Pasaje Bíblico - Filipenses 2 PDF

Title Pasaje Bíblico - Filipenses 2
Course Fisiología Humana
Institution Universidad San Marcos
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Estudio bíblico...


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PASAJE BÍBLICO Filipenses 2:1-13

EXÉGESIS: EL CONTEXTO: Para entender el principio de capítulo 2, debemos primero volver a capítulo 1. En 1:12-26, Pablo describe su situación. Está encarcelado, pero les asegura a los cristianos filipenses de que su encarcelación ha servido para extender el Evangelio, ya que ha podido rendir testimonio ante el guardia imperial (1:12-13). Enfatiza esto para eliminar cualquier posibilidad de que los filipenses interpreten su encarcelamiento como señal de que Dios le ha abandonado. También, en capítulo 1, Pablo utilizó frases que describen el problema al cual se va a dirigir en esta carta:  “Y algunos, a la verdad, predican a Cristo por envidia y porfía; Más algunos también por buena voluntad. Los unos anuncian a Cristo por contención, no sinceramente, pensando añadir aflicción a mis prisiones” (1:15-16). Esta envidia, rivalidad, y porfía plagan la iglesia filipense.

En 1:27-30, Pablo ofrece una fórmula para resolver este problema. Clama a los cristianos filipenses que lleven vidas dignas “del evangelio de Cristo” (1:27a) para que puedan ser “firmes en un mismo espíritu, unánimes combatiendo juntamente por la fe del evangelio” (1:27b).

FILIPENSES 2:1-4: CUMPLID MI GOZO 1Por tanto (griego: oun – entonces), si hay alguna consolación en Cristo; si algún refrigerio de amor; si alguna comunión del Espíritu; si algunas entrañas y misericordias, 2Cumplid mi gozo; que sintáis lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa. 3Nada hagáis por contienda (griego: eritheia) ó por vanagloria (griego: kenodoxian); antes bien en humildad (griego: tapeinophrosyne), estimándoos inferiores (griego: hyperechontas) los unos a los otros: 4No mirando cada uno a lo suyo propio, sino cada cual también a lo de los otros. “Por tanto (oun), si hay alguna consolación en Cristo; si algún refrigerio de amor; si alguna comunión del Espíritu; si algunas entrañas y misericordias” (v. 1). La

pequeña palabra griega oun(entonces) conecta este versículo a lo que Pablo dijo en capítulo 1 (véase el contexto arriba). Cuando alguien empieza una declaración con la palabra “si,” debemos volver al contexto para ver si él o ella está describiendo una condición basada en hechos o no.

El contexto de este versículo deja claro que Pablo está hablando de algo verídico. SÍ hay “consolación en Cristo.” SÍ hay “refrigerio de amor.” SÍ hay “comunión del espíritu.” SÍ hay “entrañas y misericordias.” La mayor parte de cristianos ha experimentado por lo menos una de éstas y sabe que son verdad. Cuando Pablo dice, “si,” pretende que estos cristianos filipenses asientan con la cabeza “sí” y digan, “Pues, claro que hay consolación en Cristo – claro que hay consolación en amor.”

Aquí Pablo está preparando la exposición de versículo 2. “Cumplid mi gozo” (v. 2a). Una cláusula que empieza con “si,” generalmente es seguida por otra cláusula que empieza con “entonces.” “Si A es verdad, entonces B sigue naturalmente” – “Si X es verdad, entonces haz Y.” En este versículo, Pablo

no usa la palabra “entonces,” pero la estructura de estos versículos da a entender este formato de “si… entonces.” • “si hay alguna consolación en Cristo, (entonces) cumplid mi gozo.” • “si algún refrigerio de amor, (entonces) cumplid mi gozo.” • “si alguna comunión del Espíritu, (entonces) cumplid mi gozo.” • “si algunas entrañas y misericordias, (entonces) cumplid mi gozo.” “que sintáis lo mismo” (v. 2b-1) (phronete hina ho auto – del mismo pensamiento), teniendo el mismo amor (echontes ten auten agape), unánimes (sympsychos), sintiendo una misma cosa” (phronountes to hen – enfocados en una sola cosa) (v. 2b).

Los cristianos filipenses necesitan hacer estas cuatro cosas para completar el gozo de Pablo.

