Pensamiento Social DE LA Iglesia PDF

Title Pensamiento Social DE LA Iglesia
Course BIOÉTICA Y DEONTOLOGÍA
Institution Universidad Central del Ecuador
Pages 11
File Size 118.6 KB
File Type PDF
Total Downloads 92
Total Views 178

Summary

Download Pensamiento Social DE LA Iglesia PDF


Description

PENSAMIENTO SOCIAL DE LA IGLESIA El verdadero significado de la ética social es el dirigir el actuar humano hacia el bien. Servir mejor a la persona y a la sociedad: - Promover la dignidad de todas las personas: es el bien más precioso que el hombre posee, deriva la esencial igualdad de todas las personas y todos los demás principios del orden social. - Promover el inviolable derecho de la vida - Evangelizar la cultura. - Defender el derecho a la libertad de conciencia y a la libertad religiosa. - Recordar que el matrimonio y la familia constituyen el primer campo para el compromiso social de los fieles laicos. - Estimular la caridad y la solidaridad: la caridad con el prójimo, especialmente por los más necesitados. - No abdicar de la participación en la política; los criterios basilares de esta participación son la consecución del bien común, la promoción de la justicia, el espíritu de servicio, la autonomía de las realidades terrenas, la solidaridad, la voluntad de diálogo y de paz. - Poner al hombre en el centro de la vida económica-social. Doctrina Social aplica la luz de los principios evangélicos a la realidad en cambio de las comunidades humanas, interpreta con el auxilio del Espíritu de Dios los signos de los tiempos e indica proféticamente las máximas necesidades de los hombres hacia donde camina el mundo. La Iglesia católica fue fundada como tal por Jesucristo para que, en el transcurso de los siglos, los hombres encontraran salvación, en la búsqueda de una vida más excelente; la Iglesia católica, siguiendo el ejemplo y cumpliendo el mandato de Cristo, haya mantenido constantemente en alto la antorcha de la caridad durante dos milenios. La enseñanza social de la Iglesia se origina del encuentro del mensaje evangélico y de sus exigencias éticas con los problemas que surgen en la vida de la sociedad. Las cuestiones que de este modo se ponen en evidencia llegan a ser materia para la reflexión moral que madura en la Iglesia a través de la búsqueda científica e incluso a través de las experiencias de la comunidad cristiana, que debe confrontarse todos los días con diversas situaciones de miseria y, sobre todo, con los problemas determinados por la aparición y desarrollo del fenómeno de la industrialización y de los sistemas socio- económicos relativos. DEFINICIONES Doctrina Social de la Iglesia: es el conjunto de enseñanzas de la Iglesia sobre los problemas de orden social o el conjunto de conceptos que el Magisterio escoge de la ley natural y de la revelación y que adapta a los problemas sociales de su tiempo con la finalidad de ayudar a los pueblos y a los gobiernos a organizar una sociedad humana y más conforme con los designios de Dios sobre el mundo4. Doctrina Social de la Iglesia es "el conjunto sistemático de principios de reflexión, criterios de juicio y directrices de acción, que el Magisterio de la

