Módulo 4. Percepción táctil PDF

Title Módulo 4. Percepción táctil
Author Antonio Bueno
Course Psicología de la percepción
Institution Universitat Oberta de Catalunya
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Módulo 4. Percepción táctil...


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Percepción táctil PID_00199903

Cristina Díaz Berciano

© FUOC• PID_00199903

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Percepción táctil

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Percepción táctil

Índice

Introducción...............................................................................................

5

Objetivos.......................................................................................................

6

1.

El estímulo para el tacto.................................................................

7

2.

Descripción anatómico-funcional del sistema táctil humano: de la piel al cerebro........................................................ 2.1.

8

Receptores ....................................................................................

8

2.1.1.

Corpúsculos ....................................................................

9

2.1.2.

Terminaciones nerviosas libres ......................................

9

Vías y respuestas neurales ...........................................................

10

3.

Percepción de la presión..................................................................

16

4.

Percepción de la temperatura........................................................

18

5.

Percepción de la vibración..............................................................

19

6.

La adaptación.....................................................................................

20

7.

Percepción háptica y tacto activo.................................................

21

8.

Percepción del dolor.........................................................................

23

8.1.

Estímulos y receptores del dolor .................................................

23

8.2.

Umbrales, intensidad y adaptación al dolor ...............................

24

8.3.

Analgesia y opiáceos endógenos .................................................

26

2.2.

9.

Relaciones entre la percepción visual y la percepción táctil..

28

Ejercicios de autoevaluación..................................................................

29

Solucionario................................................................................................

30

Glosario........................................................................................................

31

Qué deberíais saber...................................................................................

32

Bibliografía.................................................................................................

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Introducción

La piel contiene gran número de receptores sensoriales que se extienden por ella y aportan una enorme cantidad de información. Podemos considerar que es el órgano sensorial de mayor extensión. Aunque no le solamos otorgar la trascendencia que merece, la experiencia táctil es básica en nuestras vidas.

En muchas ocasiones cotidianas, la vista y el oído son insuficientes para obtener información vital sobre las propiedades de los objetos y para evitar lesiones.

Así, por ejemplo, en ocasiones necesitamos tocar un objeto para determinar con más exactitud su textura o peso o, incluso, para identificarlo. Por otra parte, imaginad lo que supondría no experimentar sensación de dolor ante un estímulo nocivo, como, por ejemplo, una superficie a alta temperatura. En ese caso, no retiraríamos la mano que está sobre esa superficie hasta no tener información de otros sentidos (una quemadura visible, el olor a quemado, etc.), con lo que los daños serían mayores. En definitiva, el sentido del tacto es el sentido que posibilita que podamos percibir determinadas cualidades de los objetos, tales como la dureza, la suavidad, la temperatura o la forma, así como el dolor que un estímulo nos provoca.

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Objetivos

Los objetivos de este módulo son:

1. Delimitar el tipo de estímulos a los que responden nuestros receptores táctiles y describir las vías nerviosas que forman este sistema. 2. Discriminar entre los distintos tipos de sensaciones experimentadas. 3. Relacionar la percepción visual con la percepción táctil.

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1. El estímulo para el tacto

Los estímulos del tacto son aquellos que deforman la piel o mueven los pelos que contiene (Alpern, Lawrence y Wolsk, 1967/1984). Un cambio respecto a la temperatura de la piel provoca percepción de la temperatura. El sistema que responde preferentemente a los estímulos que provocan la sensación de presión, temperatura, vibración y dolor es el sistema somestésico, en el que también se incluye la propiocepción o sentido de la posición de los miembros del cuerpo y la cinestesia o sentido del movimiento. En el primer caso, están implicados los exteroceptores y en los dos últimos, los propioceptores (Lillo, 1993). En el presente módulo nos centraremos en los primeros. Notad que somos capaces de indicar ahora mismo en qué posición está nuestra pierna derecha y si se está moviendo o no sin necesidad de mirarla. Imaginad lo que supondría la incapacidad para sentir por medio de la piel: no solamente perderíamos mucha información sobre los objetos que nos rodean, sobre la comunicación interpersonal, etc., sino que, además, este estado nos supondría un peligro, ya que tiene una importante función adaptativa de protección del organismo. Existen personas que manifiestan una incapacidad para percibir sensaciones táctiles o dolorosas que están constantemente sufriendo golpes, quemaduras y fracturas (Wall y Melzack, 1994).

