Las funciones de la evaluación (A. W. de Camilloni) PDF

Title Las funciones de la evaluación (A. W. de Camilloni)
Author Virginia SUÁREZ
Course Didáctica General                                                           
Institution Universidad del Salvador
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Summary

La evaluación se estructura con la enseñanza (regula el proceso de enseñanza) y con el aprendizaje (lo convalida o reorienta). Para que adquiera verdadera funcionalidad, es indispensable que el docente adopte las actitudes apropiadas y domine técnicas que aseguren su validez y confiabilidad. ...


Description

LAS FUNCIONES DE LA EVALUACIÓN (ALICIA W. DE CAMILLONI) La evaluación se estructura con la enseñanza (regula el proceso de enseñanza) y con el aprendizaje (lo convalida o reorienta). 1. LA EVALUACIÓN Y LA ENSEÑANZA La evaluación encuentra obstáculos provenientes de dos actitudes del profesor: - Los momentos de la evaluación se mantienen diferenciados de los períodos de enseñanza. - No se ve la evaluación como un proceso que regula la enseñanza, sino como la culminación de la misma. Las cuatro etapas del proceso evaluativo son: 1. En la primera etapa el profesor emplea técnicas de evaluación para apreciar las adquisiciones de los estudiantes y calificarlos para su promoción. Tanto el alumno como el profesor desempeñan roles de actor: el profesor no es un observador situado fuera del sistema que únicamente puede permitirse conductas cognitivas objetivas. En este primer paso se produce una distorsión de la objetividad: algunos componentes emocionales influyen sobre los juicios valorativos emitidos en la evaluación. El sistema evaluativo no está fundado sobre una justicia absoluta. 2. En un segundo paso, se analizan las situaciones de clase organizadas por las técnicas de enseñanza y se evalúan las técnicas de enseñanza. Es necesario que el profesor evalúe TODAS sus acciones (no solo aquellas que generan más respuestas de mejor calidad) y omisiones. 3. La tercera etapa del proceso evaluativo deriva de una autoevaluación objetiva del profesor como planificador. Para enmendar los errores y mejorar la enseñanza, es indispensable estudiar los desajustes (entre el plan, los resultados esperados y las respuestas de los alumnos), evaluar las situaciones de clase y considerar el valor del plan y de sus deficiencias. 4. Se agrega una cuarta etapa: se mide la eficacia de la evaluación. Al examinar el profesor aprecia los conocimientos de los alumnos y se examina a sí mismo como enseñante, planificador y evaluador. El profesor, sujeto y objeto de la evaluación, se encuentra en el centro del círculo funcional de la evaluación. Si el profesor solo evalúa las respuestas de los alumnos (no reexamina las situaciones de clase, el plan ni sus actitudes) el círculo no se cierra. En la marcha funcional de la evaluación cuatro núcleos generan ansiedad y la ansiedad obstaculiza la fusión de la evaluación con la enseñanza. El primero nace de la necesidad de evitar los componentes afectivos al evaluar. El segundo surge al evaluar las situaciones de clase y las técnicas de enseñanza (autoevaluarse como enseñante). El tercero aparece al evaluar el plan (autoevaluarse como planificador). Y el cuarto se revela al estimar la utilización y eficacia de las técnicas de evaluación (autoevaluarse como evaluador). ACTITUDES DOCENTES QUE PERMITEN EVADIR LAS IMPLICACIONES PERSONALES DE LA EVALUACIÓN 1. Una forma de evitar la ansiedad consiste en adoptar, como mecanismo de defensa no consciente, cánones rígidos. El profesor dispone de un sistema de respuestas anticipatorias  Percibe las respuestas estereotipadas de los alumnos como pertenecientes a uno de estos tipos de respuestas prejuzgadas  Las respuestas de los alumnos son traducidas a una escala numérica. El alumno conforma sus acciones a los comportamientos que sabe aceptados o rechazados por el profesor.