Iglesia Católica establece, fundándose en el Evangelio y en la recta razón, a partir del análisis de los problemas de cada época, a fin de ayudar a las personas, comunidades y gobernantes a construir una sociedad más conforme a la manifestación del Reino de Dios, más auténticamente humana. FUENTES Las fuentes de la Doctrina Social se encuentran en el derecho natural y en la revelación. Así lo recuerda los papas Pío XII y Juan XXIII. También los Santos Padres y los concilios Se encuentra en el derecho natural: como el conjunto de instancias fundamentales de las personas que crean una plataforma de encuentro entre todos los hombres Todo hombre es persona, y de esa naturaleza personal nacen los derechos y deberes que son a su vez universales, inviolables e inalienables. ; y en la revelación: impulsa y orienta la Doctrina Social hacia la comunión y la disponibilidad. Las disposiciones bíblicas de alteridad, fraternidad, comunidad, sociabilidad, generosidad, así como las exigencias de justicia, de misericordia, de gratuidad y de sinceridad orientan un nuevo humanismo en el que el hombre se comprende a sí mismo y a sus demás hermanos. Con estas dos fuentes – revelación y derecho natural – la Doctrina Social evita, por una parte, convertirse en pura ética y, por otra, reducirse a ideología y praxis relativa. Sujetos Sujeto activo de la Doctrina Social es toda la Iglesia, iluminada por Dios, El papa con la autoridad universal que le viene de Cristo interviene en la fijación de la Doctrina Social con sus proclamaciones en las encíclicas sociales y en otros documentos de diverso rango. Todos los cristianos, guiados por sus pastores, están implicados en la tarea de discernir y proclamar la enseñanza social, pero son los papas los responsables directos de la Doctrina Social. El Catecismo de la Iglesia Católica lo fundamenta de la siguiente manera: “La Iglesia expresa un juicio moral, en materia económica y social, ’cuando lo exigen los derechos fundamentales de la persona o la salvación de las almas. En el orden de la moralidad, la Iglesia ejerce una misión distinta de la que ejercen las autoridades políticas: ella se ocupa de los aspectos temporales del bien común a causa de su ordenación al supremo Bien, nuestro último fin. Se esfuerza por inspirar las actitudes justas en el uso de los bienes terrenos y en las relaciones socioeconómicas” Destinatarios Los documentos oficiales por los que se exhibe de manera oficial la Doctrina Social van dirigidos a los Pastores de la Iglesia y a todos los fieles del orbe católico, es habitual dirigir estos documentos a “todos los hombres de buena voluntad”. La dimensión antropológica que Juan Pablo II ha impregnado en la Doctrina Social se ha centrado en la búsqueda de la dignidad de la persona humana, imagen de Dios. Por esto, la Solicitudo rei socialis dirá en su comienzo que «la preocupación social de la iglesia se orienta al desarrollo auténtico del

hombre y de la sociedad, que se respete y promueva en toda su dimensión la persona humana». Principios fundamentales del PSI a) El principio de la dignidad de la persona humana Da a cada persona un derecho de pertenencia a una comunidad, a la familia humana. se expresa en los derechos fundamentales del hombre y en su reconocimiento social Los principales derechos humanos son: el derecho a la vida, el derecho de libertad religiosa, el de participación en la vida social y en la vida económica. b) El principio del respeto a la vida humana Desde el momento de su concepción hasta su muerte natural, tiene una dignidad inherente y un derecho a la vida en conformidad con esta dignidad. La tradición católica ve el carácter sagrado de la vida humana como algo que forma parte de toda la visión moral de una sociedad justa y buena c) El principio de asociación La persona no solamente es sagrada sino social. La manera como organizamos la sociedad a nivel económico y político, legal y jurídicoafecta directamente a la dignidad humana y a la capacidad de los individuos para crecer en comunidad. La familia es el punto central de la sociedad; se debe proteger siempre la estabilidad familiar y jamás ha de ser devaluada. d) El principio de participación las personas tienen el derecho y el deber de participar en la sociedad, buscando juntas el bien común y el bienestar de todos, especialmente de los pobres y de las personas vulnerables e) El principio de la protección preferencial de los pobres y de las personas vulnerables Lo contrario de rico y poderoso es pobre y sin poder. Si el bien de todos, el bien común debe prevalecer, debe orientarse una opción preferencial hacía los que sufren por ausencia de poder y por los efectos de la privación. De otro modo, el equilibrio necesario para mantener el tejido de la sociedad se romperá en detrimento de todos f) El Principio de Administración Las responsabilidades de administración se refieren al uso personal de nuestros talentos, al cuidado de nuestra salud personal y al uso de nuestras pertenencias. g) El principio de la igualdad humana La igualdad de todas las personas viene de su dignidad esencial, Tratar a los iguales con igualdad es una manera de definir la justicia h) Principio de solidaridad Es un mandato de cercanía y de ayuda a los que pertenecen al grupo o categoría social que se dice representar o defender, Si bien es necesario trabajar con el corazón y un corazón de misericordia, la solidaridad implica mucho más que el corazón, mucho más que el agarrarse de la mano, participar de un evento solidario. La solidaridad es la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común; es decir, por el bien de todos y cada uno, para que todos seamos verdaderamente responsables de todos Precisamente el camino que propone transitar la Iglesia a través de su Doctrina Social y el remedio que propone contra la exclusión es la