 Tienen que pensar de la misma manera. Tienen que tener el mismo amor. Tienen que ser unánimes. Tienen que ser de una mentalidad unida. • “si hay alguna consolación en Cristo, (entonces) cumplid mi gozo.”

• “si algún refrigerio de amor, (entonces) cumplid mi gozo.” • “si alguna comunión del Espíritu, (entonces) cumplid mi gozo.” • “si algunas entrañas y misericordias, (entonces) cumplid mi gozo.” Estas cuatro frases son solo cuatro maneras de decir la misma cosa.  Pablo les pide a estos cristianos filipenses que estén completamente unidos para ganar fuerzas uno de otro. “que sintáis lo mismo” (v. 2b-1) (phronete hina ho auto). La palabra griega phroneo tiene varios significados. Puede significar “pensar” o “sentir” o “enfocarse” o “preocuparse de.” Una traducción literal de phronete hina ho auto sería “pensar de la misma manera.” “teniendo el mismo amor (v. 2b-2) (echontes ten auten agape). Ágape es una de las dos palabras que se utilizan en el Nuevo Testamento para hablar de amor – la otra palabra es philos. Ágape (y el verbo relacionado, agapao) se usa cinco veces más que philos. La distinción típica entre ágape y philos es que ágape tiene que ver con una preocupación por el bienestar de otra persona mientras que philos tiene que ver con

amor fraterno – entre amigos –compañerismo – el tipo de amor en que una persona recibe y da. Aunque se cuestiona el grado de esta distinción, eruditos suelen concordar que “philos contiene una mutualidad que no se encuentra en ágape” (Melick). Es decir, philos tiene que ver ambos con dar y recibir, mientras que ágape solo tiene que ver con dar – con una preocupación pura y directa por el bienestar de otra persona. Ágape es una palabra de “hacer” más que de “sentir.”

 No requiere que aprobemos de las acciones de los que amamos – ni siquiera que disfrutemos de su compañía. Sí requiere que actuemos por el bien de esa persona – que mostremos nuestro amor de alguna manera práctica. Una persona ágape hará todo lo posible para alimentar al hambriento – y dar de beber al sediento – y darle la bienvenida a un extraño – y vestir al desnudo – y visitar al enfermo y a la persona en la cárcel (Mateo 25:31-46). La persona ágape tiene poco o nada que ganar al ayudar a estas personas marginalizadas. El impulso de su amor ágape es dar, no recibir. “Unánimes” (v. 2b-3) (sympsychos). La palabra griega sympsychos es una combinación de dos palabras griegas – sun o syn, que significa “con” y psyche, que significa “aliento” o “vida” o “el aliento de la vida” o “alma.”

Pablo les pide a estos cristianos filipenses que vivan unidos de manera que puedan compartir vida y alma uno con otro. “Sintiendo una misma cosa” (v. 2b-4) (phronountes to hen). Como se anota arriba, phroneo puede significar “enfocar los pensamientos.” La pequeña palabra griega hen (derivada de heis) indica un tipo de singularidad o unidad. Por ejemplo, puede indicar el número cardinal “uno” – un número que especifica cantidad en lugar de orden. Es decir, en este versículo hen significa, “uno,” como en “una cosa” – no “uno” como en “el primero de muchos.” Entonces, una traducción válida para esta frase sería “enfocarse en un hen” – “enfocarse en una cosa o en una meta” – ser “del mismo pensamiento” – o aún “mirar juntos en una misma dirección.” Pero eso no es lo que Pablo les pide considerar. Quiere que se enfoquen en amarse y servirse uno a otro – igual que Cristo vivió para servir a otros (véase versículo 5ff). “Nada hagáis por contienda” (eritheia) (v. 3a). La palabra eritheia se usaba para hablar de elecciones partidarias y sin principios. La persona culpable de eritheia (erithaia) no solo es egoísta, sino que seguramente no siente ninguna preocupación por los que lastima para lograr su meta. La persona eriheia no dudaría en romper rodillas o

