Psicoterapia Individual Y Grupal PDF

Title Psicoterapia Individual Y Grupal
Author Victoria Aldama
Course psicoterapia individual y grupal
Institution Universidad Pontificia Comillas
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Psicoterapia

TEMA 1: ¿QUÉ ES LA PSICOTERAPIA?

La psicoterapia es el tratamiento que tiene como objetivo el cambio de pensamientos, sentimientos y conductas. Se lleva a cabo entre un profesional con la formación y las habilidades necesarias para facilitar el cambio psicológico, y el paciente/cliente que requiere la ayuda para aliviar los síntomas que le producen un grado de sufrimiento importante. La persona que llega a terapia, cualquiera que sea la naturaleza de sus síntomas psicológicos, se encuentra en un estado de desmoralización que puede ser caracterizado por: Pérdida de la autoestima, sentimientos de incompetencia, desvalimiento y desesperanza. Esa sensación de incompetencia subjetiva deja al individuo incapaz para afrontar las demandas del medio ambiente y con frecuencia le lleva a confundir el significado de los síntomas, a exagerar su severidad, a temer volverse loco, etc. Los síntomas de los que se quejan las personas que solicitan psicoterapia son variados, afectan a la experiencia personal, la relación con los demás o dificultan de forma significativa sus actividades cotidianas. El malestar con frecuencia se manifiesta a través de ansiedad, depresión, estrés, conflictos con la pareja, dificultades en las relaciones sexuales, etc. o dan lugar a ciertos comportamientos que interfieren la vida de una persona en distintas áreas, como por ejemplo las adicciones (alcohol, drogas, etc.), los referidos a la alimentación (anorexia nerviosa, bulimia, etc.). Resumiendo, las circunstancias que llevan a una persona a solicitar ayuda profesional son diversas y complejas. La psicoterapia propicia cambios congruentes con los objetivos que desea alcanzar el cliente. Proporciona orden al caos facilitando la comprensión de ideas y acciones que habían sido confusas. Conduce a cierto alivio al capacitar a la persona para afrontar ansiedades y tensiones que habían sido evitadas. Conduce a nuevas oportunidades para aprender modos diferentes de pensar, sentir y actuar. En definitiva, provoca que la sensación de malestar progresivamente vaya dejando paso a la de dominio y control personal. El cómo se consiga depende del problema que plantee el paciente, de las metas que quiera conseguir y en gran medida del modelo teórico seguido por el terapeuta, puesto que cada perspectiva en psicoterapia se caracteriza por un conjunto de conceptos y principios que explican cómo ocurre el cambio. La naturaleza, ritmo y objetivos de las intervenciones quedan en parte definidos por la orientación teórica del terapeuta. La concepción filosófica que subyace al psicoanálisis, la modificación de conducta o la perspectiva humanista difiere en cuanto a las causas atribuidas a las conductas y a la definición de los procesos de cambio, siendo lógico que cada terapeuta se identifique más con una de ellas. Pero la flexibilidad al mantener dichas teorías permite que en la práctica se utilicen las estrategias y los principios clínicos que conducen a una mayor eficacia en la psicoterapia. En esta dirección, distintos autores han concluido que los efectos de las psicoterapias parecen deberse más a los factores comunes que comparten que a las técnicas o procedimientos terapéuticos específicos de cada una de ellas.

1|P á g i n a

Psicoterapia Algunos

-

-

-

de

los

aspectos

comunes

de

los

tratamientos

exitosos

son:

Los pacientes se encuentran insatisfechos con sus pensamientos, sentimientos y/o conductas y buscan ayuda. Los terapeutas procuran crear una atmósfera emocional cálida, de apoyo y respeto, no crítica, favorecedora de la confianza y la esperanza. Se establece una alianza terapéutica para fomentar una actitud positiva hacia el tratamiento y la motivación para asumir riesgos que permitan al paciente experimentar conductas, sentimientos y procesos de pensamiento nuevos. Las intervenciones se diseñan para aliviar el sufrimiento y favorecer cambios congruentes con los objetivos del cliente. Buscan la asimilación e integración en la vida del cliente de los aprendizajes emocionales, conductuales y cognitivos significativos. Neutralizan los miedos irracionales. Conciben estrategias para cambiar los patrones de conducta desajustados, las creencias irracionales, las emociones disfóricas y las formas autoderrotistas de relacionarse con otros. Favorecen la transferencia de las nuevas conductas hacia la vida diaria del cliente propiciando así actitudes saludables.

