LA FUNDACIÓN de Antonio Buero Vallejo. Comentario del libro PDF

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Descripción subjetiva del contenido del libro para preparar la selectividad. Personajes y ambientes de la pos guerra civil española en una cárcel...

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LA FUNDACIÓN ALIENACIÓN: Los conceptos más importantes que hay en la obra son: 1. TEMA CENTRAL: La alienación del ser humano y la esperanza desesperanzada. 2. METÁFORA CARCELARIA Que expresa la falta de libertad de su tiempo. El autor se vio en esa situación, por tanto, es un tema autobiográfico. OBJETIVO: Obligar al lector/público plantearse la verdad del mundo. El sentido de la vida. Todo lo que las personas ansiamos es la felicidad. 3. ES UN DRAMA QUE ESTÁ CREADO PARA SER REPRESENTADO. Hay que tener en cuenta la imagen que se exporta y que se proyecta al lector/espectador. 4. JUEGA CON LA VISIÓN OPUESTA CÁRCEL/FUNDACIÓN. Esto nos lleva a hablar de esperanzas, desesperanzas, locura, alienación, estado de alienación del ser humano. 5. Obra de teatro escrita en 1974 y estrenada por primera vez en enero de 1975 (muerte de Franco) en el teatro Fígaro de Madrid. 6. EL TIEMPO: tiene un carácter simbólico y atemporal. La obra tiene una estructura circular. Comienza en IN MEDIA RES ya que la acción ya ha comenzado antes que la obra. La obra empieza con los personajes en el lugar central y con la acción ya comenzada, no sabemos nada de ellos ni qué o por qué están allí. 7. ESTRUCTURA CIRCULAR: El final se vuelve a conectar con el principio. Se conecta con la música que se escucha. El tiempo empieza y termina con la música Pastoral de Rossini. La iluminación, los colores del escenario, los cambios de color de la vestimenta… todo cambia según el estado de ánimo de los personajes. 8. RELACIONAR ESPACIO/TIEMPO/ACCIÓN- Cambios de iluminación, de colores en la vestimenta, de colores 9. COMPRENDE MÁS O MENOS 4 DÍAS: Lope de Vega rompió la regla de las tres unidades= acción + lugar + tiempo (una única acción, un único espació un tiempo lineal) 10. HAY UN ÚNICO ESPACIO. Se mantiene la clásica regla de un único lugar que es la Fundación/cárcel ALIENACIÓN: Autoengaño. Engañarse a los ojos. Estado mental en que no eres consciente de tu propia realidad.

11. SUMERGE AL ESPECTADOR EN UN MUNDO ILUSORIO. EL LECTOR/ESPECTADOR NO SABE MUY BIEN A QUE SE REFIERE. Más adelante se da cuenta que la Fundación no es ese mundo fantástico que se narra. TOMÁS: Personaje principal. Sus dudas nunca cesan y piensa que si el mundo exterior también es una prisión no vale la pena escapar ya que es imposible alcanzar la verdadera libertad. Entiende que el mundo no es una verdadera libertad. El mundo exterior tampoco es una maravilla. Esa esperanza es desesperanzada. LOS PERSONAJES ANSÍAN LA LIBERTAD. Ellos no saben muy bien porqué están allí ya que ese momento fue muy complicado: dictadura franquista, represión 1974: Se publica esta obra. En este momento la metáfora carcelaria puede aplicarse a toda la sociedad, a una cultura entera. El espectador decide como entender esa metáfora y hasta qué punto aplicarla. Es el lector quien decide qué escoge de la dialéctica propuesta.

LA FUNDACIÓN TIEMPO EXTERNO: Estructura circular. El tiempo debe relacionarse con el espacio simbólico: la escenografía que va variando a medida que la percepción del mundo evolucione de esa ficción a la realidad. Así, los lectores participan de la mutación psíquica del personaje principal. La obra se desarrolla en 4 días, la acción dramática. En esos 4 días se explica el proceso mental que desarrolla el personaje principal, Tomás. TIEMPO INTERNO No hay indicaciones claras, solo cambios de luz, de vestuario, ritmo de espera de comidas, cierres de puertas, voces de recuento… Los personajes están en esta situación por acciones anteriores que el lector no conoce, pero que va descubriendo. El pasado se va conociendo poco a poco a lo largo de la representación.      