cabezas. Eritheia describe una fealdad de espíritu que produce conflicto y daño. Claro, la persona que desea enfocar su vida en Cristo evitará eritheia. “O por vanagloria” (kenodoxian) (v. 3b). La palabra griega kenodoxian viene de dos palabras: Kenos significa vano o vacío o desprovisto de la verdad. Doxa significa gloria o esplendor. Doxa se utiliza más para referirse a la gloria del Señor, pero se puede usar para referirse a la gloria del logro humano o al honor que acompaña tales hazañas. La palabra kenodoxian, entonces, significa gloria vacía – vanagloria – gloria que no tiene ningún hecho para apoyarla. • A veces decimos que gente está “inflada de sí misma” o “llena de aire.” Estas personas tienen kenodoxian. • Usamos la frase “trajes vacíos” para hablar de personas que se visten con autoridad, pero que no tienen substancia. Estas personas tenían kenodoxian. •Jesús habló de escribas y fariseos como “sepulcros blanqueados, que de fuera, a la verdad, se muestran hermosos, más de dentro están llenos de huesos de muertos y de toda suciedad” (Mateo 23:27). Estas personas eran kenodoxian. “Antes bien en humildad” (tapeinophrosyne) (v. 3c). La palabra griega tapeinophrosyne se deriva de la

palabra tapeinos, que significa pobre o humilde o de un grado más bajo. Pablo les pide a los cristianos filipenses que adopten una opinión humilde de sí mismos – que acepten, de su propia voluntad, un puesto más bajo. Alto y bajo son palabras relativas – dependen de la manera en que medimos las cosas. Siete pies es significante al hablar de un salto de altura, pero es una distancia muy corta para un corredor. De la misma manera, podemos parecer bastante competitivos si medimos nuestra conducta y nuestros logros contra un estándar establecido por otros en nuestra comunidad. Sin embargo, si nos medimos contra el estándar que Cristo nos dio, nuestra conducta y nuestros logros quedarán sumamente cortos. La llamada de Pablo hacia la humildad va contracorriente a todos los consejos que tanto se oyen hoy: “¡estate orgulloso!” “¡Se asertivo!” Aunque tiene sentido que este tipo de consejo pertenezca al reino de este mundo en lugar de al reino de Dios, hay otro sentido en el que esto es válido. Parte del problema está en la manera que definimos nuestros términos. Si con “orgullo” queremos decir arrogancia o engreimiento, entonces el orgullo es un valor de este mundo – pecaminoso. Pero si por “orgullo” nos referimos al respeto propio, eso es diferente.

Las escrituras dicen que fuimos creados en la imagen de Dios (Génesis 1:27) – poco por debajo de los ángeles (Hebreos 2:5). Dicen que Dios nos ama (Lucas 15:11ff; Juan 3:16; Hebreos 12:6; 1 Juan 4:8, 16b; Apocalipsis 1:5), dándonos razón por tratarnos con respeto. En lo que la arrogancia es un valor de este mundo, el respeto propio bien puede ser un valor del reino de Dios. El Apóstol Pablo, autor del libro de Filipenses, ciertamente demostraba respeto propio. No era ´´trapo`` de nadie. Era asertivo en su predicar y en su testimonio de Cristo – comportamiento que a menudo ofendía a la gente y que a veces resultó en su encarcelación. Pero, como veremos en versículos 5-8, Pablo les pide a los filipenses (y nos pide a nosotros) que imitemos la humildad de Cristo, que llevaba el poder supremo “siendo en forma de Dios” (v. 6), pero que se vació – tomando la forma de esclavo “hecho semejante a los hombres” (v. 7) – hasta morir en una cruz (v. 8). ¿Fue masoquismo? ¡No, definitivamente no! Cristo murió obedeciendo a su Padre (v. 8) para salvar al mundo y a su gente (Juan 3:16-17). Ese tipo sacrificio en servicio a los demás no es masoquista.  Cuando Pablo nos pide ser humildes, nos pide imitar a Cristo, que tenía toda razón para ser orgulloso, pero que, en vez, siguió el camino de la humildad – humildad con propósito.