2|P á g i n a

Psicoterapia

TEMA 2: PSICOANÁLISIS 1. DEFINICIÓN DE INCONSCIENTE Para el psicoanálisis, el inconsciente es un sistema de impulsos reprimidos que no llegan a la conciencia pese a permanecer activos en el sujeto. Esto quiere decir que los contenidos reprimidos que se encuentran en el inconsciente aún tienen efectividad psíquica ya que actúan mediante diversos mecanismos. Los sueños y los actos fallidos son manifestaciones del inconsciente. Es importante establecer que, a lo largo de la Historia, muchas han sido las personalidades que han estudiado y centrado sus investigaciones en el inconsciente. Entre aquellas destacaría, sin lugar a dudas, el médico austríaco Sigmund Freud. Aquel estableció que el mencionado inconsciente tenía la particularidad de que era interno al sujeto pero que este no podía acceder a él de manera directa. Es más, determinó que aquel se hacía patente a través elementos tales como los lapsus o incluso los sueños. Todo ello lo dejó plasmado a través de obras tales como “Ello, Yo y Superyó” y “Más allá del principio de placer”. Pero aún hay más. Otra de las ilustres mentes de los siglos XIX y XX que no dudaron en estudiar a fondo el inconsciente fue el médico suizo Carl Gustav Jung. En su caso, la mayor contribución que realizó al respecto fue que formuló el concepto de inconsciente colectivo, con el que venía a definir a todo ese conjunto de símbolos e ideas que forman parte de la psique de cualquier ciudadano. A nivel psicológico también se habla del inconsciente para nombrar al conjunto de procesos mentales que se ejecutan de manera automática (es decir, sin que sean pensados conscientemente). La respiración, por ejemplo, es una acción inconsciente ya que el sujeto no piensa cada vez que inhala o exhala. El inconsciente colectivo, por último, hace referencia a las representaciones comunes de una sociedad.

2. COGNICIÓN E INTELIGENCIA: HEURÍSTICOS Los heurísticos son los “atajos mentales del pensamiento humano”. Son una respuesta rápida y cómoda a una pregunta compleja.

Los animales vertebrados nos caracterizamos por afrontar docenas de decisiones cruciales en nuestro día a día. Cuándo descansar, con quien relacionarnos, cuándo debemos huir y cuándo no, qué significado tiene un estímulo visual... todo esto entra dentro del repertorio de pequeños dilemas cotidianos cuya resolución es una consecuencia inevitable de vivir en entornos complejos. Además, cuando el animal vertebrado en cuestión es el Homo sapiens de las sociedades modernas, estas decisiones se multiplican para transformarse en oleadas masivas de cuestiones que requieren nuestra atención: a quién votar, dónde buscar trabajo, a qué 1|Página

Psicoterapia gestores delegar tareas, etc. Son muchas preguntas y no todas son fáciles de contestar y, sin embargo, salvo en algunas excepciones, las resolvemos con una facilidad pasmosa y sin necesidad de entrar en una crisis nerviosa. ¿Cómo se explica esto? La respuesta es que, en parte, no resolvemos estas cuestiones tal y como se nos presentan, sino que tomamos unos atajos mentales llamados heurísticos.

2.1

¿Qué es un heurístico?