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2. Descripción anatómico-funcional del sistema táctil humano: de la piel al cerebro

La piel tiene el cometido de aislar al organismo de los elementos externos, así como de retener los órganos y fluidos. Pero otra función fundamental es captar información sobre los estímulos que contactan con ella, ya que es el órgano con mayor grado de exposición al exterior. Además, la piel es el órgano más pesado y el que está más al descubierto. Existen dos tipos de piel: •

Piel�pilosa: la cual contiene vello y es la de mayor extensión.



Piel�lampiña: sin vello y que se encuentra en manos, pies y otros lugares del cuerpo.

En la piel podemos diferenciar dos capas, debajo de las cuales encontramos células grasas: •

La�epidermis: es la capa exterior y está formada por varias capas de células muertas.



La�dermis: es la capa interior. Sus células se dividen constantemente y es éste el origen de las células muertas de la epidermis.

Estructura anatómica de la piel con los principales tipos de corpúsculos

2.1. Receptores Los receptores nerviosos que captan la estimulación que se produce sobre la piel pueden clasificarse en corpúsculos y terminaciones nerviosas.

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2.1.1. Corpúsculos Los corpúsculos son células con pequeñas cápsulas o abultamientos en las dendritas (podéis ver la figura 1) que son particularmente sensibles a los estímulos del tacto. Existen varios tipos de corpúsculos: •

Corpúsculos�de�Pacini: es el mecanorreceptor más estudiado. Se encuentra en la piel, los músculos, los tendones y las articulaciones y es extremadamente sensible. Es una cápsula formada por varias capas, como una cebolla, que rodea una fibra nerviosa y se sitúa en localizaciones profundas de la piel. Responden, principalmente, a la presión y a la vibración.



Corpúsculos�de�Meissner: son células planas apiladas, con una fibra nerviosa que las atraviesa y están localizadas en la dermis, especialmente en áreas de gran sensbilidad.



Receptores�o�discos�de�Merkel: poseen forma de disco y están situados en el límite entre dermis y epidermis. Son, fundamentalmente, receptores de presión.



Corpúsculos�de�Ruffini: son un grupo de fibras muy ramificadas que se encuentran dentro de una cápsula. Se relacionan con la sensación de calor.



Corpúsculos�de�Krause: están localizados a nivel profundo y son similares a los corpúsculos de Pacini, aunque algo más pequeños y simples. Sus dendritas se encuentran encapsuladas en una especie de bulbo. Están estrechamente relacionados con la sensación de frío.

2.1.2. Terminaciones nerviosas libres Se localizan en la grasa subcutánea. Se asocian con fibras de dolor y con la temperatura (podéis ver la figura 1). Determinadas zonas de piel lampiña tienen una capa muy espesa de células muertas que contiene terminaciones libres, de manera que están protegidas, pero aportan gran sensibilidad. Se encuentra cierto grado de especialización de estos receptores y, aunque la respuesta de las fibras es relativamente específica, ya que se observa una respuesta máxima de éstas ante estímulos concretos (Lillo, 1993), no existe una correlación total entre clase de receptor y sensación experimentada. Más bien parece que –como postula la teoría del patrón– las sensaciones se codifican en el patrón de respuesta de un grupo de fibras (por ejemplo, Sinclair, 1955). Existen dos grandes clases de receptores del tacto (y la cinestesia) según los cambios que se producen en su potencial durante una deformación duradera:

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Receptores�de�adaptación�rápida: es el caso del corpúsculo de Pacini y los receptores relacionados con el desplazamiento del pelo. Se produce una ráfaga de activación al aparecer el estímulo y una rápida adaptación o disminución de la excitación eléctrica aunque el estímulo no desaparezca.