“Estimándoos inferiores (hyperechontas) los unos a los otros” (v. 3d). La palabra griega hyperechontas combina hyper (sobre) y echo (ser), y significa excelente o superior – algo o alguien que se sitúa sobre los demás – un ganador. A veces categorizamos a las personas como “ganadores” o “perdedores.” No es muy difícil entrar en la columna de “ganadores,” se piensa de drogadictos como “perdedores” – igual que gente que se pasa el día sentada frente al centro comercial con señales que dicen, “Sin hogar, sin trabajo.” Pero Pablo me dice que no haga eso. Las personas que yo puedo considerar “vagabundos” o “perdedores” también fueron creadas en la imagen de Dios, y Dios les ama tanto como me ama a mí. Cristo me enseña a llamar a los demás “vecinos” en lugar de “perdedores” – y a amarles cómo me amo a mi mismo (Mateo 5:43; 19:19; Lucas 10:27). Pero la verdadera fuerza detrás de este versículo, como veremos en versículos 5-8, es que debemos imitar a Cristo, que a pesar de ser en forma de Dios estuvo dispuesto a vaciarse a sí mismo y venir a la Tierra para traer salvación a personas como tú y yo – personas que no merecen su sacrificio. No lo merecíamos, pero Cristo nos puso a nosotros y a nuestra condición sobre la suya. Ahora, Pablo nos pide

obedecer la voluntad de Dios en nuestras relaciones con nuestros vecinos. Imagine cómo sería el mundo si todos nos tratáramos como si los demás son iguales o mejores que nosotros mismos. La hostilidad se difundiría. “No mirando cada uno a lo suyo propio, sino cada cual también a lo de los otros” (v. 4). No lo merecíamos, pero Cristo nos puso a nosotros y a nuestra condición por encima de su propio bienestar.

 Ahora Pablo nos pide hacer lo mismo con los demás. Cuando vemos esta virtud en práctica se nos alegra el corazón y llamamos heroica a la persona virtuosa. Por ejemplo, un bombero que arriesga su vida para entrar en un edificio ardiendo y rescatar a un niño. O un misionero – alguien que podía haber tenido un buen puesto como pastor de una iglesia, pero que, en vez, respondió a la llamada de servir en un país lejano.

FILIPENSES 2:5-8: HAYA, PUES, EN VOSOTROS LO QUE HUBO EN CRISTO JESÚS 5Haya, pues, en vosotros (griego: phroneite) este sentir que hubo también en Cristo Jesús: 6El cual, siendo en forma de Dios, no tuvo por usurpación (griego: harpagmos) ser igual (griego: isos) a Dios:

7Sin embargo, se anonadó (griego: ekenosen – de kenoo) a sí mismo, tomando forma (griego: morphe) de siervo (griego: doulos), hecho semejante a los hombres (griego: homoiomati anthropon); 8Y hallado en la condición como hombre, se humilló a sí mismo, hecho obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Muchos eruditos han llamado versículos 5-11 un antiguo himno cristiano. No tenemos manera de saber si los primeros cristianos los usaban como himno, pero podemos ver su belleza y entender porque se usarían de esa manera. “Haya, pues, en vosotros (phroneite – de phroneo) este sentir que hubo también en Cristo Jesús” (v. 5). Este versículo conecta versículos 1-4 y versículos 6-8 – lo que pensamos nosotros con lo que pensaba Cristo. Phroneo tiene que ver con la comprensión – nuestras actitudes – nuestra manera de pensar. Este es el punto al que Pablo se ha estado dirigiendo en versículos 1-4. Nos llama a imitar a Jesucristo, que se comprometió a servir a los que no lo merecían, a gran precio personal.

 Sin adoptar la actitud de Cristo, nunca cumpliríamos lo que Cristo quiere para nosotros – estar unidos en pensamiento, amor, y voluntad (v. 2). Nunca podríamos revocar la ley de interés

propio y poner el bienestar de otra persona primero (vv. 3-4). Pero hacer estas cosas se hace posible cuando tenemos un ejemplo – una vez que lo vemos hacer. Esto es lo que Cristo Jesús ha hecho por nosotros. Nos ha dado un ejemplo visible de lo que es una vida de amor puro – de servicio puro.

Nos ha enseñado lo que pasa cuando alguien deja a un lado sus propios intereses para hacer algo por los demás.

 Aún con su ejemplo siempre ante de nosotros, nunca lo haremos perfectamente – pero con la ayuda de Dios podemos mejorar y acercar nuestras vidas a una congruencia con la vida de Cristo – que nuestras actitudes concuerden con las suyas. “El cual, siendo en forma de Dios” (v. 6a). Esto presenta la idea de la preexistencia de Cristo. La referencia más clara a la preexistencia de Cristo se encuentra en el Prólogo del Evangelio de Juan: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas; y sin él nada de lo que es hecho, fue hecho… Y aquel Verbo fue hecho

carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad” (Juan 1:1-3, 14; véase también 1 Juan 4:6). Cristo tenía forma de Dios desde el principio – antes de la creación del mundo. El propósito de Pablo al mencionar la preexistencia de Cristo es enseñarnos lo mucho que Cristo tuvo que renunciar para vivir entre nosotros.

