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Title Modulo 3 geografiía de las
Course geografía
Institution Universidad de Las Palmas de Gran Canaria
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Modulo 3 geografiía de las instituciones jurídicas hhhh...


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TEMA 1. LAS GRANDES REGIONES DEL MUNDO. 1. EL TÉRMINO Y LOS CONCEPTOS DE REGIÓN. 1.1 INTRODUCCIÓN. 1.2 EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE REGIÓN REAL. 1.2.1 La región en la sociedad preindustrial. 1.2.2 La región en la época de la revolución industrial. 1.3 EL CONCEPTO RECIENTE DE REGIÓN Y DE LA GEOGRAFÍA REGIONAL. 1.4. LOS TIPOS DE REGIONES. 1.5 EL ANÁLISIS GEOGRÁFICO REGIONAL: CIENCIA DE LAS REGIONES Y TÉCNICA DE ORDENACIÓN TERRITORIAL. 1.5.1 Crisis y alternativas para la ciencia de las regiones 1.5.2 La técnica del Análisis Geográfico regional: La Geografía propositiva. 2. DELIMITACIÓN GEOGRÁFICA DE ÁMBITOS REGIONALES. 2.1 HACIA UNA NUEVA GEOGRAFÍA REGIONAL DEL MUNDO. 2.2 INCIDENCIA DEL NIVEL DE DESARROLLO. 2.3 EL SISTEMA POLÍTICO-ECONÓMICO IMPERANTE. 2.4 LA HERENCIA HISTÓRICO-CULTURAL. 2.5 EL DESIGUAL VALOR DE LOS CONDICIONANTES ECOLÓGICOS. 3. LOS GRANDES CONJUNTOS REGIONALES. 3.1 EUROPA. 3.2 FEDERACIÓN RUSA. 3.3 CHINA. 3.4 JAPÓN. 3.5 EL SURESTE DE ASIA. 3.6 EL ASIA SUROCCIDENTAL. 3.7 LAS ANTIGUAS REPÚBLICAS SOCIALISTAS SOVIÉTICAS DEL ASIA CENTRAL. 3.8 OCEANÍA. 3.9 AMÉRICA DEL NORTE. 3.10 AMÉRICA DEL SUR. 3.11 ÁFRICA

1. EL TÉRMINO Y LOS CONCEPTOS DE REGIÓN. 1.1 INTRODUCCIÓN. Una de las más legítimas aportaciones de la Geografía al conocimiento ha sido la de reconocer en la superficie de la Tierra los rasgos conexos de múltiples factores que se influyen simultánea y mutuamente. La reflexión acerca de tales relaciones ha exigido, como es lógico dentro del sistema de las ciencias, un proceso conceptualizador cuyo resultado más integrador ha sido la palabra "región". El término región evoluciona del latín regere que significa gobernar, dirigir. Su significación actual puede, en cierta manera, alejarse de una estricta traducción primera, aunque sí podemos afirmar que "la región es un espacio gobernado por unos principios capaces de constituir áreas diferenciadas" (MOLINA IBÁNEZ,1986). El hecho de que estos principios no hayan sido definidos unánimemente es lo que da al término región un significado variable. La región es, cuando menos, una estructura real a la que se aplica el método geográfico con el objetivo de explicar la lógica de su organización. Pero también la región es: - a) variable (en forma, extensión y contenido) y - b) no actualiza continuamente sus virtualidades. a) El carácter dinámico de la región geográfica fue expresado ya de modo clarividente por Pau Vila, en su estudio de conjunto sobre las comartas catalanas cuando dice: "Ninguna comarca es inmutable" y "guardémonos de seguir en la búsqueda de un contenido determinado cuanto está visto que éste varía de forma a través del tiempo. Al fin y al cabo, las comarcas son obra de los hombres" (cit. En SOLÉ SABARiS, 1975, ed. 1984: 41-42). b) La organización espacial es el resultado de un proceso lógico que actúa diferencialmente en el transcurso del tiempo sobre el espacio. En cada fase de un proceso se requieren condiciones distintas, y en función de esas necesidades el hombre actúa sobre el territorio. Por eso el espacio no actualiza continuamente sus virtualidades. En cada momento una determinada localización o un determinado espacio tendrá más o menos valor para ser actualizado. Esto no supone una ruptura de la lógica espacial, sino al contrario; es lo que da continuidad al proceso y a las estructuras espaciales. El hombre -sujeto activo- al tomar sus decisiones lo hace teniendo en cuenta sus intereses, motivaciones o necesidades, y utilizará la lógica del espacio -sujeto pasivo- según sus decisiones dentro de cada instante revalorizando unas localizaciones, y subordinando otras (PRECEDO LEDO, 1985: 14).