solidaridad. Y esto nos lleva a entender su fundamento: la dignidad humana i) Principio de subsidiariedad Protege a las personas de los abusos de las instancias sociales superiores e insta a estas últimas a ayudar a los particulares y a los cuerpos intermedios a desarrollar sus tareas. Este principio se impone porque toda persona, familia y cuerpo intermedio tiene algo de original que ofrecer a la comunidad. j) Principio del bien común Comprendido como el conjunto de condiciones sociales que permiten a las personas alcanzar su plena potencialidad y realizar su dignidad humana Historia del Pensamiento Social de la Iglesia. Se pueden marcar dos etapas diferenciadas en el tiempo. Una se inicia con León XIII y culmina en Juan XXIII. Otra, desde el final de este Pontificado, con el Vaticano II, hasta nuestros días. En la primera etapa el PSI forma un todo homogéneo: lo social es más cuestión moral que política, económica o técnica. La Iglesia ilumina la conciencia de los fieles y evita que se desvíen. La Revelación para los creyentes y los principios de derecho natural para todos los hombres, proporcionan a la Iglesia la solución. Casi no acude a las ciencias sociales. Son los seglares quienes han de poner en práctica esta doctrina. Una segunda etapa, a partir de Mater et Magistra, introduce puntos que afectan al fondo y a la forma del pensamiento anterior. Evoluciona la eclesiología contextual, el método de abordar los problemas sociales y económicos, la traducción práctica de los principios, sus preocupaciones dominantes e incluso a su propia auto comprensión. Hay hasta un cambio de carácter antropológico en el tratamiento: la dignidad de la persona y sus derechos fundamentales los convierte en el eje de sus enseñanzas. Con dicho cambio, que venía preparándose, se acerca a la mentalidad moderna. Principales documentos. Contexto histórico La locución doctrina social se remonta a Pío XI y designa el “corpus” doctrinal relativo a temas de relevancia social que, a partir de la encíclica “Rerum novarum” de León XIII, se ha desarrollado en la Iglesia a través del Magisterio de los Romanos Pontífices y de los Obispos en comunión con ellos. De la « Rerum novarum » hasta nuestros días León XIII promulga la primera encíclica social, la Rerum novarum. Esta examina la condición de los trabajadores asalariados, especialmente penosa para los obreros de la industria, afligidos por una indigna miseria. La cuestión obrera es tratada de acuerdo con su amplitud real: es estudiada en todas sus articulaciones sociales y políticas, para ser evaluada adecuadamente a la luz de los principios doctrinales fundados en la Revelación, en la ley y en la moral natural. La Rerum novarum enumera los errores que provocan el mal social, excluye el socialismo como remedio y expone, precisándola y actualizándola, “la doctrina social sobre el trabajo, sobre el derecho de propiedad, sobre el principio de colaboración contrapuesto a la lucha de clases como medio fundamental para el cambio social, sobre el derecho de los débiles, sobre la dignidad de los pobres y sobre las obligaciones de los ricos, sobre el

