Manual de redacción periodistica necesario para saber redactar PDF

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Manual de redacción periodística Marcos López José Carlos Sorribes Joan Maria Morros Miquel Peralta Jordi Pérez Colomé Juan Manuel García Campos

Primera edición en lengua catalana: febrero 2012 © Marcos López, José Carlos Sorribes, Joan Maria Morros, Miquel Peralta, Jordi Pérez Colomé, Juan Manuel García Campos, del texto Todos los derechos reservados © de esta edición, FUOC, 2012 Av. Tibidabo, 39-43, 08035 Barcelona Diseño cubierta: Natàlia Serrano Imagen de portada: Istockphoto Realización editorial: Editorial UOC S.L Depósito legal: B-3.490-2012

Esta obra está sujeta a la licencia Reconocimiento - Compartir igual 3.0 España de Creative Commons. Se puede modificar, distribuir y comunicar públicamente, incluso con un propósito comercial, siempre que se especifiquen los autores y editores. La licencia completa se puede consultar en http://creativecommons. org/licenses/by-sa/3.0/es/deed.es.

Autores

Marcos López Redactor de Deportes en El Periódico de Catalunya José Carlos Sorribes Redactor de Cultura y Espectáculos en El Periódico de Catalunya

Joan Maria Morros Jefe de Informativos de RAC1 y RAC105 Miquel Peralta Periodista y profesor de la Facultad Blanquerna de Comunicación de la Universidad Ramon Llull

Juan Manuel García Campos Periodista. Redactor de La Vanguardia Digital

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Índice

Índice

Capítulo I. Prensa 1. 2. 3. 4.

La portada .................................................................................................. 9 Titulares: de la información al guiño ........................................................ 14 La noticia, hechos e interpretación .......................................................... 17 La entrevista ............................................................................................... 22 1. La gran entrevista. Mezcla de estilos directo e indirecto ..................... 22 2. La entrevista. Estilo directo .................................................................. 28 3. La entrevista-perfil de un personaje. Estilo indirecto .......................... 31 5. La crónica/crítica .................................................................................... 32 6. El gran reportaje ....................................................................................... 37 7. La doble página ......................................................................................... 52 8. La subjetividad como bandera: la información deportiva ....................... 55 Capítulo II. Radio 1. Lenguaje informativo para la radio .......................................................... 63 2. Qué valoramos al redactar la noticia ......................................................... 64 3. La duración de las noticias y los boletines ................................................ 65 4. Las fuentes .................................................................................................. 69 5. La elección de las noticias: la escaleta ....................................................... 69 6. Qué lenguaje y estilo de redacción que usamos ....................................... 71 7. La evolución de una noticia a lo largo del día .......................................... 83 Capítulo III. Televisión 1. Las especificidades del lenguaje televisivo ................................................. 93 2. Pautas y recursos prácticos para escribir bien en la televisión .................. 94 3. Aplicaciones prácticas ................................................................................ 96 1. Seleccionar bien los argumentos y ordenar bien el relato ................... 96 2. Los textos tienen que ser breves, veraces, claros y concisos ............... 105 3. Hay que considerar todos los elementos del mensaje televisivo: las imágenes, los sonidos y la palabra ................................... 117

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4. El conocimiento compartido: la descodificación de los implícitos ......... 122 5. La pluralidad informativa ........................................................................ 126 Capítulo IV. Internet 1. Los nuevos recursos del periodismo digital ............................................. 131 2. La naturalidad y el yo vuelven ................................................................. 132 3. Quién decide qué llega a ser noticia ......................................................... 144 4. El final de la pirámide invertida ............................................................... 150 5. Las fuentes son demostrables ................................................................... 155 6. Hacer comprensible lo más complejo: divulgar ....................................... 162 7. Los lectores como fuente de información ................................................ 171

