Marx & Hillix – Estructuralismo PDF

Title Marx & Hillix – Estructuralismo
Course Modelos Y Teorías Psicológicas I
Institution Universidad de Belgrano
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Marx & Hillix – Estructuralismo

Estructuralismo: la psicología introspectiva altamente desarrollada que recibe el nombre de estructuralismo o existencialismo, está representada en su forma norteamericana definitiva por la obra de Titchener. Titchener señalo la analogía existente entre el tipo de psicología por el que él se inclinaba y el estudio de la estructura en la biología. Tres han sido los aspectos más significativos del estructuralismo. En primer lugar, dio un fuerte ímpetu científico a la psicología, ligando por primera vez su nombre a una empresa de tipo científico, con reconocimiento académico formal y claramente separada de los dos principales campos paternos, la fisiología y la filosofía. En segundo lugar, puso a prueba de una manera exhaustiva las posibilidades del introspeccionismo clásico como único método para una psicología completa. Por último, proporcionó una fuerte ortodoxia contra la cual pudieron organizar su resistencia las fuerzas funcionalistas, conductistas y guestaltistas. Las escuelas más nuevas surgieron de la reformulación progresiva y el rechazo final de los problemas estructuralistas básicos. Antecedentes del estructuralismo La psicología de Wundt: se acostumbra, por lo menos en Norteamérica, citar a Titchener como el fundador de la psicología estructural. Sin embargo, el sistema de Titchener era básicamente igual al de Wilhelm Wundt, con quien aquel había estudiado. El propio Wundt fue un sistematizador muy escrupuloso, y el “padre” de la nueva psicología experimental. Estableció el primer laboratorio formal de psicología en la Universidad de Leipzig en 1879. A pesar de ello, continuaremos la tradición americana y consideraremos a Wundt como el precursor de la escuela estructuralista. La filosofía de Wundt no era ni materialista ni espiritualista. Se oponía a este último tipo de concepción porque pensaba que se equivocaba al tratar de establecer una ciencia de la experiencia mental sobre la base de especulaciones en torno a una “sustancia pensante”. Se oponía al materialismo porque no creía que una ciencia de la mente se pudiera desarrollar por medio de las investigaciones físicas del cerebro. Wundt sentía que el estudio de la mente debe ser una ciencia de la experiencia (y en esto concordaba con los fenomenólogos). Sin embargo, Wundt creía que la psicología debía ser experimental. El objeto de estudio de la psicología era la experiencia inmediata, por oposición a la experiencia mediata. Para Wundt, experiencia mediata era la experiencia utilizada como medio para conocer algo distinto de la experiencia misma. Este es el modo usual en que utilizamos la experiencia al adquirir conocimientos sobre el mundo. Experiencia inmediata, en cambio, sería para Wundt la experiencia per se, y la tarea de la psicología era estudiar esta experiencia inmediata en sí misma. Si intentamos describir la experiencia que tenemos en relación con un dolor de muelas, nos estamos ocupando de la experiencia inmediata. Sin embargo, si junto con el dentista comenzamos a emplear la experiencia para descubrir el lugar y la naturaleza de la dificultad que nos lleva a tener la experiencia del dolor de muelas, habremos pasado a pág. 1