LOS DISTINTOS ESPACIOS EN UNO DE SOLO CAMBIOS DE LUZ EL ESCENARIO SE VA OSCURECIENDO HASTA EL FINAL QUE VUELVE A LA LUZ DE LA FUNDACIÓN. FALTA DE LIBERTAD ENGAÑO A LOS OJOS JUEGO ENTRE CÁRCEL /FUNDACIÓN

Presentado como una fábula, plantea un choque entre realidad y ficción. Escrita en dos partes. En la primera I página 45 Cortina, nevera, percha de hierro con 6 saquitos distintos entre ellos. Una cama extensible plegada. Un ventanal enorme, una cama sencilla moderna, una estantería, un televisor, libros y figuritas de cristal y porcelana. Una mesilla de hierro con revistas, libros y un teléfono blanco. Una mesa rectangular de madera clara. Cinco silloncitos de metal y cuero brillante. Una gran lámpara. Suena la Pastoral de la obertura de Guillermo Tell de Rossini. realidad imaginada TOMÁS

HOMBRE ASEL

BERTA

TULIO

Joven escritor que espera escribir su novela gracias a las becas de la Fundación. Barre basurillas. Unos 25 años, alegre. Enamorado de Berta. Pantalón oscuro y camisa gris. Sobre el pecho un rectángulo negro donde descuella, en blanco, la inscripción C-72. Calzado blando. Silba alegre. No necesita despachos ni escritorios para escribir, él toma notas, pero necesita aislamiento. Pregunta al encargado cuándo abrirán los comedores. Cansado y enfermo. Nadie sabe a qué se dedica. Médico desconcertante. C-73 el mayor de todos unos 50 años o más. Cabello gris, expresión reflexiva. Recibe noticias de su mujer y sus hijos. Fumaba en pipa, pero está dejándolo y se conforma con olerla y chupetearla. Novia de Tomás. Risa argentina, mirada dulce y profunda, brillante melena leonada, pantaloncito blanco, exquisitas piernas. Inmaculada camisa de abierto cuello, un rectángulo azul con la inscripción A-72. No le gusta que la Fundación sacrifique ratones, perros, monos… Trae un ratoncillo blanco que quiere salvar del laboratorio, le llama Tomasito cola larga. Está en el pabellón de las chicas. El más antipático de los compañeros. Un poquitín grosero, aborrece la música, un verdadero sabio, pero algo desequilibrado. Magro, cuarentón de rostro afilado y serio. Camisa gris. Inscripción C-81 y pantalón oscuro. No

LA FUNDACIÓN

MAX

LINO

GUARDIAS

tiene a nadie que pregunte por él. Es un fotógrafo excepcional que anda tras un descubrimiento óptico formidable. Otro sabio, un matemático eminente. Simpatiquísimo y servicial. De unos 35 años C-96 agradable fisonomía, se barrena en la sien para mostrar que Tulio está loco. Lo visita su madre. Ingeniero. Va a experimentar con un sistema de pretensados. Habla poco. Buena persona. Vigoroso, con aire taciturno. Aparenta unos 30 años. C-46 Entona mal una melodía, aburrido. Le llegan cartas de sus padres. Tiene los dedos torpes. Visten impecable chaqueta negra, pantalón de corte y corbata de seda clara, al estilo de los regentes de hoteles. El encargado es un señor de mediana edad y porte distinguido. Huele el olor a wáter, pero no comenta nada.

PARTE PRIMERA CAPÍTULO I PRIMER DIA Tomás barre mientras intenta hablar con el hombre, este le dice que puede hablar, pero que no le haga preguntas ya que está muy cansado. Tomás le riñe porqué el enfermo no se alimenta y por eso está tan débil. El médico, Asel, ha dicho que no tome nada sólido, pero el hombre tampoco toma líquidos ni va al baño. Llega Berta, la novia de Tomás, con un ratoncito blanco que ha salvado antes de que le apliquen los ensayos del laboratorio. El ratón se llama Tomás como su novio y la chica quiere cuidarle. Nadie en la Fundación ha empezado a trabajar, pero Berta aborrece la Fundación por sacrificar ratones, monos y perros. Tomás les llama “héroes de la ciencia”. Los compañeros de Tomás no se creen que su novia también haya venido a la Fundación y, menos aún, que lleve el mismo número 72 que él. Solo ellos dos se conocían de antes de entrar. Insiste en que se quede para que sus compañeros la conozcan ya que encuentra prodigioso lo que les pasa. Ella se va a comer y le recuerda que a él le toca el aseo de la habitación. Tomás encuentra sorprendente que lo sepa ya que no se lo había comentado. El mal olor es de la taza del baño que filtra mal, o el depósito que descarga sin fuerza. Lo atribuye a la prisa que se han dado para construir y organizar la Fundación. Berta se va en su propio coche hacia el barracón de las chicas. Entran Max, Tulio, Lino y Asel. Han jugado a la pídola y Max dice que Tulio ha resultado un maestro en… caerse. Tomás justifica el comentario como “pulla sin malicia” Ofrece cervezas a todos, pero Tulio solo bebe agua y Max prefiere whisky que se sirve él mismo con hielo. Tulio no cree en la existencia de Berta, los otros reconocer que sí para satisfacer a Tomás y justifican el mal carácter de Tulio porqué nadie pregunta por él, están aislados. Suena el teléfono, contesta Max. Es Berta que pregunta por Tomás. Desde el suyo se ve el pabellón de las chicas. Tulio va al baño y tira de la cadena ruidosamente. Berta cuelga ante tanto ruido.

