Title | “Las neuropsicosis de defensa” y “Nuevas puntualizaciones sobre las neuropsicosis de defensa” |
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Author | Camila Gutiérrez |
Course | Teoría Psicoanalítica |
Institution | Universidad Autónoma de Entre Ríos |
Pages | 3 |
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Trabajo practico sobre los textos “Las neuropsicosis de defensa” y “Nuevas puntualizaciones sobre las neuropsicosis de defensa”...
Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales
Trabajo práctico N°3 “Las neuropsicosis de defensa” y “Nuevas puntualizaciones sobre las neuropsicosis de defensa”
Camila Gutiérrez
Teoría Psicoanalítica Comisión 2
Nancy Lallana
13/05/2020
Las neuropsicosis de defensa son afecciones nerviosas ligadas a lo anímico. Es la operación psíquica de la defensa. En las neurosis actuales, el conflicto que origina las patologías es actual. Es decir, un suceso vivenciado en el presente y de cualidad sexual. Mientras que en las psiconeurosis el factor determinante es el conflicto psíquico que ocurre por un afecto penoso vivenciado en la infancia. La defensa psíquica, es el acto que se produce cuando a una persona le sobreviene una representación cargada de afecto inconciliable. Estos son separados y desalojados de la consciencia. Freud explica que este acto es voluntario, es una decisión de la persona que vivencia este hecho el deseo de desalojar, de empujar lejos de la consciencia, pero no es consciente de este proceso en el cual el afecto penoso se divide de su representación y “se olvida” pues no se lo propone. Sin embargo, los resultados de la escisión no serán iguales en la histeria que en las neurosis obsesivas. En la histeria, la resignificación de un acontecimiento desagradable será la conversión y, en las neurosis obsesivas, los enlaces falsos. La conversión es la somatización del afecto penoso en alguna parte del cuerpo que se relacione con el suceso ocasionador y, en el falso enlace, el afecto se unirá a otras representaciones dentro de la cadena asociativa pero que estarán alejadas de la representación original, como pueden ser las fobias o los actos obsesivos. En este momento de la teoría, el contenido de las representaciones traumáticas deja de ser inespecífico y cuantitativo y comienza a ser cualitativo y del orden de lo sexual. Es decir, Freud sostiene en este punto que el trauma de sus pacientes era ocasionado por una seducción de parte de un adulto en su infancia. Este hecho ocurre antes de la pubertad y, al no haber madurez sexual, el infante no puede notar más que el suceso violento. Llegada la madurez o una vez atravesada, se produce la resignificación a posteriori. Ese mismo hecho es resignificado pero, esta vez, con su connotación sexual a través de otro que lo evoca o simplemente el recuerdo. En ambos casos se despierta la sintomatología.
El autor considera, en este punto de la teoría, que los traumas sexuales corresponden a la infancia. Como se expresó anteriormente, la seducción de un adulto a un niño que da origen a un trauma sexual tiene solo connotación violenta durante la inmadurez sexual del infante. En la histeria, sostiene Freud, existe una pasividad sexual, ya que para que el trauma se genere es necesario que el suceso ocurra en la “niñez temprana” o pubertad y que se produzca una irritación de genitales. El efecto histérico ocurre cuando se despierta la huella mnémica de los traumas de la infancia. Estos pueden variar en intensidad y naturaleza, desde el avasallamiento sexual hasta una vivencia sexual pasiva cuyo recuerdo aparece en el primer encuentro. Freud sostiene que las neurosis de angustia no se mantienen por los dominios nocivos sexuales actuales sino por el recuerdo continuo de traumas infantiles. Explica además, que cuando la seducción es pseudoheredada, es decir, que el infante que es abusado también repite el acto con su hermana, puede generar una neurosis obsesiva y a ella una histeria, como una suerte de predisposición neurótica familiar. En el caso de las neurosis obsesivas, si bien las vivencias sexuales de la primer infancia tienen la misma significatividad que en la histeria, la agresión se ejerce con placer. Es decir, que se trata de una actividad sexual. Estas representaciones obsesivas son siempre reproches, escrúpulos de la conciencia moral, sostiene Freud....