La desigualdad que reflejan los santos inocentes PDF

Title La desigualdad que reflejan los santos inocentes
Course Lengua Castellana y Literatura
Institution Bachillerato (España)
Pages 24
File Size 381.9 KB
File Type PDF
Total Downloads 51
Total Views 150

Summary

Trabajo completo libro los santos inocentes...


Description

ANÁLISIS DE LOS PERSONAJES DE LOS SANTOS INOCENTES

Paula Moreno Gilaberte 1º Bachiller A. Curso 2013/14

ÍNDICE 1. Introducción…………………………………..3 2. Los personajes opresores……………………...4 2.1. La señora marquesa…………………….5 2.2. El señorito Iván…………………………8 3. El papel de la Iglesia. El Obispo……………..11 4. Los personajes oprimidos…………………….12 4.1. Paco, el Bajo…………………………...13 4.2. La Régula………………………………15 4.3. El Quince y El Rogelio…………………16 4.4. La Nieves……………………………….17 4.5. Azarías………………………………….18 4.6. La Niña Chica…………………………..22 5. Otros personajes………………………………23 5.1. Don Pedro y Doña Purita……………….24 5.3. Señorita Miriam………………………...25 6. Conclusión……………………………………..26 7. Bibliografía…………………………………….27

2

INTRODUCCIÓN Los santos inocentes es una novela escrita por Miguel Delibes, publicada en 1981, ambientada en un cortijo de Extremadura en los años 60. Al leer la obra y ver el modo del que está escrita, me “asusté” un poco, ya que la falta de puntos me dificultaron la lectura y por consecuencia también las ganas de seguir leyendo la novela. Una vez terminada la lectura y ver la película, me decanté por hacer el trabajo sobre: Los personajes de Los santos inocentes. En mi opinión creo que este tema es de los más interesantes a desarrollar, ya que es imprescindible comprender y analizar cada personaje para llegar a captar la finalidad de la obra y el mensaje que nos quiere transmitir el autor. Aunque el tema y la obra me parezcan más sencillas de comprender y desarrollar que La Fundación, poseía más información extraída de la biblioteca y del libro. Aunque por el contrario, la introducción de Domingo Ródenas de Moya, ayuda mucho a exponer el tema. Según algunos autores esta obra puede ser considerada “una novela de personaje”1, ya que se establece una relación entre los personajes y el autor, que nos quiere transmitir la situación de la época, en base a los distintos personajes y su diferencia social.

1 VV.AA, Análisis de Los Santos inocentes de Miguel Delibes , Murcia, Publicación de la Universidad de Murcia, 2009, p.30

3

2. Los personajes opresores En el inicio de la guerra civil española (1936) la aristocracia luchó defendiendo el fascismo, mientras que muchos pueblerinos lo hicieron defendiendo la república. Al finalizar la guerra (1939) y gracias al triunfo de los fascistas, la aristocracia recuperó las grandes extensiones de tierra que ya poseía anteriormente. Los opresores de Los santos inocentes corroboran la combinación de la aristocracia y los latifundios, dejando claro el lugar que ocupan en la sociedad. Leyendo en profundidad la obra se puede observar el sentido crítico político que pretende mostrar Delibes en su obra. La diferencia social y económica entre los opresores (aristocracia) y los oprimidos (clase trabajadora). Tal clasificación ya la hizo anteriormente Marx y Engels en su obra Manifiesto comunista (1948). Estos autores establecieron que la sociedad siempre se había dividido en dos grandes grupos sociales: opresores y oprimidos.

2.1. La señora Marquesa La señora Marquesa es la dueña del cortijo, pero vive lejos, en la ciudad. Mantiene una actitud “paternalista, de aparente protección hacia los humildes, pero que en realidad responde al deseo de demostrar ante ellos su posición social.”2 Como se ha dicho al comienzo de este apartado, corrobora la combinación de la aristocracia y los latifundios. La Marquesa, no es uno de los personajes relevantes en la trama de la novela, ya que su acción es mínima, pero no por ello representa su clase social y su despotismo y “voluntad de explotación”3. 2 3

Ibid., p. 34 Adrian Huici Cine, literatura y propaganda, Ediciones Alfar S.A, Sevilla, 1999. p. 63