la experiencia mediata. Es evidente que en cada caso la experiencia es, en principio, la misma. Sólo nuestros propósitos cambian, y con éstos posiblemente los aspectos de la experiencia a la que prestamos atención. En consecuencia, el físico está interesado sólo en la experiencia mediata, pero el psicólogo wundtiano estudia la experiencia inmediata. El método de estudio habría de ser la introspección (autoobservación). La introspección era la observación controlada de los contenidos de conciencia bajo condiciones experimentales. La introspección no experimental era inútil para los fines científicos. Wundt creía que la mente y el cuerpo eran sistemas paralelos, pero no interactuantes. De este modo la mente no dependía del cuerpo, y podía estudiársele directamente con provecho. Wundt no pensaba, sin embargo, que la introspección fuera la única fuente del conocimiento psicológico. Por lo tanto, Wundt reconocía formalmente métodos y áreas de la psicología diferentes de aquellos en los cuales estaba más interesado. Wundt concebía el problema de la psicología experimental bajo 3 aspectos: descomponer los procesos conscientes en sus elementos, descubrir cómo están conectados y determinar las leyes de su conexión. La actitud de Wundt hacia la cosa analizada y hacia la conducta daba cabida a cierta ambigüedad. De manera explícita hablaba de procesos mentales y no de contenidos mentales. En realidad, las ideas, al igual que todas las demás experiencias mentales, no son objeto sino procesos, acontecimientos. Sin embargo, era difícil ver a la psicología como la ciencia que buscaba los elementos de un proceso. El resultado de la falta de claridad fue la acusación de elementismo estático: de considerar a los contenidos de conciencia como se fueran elementos estáticos, estructurales. Se asignó a la escuela el nombre de “existencialismo”, porque parecía que consideraba los elementos de la conciencia tan existentes como los objetos físicos. Otros psicólogos europeos: Wundt no fue de ninguna manera el único psicólogo europeo que influyó en Titchener. Entre los no-wundtianos, posiblemente el más influyente fue Franz Brentano. El nombre Brentano se asocia con la psicología del acto. Su tesis fundamental es que la psicología debe estudiar los actos o procesos mentales, y no los contenidos mentales. Sostenía que los actos mentales se referían siempre a objetos; por ejemplo, si consideramos el oír como un acto mental, éste siempre se refiere a algo oído. En este caso, el verdadero acontecimiento mental es el oír, que es un acto y no un contenido. Si vemos un color, nuevamente es el ver lo que es mental, no la cosa vista. Brentano fue básicamente un filósofo antes que un científico, y un empirista antes que un experimentalista. Influyó sobre la psicología estructuralista por su oposición más que por cualquier contribución positiva, y ejerció también una fuerte influencia sobre la fenomenología. Carl Stumpf (1848-1936) fue el principal competidor directo de Wundt. Stumpf estaba fuertemente influido por Brentano. Esta influencia puede haber sido la causa de que aceptara un tipo de introspección menos riguroso que el que Wundt consideraba aceptable. Al igual que Brentano, Stumpf tuvo más significación por sus diferencias con Titchener que por sus similitudes, aunque aceptaba sin cuestionarlo el empleo de

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la introspección. El psicólogo experimental más capaz y productivo de la época fue Müller. El estructuralismo de Titchener (1867-1927): uno de los temas principales a lo largo de toda su obra es el de la unidad de la ciencia. Para él era evidente que todas las ciencias se erigían sobre l mismo fundamento: el mundo de la experiencia humana. Cuando este mundo era observado, de modos diferentes, desarrollábase también ciencias diferentes. Titchener creía que el sello distintivo del método científico era la observación, que, en su opinión, incluía también la experimentación. Veía el experimento como una observación que se podía repetir, aislar y variar, asegurando de tal forma la exactitud y la claridad. Distinguió luego entre el tipo de observación propio de la ciencia física (mirar hacia afuera) y la observación psicológica o introspección (mirar hacia adentro). Los estados de conciencia eran los objetos propios de ese estudio psicológico. Lanzó virtualmente la psicología estructuralista en los EE.UU. Titchener lamentaba la existencia del funcionalismo, si bien lo reconocía. Titchener definía la conciencia como la suma total de las experiencias de una persona, tal como están en un momento dado. Entendía la mente como la suma total de las experiencias de una persona - consideradas como algo dependiente de la persona – desde su nacimiento hasta su muerte. Señaló también 3 problemas para la psicología, muy similares a los planteados por Wundt: la meta del psicólogo es triple: 1) analizar la experiencia mental concreta (real) de sus componente más simples, 2) descubrir cómo se combinan esos elementos, cuáles son las leyes que gobiernan su combinación, y 3) conectarlos con sus condiciones fisiológicas (corporales). Titchener modificó la distinción hecha por Wundt entre psicología y física. No podía convenir con Wundt en que la física estudiara la experiencia mediata y la psicología la experiencia inmediata; pensaba que toda experiencia debía considerarse inmediata. La distinción estaba más bien en la actitud adoptada hacia el estudio de la experiencia, siempre inmediata. El físico estudiaría la experiencia como algo independiente de la persona que la experimenta, mientras que el psicólogo la estudiaría en la medida en que depende de la persona. El concepto de “error del estímulo”, creado por Titchener, se relaciona con la distinción entre psicología y física. Para Titchener, el error del estímulo consiste en atender a (e informar sobre) las propiedades conocidas del estímulo, más que a la experiencia sensorial misma. Así, el sujeto entrenado para la introspección es alguien que aprende a ignorar los objetos y eventos como tales, y a concentrarse en cambio en la experiencia consciente pura. Ningún tipo de descripción sensorial es más verdadero que otro, en un sentido último. Los estructuralistas buscaban la descripción que se correlacionara más estrechamente con la estimulación momentánea. Los físicos y todos los otros científicos cometen el error del estímulo como cosa natural. Quieren informar sobre sus observaciones de una manera que concuerde con el carácter objetivo del estímulo, prescindiendo de los efectos momentáneos que puedan estar determinando su percepción del estímulo en un momento dado. Sólo los psicólogos introspeccionistas quieren conocer el carácter puro de la experiencia presente. Titchener enseñaba que la psicología debía estudiar