Si evaluar es clasificar a cada alumno en un casillero mental previamente dispuesto, las funciones de la evaluación quedan limitadas a los aspectos más superficiales de la enseñanza y las expresiones de los estudiantes se uniformizan. 2. Otra actitud docente es la inclinación a adoptar técnicas novedosas y originales. El docente sigue ciegamente los dictados de la moda pedagógica y se siente unido, de esta forma, a un grupo profesional actualizado. En la base de esta actitud coexisten la resistencia al cambio (tendencia a rechazar las modificaciones profundas) y el deseo de cambiar (el cambio se circunscribe a las técnicas). Si el empleo de nuevas técnicas no va acompañado de un cambio en las actitudes es solo otra manifestación del conformismo. 3. Si el docente adopta una actitud responsable, conducente a la realización de propósitos y a la asunción de riesgos logra conciliar equilibrio, esfuerzo y flexibilidad. La evaluación es empleada para operar una firme y leal verificación de la teoría por medio de la práctica. 2. LA EVALUACIÓN Y EL APRENDIZAJE La adquisición de una habilidad o de una destreza está constituida por una serie de aproximaciones sucesivas a una realización exitosa. Las respuestas configuran un sistema de intentos de solución. En la etapa inicial: El profesor debe elaborar por adelantado, en forma clara y explícita, un objetivo y formularlo en términos concretos. El alumno debe prestarle su intención y su voluntad. En esta esta etapa, bastará que el alumno tenga propósitos globales. A medida que el aprendizaje avance: Los objetivos se irán concretando y surgirán espontáneamente de los alumnos, que colaborarán con el docente en su formulación. Para que los objetivos del profesor se conviertan en propósitos de los estudiantes: - Los objetivos deben ser definidos manifestando su relación con las técnicas de aprendizaje. - Si los estudiantes no perciben la relación entre la meta y el método, se proponen objetivos particulares que no tienen consistencia (no son coherentes) con los objetivos propuestos por el profesor. Conocidos los objetivos, acordada la participación y el esfuerzo, existe otro requisito: la evaluación, en su origen externa (proviene del profesor), debe ser internalizada por el alumno. - El estudiante podrá corregir sus errores si recibe información acerca de la localización de sus errores y de las estrategias para rectificarlos. - Si el estudiante no asimila el diagnóstico, no acepta las sugerencias y transfiere toda la responsabilidad al profesor o se ampara en la mala suerte, la evaluación permanece ajena al aprendizaje y solo tiene un efecto motivacional mínimo y sin relevancia. La magnitud de la funcionalidad de la evaluación varía desde un grado mínimo (se emplea para efectuar una selección) a un grado máximo (regula la marcha de la acción didáctica). El pasaje de uno a otro grado de la funcionalidad depende de que se opere la conversión de la evaluación en autoevaluación.

LA EVALUACIÓN AYUDA AL DOCENTE Para conocer el estado inicial de los conocimientos de los alumnos Para conocer el progreso alcanzado por cada alumno Para conocer el progreso individual y grupal, en relación con los objetivos de la enseñanza. Para conocer y localizar las dificultades de los alumnos Para comparar el rendimiento de su grupo con el de otros grupos. Para estimular y guiar el aprendizaje de los alumnos Para seleccionar a los alumnos Para reexaminar los objetivos propuestos previamente Para fijar su nivel de aspiración en el fin de acción más alto alcanzable. Para apreciar la eficacia de las técnicas de evaluación Para depurar sus juicios estimativos (analizando las actitudes que han intervenido en su elaboración)

y determinar si poseen los conocimientos básicos y necesarios para iniciar un nuevo aprendizaje. y pronosticar su futuro rendimiento.

y servir de base para su diagnóstico.

con el fin de aumentar su rendimiento. con vistas a su promoción. y estimar en forma realista la posibilidad de alcanzarlos.

con el fin de reajustarlas o modificarlas. con el fin de confeccionar una escala objetiva de evaluación.

LA EVALUACIÓN AYUDA AL ESTUDIANTE Para conocer sus progresos en relación con los objetivos propuestos Para conocer sus deficiencias y localizar sus dificultades Para fijar su nivel de aspiración en el fin de acción más alto y al alcance de sus posibilidades. Para comparar su rendimiento con el esperado por el profesor o el de sus compañeros. Para regular la elaboración de juicios estimativos Para conocer la magnitud de sus posibilidades

con el fin de regular sus esfuerzos en relación a ellos. con el fin de superarlas.

con el fin de constituir una escala personal de apreciación (aplicable a sus propias conductas y a las de los demás). en vista a la elección de una ocupación futura.

3. DEFINICIÓN DE EVALUACIÓN: Evaluar consiste en emitir juicios de valor para tomar decisiones con respecto a la marcha de un proceso. - La evaluación comienza con la pregunta “¿Qué debo decidir?” - Respondida esa primera pregunta, se podrá pasar a la segunda: “¿Qué información necesito para decidir?” - Definido el tipo de información, es posible seleccionar el instrumento de evaluación (selección y construcción de instrumentos de evaluación). - Esa información debe ser analizada e interpretada (cómputo, análisis e interpretación de los resultados) de manera de producir un juicio de valor que oriente la acción. Para que la evaluación adquiera verdadera funcionalidad, es indispensable que el docente adopte las actitudes apropiadas y domine técnicas que aseguren la validez y confiabilidad de la evaluación....


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