4

Estos “vicios” que se denuncian en la Marquesa, se ven reflejados en la distancia insalvable que establece ella con sus trabajadores, lo que agranda aun más las diferencias sociales. A causa de la comunión de su nieto, el señorito Carlos Alberto, la Marquesa visita el cortijo. Nada más su llegada, muestra su autoridad y superioridad al señalar (aunque no se distingue muy bien en la obra) con el dedo a Régula: “…se quedó deslumbrada ante la púrpura, sin saber qué partido tomar, a ver, que, en principio, en pleno desconcierto, dio dos cabezadas, hizo una genuflexión y se santiguó, pero la Señora Marquesa la apuntó desde su altura inabordable…” Libro segundo, p.99 Más tarde, recibe uno por uno a sus criados en la Casa Grande, para interesarse por sus vidas y gratificar con una moneda de diez duros su visita: “...toma, para que celebréis en casa mi visita…” Libro cuarto, p.145 Parece un acto generoso por su parte, sin embargo, su obligación es repartir un salario a los obreros de la finca por su labor: “…la Señora es buena para los pobres…”Libro cuarto, p. 145 Otro aspecto de la relación de la Señora y sus subordinados, es la animalización de las gentes, también manifestado en la persona del Señorito Iván. En la Marquesa podemos apreciarlo cuando ve la presencia de Nieves, la hija de Régula y Paco, que está sirviendo, y la observa como un animal de feria, de su propiedad: “…Miriam, ¿te has fijado en esa muchacha?, ¡qué planta, qué modales!, puliéndola un poco haría una buena primera doncella, y la señorita Miriam, miraba a la Nieves con disimulo, verdaderamente, la chica no está mal, dijo, 5

si es caso, para mi gusto, una pizca de más de aquí, y se señalaba el pecho” Libro segundo, p.100 Para finalizar, he de destacar otro momento de la obra, en la que la Marquesa muestra su preeminencia. Al atardecer, y para celebrar su visita, los criados celebraban un homenaje a su Señora: “…¡viva la Señora Marquesa! y ¡que viva por muchos años!..” Libro cuarto, p.145 mientras ella desde la ventana, levanta los dos bazos dándoles las buenas noches. Los brazos extendidos en alto es un gesto de dominación, amenaza y protección paternalista. Esta actitud es la que suelen tener la mayoría de los dictadores.: “…y la Señora, desde la ventana iluminada de sus habitaciones, a contraluz, levantaba los dos brazos, les daba las buenas noches y a dormir…”Libro tercero, p.112 Así pues, se ve reflejado en la Marquesa un claro papel dictatorial, hecho que también se manifiesta en su hijo, el señorito Iván.

2.2. El señorito Iván El “caciquismo” es el sustantivo que se le atribuyó a la situación política durante los años de la Restauración borbónica. Los llamados “caciques” se encargaban de controlar y manipular los votos de todas las personas, de manera que saliera un partido político u otro. A esta situación se le conoce como bipartidismo.

6

Se compara al “caciquismo” con Iván porque es un hombre dueño de unas tierras que hace lo que quiere, cuando quiere y como quiere. Él es el dueño de su mundo, y así lo representa Delibes en la obra. Actúa como un caudillo para el que las personas solo tienen una importancia relativa mientras le prestan algún servicio. Cuando ya no le sirven, sea por enfermedad, por vejez, o por cualquier otro motivo, los deja, olvida y desprecia. Se puede apreciar esta actitud en su relación con Paco, el Bajo. Mientras Paco le presta un servicio a Iván es un trabajador muy valioso para el señorito. Sin embargo, cuando se rompe la pierna y no puede realizar su tarea como rastreador, el señorito lo desprecia. También se puede observar en otra situación distinta: “Crespo, no me dejes de la mano a esos muchachos, Paco, el Bajo, ya va para viejo y yo no puedo quedarme sin secretario” Libro segundo, p.95 El Señorito Iván tiene una cierta tendencia al sadismo. Tales actitudes se aprecian en pasajes como la orden de cegar a los palomos, o la compulsión con la que obliga a Paco a seguir corriendo con la pierna rota en sus actividades campestres. Se puede deducir que su pasión cinegética es un culto que le rinde al dolor, la violencia y la muerte. Como la mayoría de aristócratas de esa época, Iván tiene una personalidad fascista. Heredada, por su puesto, del nuevo régimen que se instauró en España en 1939. Es característico en este personaje el calificativo “maricón” para todas las personas o situaciones. Su verdadero significado por la Real Academia Española es “hombre afeminado y de poco ánimo y esfuerzo” además de “hombre homosexual”. Tal y como lo emplea Iván en la obra, la palabra “maricón” o “mariconería” significa debilidad, falta de voluntad y poca hombría:

7

“…¿qué te pasa ahora, Paco, coño? ya es mucha mariconería esto, ¿no te parece?...” Libro cuarto, p. 144 Este calificativo peyorativo, unido al sentimiento fascista, muestra la actitud xenófoba de este personaje: “…¿te fijas? el maricón del francés no distingue un arrendajo de una perdiz…” Libro segundo, p.103

Tales actitudes xenófobas surgen del miedo a lo extranjero y desconocido y, de un sentimiento de inferioridad y rechazo. También, se puede destacar de este personaje su ansia de guerra (actitud fascista). Esta valoración positiva de la guerra, sería la oportunidad para demostrar la “hombría” verdadera. Recordemos como Iván, se lamenta de la juventud desobediente y corrompida, aquí representada por Quince (hijo de Régula y Paco): “…los jóvenes, digo, Ministro, no saben ni lo que quieren, que en esta bendita paz que disfrutamos les ha resultado todo demasiado fácil, una guerra les daba yo, tú me dirás, que nunca han vivido como viven hoy” Libro quinto, p.170 Según él, una guerra calmaría las inquietudes de los jóvenes y se conseguiría una “bendita paz” que, únicamente, consistiría en el silenciamiento, la persecución, el exilio y la muerte de los oprimidos. Por lo tanto, una guerra acabaría con las actitudes no afines al régimen. En resumen, el señorito Iván, tiene una personalidad en la que abundan los rasgos negativos, y en el que es difícil hallar algún rasgo de bondad. Asume totalmente su condición de amo y no permite que nada pueda limitarla. Su mentalidad feudal le lleva a establecer relaciones de permanente dependencia con sus siervos, a mantener en todo momento la jerarquía:

8

“…unos abajo y otros arriba, es ley de vida ¿no?...” Libro quinto, p.170 Se ve reflejado en Iván una actitud claramente fascista y dictatorial. Es un personaje cargado de simbología, pues realiza el claro papel de dictador (se manifiesta en él la figura de Franco).

3. El papel de la Iglesia. El obispo Cuando Franco accedió al poder en el año 1939, la Iglesia le dio todo su apoyo. Este hecho no es extraño, puesto que en países como Alemania sucedió exactamente lo mismo. Esta situación simplemente era una estrategia de los gobernadores para acceder al poder. En aquellos tiempos, la Iglesia era una institución con más poder que el que tiene ahora. Apoyando al partido ganador obtenía muchos beneficios. En la obra de Delibes aparece implícita una crítica hacia la Iglesia. Introduce un personaje, el obispo, que acude al Cortijo con el fin de celebrar la Comunión del nieto de la señora Marquesa. Pasa por delante de todos los obreros de la finca, los cuales deben inclinarse y besar el anillo del obispo. Pero no sería correcto decir que pasa por todos los obreros. En cuanto pasa por la mitad de ellos entra apresuradamente en la casa: “…y fue ella, entonces, la Régula, y se comió a besos el anillo pastoral, mientras el Obispo sonreía y apartaba la mano discretamente, y, azorado, atravesaba los arriates restallantes de flores y penetraba en la Casa Grande” Libro segundo, p.99

9

Todas las autoridades de la Iglesia deberían comportarse según lo que predican, esto es, cumplir los valores que enseñó Jesús de Nazaret. Sin embargo, tal y como representa Delibes, esto no se lleva a la práctica. El obispo debería interesarse por cada una de las personas de la finca, sean pobres o ricas, puesto que ese es su rebaño y él debe cuidar de él. Sin embargo, entra rápidamente a la casa, haciendo ver que su verdadero entorno es aquel: un lugar lleno de lujos y comodidades.