perfeccionamiento de la justicia por la caridad, sobre el derecho a tener asociaciones profesionales” La Rerum novarum se ha convertido en el documento inspirador y de referencia de la actividad cristiana en el campo social. Con la encíclica Divini Redemptoris, sobre el comunismo ateo y sobre la doctrina social cristiana, Pío XI criticó de modo sistemático el comunismo, definido intrínsecamente malo,26 e indicó como medios principales para poner remedio a los males producidos por éste, la renovación de la vida cristiana, el ejercicio de la caridad evangélica, el cumplimiento de los deberes de justicia a nivel interpersonal y social en orden al bien común, la institucionalización de cuerpos profesionales e interprofesionales. Con la encíclica Pacem in terris, Juan XXIII pone de relieve el tema de la paz, en una época marcada por la proliferación nuclear. La Pacem in terris contiene, además, la primera reflexión a fondo de la Iglesia sobre los derechos humanos; es la encíclica de la paz y de la dignidad de las personas. En el centenario de la Rerum novarum, Juan Pablo II promulga su tercera encíclica social, la Centesimus annus, que muestra la continuidad doctrinal de cien años de Magisterio social de la Iglesia. Retomando uno de los principios básicos de la concepción cristiana de la organización social y política, que había sido el tema central de la encíclica precedente, el Papa escribe: « el principio que hoy llamamos de solidaridad ... León XIII lo enuncia varias veces con el nombre de “amistad”...; por Pío XI es designado con la expresión no menos significativa de “caridad social”, mientras que Pablo VI, ampliando el concepto, en conformidad con las actuales y múltiples dimensiones de la cuestión social, hablaba de “civilización del amor” ».193 Juan Pablo II pone en evidencia cómo la enseñanza social de la Iglesia avanza sobre el eje de la reciprocidad entre Dios y el hombre: reconocer a Dios Benedicto XVI, el papa actual, retoma el aspecto social desde la perspectiva del amor, visto como justicia, en la encíclica Deus Caritas est, Dios es amor. Los documentos aquí evocados constituyen los hitos principales del camino de la doctrina social desde los tiempos de León XIII hasta nuestros días. Esta sintética reseña se alargaría considerablemente si tuviese cuenta de todas las intervenciones motivadas por un tema específico, que tienen su origen en “la preocupación pastoral por proponer a la comunidad cristiana y a todos los hombres de buena voluntad los principios fundamentales, los criterios universales y las orientaciones capaces de sugerir las opciones de fondo y la praxis coherente para cada situación concreta. Pensamiento Social en América Latina. En América latina entró, juntamente con la conquista, la cristiandad colonial: una cultura donde el cristianismo era “parte integral”, como lo era en España, donde el Reino de Dios coincidía con el proyecto histórico español. La teología vigente seguía siendo conservadora, tradicional, despreocupada de las tareas temporales, aunque sustentada por gente fuertemente instalada en el “más – acá”; una teología que reflejaba la mentalidad de los terratenientes y dueños de las minas, una teología cuyo enemigo era el