Receptores�de�adaptación�lenta: receptores en los que la adaptación se produce lentamente, de manera que responden mientras permanece presente el estímulo, sin que se observe disminución en la activación. Son frecuentes en el sistema cinestésico, lo que permite que se pueda señalar la posición estable de una articulación.

Los receptores se distribuyen desigualmente por la piel: se concentran en determinadas zonas como la punta de los dedos. Además, su umbral es, comparativamente, 100 millones o 10 mil millones mayor que los umbrales de visión y audición, lo cual evita un exceso de estimulación (podéis ver la figura 5). 2.2. Vías y respuestas neurales La clasificación de las vías neurales implicadas en el sistema somestésico es extremadamente compleja. La conexión y organización de receptores y vías neurales depende del tipo de fibra nerviosa y del lugar de la corteza somestésica en el que termina la vía. Por otra parte, las diferentes clases de fibra nerviosa llevan al córtex distinto tipo de información. Las fibras nerviosas pueden clasificarse en función de: •

La clase de estímulo al que responden preferentemente: mecánico, de temperatura o nocivo (dolor).

• •

El tipo de adaptación a esos estímulos: lenta o rápida. La longitud de sus campos receptores: largos o cortos. Estos campos tienen la misma disposición que los de la visión, ya que, como en esta modalidad sensorial, los campos receptores se superponen.

En la piel lampiña existen cuatro clases diferentes de fibras que responden a la estimulación mecánica: •

Fibras con campos receptores pequeños, bien definidos, que se adaptan rápidamente.



Fibras con campos receptores pequeños, bien definidos, que se adaptan lentamente.



Fibras con grandes campos receptores mal definidos que se adaptan con rapidez.



Fibras con grandes campos receptores mal definidos que se adaptan con lentitud.

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Las fibras que tienen campos receptores pequeños y se adaptan lentamente responden bien a los detalles (Johnson y Lamb, 1981), mientras que aquellas que poseen campos receptores grandes y se adaptan rápidamente responden bien a los cambios. La experiencia sensorial se puede producir al estimular un solo canal, aunque la percepción resultante viene determinada por la actividad de los cuatro canales conjuntamente, ya que cada uno responde a una característica distinta del estímulo (Greenspan y Bolanowski, 1996). Dependiendo de la zona de la piel en la que se encuentre el receptor, la información llegará a un punto u otro del cerebro. Toda la información pasa por la médula espinal a través de 31 pares de nervios, y cuatro nervios craneales (trigémino, oftálmico, maxilar y mandibular) envían la información cutánea referida a la cabeza.

Representación de los núcleos de los pares o nervios craneales

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Percepción táctil

Las entradas confluyen en dos vías principales, anatómicamente diferenciadas y que parecen llevar clases distintas de información. Estas vías son: •

Vía�centrolemniscal: Contiene fibras nerviosas grandes que transmiten información rápidamente y que reciben entradas de fibras largas mielinizadas de conducción rápida que comienzan en los corpúsculos de la piel. La vía asciende por el mismo lado de la médula espinal hasta el tallo cerebral, donde la mayoría de las fibras se dirigen al lado opuesto (o contralateral). La vía continúa hasta el tálamo y la corteza. Sus fibras responden al tacto, aunque incluye alguna información sobre temperatura (Hensel, 1981). Esta vía codifica información sobre la intensidad y localización de estímulos táctiles, así como de sus aspectos temporales, es decir, sobre los cambios, por lo que resulta muy útil para el tacto activo. Cada neurona�de 1

primer�orden recibe información de una pequeña parte de la superficie corporal (campo receptor) que se retiene a nivel talámico y cortical. La capacidad para diferenciar entre dos puntos muy próximos en una región de piel muy sensible es posible gracias al elevado número de superposiciones en estos campos receptores. •

Vía�espinotalámica: Esta vía está formada por multitud de fibras cortas y responde a estímulos térmicos, dolorosos y táctiles. Sus campos receptores son más grandes que los de la vía centrolemniscal, por lo que codifica la cualidad más que la información espacial. Afecta (según variables como, por ejemplo, la temperatura) al funcionamiento de los sistemas circulatorios, digestivos y hormonales. Esta vía posee dos ramas: –

Vía�paleoespinotalámica: principalmente conduce información sobre dolor ligero o de quemadura.