1.2. EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE REGIÓN REAL. Claval (1968) en su obra Régions, nations, grands espaces, ha hecho un estudio sobre la evolución histórica de la región en Europa, y ha mostrado como los cambios se han producido paralelamente a la evolución económica. Según el citado autor, las líneas generales que distinguen dicha evolución son las siguientes: la región en la ciudad preindustrial, la región en la época de la revolución industrial, las regiones industriales y metropolitanas.

1.2.1. La región en la sociedad preindustrial.

Comienza en tiempos medievales (con reminiscencias romanas) y llega sin cambios importantes hasta el siglo XVIII. Las actividades económicas tienen ante todo por objeto satisfacer directamente las necesidades de subsistencia de los habitantes de cada región. Por tanto el intercambio comercial con el exterior es muy limitado y sólo afecta a los artículos de lujo y a una parte reducida de la población. Las actividades principales son las del sector primario, sobre todo la agricultura y ganadería, en estrecha simbiosis con el terreno y por consiguiente subordinadas a las condiciones ecológicas que les confiere la región natural. La comarca tiende, por la misma razón, a la homogeneidad, y ésta se manifiesta primordialmente en los cultivos. La agricultura suele carecer de especialización y se orienta hacia una economía cerrada, de la misma manera que cada unidad de explotación busca subvenir a las necesidades alimentarias de la familia. Las ciudades, que a menudo nacieron del favor de los reyes con objeto de contrarrestar el poder feudal, son pequeños centros comerciales que viven de mercados y ferias y de una artesanía poco desarrollada que coexiste con una población numerosa dedicada a la agricultura. Pese a todo están poco ligadas a la comarca y al mundo rural que les rodea, ya que escasean los servicios, y las únicas organizaciones existentes son de carácter político. Al constituirse los Estados modernos, en época variable según los países, la administración cobra importancia. Con ello se refuerza el papel de algunas ciudades, en sus aspectos administrativo, burgués y militar. Son las regiones históricas originadas por los vínculos establecidos entre varias unidades comarcales alrededor de un núcleo importante cuya influencia ha llegado hasta donde lo han permitido los límites étnicos, lingüísticos, y los impuestos por la naturaleza o por la voluntad del hombre. Son las regiones que Claval dice que aparecen como resultado de un largo proceso de polarización ejercido más en el plano político que en el económico.

1.2.2. La región en la época de la revolución industrial. En el siglo XVIII y principios del XIX, con los cambios económicos de la época comienza, según Claval, una profunda metamorfosis de la región. La transformación de los medios de transporte y sobre todo de la teînica industrial (carreteras, canales, máquina de vapor, explotación de hulla, etc.) determina una progresiva ampliación del área de influencia de los mercados locales, y correlativamente una especialización en los productos agrícolas (aparecen áreas vitícolas, oleícolas, etc.). Lo mismo ocurre en el orden industrial con la aparición de áreas textiles, etc. El comercio se organiza a una escala regional amplia, nacional e incluso internacional, que obliga a la concentración de capitales y a la creación de estructuras financieras adecuadas. Tiene lugar en esto una clara diferenciación de las regiones de escala media y pequeña. Se ha iniciado la metamorfosis que llevará de la región tradicional o histórica a la moderna región económica, de radio mucho más amplio, menos ligada a las regiones naturales y con estructuras funcionales de mayor complejidad.