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la experiencia tal como ésta parece existir cuando intentamos separarla del aprendizaje; esto es, no debemos atribuirle significado. El terco experimentalismo de Wundt tuvo una expresión quizás más exagerada en Titchener. Este no sólo sostenía que la psicología debía ser experimental; también sostenía que debía ser pura. La ciencia aplicada le parecía a Titchener una contradicción. Censuró la noción de que la función de la psicología fuera la búsqueda de medios para auxiliar a las mentes enfermas. Titchener aceptó el paralelismo psicofísico de Wundt como solución práctica para el problema mente-cuerpo, pero en realidad la filosofía no le interesaba. Lo aceptó porque le permitía continuar el estudio de la psicología con la metodología en la cual creía. Como Wundt, Titchener exaltaba la nueva libertad de la psicología respecto de la especulación filosófica. La metodología del estructuralismo: según Titchener, sólo los observadores excepcionalmente bien entrenados podían realizar científicamente la introspección. Es evidente que Titchener no favorecía el empleo de observadores no entrenados; tampoco en esta ocasión favorecía a la fenomenología como ciencia. A los observadores no entrenados les resulta difícil decir exactamente qué aprender a hacer los observadores entrenados. Con el transcurso de los años, la introspección se iba haciendo más refinada y más general en sus aplicaciones. Se ha dicho que la introspección es la observación directa de la conciencia, de los procesos mentales. Sin embargo, Titchener decía: “el curso seguido por un observador mostrará variaciones de detalle de acuerdo con la naturaleza de los estados de conciencia observados, el propósito del experimento y las instrucciones dadas por el experimentador. Introspección es, pues, un término genérico, y cubre un grupo indefinidamente amplio de procedimientos metodológicos específicos”. Al mismo tiempo Titchener no parece haberle sido fácil encontrar una definición satisfactoria de la introspección. Si la descripción de la introspección hecha por Titchener es correcta y completa, parecería que es poco lo que tenemos que cuestionar. No habría diferencias entre el informe del psicólogo y el del físico sobre la misma cosa. Pero Titchener estaba hablando de un “entrenado” para la introspección. El observador que aprende a introspeccionar está en situación diferente. Cierto tipo de términos, que podemos llamar “términossignificados” no se aceptan. Un psicólogo estructuralista no se interesa científicamente por el enunciado “veo una mesa”, porque “mesa” es una palabra significativa, basada en el conocimiento previo del agregado de sensaciones visuales y táctiles por el cual identificamos la mesa. Los psicólogos estructuralistas creen interesarse en este agregado como algo carente de significado; no quieren el agregado resumido en una palabra-significado, porque les interesan los contenidos directos de la experiencia, y no las inferencias que se hacen sobre la base de los contenidos. Wundt y Titchener insistían en que las condiciones externas debían controlarse cuidadosamente, para poder determinar con mayor precisión los contenidos de conciencia y para que la misma cosa pudiera ser experimentada por más de un observador, permitiendo así una verificación recíproca de los resultados del experimento. Sería entonces posible un vocabulario apto para la tarea, basado en los aspectos comunes de las experiencias llevadas a cabo bajo condiciones cuidadosamente controladas.

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Para quienes practican la introspección, la tarea de aislar aquel aspecto de su múltiple experiencia al cual se aplica una palabra particular puede ser muy difícil. Si hubiera sido posible asegurar el suficiente acuerdo científico para los hallazgos de la introspección, la escuela estructuralista seguiría siendo aún hoy una fuerza vital. Luego veremos que eso no fue posible. Mientras tanto, intentemos describir la introspección, examinando aquellos de sus rasgos que puede comprender un psicólogo no introspectivo de hoy. Aunque puede ser más que eso, la introspección es por lo menos un término genérico que reúne varios tipos de observación llevados a cabo en la psicología. Proposiciones empíricas: en la ciencia no sólo las observaciones determinan la teoría; también la teoría determina las observaciones. Las proposiciones empíricas del estructuralismo nos parecen hoy mezcladas con presupuestos teóricos, pero para los estructuralistas sus proposiciones parecían basarse directamente en la observación. Los 3 elementos básicos de la conciencia, que se remontan a los filósofos empiristas ingleses, parecían verificarse en las observaciones introspectivas de Wundt y posteriormente de Titchener. Esos e elementos eran básicos y no susceptibles de una ulterior reducción analítica. Las imágenes eran los elementos de las ideas, y las sensaciones los de la percepción. Se suponía que las imágenes diferían de las sensaciones por ser menos vívidas, menos claras, menos intensas, y a veces menos prolongadas. Tanto las imágenes como las sensaciones tenían 4 atributos básicos: cualidad, atensidad, intensidad y protensidad. La cualidad tenía un significado usual – una diferencia de clase - ; la atensidad era sinónimo de claridad, sólo que un tipo de claridad que variaba con la atención más que con las características objetivas de los estímulos; la intensidad tenía su significado usual de fuerza y la protensidad designaba la duración temporal de la sensación o la imagen. Algunas modalidades sensoriales producían sensaciones con un atributo adicional: la extensidad en el espacio. El estructuralismo como sistema Definición de la psicología: la definición estructuralista de la psicología era “el estudio analítico de la mente humana, adulta, normal, generalizada, que se lleva a cabo mediante la introspección”. Esto resume nuestro examen previo; el término “generalizada” agrega la opinión de Titchener – y de Wundt antes que él – de que la psicología no se interesa básicamente en las diferencias individuales, y lo de “normal” excluye a las mentes perturbadas o defectuosas. Postulados básicos: la expresión “postulados” alude, como es natural a aquellos enunciados a los que, con algún propósito, se considera incuestionables; en un sentido lógico formal, los postulados servirían de base para derivar otros enunciados a los que se denomina teoremas. Hasta hace muy poco, la psicología casi no hizo uso de postulados de esta clase, y la psicología estructural no fue la excepción a esta regla. No obstante, en algún sentido los postulados han atraído desde hace tiempo el interés de los psicólogos. ¿Qué tipo de postulados, entonces, han interesado tradicionalmente a los psicólogos? La mayoría han sido las suposiciones de “alto nivel” que guían la conducta del investigador psicológico.