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Prensa

Capítulo I Prensa Marcos López i José Carlos Sorribes

Introducción Más de un siglo ha pasado desde que la redacción de noticias, el contenido primigenio de los diarios, se estructura a partir de las tradicionales cinco uves dobles (what, who, when, where, why) y la regla del interés decreciente de las informaciones con la fórmula de la llamada pirámide invertida. En tiempos de la revolución digital, estos preceptos fundacionales parecen superados, aunque todo periodista los tiene in mente cuando redacta una información. El huracán que ha supuesto en la doctrina periodística esta revolución digital no ha provocado solo un cuestionamiento de la vigencia, de la viabilidad futura, de los medios impresos tradicionales. También ha provocado una reformulación a la hora de elaborar las informaciones, tanto en su redacción como en su presentación. En definitiva, corren malos tiempos para las simples noticias en favor de aquellas informaciones que ofrecen al lector una información más elaborada y trabajada. Por ejemplo, con la presentación de los temas de forma original o con los llamados temas propios. En ambos casos con la intención de que el medio intente desmarcarse del flujo constante de información de otros soportes. Esa búsqueda de la originalidad, de la particularidad, afecta a todos los contenidos de un diario. Y una de sus manifestaciones más evidentes es la hibridación, mezcla, de géneros. Lejos quedan los tiempos en que las fronteras de los diferentes géneros estaban mucho más definidas. La portada Antes la portada de un diario era una ventana de información desconocida. La mayoría de las personas que compraban un periódico buscaban algo nuevo.

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Se acercaban al diario para conocer y explorar nuevos mundos, asuntos que habían sucedido un día antes, pero que ellos no conocían. Ahora, en cambio, la portada es un mundo distinto. Con los nuevos canales, la información se conoce on line (o sea al instante), sea a través de la radio, la televisión, internet o las redes sociales que transmiten el acontecimiento al instante. Un teléfono móvil con conexión a internet se convierte en una portada de diario. Las cosas pasan y se cuentan cuando pasan. No después. Al día siguiente, el diario está obligado a ofrecer una mirada distinta, más contextualizada, con más análisis, reflexión de algo que ya conocen casi todos. Ese es el gran cambio que ha traído la nueva sociedad de la información donde cualquiera, sin ser periodista, se transforma en una fuente. Esa lucha entre la imaginación, el rigor, la fiabilidad y, sobre todo, la capacidad de sorpresa son los elementos que entran en acción cuando se elige la ventana inicial de un diario. El viejo modelo. Un retrato de lo que ha sucedido el día anterior (la foto del clásico entre el Madrid y el Barça ilustra la primera página), pero sin apartarse de las líneas tradicionales. Cambia el día, cambian las noticias y el modelo permanece inalterable, sin tener un tema protagonista. Podría ser por la fotografía el triunfo del Barça, pero la presencia, a la izquierda, de una noticia sobre Urdangarín lo equilibra. Conviven estilos de otra época, asumiendo que el lector no está informado de nada. Ni del comunicado del duque de Palma ni de la impactante victoria azulgrana. Por mantener, mantiene incluso la estructura del Cuaderno del Domingo, que tiene el valor añadido de aportar un reportaje sobre los trajes de Camps. Todos los elementos que configuran la portada evocan la imagen diaria de El País. La tipografía, el friso horizontal donde en tres piezas se informa de los productos interiores que ofrece el diario. Hay, sin ir más lejos, una portada que invita a la reflexión. Cuando ETA anuncia «el fin de la lucha armada», curiosamente El País titula al día siguiente con «El fin del terror». Decimos curiosamente porque en una época llena de terror, con atentados terroristas de diversa índole, el diario obvia la palabra ETA en su titular. Habla del rey. Pero no se ve al rey. Habla de Juan Carlos I, pero ni siquiera ese nombre aparece en la portada del nuevo diario barcelonés ya que utiliza otras vías («La Corona» y «El monarca») para evitarlo. Aquí solo manda un tema. Lo demás es secundario. Las noticias se interpretan en clave de personajes (Camerón, Camps y Rajoy) de tal manera que se visualiza antes a ellos que a la propia noticia que los acompaña. La elección de la fotografía de portada es toda una declaración de intenciones. Siendo un diario moderno, nada monárquico, obvian cualquier fotografía del rey Juan Carlos I y resumen la decisión que ha tomado (dejar caer a Urdangarín «por poco ejemplar») como si se tratara de una partida de ajedrez. El rey, obviamente, siempre tiene más

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Prensa

El País (la letra)

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Ara (la imagen)

fuerza y más poder que un simple alfil negro, caído ya sobre el tablero. Es, por lo tanto, una portada conceptual. No explica lo que ha sucedido a través de un titular tradicional sino que recurre a una foto, montada con esa intención. Ni

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siquiera los apoyos a la portada, que vienen con dos artículos de opinión, casi escondidos en una esquina, tienen valor. Lo que manda, y con potencia, es el rey blanco que mata al alfil negro. Lo demás es complementario. Se ha hecho de tal manera que se agarre como se agarre el diario manda ese sigiloso rey, inmóvil, que adquiere el centro del escenario de forma premeditada porque el fotógrafo ha desenfocado las piezas que hay detrás suyo y, al mismo tiempo, ha concentrado su mirada en su silueta. Cuatro palabras y una imagen. Más que una portada, parece un anuncio.