1.2.3. Las regiones industriales y metropolitanas. En el transcurso del siglo XIX este proceso de cambio iniciado en el siglo anterior se intensifica con el desenvolvimiento y concentración de la industria. Es cuando surgen las grandes regiones industriales (países negros británicos, región textil catalana). Las actividades humanas se diversifican cada vez más: regiones algodoneras, regiones laneras, etc. Comienza la competencia nacional, y sobre todo internacional, de los productos manufacturados. Los servicios técnicos se hacen necesarios y con ellos las instituciones docentes. Se intensifica el intercambio de bienes, sube el nivel de vida, aunque aparezcan los sectores de suburbio en las grandes ciudades. Se producen corrientes migratorias, a escala nacional e internacional hacia las grandes ciudades industriales y, de forma concomitante, el éxodo rural, así como el aumento en la densidad poblacional de las áreas más favorecidas por sus recursos energéticos, mineros, áreas portuarias, etc. El desarrollo del ferrocarril y del automóvil empequeñece los antiguos marcos regionales. Las infraestructuras se hacen cada vez más complejas y necesarias; sobreviene la concentración de capitales evadidos de las regiones periféricas hacia las grandes aglomeraciones industriales y unas pocas myrópolis o la capital del

Estado, provocando la aparición de regiones desheredadas o subdesarrolladas. El término final es la presencia de la región metropolitana. He aquí, pues, el camino que lleva de la pequeña región homogénea, propia de la sociedad preindustrial, a las regiones bien diferenciadas y de dimensión media en la época de la revolución industrial; y, finalmente, a las grandes regiones económicas de los tiempos actuales.

1.3. EL CONCEPTO RECIENTE DE REGIÓN Y DE LA GEOGRAFÍA REGIONAL. Después de la Segunda Guerra mundial, se produce una contradicción entre las críticas a la investigación en Geografía regional y el mantenimiento en los programas de la enseñanza media y superior de un abundante repertorio de asignaturas regionales. Ello se entiende porque hasta los años sesenta los estudios regionales habían constituido la máxima expresión del quehacer de los geógrafos. En la década de los sesenta y setenta, la actitud beligerante que mantuvieron la mayor parte de las corrientes geográficas se explicaba por la escasa adecuación y anquilosamiento de los planteamientos regionales a las nuevas exigencias de la sociedad. Las críticas no se centraban en el objeto de estudio, sino en el tratamiento y el método utilizados. Estas críticas se centraban tanto en su excesivo descriptivismo, carente de formulación de leyes (crítica de la Geografía neopositivista), como en sus connotaciones ideológicas conservadoras (denunciada por los geógrafos radicales). Los regionalistas adolecían de una estructura metodológica o, en todo caso, disponían de un método mal articulado e inconexo en el que se hacían suceder, con un lenguaje pretendidamente geográfico y científico, los capítulos del medio físico, historia y población, actividades económicas y división regional, en muchas ocasiones basados en las respectivas aportaciones de las ciencias naturales (geología, meteorología, biología) y sociales (historia, sociología, psicología). Este esquema lineal, muy fácil de llevarlo a la práctica, responde mejor a la idea de una región, de un país, concebidos como una cáscara vacía que debe llenarse con una amalgama de datos, de hechos, de características, de recurso de producciones; sin otro fin que aprenderlos, con el objeto de identificar el país y distinguirlo de los demás (SANCHEZ Y BENYHE, 1985: 31). Con el transcurrir de la década de los setenta los enfrentamientos entre la Geografía regional clásica y las nuevas Geografías aparentemente pueden ya considerarse agotados: así parecía demostrarlo la escasa producción y teorización por parte de la Geografía regional sobre todo ante la gran incidencia y difusión de la Geografía teorética y, posteriormente, la radical y la humanística. No obstante, este hecho no es del todo generalizable ya que los estudios regionales pervivieron en la Geografía francesa y norteamericana (ALBET i MAS, 1993: 12). A pesar de sus aparentes descréditos, en plena década de los ochenta se ha observado un cierto revival de los esquemas regionales más tradicionales (MOLINA IBÁÑEZ, 1986; ORTEGA CANTERO, 1987; GÓMEZ MENDOZA Y OTROS, 1982, ed. 1088). Paralelamente a su rechazo a la "mixtificación de la teoría" en que la Geografía parecería haber caído durante el período cuantitativo, persisten las referencias al medio físico como elemento fundamental en la interpretación de la realidad geográfica, así como el voluntarismo y el individualismo metodológico como principales compromisos filosóficos: se rechaza la necesidad de una teorización previa a la investigación geográfica Y, liberándose de deslumbramientos epistemológicos, se pretende elaborar descripciones evocadoras del mundo y las personas en sus muchas unicidades. En conjunto viene a suponer un sorprendente retorno a la más tradicional corografia, pero evidentemente bajo unas condiciones sociales diferentes y mucho más complejas que las de antaño (ALBET i MAS, 1993: 13). Sin embargo, existe una tendencia diferenciada que propugna una "nueva Geografía regional cuyas fases iniciales se sitúan también en la década de los setenta, en pleno rechazo pluralista a los planteamientos positivistas en el que también se inscribieron la Geografía radical, la