Vía�neoespinotalámica: especializada en dolor de pinchazo.

Las fibras de este sistema ascienden por el lado contralateral a la estimulación externa de la médula espinal y se proyectan a varias áreas del cerebro, principalmente al tálamo y al sistema límbico, y de ahí se dirigen al córtex. Sobre todo llevan información sobre estimulación nociva, aunque también aportan alguna información sobre temperatura y tacto.

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Aquella conectada a los receptores de manera más directa.

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Representación gráfica de las vía centrolemniscal y espinotalámica implicadas en el sistema táctil

Proyecciones desde el tálamo a la corteza somatosensorial

El sistema centrolemniscal produce una primera sensación dolorosa bien localizada y punzante, y el sistema espinotalámico genera un dolor posterior "sordo", más difuso. En muchos casos, las neuronas de la corteza somestésica están organizadas entre sí de manera compleja, de modo similar a como lo están las del córtex visual.

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La corteza somestésica contiene dos zonas, S1 (área receptora primaria) y S2 (área receptora secundaria) (Burton y Sinclair, 1996). S1 posee distintas capas identificables (Kaas, 1983), de manera que las neuronas talámicas proyectan principalmente a una o dos capas de S1, dependiendo de qué zona provengan. A su vez, las neuronas de S1 proyectan a S2 (Turman, Morley y Rowe, 1998).

Complejo ventral posterior del tálamo y sus proyecciones a la corteza somatosensorial

A la estimulación de una zona concreta de la piel le corresponde la activación de una zona concreta de la corteza, por lo que se puede afirmar que existe una representación o un mapa de las distintas zonas del cuerpo en la corteza (homúnculo). Penfield y Rasmussen (1950) determinaron este mapeado estimulando distintas zonas de la corteza somestésica y preguntando a los pacientes en qué lugar del cuerpo habían experimentado una sensación. Hay determinadas zonas de la piel que, comparadas con otras, están representadas por áreas muy grandes del cerebro, lo que les permite detectar con gran precisión los detalles.

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Organización somatotópica de la corteza somatosensorial primaria. La cantidad de corteza dedicada a las manos y la cara es mucho mayor que la dedicada al resto del cuerpo.

Curiosamente, el mapa puede cambiar si la entrada sensorial de alguna zona

Nota

de la piel se pierde permanentemente, incluso en la madurez (Pons y cols., 1991). Por otra parte, la sobreestimulación continua de una zona de la piel produce un incremento de la región del córtex correspondiente. Ejemplo Los músicos que tocan instrumentos de cuerda tienen una representación cortical mayor de lo habitual relativa a los dedos de su mano izquierda (Elbert y cols., 1995).

Este mapa, además, está dispuesto en columnas y cada una de ellas procesa una zona concreta del cuerpo. Asimismo, no sólo existe un mapa del cuerpo, sino varios, y esta información repetida está referida a diferentes características del estímulo (Kandel y Jessell, 1991). Tanto en el tálamo como en el córtex existen células con campos receptores centro on-periferia off y viceversa, que responden a estímulos simples, pero en este último también hay células que responden a estímulos concretos más complejos. De esta manera, hay neuronas que sólo responden cuando los receptores son estimulados por bordes o estímulos que se desplazan en una dirección concreta (Hyvarinin y Poranen, 1978).

La sobreestimulación continua de una zona de la piel produce un incremento de la región del córtex correspondiente.

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3. Percepción de la presión

Distintas regiones del cuerpo varían en su sensibilidad respecto a la presión. La estimulación necesaria para que se produzca una respuesta ante la presión es un cambio brusco en la tensión de la piel, y en las investigaciones se utilizan estímulos como una vara o un pelo aplic...


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