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Hay todavía, sin embargo, otros tipos de enunciados a los que se llama también postulados. Estos enunciados parecen apoyarse más en una base empírica que ser simples suposiciones, pero están universalmente sustentados por observaciones pertinentes. Concedían gran importancia a la experimentación y excluían métodos por no ser científicos, y no podían afirmar con demasiada firmeza que a la psicología le habían crecido sus propias alas y era que ya independiente de la metafísica. El conocimiento era empírico, no a priori. Desde luego, se daba por sentado que la mente y la conciencia eran conceptos útiles y constituían el campo propio del estudio psicológico. Se suponía asimismo que la introspección era un método válido para ese estudio, un método que exigían un máximo de entrenamiento para lograr un rendimiento eficiente. Se presumía que la coherencia y la ley presidían el reino de la conciencia y que la mente y el cuerpo eran sistemas paralelos. Naturaleza de los datos: Titchener creía que los datos primarios de la psicología debían obtenerse por medio de la introspección y bajo estrictas condiciones experimentales. En la actualidad llamaríamos “subjetivos” esos datos, pero sin duda, Titchener creía que eran tan objetivos como podían serlo cualesquiera otros. Posición frente al problema mete-cuerpo: Titchener se militó a aceptar el paralelismo psicofísico de Wundt. Parecería que Titchener aceptara un monismo de la experiencia. Principios de conexión: el problema de la conexión era secundario para Titchener; en tanto no se elabora la naturaleza detallada de los elementos, no tenía sentido el intento de conectarlos. Su opinión respecto a la conexión era similar a la que tenía respecto de la función; reconoció finalmente la necesidad de trabajar con las funciones, pero creía que primero debía venir el estudio de la estructura. Hasta donde se interesó en las conexiones, las explicaba por la asociación. Titchener adoptó el principio de la asociación por contigüidad como su ley principal. Su ley de asociación le proporcionó un principio de conexión sucesiva; esto es, el ítem A tiende a provocar la aparición del ítem B inmediatamente después. Otro tipo de conexión que debía explicar Titchener era el problema del significado: ¿cómo llega a conectarse el significado con la sensación? El consideraba que el problema era ajeno a la psicología, pero de todos modos desarrolló una explicación: su famosa teoría contextual. Para Titchener, el significado de una sensación era simplemente el contexto de conciencia en el que ocurría. Una sensación simple no tiene significado; sólo lo adquiere de las otras sensaciones o imágenes que la acompañan. El contexto de la sensación, y por lo tanto su significado, es un resultado de la experiencia pasada con la sensación; es el resultado de las asociaciones entre sensaciones o imágenes pasadas. Lo que llamamos significado es simplemente la totalidad sensorial que acompaña a la sensación significativa. Principios de selección: el problema básico de explicar por qué se seleccionan ciertos estímulos en la conciencia, se manejó mediante el concepto de atención, que había sido reducida a la claridad sensorial. Según Titchener, hay 3 etapas generales en la atención: 1) atención primaria involuntaria, innata, donde los factores innatos tales como la intensidad y la cualidad de la experiencia sensorial determinan la atención, mientras dura la disposición atentiva involuntaria, o quizá la novedad; 2) atención

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secundaria voluntaria, una vez que la novedad ha dejado de serlo (duran...


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