4. Los personajes oprimidos La obra de Miguel Delibes es una dicotomía, es decir, presenta una realidad desde dos perspectivas diferentes. Una de estas perspectivas es la que ya se ha comentado en el apartado anterior, los opresores. La otra es la de los oprimidos. Estos personajes son Paco, el Bajo, Régula, Quirce, Rogelio, Nieves, la Niña Chica y Azarías. El nivel de opresión de cada personaje es distinto, pues cada uno de ellos reacciona y piensa de forma diferente. Así como Paco el bajo y Régula acatan cualquier norma, sea justa o injusta, que se les imponga, sus hijos pretenden librarse de las ataduras del Cortijo evadiéndose hacia distintos caminos. La Niña Chica y Azarías son dos personajes indiferentes a la opresión. Aunque son gente ilota y explotada viven en su mundo, donde no existe la opresión ni las injusticias. Es por esta razón por la que se han incluido en otro apartado distinto a este.

10

4.4. Paco el Bajo Paco, el Bajo es el personaje que más ejemplifica la opresión y la humillación en la obra. No es una casualidad que Delibes le haya puesto de nombre “Paco, el Bajo” que, además de por su altura, lo bajo representa lo detestable, lo inferior, la mala calidad, lo grosero, lo basto. Además de ser un hombre oprimido, es una persona ingenua. Se podría comparar con el cuento de la lechera. En el momento en que le dicen que tiene que mudarse al Cortijo, empieza a pensar en una vida mejor que la que llevaban hasta ese momento. Pero al igual que a la lechera se le rompió el jarrón de leche y con él todas sus expectativas, Paco, el Bajo pierde toda esperanza en cuanto ve la nueva casa. Este personaje sería el ideal de trabajador para cualquier empresario de hoy en día, pues en ningún momento critica a sus amos ni habla de ellos con malas intenciones. Incluso es capaz de actuar en contra de sus propios sentimientos para agradar a sus amos: “…niña, a ti estos pleitos de la Casa de Arriba, ni te van ni te vienen, tú allí, oír, ver y callar,…” P.59

11

Tiene un prodigioso sentido del olfato, característica por la que el Señorito Iván lo tiene como uno de sus mejores empleados. Pero del mismo modo que esta cualidad le acerca a su opresor, hace que su vida sea más desgraciada, si cabe. Cuando Paco se rompe la pierna, el Señorito Iván se enfada muchísimo con él. Le aconseja andar un poco todos los días para poder ir a la próxima cacería, cuando debería estar guardando reposo. Como buen empleado leal que es Paco, el Bajo, cumple con lo dictaminado por el Señorito pues, a pesar de haber sonado como una sugerencia, sigue siendo una orden.

Sin embargo, el sometimiento de Paco no es solo por parte del señorito Iván, sino también por él mismo. Se podría calificar autosometimiento, tal y como dice Adrián Huici en su obra: “como hemos visto, Iván lo somete a las peores humillaciones, lo cual suscita una fuerte reacción de repulsa por parte del lector-espectador, pero no menos cierto es que Paco parece aceptar ese tratamiento como algo que está en la naturaleza de las cosas…,

por lo que su sometimiento acaba siendo

autosometimiento, lo cual hace aún más monstruosa, si cabe, la relación con su amo.”4 Por otro lado, acentúa el trato animal que recibe por parte del señorito comportándose como tal. Actúa igual que los perros, tomando esta actitud como correcta si con ello agrada a su amo. Tales actitudes aparecen cuando Paco está impaciente por recoger las perdices que el señorito Iván va matando en una escena de cacería: “Paco el Bajo, se ponía caliente, como un perdiguero, que no podía aquietarse, que era superior a sus fuerzas, se asomaba acuclillado al borde la pantalla y decía, ¡suélteme, señorito, suélteme! Y el señorito Iván, secamente, ¡para quieto, Paco! 4

Ibid. p. 84

12

Y él, Paco el Bajo, ¡suélteme, por su madre se lo pido, señorito!.” Libro segundo, p.104 A pesar de todo, Paco no es un hombre solo con cualidades negativas. También es una persona altruista, pues pretende que sus hijos estudien y aspiren en la vida a todo aquello que a él no le fue concedido. Es junto a la Régula, modelo de “amor al prójimo, que muestra, por ejemplo, en su actitud de compresión y cariño hacia Azarias”5