El Periódico (la imagen)

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No aparece Guardiola. Tampoco Mourinho. Ni siquiera una camiseta del Barcelona. O del Madrid. Un balón, en primerísimo primer plano, y un escenario. No hace falta decir nada más. Se está enviando el mensaje del gran partido con una frase de Guardiola que anuncia lo que iba a suceder. Horas más tarde, el Barça goleó al Madrid (5-0). Pero esa portada tan conceptual, el estadio, la pelota, gradas vacías, la luz que se difumina, es solo una invitación para disfrutar de uno de los mejores partidos del fútbol mundial. En el fondo, es una rendición periodística, asumiendo que todo se ha dicho ya durante tantos días previos, semanas incluso, meses por lo que no hay nada más sencillo que colocar la pelota en el Camp Nou y esperar que se ponga en movimiento. También hay que recordar que se trata de una portada de un suplemento de deportes, o sea que va encartada en el diario.

1. Titulares: de la información al guiño El titular ha adquirido siempre una importancia trascendental en la redacción periodística. Es el anzuelo, el gancho, para que el lector se interese por una información. Viene a ser como el mejor eslogan para la compra de un producto. El titular se puede mover en el terreno de lo puramente informativo: «Detenido un joven de 25 años por atracar un supermercado en Málaga». Sería el propio de una noticia de un diario de la ciudad, y a lo sumo un breve o suelto (información de mínima extensión) de uno regional. Este tipo de titulares se mantienen en ese campo informativo y no precisan de un gran ingenio. Son una cuestión de técnica y hábito periodísticos. Y acostumbran a ser una frase enunciativa del tipo: «La condena a Chirac reabre el debate de la inmunidad presidencial» (El País, 18-12-2011). Es en los titulares de informaciones más relevantes o extensas donde hay mayores posibilidades y donde se está produciendo una transformación que puede atentar contra los principios fundacionales del periodismo. Veamos algunos ejemplos: El País (19-11-2011)

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Prensa

Titular: «¿Se romperá la UE? En una palabra: no» Subtítulos: «Las crisis han sido el principal motor de progreso en Europa», «Los expertos advierten de que la alternativa es el caos» Sorprende el uso de un título como este en un medio como El País, históricamente alineado en lo que se ha llamado el periodismo serio, o sea más ortodoxo en la presentación de sus informaciones, sobre todo las correspondientes a las secciones duras de un periódico: política, economía e internacional, en contraposición a las de cultura, espectáculos o deportes. Es un titular tan directo y juguetón que podría haber aparecido también en un medio más sensacionalista. Pero corren tiempos en que las clasificaciones se diluyen y las reglas, también. Reglas como la de no utilizar signos de interrogación en un titular, un canon clásico por excelencia. «¿Se romperá la UE? En una palabra: no» ejerce de gancho perfecto para provocar el interés por una información que su autor, Claudi Pérez, aclara inmediatamente en el inicio del artículo que es un reportaje. Este género permite una mayor libertad a la hora de titular que una noticia. Digamos que la ortodoxia en la titulación sí se halla en los dos subtítulos, que concretan la tesis del reportaje. La dictadura del diseño de las páginas obliga, con mucha frecuencia, a buscar refugio en esos subtítulos más largos para recoger el sentido de un reportaje. Los titulares, mucho más breves, se convierten en el anzuelo llamativo y resultón. El Periódico (14-12-2011) Titular: «Cada uno con su copa» Subtítulo: «El Barça aspira otra vez a la corona mundial mientras el Madrid defiende su único título en tres años» Las secciones de deportes y de espectáculos son probablemente las que tienen mayor campo de acción a la hora de titular. Quizá porque están consideradas las secciones más ligeras de un diario, lo que no quiere decir menos relevantes. Veamos este ejemplo de una titulación que no quiere pasar inadvertida. Este punto de partida es su primera virtud. Recordemos que el título es el eslogan que atrae a un lector hacia una información. La primera lectura revela que estamos ante un diario editado en Barcelona que da por hecho que sus lectores mayoritariamente profesan la fe azulgrana en preferencias futbolísticas. «Cada uno con su copa» es un titular que responde al hecho (objetivo e indiscutible) de que el Barça vive la semana de su nuevo asalto a la Copa Intercontinental,