comportamental, la humanística, y en el que también se asentaron las bases para aquel incipiente reavivamiento de la Geografía regional tradicional. En los años ochenta se va a ir desarrollar o esta nueva tendencia geográfica, al menos en el mundo anglosajón, que pone el acento en los procesos de reestructuración de los sistemas urbanos y regionales; después de la fuerte insistencia en la necesidad de una teoría general en los años setenta, se ha pasó a buscar un terreno intermedio que sea capaz de integrar lo general y teórico con la complejidad y particularidad de los procesos empíricos. "Lo único está de nuevo en la agenda" (MASSEY, 1985; cit. en GARCÍA HERRERA, 1989: 39). Pero la tarea del intelectual es construir generalizaciones sostenibles, y admitir que en un momento dado tales generalizaciones pueden dejar de ser sostenibles (SMITH, 1987; cit. En GARCÍA HERRERA,1989: 39) En el mundo anglosajón, los orígenes de la nueva investigación en Geografía regional se hallan en la reacción que muchos geógrafos tuvieron en la década de los años setenta. Entre los primeros en reaccionar, insatisfechos por las limitaciones de los modelos esnaciales estaban Gregorv (1078) Harvev (1984;1985), Massey (1985), Pred (1984;1986) y Soja (1984;1985). El esfuerzo se dirige a afirmar el interés tradicional de la disciplina por la diferenciación espacial y por el carácter sintético. Se reclama la importancia del eso ion geográfico, pero el eje central de esta Geografía regional está en lograr la reconciliación entre las particularidades del lugar Uno de los objetivos de la nueva Geografía regional es ampliar, ensanchar la base común con las disciplinas próximas. En este nuevo enfoque, aunque dentro de la tradición corográfica, la permanencia del carácter único de lo local no es un fin en sí mismo, sino que es el contexto para desarrollar una explicación social y económica. Como señala D. Massey; "El hecho de que los procesos tengan lugar en el espacio -los hechos de la distancia o la proximidad, de la diferenciación geográfica entre áreas, del carácter individual y el significado de los lugares y regiones concretas son aspectos esenciales para el funcionamiento de los mismos procesos sociales. De la misma manera que no hay procesos sociales no espaciales. Ni ninguno de estos procesos tiene lugar en un medio sin rasgos distintivos, neutral e indiferenciado. La Geografía en su sentido más amplio implica no sólo una distancia espacial sino también una diferenciación física, del terreno, de la vegetación, del clima, tales aspectos físicos son importantes. Su impacto, uso y significado serán, desde luego, socialmente construidos, pero esa construcción se hace a partir de algo" (MASSEY, 1984; cit. en GARCÍA HERRERA, 1989: 41-42). La nueva Geografía regional que se estaba definiendo en aquellos años trataba de remodelar algunos de los temas previamente abordados por la Geografía clásica e integrarlos en un planteamiento nuevo. No es tanto una novedad en el objetivo, la diferenciación espacial, sino en hacerlo de un modo nuevo, desde premisas y postulados distintos. Los fundamentos de esta nueva Geografía se apoyan en una clarificación del papel de la región como objeto de estudio. La nueva Geografía regional reclama el estudio de las regiones basado en el carácter objetivo de la diferenciación geográfica. Las regiones no son meros constructos analíticos construidos por la mano del geógrafo, sino que son productos de la historia humana. Como entidades territoriales, las regiones son definidas mediante procesos históricos materiales en los que las estructuras espaciales son producidas inicialmente y, luego reproducidas y transformadas. Dado que la constitución histórica de las regiones se transforma de manera continua, el foco de análisis no es tanto la región como un objeto geográfico clasificable en un esquema taxonómico, sino más bien la formación de las regiones como un proceso históricogeográfico de carácter dinámico: "Es importante dejar las discusiones sobre "objetos" aparentemente simples, y conceptualizar los procesos y las relaciones. Los objetos no están simplemente para ser analizados, sino que son ellos mismos productos, y deben ser conceptualizados de tal manera que permitan incorporar, no sólo sus características descriptivas, sino también el proceso de su producción, la dinámica más amplia de la cual forman parte" (MASSEY, 1984; cit. En GARCÍA HERRERA, 1989: 43).