LA FUNDACIÓN Falta poco para la comida y, ese día, la ración del hombre corresponde a Asel. Lino añora fumar un pitillo, pero se les han acabado, cuando lo enciende lo deja consumir en el cenicero. Hasta dentro de dos días no abren el economato. Tomás les ofrece su cajetilla de cigarrillos ya que él apenas fuma y aún le quedan. Invita a Lino y a Max mientras él también fuma. Hablan de encender la televisión, pero reconocen que los contenidos son muy sosos a esa hora. Tomás tiene que poner la mesa y Tulio se ofrece a sacar los vasos. Hace como si los cogiera y retirara, pero ni los toca para burlarse. Tomás se enfada, pero decide seguir poniendo la mesa. Ofrece taquitos de jamón y queso a sus compañeros que prefieren esperar a la comida. El baño huele cada vez peor, pero Tomás dice que ha avisado al encargado que había pasado esa mañana. Asel se extraña ya que Tomás solo había comentado una visita, la de Berta. Asel le mira la mucosa del párpado y le comenta que sigue completamente anémico. Es por eso que le ofrece la ración del enfermo a él, para que se sobrealimente. El día anterior Asel obligó a Tulio a compartir su comida con Tomás. El enfermo reconoce tener hambre y pregunta porqué él no come. Asel dice que, para él, dieta absoluta. Tomás no entiende como, sobrándoles los alimentos, recogen la ración del enfermo y se la toman por turnos. No entiende por qué tiene tanta hambre, el médico le dice que son los aires. Le piden a Tomás que no vuelva a hablar del retrete con el encargado para que éste no se moleste. Tomás reconoce que es hermoso vivir dónde están, siempre había soñado con un mundo como el que tienen. La comida llega de la mano de dos camareros vestidos con frac. En un niquelado carrito de dos tablas, colmada la parte superior de fuentes con exquisitas viandas. La bandeja inferior con suculentos postres. Aparece el Encargado y explica que el menú es muy variado y excelente. Recoge el plato que reconoce para el enfermo. Sus risitas constantes acompañan la lectura de la carta. Los camareros se ríen ahogando sus carcajadas. Les pregunta si el mal olor les molesta y se excusa asegurándoles que se arreglará enseguida. CAPÍTULO II SEGUNDO DÍA Han desaparecido 2 silloncitos y los reemplazan 2 bultos que son una colchoneta delgada. La ropa de la cama no son sábanas ni colchas, sino una manta sucia y la almohada gris sin funda. Tomás describe los cuadros que ve colgados en la habitación, le parecen impresionantes de lo bellos y coloridos. Le preguntan por el autor y cita a Terboch al que define de maestro de la pintura. Tulio le lleva la contraria y le dice que no es de ese autor. Le explica la escena que supuestamente ve Tomás les dice que es de Vermeer. Tomás reconoce que tiene razón Tulio, que había visto mal el nombre. Tomás encuentra una lámpara preciosa pintada que le recuerda otra de un cuadro anterior. Tulio dice tener buena memoria porqué es un fotógrafo. Él trabajaba en hologramas junto a su novia. Tomás ve cuadros de Boticelli, Greco, Rembrandt… Le recuerdan que debe hacer la limpieza.

