Pateman y participación PDF

Title Pateman y participación
Course Teoría Política Contemporánea
Institution Universidad de Monterrey
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Postulados y ejemplos de la democracia participativa de Pateman, crítica a los elitistas...


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Pateman Notas Unidad IV: Democracia Participativa - Carole Pateman “Participation and Democratic Theory” (1970) ● Al relegar los valores a un segundo plano, los elitistas descuidan una parte esencial de la democracia: su “carácter”, lo cultural (actitudes, comportamientos, hábitos). ● La cultura política le brinda estabilidad a los regímenes políticos ● Los teóricos elitistas dan por sentado que la gente es apática, pero no se hacen una sencilla pregunta ¿Por qué será que son tan apáticos? (subestiman al ciudadano común). ● El “sentimiento de eficiencia” significa que las personas sienten que su voz es escuchada y que sus opiniones son tomadas en cuenta. (Que “marcan la diferencia”). ● La gente ordinaria suele ser apática por dos motivos ○ Carecen del sentimiento de “eficiencia política”, no se desenvuelven en un ambiente en un ambiente participativo que las inspire a involucrarse ○ La situación socioeconómica (la falta de acceso a recursos como el tiempo, educacion, dinero) impacta en la dificultad para participar. ● Se aprende a participar participando. Si hubiera una atmósfera que estimulara la participación, la gente generaría un círculo virtuoso ○ las personas que participan adquieren actitudes prodemocráticas: ■ Tolerancia. ■ Disposición para el acuerdo. ■ Respeto a las reglas. ● La democracia no solo se debe dar a una escala nacional, es más viable a una escala local (municipio, colonia) donde la gente siente más cercanos los problemas. ● La democracia se debe extender a espacios como la familia, escuela, empresa. Sí ahí es donde pasa la mayor parte del tiempo, en esos espacios se puede aprender a participar y a ser demócrata. Presentación docs Democracia participativa Las críticas a las posturas elitistas de la democracia no se hicieron esperar: subestiman a los ciudadanos comunes y corrientes; ensalzan la apatía; recluyen al ciudadano en su ámbito privado; los elitistas no se preguntan cuáles son las consecuencias éticas del tipo de sistema político que se tiene; al mandar las cuestiones normativas a un segundo plano, se pierden referentes para evaluar las instituciones públicas y las decisiones gubernamentales (Bachrach, 1973; Cohen y Arato, 2000; Pateman, 1970). “Si la democracia no es más que un conjunto de reglas y procedimientos, ¿por qué los ciudadanos habrían de defenderla activamente?” (Touraine, 1995:18). La participación es una parte nuclear de la democracia. Está vinculada con su principio fundamental: la igualdad política, la distribución equitativa del poder. Los elitistas, al minusvalorar la participación de la gente ordinaria, en cierta medida mutilan una parte esencial de la forma de gobierno a la cual se adhieren. Participar es un bien en sí mismo porque ayuda a desarrollar las potencialidades humanas. Y se aprende a participar participando. Los frutos son preciosos: crece la satisfacción con la democracia, mejora la calidad de las evaluaciones al régimen, y aumentan las actitudes prodemocráticas: virtud

cívica, tolerancia a la diversidad, disposición para llegar a acuerdos (Pateman, 1970).

Democracia fuerte. A fines de los sesenta, Macpherson y Pateman emprenden una crítica de la teoría democrática elitista. Esta corriente podría llamarse “democracia fuerte” . Ambos autores comparten la idea de que las libertades formales en las democracias liberales deben volverse concretas, tangibles. Las desigualdades de clase, sexo y raza limitan la participación política de grandes masas de individuos. En las relaciones cotidianas, la idea liberal de que somos libres e iguales pierde significado (Held, 2001). El derecho igual para todos al autodesarrollo sólo puede alcanzarse plenamente con la participación directa y continua de los ciudadanos en la toma de decisiones que los afectan. Si bien no es realista que en la política nacional se participe ampliamente, en otras esferas sí es posible. Macpherson habla de “partidos participativos”, con una democracia interna sólida, y de organizaciones de pleno autogobierno, en el lugar de trabajo y en las comunidades locales. Pateman coincide en que los asuntos de política exceden el ámbito gubernamental. Ella pone el acento en la industria. Practicar la democracia en el lugar de trabajo generaría un círculo virtuoso en la percepción ciudadana: la participación vale la pena, las propias opiniones y preferencias si cuentan, la posibilidad de influir en las decisiones que nos atañe es real. El ciudadano se volvería activo e ilustrado. Para estos autores, la única forma de que el ser humano se realice es a través de la autodeterminación, el autocontrol y la capacidad de definir las propias opciones de vida (Held, 2001)....


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