Resumen del libro II de “La República” de Platón PDF

Title Resumen del libro II de “La República” de Platón
Course literatura y redacción
Institution Universidad Autónoma de Tlaxcala
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Resumen del libro II de “La República” de Platón El segundo libro de “La República” de Platón trata dos temas centrales: la Justicia y el Estado; ambos son explicados mediante el diálogo de tres personajes: Glaucón, Sócrates y Adimanto. Es así que estos actores sociales tratan de establecer la república ideal y es en libro II donde Glaucón trata de explicar la naturaleza de la justicia y como es que emerge, asistiendo que la justicia se hace no por miedo a cometerla sino por miedo a que este mal recaiga en sí mismo y, también sostiene que

la

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Glaucón le presenta a Sócrates las tres clases de bienes que según él existen. Sócrates cree que la justicia estaría incluida en el segundo tipo, los bienes que se aman por sí mismos y por los resultados, mientras que Glaucón afirma que es más bien en el tercero donde pertenece, ese al que las personas se someten por necesidad. A partir de esto, procede a explicar la naturaleza y el origen de la justicia. Para probar su punto, Glaucón se apoya del mito de Giges. Sobre el hombre bueno y el malo opina que: “Ambos tenderían al mismo fin, y nada probaría mejor que ninguno es justo por voluntad, sino por necesidad, y que el serlo no es un bien en sí, puesto que el hombre se hace injusto tan pronto como cree poderlo ser sin temor.” (Platón, 1872, p. 109) Posteriormente, analiza las ventajas de la justicia y de la injusticia. Sobre esta última dice que “el gran mérito de la injusticia consiste en parecer justo sin serlo”. (Platón, 1872, p. 110) Mientras que quien sea una persona justa será maltratada si no se preocupa de parecerlo. Adimanto, el hermano de Glaucón, interviene y expone el destino y recompensa que tendrán los hombres justos por parte de los dioses. También cuál es la creencia que tienen los poetas y la gente común sobre la expiación de los injustos por medio de sacrificios. Sobre esto cuestiona a Sócrates: “¿Por qué [... ] he de inclinarme más a la justicia que a la injusticia, cuando, según la opinión de los sabios y del pueblo, todo me saldrá bien siendo injusto [... ] así respecto de los dioses como de los hombres, con tal que de a mis crímenes la apariencia de la virtud?“ (Platón, 1872, pp. 117-118) En lo que respecta al tema de Estado, y con la finalidad de explicar cuál es la naturaleza de la justicia y la injusticia, y encontrar la ventaja que tiene una sobre la otra, Sócrates recurre a la explicación sobre cómo se conforma un Estado, y si éste es justo, tal y como lo es un individuo. Para Sócrates, el Estado “llega a formarse

porque cada uno de nosotros no se basta a sí mismo, sino que está falto de muchas cosas” (Platón, 1993. p. 36). Sin embargo, las necesidades/exigencias humanas serán las verdaderas responsables de la formación de un Estado, éstas son: la alimentación, el alojamiento y el vestido. Esto último hace referencia a la cantidad de personas requeridas para formar un Estado, el cual se componía esencialmente de cuatro o cinco personas, hasta que nuevas necesidades van surgiendo, y con ello un mayor número de individuos que se dediquen a su especialidad. Aunado a esto, un Estado también requiere de un intercambio de productos producidos por el trabajo, acompañado de “un mercado y una moneda símbolo del canje que del producto se deriva” (Platón, 1993. p. 38), así como de otras personas que, debido a su condición física de robustez, venden el empleo de su fuerza. Para Sócrates, éste es el Estado sano, mas no el único. Para Glaucón el Estado sano no es suficiente, pues ya no es suficiente, y no satisface las necesidades superfluas. En el Estado de inflamación surgen nuevas formas de satisfacer dichas necesidades, tal y como la invasión a tierras vecinas con la finalidad de obtener más tierra para el cultivo y el pastoreo. Sin embargo, Sócrates encuentra una falla: para llevar a esto a cabo, es necesario declarar la guerra. Finalmente, cabe destacar el diálogo entre Sócrates y Glaucón, el cual menciona otro factor importante para la conformación de un Estado: la educación. El primero de ellos menciona que las fábulas y mitos contados a los niños deberán ser modificadas, juzgadas y si lo requieren, censuradas, para que así los infantes reciban una educación óptima, y no relatos cuyas mentiras contradigan los principios y las bases del Estado ideal. Para finalizar este libro, se habla de que “lo bueno no es causa de todas las cosas; es causa de las que están bien, no de las malas” y en consecuencia, los dioses que serían inculcados a los niños no podrían ser sino aquellos que se mantengan fieles a su forma, ya que su naturaleza buena, no tendrían la necesidad de cambiar su apariencia ni por su voluntad, ni por la de otro dios, así mismo, serían omitidos todos los mitos que hablasen de “gigantomaquias” o discordias entre dioses, pues estos se opondrían a la imagen ideal de un dios, causando confusión en los niños.

Fuentes De Azcárate, P. (1872). Obras completas de Platón. [Archivo PDF] Madrid: Medina y

Navarro. Recuperado de: www.filosofia.org>azf07007...


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