LA FUNDACIÓN Faltan 4 horas para la cena y no tienen nada que hacer ni nada con que distraer su hambre. Al haber comido la ración del hombre enfermo, Tomás recupera un poco su lucidez y toma contacto con la realidad: no encuentra su cajetilla inexistente de tabaco, ve su escoba como un escobajo viejo y sucio de mango muy corto distinto del de la mañana. Culpa a sus compañeros de que le gastan bromas cambiando las cosas por otras peores. Los camareros ya no llevan frac y traen la comida en un cajón oscuro. No saben si vale la pena alargar esa tortura ya que saben que terminará con su muerte, que más les da hoy que mañana. Proponen jugar a hacer fotos. Tomás pregunta si despierta al enfermo para que también salga. Quiere encender la potente lámpara y al oprimir el interruptor no se enciende. Prueba con el televisor y con la música y tampoco funciona nada. Piensa que ha habido un corte de luz cuando en realidad es que nunca han tenido electrodomésticos. Tulio simula enfocar con un vaso de metal al que da un golpecito como si hubiera disparado la cámara de fotos. Tomás se da cuenta de que le está tomando el pelo y se enfada. Cuando dice que tiene un vaso de aluminio en lugar de la cámara todos reconocen que Tomás está más sereno. Tampoco encuentra la cámara de fotos Exige que le expliquen qué pasa, porqué ellos no se sorprenden con los cambios. Encuentra cambiadas las sábanas y la colcha. Solo quedan una manta y una almohada mugrienta. Tomás está asustado por los cambios y escucha gritar al Hombre enfermo, él se pone nervioso y acude el Encargado que pregunta cuántos días lleva muerto el hombre enfermo. Ha muerto de inanición. PARTE SEGUNDA EL TERCER DÍA. Han desaparecido todos los silloncitos y, en su lugar, sólo hay tres petates. La mesa no es de fina madera sino de hierro colado y está clavada al suelo. Ha una simple litera y sobre la mesilla, el teléfono. No hay cristalería fina, solo vasos metálicos. Tomás observa la vestimenta sucia y rota de sus compañeros y les pregunta si siempre la han llevado. También mira donde habían estados las revistas. Oscurece y, al querer encender la lámpara colgante, desaparece en lo alto. Va hacia la pantallita adosada y esta desaparece en el muro. Asel está preocupado. Hace días que han descubierto el cadáver del compañero de celda y no han tomado represalias. Solo han mandado al barbero. Entonces empieza a atar cabos: El día anterior Tomás recibió la visita en persona de su novia, o al menos eso dijeron los guardas que le llamaron para recogerle. Empieza el recuento, se oyen los portazos, recogen la basura, y saben que ya es de noche. Al abrir las puertas para recoger la basura, Tomás observa sorprendido que ha desaparecido el campo y en su lugar había puertas como la suya. Por otra parte, el encargado seguía con las ropas irreales. Asel sigue preguntándose porqué no les han bajado a los sótanos como castigo. Encuentra que, lo peor de su situación es que no pueden hablar claro. Prevé que la situación esconda alguna sorpresa terrible y lo relaciona con que se llevaran a Tomás a su supuesta visita. Cree que le han preguntado sobre el muerto.