La Geografía regional parecía totalmente idiosincrática y alejada de la historia social. La Geografía regional "reconstruida" está guiada por cuestiones económicas, culturales y sociales que incluyen la diferenciación regional como una dinámica central. Lo que no tenía esta nueva Geografía regional es una metodología explícita. Se trataba de utilizar las categorías abstractas para preguntarse sobre situaciones histórico-geográficas y a través de las respuestas obtenidas ganar sustancia empírica. Esta información empírica se convierte en la base de categorías analíticas más concretas y específicas que adquieren formas y significados consistentes con los interrogantes y el marco regional en estudio. La metodología implícita entraña movimientos continuos entre los niveles de análisis general y específico, alrededor de un conjunto de formalizaciones centrales tales como el progreso de trabajo, la estructura de clases y la práctica cultural. En la nueva Geografía regional lo que no está tan claro es si ofrece una alternativa clara frente a la Geografía regional tradicional. No es suficiente insistir en que conlleva un enfoque teórico crítico y reflexivo, hay que señalar las pautas prácticas para llevar a cabo esa nueva Geografía regional (PUDUP,1988). Un enfoque reflexivo y crítico a la teoría debe ir unido a una evaluación igualmente rigurosa de los métodos y las fuentes. La omisión de estas tareas ha sido una de las deficiencias de la Geografía regional tradicional. El problema real no es si la Geografía regional necesita una investigación teórica o empírica, sino más bien la necesidad de la Geografía de una teoría de la descripción que guíe la búsqueda interpretativa de la disciplina (GARCÍA HERRERA, 198g: 43-45) Pero estos interesantes deseos de "refundación" de una nueva Geografía regional a principios de los años ochenta han terminado diluyéndose en los noventa como consecuencia, desde nuestro punto de vista, de las influencias negativas del movimiento postmodernista: a) región e interdisciplinariedad, b) región y teoría social y c) región y acción comunicativa. a) Muchos geógrafos se introdujeron entonces en los campos de otras ciencias sociales paralelas (sociología, economía, historia, antropología, etc.) a la búsqueda de fuentes alternativas de procesos territoriales que transcienden a una definición estrictamente espacial. Estas infiltraciones en disciplinas más o menos afines, implican el reconocimiento de que muchos de aquellos procesos no sólo son específicos temporalmente, sino también espacialmente, por lo que permiten evidenciar la importancia de la Geografía en el momento de reconsiderar las relaciones entre las especificidades de un lugar y las estructuras económicas y sociales. Determinar hasta qué punto los procesos y las estructuras sociales dependen de un contexto geohistórico es, pues uno de los cometidos de la nueva Geografía regional (ALBET i MAS, 1993: 13-14). b) A partir de la adopción del análisis de las relaciones estructurales como constitutivas de la región, muchos de los conceptos básicos de la corologí...


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