liberalismo burgués, el comunismo, el protestantismo y los “tiempos modernos”. La pastoral oficial, a su vez, hacía causa común con los partidos conservadores y se enfrentaba con los partidos liberales y con grupos de izquierda. pensaba defender las convicciones y posiciones de la Iglesia sobre escuelas, unión Iglesia- Estado, matrimonio, etc. Era una acción política que la arrastraría hasta la violencia. A lo más de Iglesia asumía un papel de mediadora, de conciliadora en los conflictos sociales y políticos. Obispos y sacerdotes mediaron en la colonia en beneficio de los esclavos y más adelante ante los patrones para aliviar la suerte de los campesinos. En un sistema de cristiandad esa forma de intervención fue más o menos eficaz. Pero hoy eso ya no funciona; por eso, la Iglesia ha pasado de una pastoral de “mediación” a una pastoral de “compromiso”. Defensa del derechos de los indios P. Francisco de Vitoria profesor de la Universidad de Salamanca marca un hito en el derecho público, creando el derecho internacional. P. Bartolomé de las Casas: su labor de defensa de los indios contra encomiendas y repartimientos, hasta ser nombrado protector de los indios por Cisneros P. Francisco de Suárez: profesor jesuita en Lisboa, el Estado es quien vigila el bien de la comunidad y el bien común de todos los hombres. Su tesis limita el poder, establece barreras morales y atribuye soberanía al pueblo, pero sólo desde la teoría, pues su obra se conforma con el orden establecido. Inquietud por el problema social SIGLO XX. En América latina el despegue hacia la industrialización comienza en la época del 30, se va perdiendo poder la clase liberal anticatólica y el catolicismo cobra un nuevo aliento. La Iglesia se va retirando de la vida política y se va centrando siempre más en los problemas de la ética social (“la cuestión social”) y de justicia económico- social. Los teólogos introducen en el Continente la Acción Católica, fundada por Pío XI en 1922 y definida como “la participación de los laicos en el apostolado jerárquico de la Iglesia”. La Iglesia Latinoamericana con los signos de los tiempos época en que, bajo la inspiración de la “Populorum Progressio”, se pensaba desarrollar nuestras naciones según el modelo de las naciones desarrolladas y con la ayuda de éstas, “el problema de las clases y de la dependencia que el continente latinoamericano sufría bajo el poder económico, político y militar de los Estados Unidos” La Teología de la Liberación El subdesarrollo es un “subproducto” del desarrollo capitalista. El Tercer Mundo se desangra para que viva el mundo desarrollado. Por las venas abiertas de América Latina se escapan el petróleo, el oro, el estaño, el uranio, el hierro, el carbón, los plátanos, el café, el azúcar, el cacao... dejando a la comunidad anémica y exangüe. El pasaje de una teología del desarrollo a una teología de la liberación.

LA REALIDAD SOCIO-CULTURAL La familia cuna de la cultura. la cultura y la familia que le consideramos la célula vital de la sociedad humana, y condición para que esta se desarrolle en modo adecuado se aprenden los conocimientos básicos para la vida, se aprende a amar a Dios y al prójimo; los hijos aprenden las primeras y más decisivas lecciones de la sabiduría práctica a las que van unidas las virtudes. La importancia de la familia para la persona La primera estructura fundamental a favor de la “ecología humana” es la familia, en cuyo seno el hombre recibe las primeras nociones sobre la verdad y el bien; aprende qué quiere decir amar y ser amado y, por consiguiente, qué quiere decir en concreto ser una persona. La importancia de la familia para la sociedad. La “comunión” se refiere a la relación personal entre el “yo” y el “tú”. La “comunidad”, en cambio, supera este esquema apuntando hacia una “sociedad”, un “nosotros”. La familia, comunidad de personas, es por consiguiente la primera “sociedad” humana, La sociedad y el Estado, en sus relaciones con la familia, tienen la obligación de atenerse al principio de subsidiaridad. En virtud de este principio, las autoridades públicas no deben sustraer a la familia las tareas que puede desempeñar sola o libremente asociada con otras familias El valor del matrimonio. El matrimonio, en su verdad “objetiva”, está ordenado a la procreación y educación de los hijos. La unión matrimonial, en efecto, permite vivir en plenitud el don sincero de sí mismo, cuyo fruto son los hijos, que, a su vez, son un don para los padres, para la entera familia y para toda la sociedad. La Migración La problemática que lleva a migrar es multidimensional. El mayor motivo, fuera de la violencia política, es el problema del desempleo. La migración afecta no sólo a los migrantes, sino que tiene importantes consecuencias en las relaciones económicas y sociales de los países involucrados. La inmigración puede ser un recurso más que un obstáculo para el desarrollo. En el mundo actual, en el que el desequilibrio entre países ricos y países pobres se agrava y el desarrollo de las comunicaciones reduce rápidamente las distancias, crece la emigración de personas en busca de mejores condiciones de vida, procedentes de las zonas menos favorecidas de la tierra. Rol del Estado El Estado democrático debe ser un instrumento de la sociedad para enfrentar los problemas económicos y sociales que el mercado no puede resolve...


Similar Free PDFs