LA FUNDACIÓN Tomás quiere preguntar llamando por teléfono, este todavía existe en su imaginación, pero ya no funciona. Tulio empieza a hablar de su novia. Él es 20 años mayor que ella. La chica es doctora en Ciencias Físicas y estaba estudiando en el extranjero gracias a una beca. Al regresar pensaban casarse. Juntos investigaban en crear holografías. Tulio desea que les den el premio Nobel a los dos por sus descubrimientos. Suplica a sus compañeros que le dejen soñar. Tomás ve que tampoco hay frigorífico. Al no recibir castigo suponen que pueden conmutarles a otras celdas. Tulio sigue hablando, intuyendo que el siguiente en morir será él y se coge fuerte a sus sueños. Asegura que el único sano es Tomás porqué es el único que está vivo ya que cree en el futuro y eso hace que el futuro exista. De repente oyen pasos, son el encargado y el ayudante que vienen a por Tulio. Tomás piensa que lo trasladan a otra habitación y dice que él no ha llegado a pedirlo. Se llevan a Tulio para ejecutarlo al amanecer. Asel piensa que Tomás se ha quejado de él porqué se burlaba de su imaginación hasta que se dio cuenta que la locura era la única forma de escapar. Ahora ya es demasiado tarde. Tulio le dice que despierte de sus sueños y que es un error soñar. Tomás no sabe qué consejo seguir. Se desnudan y los demás llevan una ropa interior sucia y raída, Tomás va impecablemente de blanco. Lino le dice que llevan a Tulio a matar y Tomás ve como desaparece el teléfono. Para Lino es la primera vez que le encierran, pero para Asel es la tercera y él mismo reconoce que la última ya que se siente muy cansado. En ese momento duda de quién es realmente el demente, cree que son ellos, los que ven la realidad y que sería preferible vivir en el mundo ficticio de Tomás, con sus dulces músicas y sus bonitos cuadros. EMPIEZA A SONAR LA PASTORAL DE ROSSINNI. Tomás ve a Berta junto a él. Le pide que se meta con él en la cama y ella accede. Susurran y él le pregunta porqué lloró en el locutorio, ella responde que su ratón Tomás está muy enfermo y que eso la hace sufrir. Él reconoce que ella ya no es Berta mientras la abraza. LA MÚSICA CESA DE REPENTE Y SE OYE LA VOZ DE ASEL QUE PREGUNTA QUÉ LE PASA A TOMÁS. Este ordena a Berta que se esconda en el cuarto de baño. Max disculpa a Tomás ya que entiende que compensa la soledad desahogando sus sentidos mediante la imaginación. Tomás dice que Berta está en el baño y la llama. Cuando los otros le dicen que la puerta no se ha abierto Tomás grita que quiere salir. Lino le da un bofetón para que se calme temiendo que los guardias acudan a sus gritos. Max y Asel dudan entre si Tomás regresa a la cordura o si simula este regreso a la normalidad. Puede que, incluso, sea la última tentativa de refugiarse en sus delirios, la crisis definitiva. Tomás reconoce que están en la cárcel y que se han llevado a Tulio porqué estaba condenado a muerte como todos ellos. Ese día se cumplía su orden de ejecución ya que le pidieron que saliese con todo lo suyo, se deduce que dejó sus cosas en las oficinas de la cárcel. En cambio, explica Max, si te piden que salgas sin llevar nada significa que vas a DILIGENCIAS, un interrogatorio muy duro, insoportable.

LA FUNDACIÓN Asel explica que en este mundo se puede ser víctima o verdugo y que estos dos papeles se manifiestan a toda la sociedad. Habla de una sociedad CIVILIZADA cuyo deporte es la VIEJÍSIMA PRÁCTICA DE LA MATANZA. El motivo es lo de menos. Millones de hombres, mujeres y niños llenan los ríos de sangre. A los niños antes los devoraba el dios Moloch y ahora los corroe el napalm. Asel prefiere acabar como víctima que como verdugo. Asel también explica a Tomás que el mundo no es como en su paisaje ficticio, sino que está en manos de la rapiña, de la mentira, de la opresión. Le cuenta que ellos dos no se habían visto antes de llegar a esa cárcel a pesar de tener alguna relación. OSCURIDAD CASI ABSOLUTO EN EL ESCENARIO Los centinelas gritan ordenados, están cerrando las celdas y los pasillos como cada noche.

CAPÍTULO II. CUARTO DÍA Luz de día, El ventanal ha desaparecido y también la cama plegable que ahora es un petate. De las imaginaciones de Tomás solo queda la cortina del chaflán. Ahora ya va vestido exactamente como los otros. Asel reconoce que Tomás ha sufrido un brote esquizofrénico, pero no se lo puede asegurar porqué él no es médico. Lino reconoce que tampoco es ingeniero, él es tornero. Tomás les cambiaba los oficios, el ingeniero es Asel. Max sabe de números, pero solo es un tenedor de libros. Asegura que Tomás ya lo sabía. Tomás recuerda que Berta vino a verle al locutorio, pero que estaba mal vestida y peinada, muy desmejorada. En realidad, estudiaba técnicas de laboratorio sin beca alguna y acababa de perder su empleo cuando detuvieron a Tomás. Tomás explica que, de pequeño se quedó sin padres y que trabajó para poder pagar sus propios estudios. Solo tenía a Berta en todo el mundo. Piensa que al detenerle a él la habrán interrogado y golpeado. Una voz grita a C-96 que se prepare para locutorios. Es Max y supone que es su madre. Asel desconfía. En ese momento Tomás lo recuerda todo, él estaba repartiendo octavillas cuando le detuvieron. Tras duras torturas relato el nombre de quién se las había dado y este a otro y así detuvieron a todos los de la celda condenándolos a pena de muerte. A entrar en la celda, Tomás se sintió demasiado culpable e intentó suicidarse tirándose por la barandilla. Asel...