4.2. La Régula Régula, al igual que Paco, es una persona aleccionada para servir. Aparece en la obra como una mujer que piensa que las cosas no pueden ser de otra manera. Esta actitud se refleja en la frase “a mandar, que para eso estamos” tan característica suya. Pero, a diferencia de su marido, se percibe en Régula un escepticismo originado en un discernimiento más realista y claro. Es capaz de ver su verdadera situación y de saber lo que le espera en el futuro. Durante el camino hacia el Cortijo, Paco, el Bajo se pone a soñar con las ventajas que traería la mudanza. Régula, sin embargo, es más insegura. Lo único que contesta a las ensoñaciones de su marido es “ae, ya veremos”. Aunque es una persona realista, aplica razones extramundanas a sus desgracias. Esto quiere decir que no sabe ver, o no quiere ver, la verdadera realidad. No tienen una vida desgraciada porque Dios lo haya querido, sino porque están bajo el mando de los opresores. Esto se refleja en su expresión “buena cruz nos ha caído”. Independientemente de cuáles sean las razones de sus desgracias, sean los opresores o Dios, Régula no se rebela. Tal y como dice Paulo Freire en su ensayo: “Hasta el momento en que los oprimidos no toman conciencia de las razones de su estado de opresión, “aceptan” fatalistamente su explotación.”6

5

VV.AA, Op.cit, p.33

6

PAULO FREIRE, Pedagogía del oprimido, Editorial Siglo XXI, España, 2008. p. 44

13

A la hora de

decir el significado del personaje de la Régula, diría que es la

determinación en el amor al prójimo, tanto a su hija la Niña Chica, como a su hermano Azarías y la disposición al servicio.

4.3.Quirce y Rogelio En el filme de Los santos inocentes únicamente aparece el personaje de Quirce. Sin embargo, en la obra de Delibes aparecen los dos hermanos, Quirce y Rogelio. Esta diferencia tal vez se hiciera por la poca importancia de Rogelio en la obra, ya que aparece en muy pocas ocasiones y no tiene un papel verdaderamente importante, como es el caso de la señora Marquesa. Ambos hermanos tienen el deseo de evadirse. A diferencia de sus padres, ninguno quiere estar sometido a los malos tratos de los señoritos. Se evaden por la vía de adquirir una destreza técnica que les permita buscar trabajo fuera del Cortijo. Sin embargo, ninguno de ellos se rebela ante las injusticias que se desarrollan en el Cortijo, ni tampoco protestan cuando Iván pretende llevarse a Paco a sus actividades cinegéticas estando todavía cojo. En definitiva, lo único que pretenden los dos hermanos es huir del Cortijo. Quince se resiste a aceptar el fatalismo de su condición de pobre, de siervo y alimenta un rencor que sólo se expresa en su hosquedad. El Quince es símbolo de la insubornización y el antisedentarismo de los humildes, mientras que en Rogelio se hallan muestras de contacto con el progreso y sentimientos de afecto por los necesitados.

4.4. Nieves Nieves es una persona inteligente a pesar de la época en la que se encuentra y de su condición social. Probablemente, si hubiera nacido en el seno de una familia adinerada, podría haber aspirado a trabajos más elevados que el que obtiene en el Cortijo. 14

Aunque se omite en el filme, en la obra original aparece el deseo de Nieves por hacer la Comunión. Pero esta pretensión no surge por devoción católica, sino por lo que implica este sacramento: una celebración y un traje elegante. Surge este deseo en ella al ver al señorito Carlos Alberto tan elegante. No hay que pasar por alto la palabra “extasiada” que emplea Delibes para describir a Nieves en ese momento: “…se sentía transfigurada por la presencia del niño, el Carlos Alberto, tan rubio, tan majo, con su traje blanco de marinero, y su rosario blanco y su misalito blanco, de manera que, al servirle, le sonreía extasiada…” Libro segundo, p.102 “Extasiada” significa “fuera de sí”. Se debe interpretar por esta definición que Delibes quería reflejar el deseo de Nieves por salir d...


Similar Free PDFs