En psicología, un heurístico es una regla que se sigue de manera inconsciente para reformular un problema planteado y transformarlo en uno más simple que pueda ser resuelto fácilmente y de manera casi automática. En definitiva, es una especie de truco mental para guiar la toma de decisiones por senderos del pensamiento más fáciles. Pensemos, por ejemplo, en el siguiente dilema, al cual llamaremos "problema original": ¿A quién debería votar en las próximas elecciones generales? Para cualquier persona que crea en la democracia representativa, esta es una decisión relativamente importante, que requiere una profunda reflexión en varios temas (gestión medioambiental, política de género, propuestas contra la corrupción, etc.) y ante lo cual existe un abanico muy limitado de respuestas posibles (abstención, voto en blanco, voto nulo o voto válido a una de las candidaturas). A todas luces, llegar a la decisión de a quién votar según los diferentes criterios y parámetros que figuran en los programas electorales es una difícil tarea. Tan difícil que nadie lo hace. En vez de responder a la pregunta inicial, es posible que un heurístico especialmente seductor se perfile en la mente de algunos votantes: ¿Qué partido está formado por la mayor cantidad de políticos que no me caigan mal? Esta es una problemática muy distinta a la primera. Tan distinta, de hecho, que merece un nombre diferenciado: por ejemplo, "problema simplificado". Es aquí donde influye el pensamiento heurístico. El problema simplificado sólo incluye una dimensión que debe ser considerada, una escala valorativa que puede expresarse del 0 (me caen todos muy mal) al 10 (este partido no está mal) y cuya respuesta se apoyará sólo sobre impresiones subjetivas. Sin embargo, esta segunda pregunta guarda una relación de equivalencia con la anterior: le damos una respuesta para usarla para responder a la primera. En este caso, la opción ganadora resultante del proceso heurístico, que en este caso es el nombre de un partido político, será transportada de nuevo al mundo de las reflexiones sesudas y tomará asiento al final de la pregunta original como si nada hubiera pasado.

2.2

La decisión fácil es la decisión automática

Todo lo anterior ocurre sin que el votante que utilizamos para este ejemplo advierta lo que ha pasado. En tanto que este proceso psicológico se guía por la lógica de los heurísticos involuntarios, ni siquiera hace falta que el votante se proponga transformar el problema original en un problema simplificado: esto ocurrirá automáticamente, porque decidir si seguir o no esta estrategia es en sí un contratiempo añadido con el que la atareada mente consciente no quiere lidiar. La existencia de este heurístico hará posible una respuesta rápida y cómoda a una pregunta compleja y, por ello, renunciará a la pretensión de dedicar tiempo y recursos a buscar la respuesta más exacta. Estos atajos mentales son una especie de mal menor que se utiliza ante la imposibilidad de atender a todos y cada uno de los problemas que deben 2|Página

Psicoterapia ser afrontados, teóricamente, por un estilo de pensamiento despierto y racional. Por ello, las consecuencias de dejarse guiar por ellos no siempre son positivas.

