la Segunda Guerra Médica. El Partenón fue realizado como agradecimiento de la ciudad a los dioses por su victoria definitiva sobre los persas. Los arquitectos que construyeron el Partenón fueron Ictinos y Calícrates, que estuvieron a las órdenes del gran arquitecto y escultor ateniense Fidias, autor de la decoración escultórica y de la gran estatua crisoelefantina de la diosa Atenea Partenos, que cada año era agasajada con ofrendas. Un ejemplo es la procesión panatenáica, que atravesaba la ciudad, comenzando en el ágora y ascendiendo hasta la Acrópolis durante el Festival de las Panateneas, en el que se ofrecía un vestido llamado peplo a Atenea. El ágora de Atenas era el centro de la actividad política, administrativa, comercial y social. Aparte de las acrópolis había otro tipo de recintos sagrados: los santuarios. Los santuarios eran recintos panhelénicos, por lo que su financiación, a diferencia de las acrópolis, dependía de todo el mundo griego. El Santuario de Delfos era el más importante del mundo griego: estaba dedicado al dios Apolo y en él se hallaba el Oráculo de Apolo, que se convirtió en toda una institución en Grecia. Cuando se consultaba, una sacerdotisa llamada pitonisa entraba en trance y pronunciaba palabras inconexas a las que un sacerdote daba después coherencia en forma de proverbios; el que buscaba consejo extraía

de ellos una predicción que se podía interpretar de muchas maneras. Así, el oráculo nunca fallaba; lo que podía fallar era la predicción. Peregrinos de toda Grecia, e incluso extranjeros, se acercaban a Delfos a consultar este oráculo, que jugó un papel muy importante en la fundación de nuevas colonias o en asuntos de guerra. Otro santuario muy famoso es el santuario situado en Olimpia; estaba dedicado al dios Zeus y acogía cada 4 años los Juegos Olímpicos. Los Juegos Olímpicos servían no solo para honrar a los dioses sino para acercar a los diferentes pueblos helénicos: durante la celebración de la competición se promulgaba una tregua para permitir a los atletas viajar en condiciones de seguridad desde sus polis hasta Olimpia. Los Juegos Olímpicos de la antigua Grecia fueron bastante diferentes de los modernos: había menos eventos y solo los hombres libres que hablaban griego podían competir. Los griegos competían en las modalidades de carrera, lucha, lanzamiento de disco, jabalina, salto, carreras de caballos y otras pruebas. El premio era una corona de olivo y el reconocimiento en su ciudad de origen. Con frecuencia los poetas convertían a los campeones olímpicos en celebridades, que vivían el resto de sus vidas a costa del erario público. Se cree que los primeros Juegos Olímpicos se celebraron en el 776 a.C., dando así inicio a la Época Arcaica.

Literatura La Ilíada relata la destrucción de la ciudad de Troya; una confederación de aqueos, entre los que se encuentran Ulises y Aquiles, parte camino a Troya, pues el príncipe troyano París había secuestrado a la bella Helena de Esparta, esposa de Menelao, que a su vez era hermano de Atreo, rey de Micenas, por lo que los griegos sitiaron la ciudad durante 10 largos años. El príncipe de Troya, Héctor, hijo del rey Príamo y hermano de Paris, desencadena la cólera del héroe Aquiles al matar a su querido amigo Patroclo. Aquiles acaba dando muerte a Héctor, pero la ciudad resiste el asedio aqueo. La suerte de la batalla cambiará cuando Ulises urde un plan muy eficaz: construye un gran caballo de madera y esconde a los mejores guerreros aqueos en su interior; los troyanos, al creer que se trata de una ofrenda, introducen el caballo dentro de sus murallas, lo que desencadena el fin de Troya. En la Odisea, Ulises (también conocido como Odiseo), tras batallar en la guerra de Troya, trata de regresar a su hogar, la isla de Ítaca, de la que es rey. En la Odisea se narra un duro camino de vuelta lleno de peligrosas aventuras. La fecha de composición de la Ilíada y de la Odisea es controvertida, pero la opinión mayoritaria la sitúa en la segunda mitad del siglo VIII a.C., habiendo incluso quien discute su autoría. Incluso se pensó que Troya nunca existió, hasta su descubrimiento por el arqueólogo alemán Heinrich Schliemann en el año 1871. Los sucesos acaecidos en Troya, sin embargo, se remontan mucho antes que a Homero: pertenecen al principio de la Edad Oscura; parece pues que los poemas homéricos son el producto de una tradición oral transmitida a través de generaciones. Con la legendaria Troya comienza pues la Historia de Grecia.