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la que otorga oficiosamente el título de campeón mundial de clubs, mientras el Real Madrid inicia su etapa en la Copa del Rey, competición que ganó el año anterior y de un rango menor que la Intercontinental. Pero es también un titular en el que hay un posicionamiento avalado por la trayectoria de ambos equipos. El Barça firma un brillante ciclo en los últimos tiempos, y su gran rival solo ha ganado un campeonato en tres años. El Periódico es consciente de que, entre sus lectores, son inmensa mayoría los que prefieren al Barça antes que al Madrid. De ahí ese aroma inequívocamente azulgrana que respira la frase «Cada uno con su copa». El deporte, y la información que genera, se mueven cada vez más en terrenos emocionales. El riesgo de esta tendencia es que derive en la militancia acrítica, partidista e incondicional, lo que ya nos llevaría al terreno de la propaganda más que de la información. La Vanguardia (20-11-2011) Antetítulo: «Luto en la dinastía norcoreana» Titular: «Vuelve la inquietud al paralelo 38» Subtítulo: «Alerta en Corea del Sur y Japón tras la muerte de Kim Jong Il “por fatiga”» La noticia internacional del día, la muerte del presidente de Corea del Norte, abre ese día la sección de La Vanguardia en una información de Isidre Ambrós, su corresponsal en Pekín. La información va más allá de la propia noticia de la muerte, como se recoge rápidamente en el titular «Vuelve la inquietud al paralelo 38». La diferencia horaria ha hecho que los lectores hayan conocido con toda seguridad el deceso por otros canales de información, principalmente los informativos televisivos. Esta es la razón que lleva a un titular propio de un reportaje que encaja perfectamente con la crónica. El titular hace un guiño a lectores que estén muy interesados en la política internacional. Probablemente los que no lo sean no sabrán a qué se refiere el concepto de «paralelo 38». Pero rápidamente en el lead de la información se habla del paralelo que divide la península coreana, uno de los principales focos de conflicto en la política mundial. Todos los elementos de titulación apuntan al mismo concepto: las consecuencias del súbito fallecimiento del líder. «Inquietud» en el título y «alerta» en el subtítulo van en ese sentido. Incluso el primer destacado va encabezado con la palabra «inseguridad» y empieza con «temor». Y para acabar de rematarlo el despiece de esta apertura llevar el titular de «Lanzamiento de dos misiles». La idea está dada con absoluta rotundidad, tanta que va casi hacia un terreno apocalíptico, como presagiando una guerra inevitable entre los dos vecinos.

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Del subtítulo sorprende, por otra parte, su construcción. Si quitáramos la última frase, «por fatiga», que nos aporta una información concreta sobre la noticia de la muerte de Kim Jong Il, podríamos intercambiarlo con el antetítulo. El canon afirma que el antetítulo es un elemento de situación que no comprende una oración al uso (sujeto, verbo y predicado) mientras que los subtítulos acostumbran a ser oraciones enunciativas. Por ejemplo, «La muerte por fatiga de Kim Jong II provoca alerta en Corea del Sur y Japón». Probablemente la «dictadura» de la maquetación de la página, con un espacio limitado, obligó a esa construcción de la frase.

2. La noticia, hechos e interpretación La noticia ha sido considerada siempre el género capital de la redacción periodística, la primera que se enseña en las facultades. El punto de partida. De hecho en la publicación de los llamados avisos para la población está el origen del periodismo. Sobre la noticia y su estructura articulada en torno a la pirámide invertida, en razón al interés decreciente de lo que se cuenta, se han escrito manuales de todo tipo. Y el concepto primario sigue aún vigente en la era digital, aunque de una forma distinta, salvo en las informaciones breves o sueltos. Los periódicos tienen su razón de ser en la publicación de noticias, en definitiva hechos que resulten novedosos para sus lectores y que sean de interés. Lo que sí ha cambiado es la manera de redactarlas, que ha superado el canon de las cinco uves dobles (what, who, when, where, why) en aras de una mayor interpretación de las informaciones. Al periodista se le pide que cuente los hechos, pero también que aporte claves, que sea capaz de situarlos dentro de un contexto. Aunque ello le suponga situarse en la difusa frontera con la opinión. Porque su lector ya habrá tenido conocimiento por otros canales del hecho puro y duro del que habla su noticia. «La Junta egipcia es el nuevo Mubarak» «El G...