2.3

Un ejemplo de pensamiento por heurístico

A finales de los ochenta se realizó uno de los experimentos que mejor ejemplifican un caso de pensamiento guiado por un heurístico. Un equipo de psicólogos planteó a una serie de jóvenes alemanes dos preguntas muy concretas: ¿Te sientes feliz estos días? ¿Cuántas citas tuviste el mes pasado? El interés de este experimento estaba en estudiar la posible existencia de correlación entre las respuestas a estas dos preguntas, es decir, si existía alguna relación entre la respuesta que se le daba a una de las preguntas y la que se le daba a la otra. Los resultados fueron negativos. Ambas parecían ofrecer resultados independientemente de lo que se respondía a la otra. Sin embargo, al invertir el orden de las preguntas y plantearlas de este modo a otro grupo de jóvenes, sí apareció una correlación muy significativa. Las personas que respondían que habían tenido un número de citas cercano a 0 se mostraban también más pesimistas a la hora de valorar su nivel de felicidad. ¿Qué había pasado? Según las reglas del heurístico, la explicación más probable es que las personas del segundo grupo habían extendido la respuesta de la primera pregunta, la más fácil de contestar, a la segunda, cuya resolución implicaría reflexionar durante un rato. Así, mientras que los jóvenes del primer grupo no habían tenido más remedio que buscar una respuesta a la pregunta "¿te sientes feliz estos días?", los del segundo grupo sustituyeron inconscientemente esta pregunta por la que habían respondido segundos antes, la de las citas. Así, para ellos la felicidad por la que se preguntaba en el experimento había pasado a ser un tipo de felicidad muy concreto, más fácil de valorar. El de la felicidad relacionada con la vida amorosa. El caso de los jóvenes alemanes no es un caso aislado. La pregunta sobre la felicidad también es sustituida cuando viene precedida de una cuestión relativa a la situación económica o las relaciones familiares del sujeto experimental. En todos estos casos, la pregunta que es planteada en primer lugar facilita el seguimiento del heurístico a la hora de responder a la segunda gracias a un efecto de priming.

2.4

¿Es común el uso de heurísticos?

Todo parece indicar que sí, es muy común. El hecho de que la heurística responda a criterios pragmáticos hace pensar que, allí donde hay una toma de decisiones a la que no dedicamos el esfuerzo que se merece, hay un rastro de heurísticos. Esto significa, básicamente, que una grandísima parte de nuestros procesos mentales se guían discretamente por esta lógica. Los prejuicios, por ejemplo, son una de las formas que pueden tomar los atajos mentales a la hora de lidiar con una realidad sobre la que nos faltan datos (¿cómo es este japonés en concreto?). Ahora bien, deberíamos preguntarnos también si es deseable el uso del recurso heurístico. En este tema hay posturas opuestas incluso entre los expertos. Uno de los grandes especialistas en toma de decisiones, el psicólogo Daniel Kahneman, cree que merece la pena reducir en cuanto podamos el uso de estos atajos cognitivos, ya que llevan a 3|Página

Psicoterapia conclusiones sesgadas. Gerd Gigerenzer, sin embargo, encarna una postura algo más moderada, y sostiene que los heurísticos pueden ser una forma útil y relativamente eficaz de resolver problemas en los que de otra forma nos quedaríamos atascados. Desde luego, hay motivos para ser cautos. Desde una perspectiva racional, no se puede justificar que nuestras actitudes ante ciertas personas y opciones políticas esté condicionada por prejuicios y formas ligeras de pensar. Además, resulta preocupante pensar lo que puede ocurrir si las mentes que hay detrás de grandes proyectos y movimientos empresariales obedecen al poder del heurístico. Resulta creíble, teniendo en cuenta que se ha visto cómo las cotizaciones de las acciones de Wall Street pueden verse influidas por la presencia o no de nubes que tapen el sol. En cualquier caso, resulta claro que el imperio del heurístico es basto y está aún por explorar. La diversidad de situaciones en las que puede ser aplicado un atajo mental es prácticamente infinita, y las consecuencias de seguir o no un heurístico también parecen ser importantes. Lo que es seguro es que, aunque nuestro cerebro esté diseñado como un laberinto en el cual nuestra mente consciente acostumbra a perderse en mil operaciones minuciosas, nuestro inconsciente ha aprendido a descubrir y recorrer muchos de los pasadizos secretos que siguen siendo un misterio para nosotros.