Teatro Los griegos también produjeron grandes obras de teatro en las que construían todo un mundo artificial para representar la vida humana. Esquilo, Sófocles y Eurípides son considerados como los más grandes representantes de la tragedia griega y los más importantes autores de la Época Clásica, la más esplendorosa de la Antigua Grecia. Las obras se representaban en el teatro. El teatro griego se originó en un espacio circular al aire libre llamado orquesta, en el que se ejecutaban una gran variedad de actividades: desde espectáculos artísticos, danzas, recitados y piezas musicales, hasta eventos cívicos y religiosos. El edificio se apoyaba en una pendiente para construir el graderío.

Filosofía A los antiguos griegos también se les considera los precursores del pensamiento occidental actual, un modo de pensar que utilizaba razones y argumentos, y que valoraba la lógica y la razón como la más valiosa posesión del ser humano. Para entender la filosofía griega, hay que conocer la filosofía de tres figuras que han determinado el pensamiento occidental hasta nuestros días: Sócrates, Platón y Aristóteles.

Sócrates vivió toda la época de Pericles, y es de tal importancia que a los filósofos anteriores a él se les denomina presocráticos (como, por ejemplo, el matemático Pitágoras). El discípulo de Sócrates fue Platón, que tuvo a su vez a Aristóteles como alumno. Aristóteles asistió al ascenso de Macedonia y fue el preceptor de Alejandro Magno.

Arte Las proporciones y la representación de la figura humana son los elementos centrales en el arte helénico. Para estudiar el arte griego es importante distinguir entre la Época Arcaica, la Edad Clásica y la Edad Helenística. Los edificios más destacables son los templos religiosos, como el Partenón, que se ajustaban a determinadas proporciones; podían ser de uno de los tres estilos principales: dórico, jónico o corintio. La escultura es otro ejemplo de belleza y del uso de la proporción; sus autores más importantes fueron Fidias (autor de la obra escultórica del Partenón), Praxíteles (autor del Hermes de Olimpia y su famosa curva praxiteliana), Mirón (autor del famoso Discóbolo) y Policleto (autor del Doríforo y teórico estético en el tratado llamado Canon). Aunque en el arte griego no hay muchas muestras de pintura, sí hay muestras de cerámica, donde se reflejan las epopeyas literarias y su vida cotidiana.

Conclusión Hemos visto pues la importancia de la antigua Grecia, enormemente influyente en nuestra cultura, tanto en la lengua, en la política, en los sistemas educativos, en la filosofía, en la ciencia o en el arte. La cultura griega, y por extensión la romana, tuvo también un importante auge en períodos posteriores como el renacentista o el neoclásico.

Religión Los griegos creían en un panteón de 12 dioses que, según la mitología, vivían en el monte Olimpo. El mundo tuvo su origen cuando Urano, el cielo, cometió incesto con su madre, Gea, la Madre Tierra. De esta relación surgieron primero los cíclopes y después los titanes. De los titanes Cronos y Rea surgirían más tarde los dioses olímpicos. Estas leyendas y mitos son la base fundacional de la cultura griega: las aventuras de los dioses se narran, entre otras fuentes, en la Teogonía de Hesíodo y en las epopeyas del poeta Homero: la Ilíada y la Odisea.

Panteón griego

Tríada de hermanos olímpicos

Tríada de hermanas olímpicas

Afrodita y sus relaciones

Dioses independientes

Pareja apolínea...


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