 Renunció ser Dios para convertirse en un bebé humano. Renunció el cielo para nacer en un establo. Considere esto por un momento: Jesús tenía el poder y el esplendor de Dios. Renunció todo eso para venir al mundo y morir en una cruz por nuestra salvación.

“No tuvo por usurpación (harpagmos) ser igual (isos) a Dios” (v. 6b). Esta palabra griega, isos, también se encuentra en Juan 5:18, cuando los judíos estaban tratando de matar a Jesús porque llamaba a Dios su padre – y por lo tanto, “haciéndose un igual (ison) a Dios” – es decir, declarándose tener el mismo estatus y autoridad de Dios. El error de ellos, claro, fue asumir que esta declaración de Jesús acerca de su estatus y autoridad era falsa. Cristo no consideraba su estatus y autoridad de Dios algo para explotar (harpagmos). Los griegos usaban la

palabra harpagmos para hablar de ganar un premio – o un tesoro – o algo de valor. El punto de este versículo es que Cristo no consideraba su estatus y autoridad de Dios algo que podía usar para beneficio personal. Entendía su valor, pero estaba dispuesto a sacrificarlo todo para servir un propósito de aún más valor – la salvación de la humanidad. “Sin embargo, se anonadó (ekenosen – de kenoo) a sí mismo” (v. 7a). La palabra griega kenoo significa vaciar – o quedar nulo – anular o incapacitar. Sabemos lo que es vaciar algo. Para vaciar una jarra, primero necesitamos una jarra llena – o una que por lo menos contiene algo. Entonces, debemos echar el contenido hasta que la jarra quede vacía. Claro, hay científicos que dirán que la jarra aún contiene aire y en la mayoría de los casos tendrían razón. Sin embargo, al pensarlo de nuevo, se vemos que Cristo – aún en forma humana y plenamente humano – seguía llevando la fuerza divina dentro de él.

Pudo parar una tormenta de inmediato (Marcos 4:39). Sanó gente – y hasta la resucitó (Lucas 8:40-41, 4956; Juan 11:1-44). Es por esto que hablamos de Cristo como completamente humano y completamente divino al mismo tiempo. Entonces, hay un sentido en

el que Cristo se vació a sí mismo, pero retuvo el poder de Dios. Para entender plenamente la importancia de “se anonadó a sí mismo,” debemos empezar con lo que Cristo era antes – era “en forma de Dios” (v. 6a) – igual a Dios (v. 6b). Entonces, debemos mirar lo que hizo como resultado de su vaciar – tomó forma de siervo – tomó la apariencia de un hombre común y corriente (v. 7b) – nació de una mujer normal y corriente en un lugar ordinario en unas circunstancias menos que ordinarias. ¿Quién esperaría que el Hijo de Dios naciera en un establo y que fuera acurrucado en un pesebre? Es más, ¿quién esperaría que el Hijo de Dios muriese en una cruz? “Tomando forma (morphe) de siervo” (doulos) (v. 7b). Tomar la forma (morphe) de siervo significa tomar la esencia natural de un siervo. Él que era en forma de Dios tomó forma de siervo. La palabra griega doulos significa siervo o esclavo. Una palabra griega más gentil, diakonos, significa siervo pero no esclavo. Diakonos es de donde viene la palabra diacono. Pablo se describió a sí mismo y a Apollos como diakonoi – “Ministros por los cuales habéis creído” (1 Corintios 3:5). El punto es quediakonos (siervo) conllevaba un estatus considerablemente más alto que un doulos (sirviente o esclavo).

Cristo no se despojó a sí mismo de su divinidad para hacerse diakonos (siervo), sino doulos (esclavo). Bajó de lo más alto a lo más bajo (humano). Esto no fue una democión impuesta sobre él desde arriba. Tomó esta forma voluntariamente por las necesidades de la humanidad. “Hecho semejante a los hombres” (homoiomati antrhropon – semejanza al hombre o la humanidad) (v. 7b). La idea que transmite homoiomati es que Cristo nació como un bebé normal ...


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