3. TRANSFERENCIA 3.1

El concepto de transferencia en la teoría freudiana y su importancia dentro del dispositivo analítico

Aunque en su sentido más simple la palabra transferencia evoca únicamente la idea de “una acción o efecto de transferir”, es decir, “pasar o llevar algo desde un lugar a otro”; difícilmente en la actualidad una persona puede escucharlas sin pensar en otro sentido de la palabra, un sentido asociado a la clínica psicológica, médica o psicoanalítica. Incluso en un diccionario general1, pueden encontrarse definiciones para contextos médicos (Med. Evocación en toda relación humana, y con más intensidad en la psicoterapia, de los afectos y emociones de la infancia) o psicológicos (Psicol. En el psicoanálisis, ideas o sentimientos derivados de una situación anterior, que el paciente proyecta sobre su analista durante el tratamiento, del que es parte esencial). Esta idea ampliada del concepto de transferencia nace del pensamiento de Sigmund Freud, y si la creación del concepto del inconsciente es uno de sus grandes descubrimientos, la elucubración de la existencia del fenómeno de la transferencia es sin duda otro logro de enorme importancia. El concepto de transferencia es muy importante para el edificio de la teoría psicoanalítica a lo largo de la obra freudiana, pero es quizá aún más relevante para el cuerpo de las recomendaciones que hace Freud sobre la técnica analítica. En este ensayo procuraré hacer un seguimiento de la definición del concepto en algunos artículos sintéticos escritos por el mismo Freud, para luego describir las implicaciones de la transferencia en la técnica psicoanalítica; esto principalmente a través de la lectura de sus llamados “Escritos técnicos”2. En su último intento sintético acerca de la teoría y técnica psicoanalítica, Freud escribe en “Esquema del psicoanálisis”3 , en 1938, que la transferencia fue algo totalmente

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Psicoterapia inesperado en el decurso del desarrollo del psicoanálisis, y que es algo que surge en cada situación analítica de forma siempre algo sorpresiva: Lo más asombroso es que el paciente no se reduce a considerar al analista, a la luz de la realidad objetiva, como el auxiliador y consejero a quien además se retribuye por su tarea, y que de buena gana se conformaría con el papel, por ejemplo, de guía para una difícil excursión por la montaña; no, sino que ve en él un retorno –reencarnación- de una persona importante de su infancia, de su pasado, y por eso transfiere sobre él sentimientos y reacciones que sin duda se referían a ese arquetipo. Este hecho de la trasferencia pronto demuestra ser un factor de insospechada significatividad: por un lado, un recurso auxiliar de valor insustituible; por el otro, una fuente de serios peligros3. Dentro del encuadre propuesto por Freud a sus pacientes (seguir la regla fundamental del psicoanálisis y hablar sobre cualquier cosa que le venga a la mente para que a partir de aquello que se diga el analista pueda colegir contenido psíquico inconsciente), de repente aparece algo distinto que no puede ser ignorado, algo que puede convertirse en un recurso auxiliar o en serios peligros. Esta algo distinto consiste en fenómenos que sólo pueden explicarse satisfactoriamente diciendo que el paciente transfiere a la persona del analista sentimientos y reacciones que corresponderían mejor a una persona significativa de su pasado. Alrededor de 20 años antes, en un esfuerzo sintético previo consagrado en la forma de las “Conferencias de introducción al psicoanálisis”, Freud ya proponía una descripción muy parecida: Llamamos trasferencia a este nuevo hecho que tan a regañadientes admitimos. Creemos que se trata de una trasferencia de sentimientos sobre la persona del médico, pues no nos parece que la situación de la cura avale el nacimiento de estos últimos. Más bien conjeturamos que toda esta proclividad del afecto viene de otra parte, estaba ya preparada en la enferma y con oportunidad del tratamiento analítico se transfirió sobre la persona del médico. La trasferencia puede presentarse como un tormentoso reclamo de amor o en formas atenuadas... En los pacientes masculinos, el médico observa más a menudo que en el caso de las mujeres una forma de manifestación de la transferencia que, a primera vista, parece contradecir todo lo descrito hasta aquí: la trasferencia hostil o negativa 4. Es entonces la transferencia una puesta en la persona del analista de sentimientos y reacciones arcaicos, que pueden tomar formas distintas: desde un enamoramiento “tormentoso” hasta formas más atenuadas como la exigencia de preferencia o de amistad, pero también formas hostiles o negativas. La irrupción de fo...


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