Resumen El hombre medieval PDF

Title Resumen El hombre medieval
Course Historia Universal Medieval
Institution Universidad de Castilla La Mancha
Pages 22
File Size 253.3 KB
File Type PDF
Total Downloads 92
Total Views 174

Summary

Download Resumen El hombre medieval PDF


Description

RECENSIÓN ESCRITA Jacques LE GOFF y otros: El hombre medieval. Madrid, Alianza Editorial 1990

PRESENTACIÓN DEL LIBRO: TIPO DE OBRA: Ensayo. TEMA CENTRAL/ OBJETIVO: Retratar los tipos y grupos sociales más representativos de la Edad Media a través de la figura del hombre en sus principales funciones y evolución- rasgos esenciales, estatus social, oficios y profesiones, mentalidades (religiosidad), imágenes. DERIVACIONES: Los monjes, el guerrero y el caballero, el campesino y el trabajo del campo, el ciudadano y la vida en la ciudad, el intelectual, el 1

artista, el mercader, la mujer y la familia, el santo y el marginado. ÁMBITO ESPACIAL Y CRONOLÓGICO:

El ámbito

espacial se correspondería con el de la cristiandad latina a lo largo del prodigioso desarrollo de la cristiandad que se produce entre el año 1000 y el siglo XIII, y sobre todo durante el periodo de turbaciones que conocemos como Baja Edad Media. BREVE NOTICIA SOBRE EL AUTOR: Jacques Le Goff (Toulon, 1924) es un historiador de la Edad Media que ha vinculado su carrera docente a la École des Hautes Études en Sciences Sociales. Representante destacado de la Nouvelle Histoire, de la tercera generación de la Escuela de los Annales, Le Goff

ha

abordado

en

su

obra

los

temas

fundamentales del medievo, desde todos los puntos de vista posibles. En sus escritos combina historia, antropología y sociología con la historia de la cultura y de los sistemas económicos.

2

Su influjo en varias generaciones de historiadores de todo tipo ha sido extraordinario. Además propició, junto con Georges Duby, el trabajo con historiadores polacos o rusos (Kula, Geremek, Gurievich), y sus relaciones internacionales le han conducido a llevar a cabo varios proyectos editoriales en Italia. Entre sus libros destacan: Los intelectuales en la edad media (1957), La civilización del Occidente medieval (1962), El nacimiento del Purgatorio (1981), "La bolsa y la vida (1986), El hombre medieval (1989), Lo maravilloso y lo cotidiano en el Occidente medieval (1986), Mercaderes y banqueros de la Edad Media (1991), El orden de la memoria: el tiempo como imaginario (1991). Desde otra perspectiva, Pensar la historia: modernidad, presente, progreso (2005), La Edad Media explicada a los jóvenes (2007). Su dirección de una Historia realizada por diversos autores sobre la construcción de Europa, con visiones muy diferentes , ha sido un hito editorial.

3

ESTRUCTURA Y SÍNTESIS DEL CONTENIDO En cuanto a la estructura temática de la obra,

la

Introducción se trataría de un resumen de la misma obra tratada y se podría dividir en: 1. EL SIGNIFICADO Y LA CONCEPCIÓN DEL HOMBRE EN LA EDAD MEDIA 2. GRUPOS SOCIALES - Tipos humanos según la división trifuncional medieval: el monje, el caballero o guerrero y el campesino. - Tipos ligados a la ciudad: el ciudadano, el intelectual y el mercader - Tipos al margen de las divisiones medievales: la mujer y el artista - Grupos marginales: el marginado y el santo 3. EVOLUCIÓN

Y

TRANSFORMACIONES

DEL

HOMBRE MEDIEVAL 4. MENTALIDADES

Y

COMPORTAMIENTOS

DEL

HOMBRE MEDIEVAL

4

En cuanto a la síntesis del contenido es la siguiente: 1. EL SIGNIFICADO Y LA CONCEPCIÓN DEL HOMBRE EN LA EDAD MEDIA ¿Reconocían los mismos hombres del Medievo una realidad a la que hay que llamar el hombre? ¿Distinguian en la heterogenia sociedad en la que vivian un modelo que sería el hombre? La respuesta es afirmativa, ya que existía entre los siglos XI-XV la convicción de la existencia universal y eterna de un modelo humano. Tal modelo era definido por la religión y la teología. Así pues, el hombre para la antropología cristiana medieval es la criatura de Dios, aunque según las épocas, la Cristiandad medieval insistirá más en la imagen positiva del hombre, ser divino, creado por Dios a semejanza suya, y asociado a su creación o, por el contrario en la imagen negativa, la del pecador, dispuesto siempre a sucumbir a la tentación, a renegar de Dios y, por lo tanto, a perder siempre el paraíso, a caer en la muerte eterna. Esta

5

visión pesimista del hombre, débil, vicioso, humillado frente a Dios, se encuentra a lo largo de todo el Medievo, pero esta más acentuada durante la Alta Edad Media, entre los siglos IV y X- y aun en los siglos XI y XII- mientras que la imagen optimista del hombre, reflejo de la imagen divina capaz de continuar en la tierra la creación y capaz de salvarse, tiende a predominar a partir de los siglos XII y XII. La interpretación de la condena al trabajo del Genesis domina la antropología del Medievo. Por un lado se insiste en el carácter de la maldición y de penitencia del trabajo; por otro en sus potencialidades como instrumento de rescate y salvación. En este sentido, en la Alta Edad Media Job es sin duda el modelo bíblico en el que la imagen del hombre esta mejor encarnada. Por el contrario, desde finales del siglo XIII en adelante, se nos propone la imagen del hombre bajo los rasgos realistas

de

los

poderosos

de

la

tierra.

En

compensación el cristianismo latino hizo en época carolingia una importante elección que instaura el 6

antropomorfismo cristiano medieval en el que el hombre que sufre por excelencia es ya el Dios de la encarnacion: Cristo. Este hombre de un momento excepcional de la historia humana es ya la figura simbolica del hombre que sufre, del hombre humillado, pero divino. De esta antropología cristiana nacieron dos concepciones del hombre: la primera es la del homo viator, el hombre en el camino, siempre en viaje por esta tierra y por su vida que son espacios/tiempo efímeros de su destino, donde él camina, según sus elecciones, hacia la vida o hacia la muerte- para la eternidad. La otra concepción es la del hombre como penitente en la que el hombre del Medievo, condicionado por la concepción del pecado que la ha sido inculcada, busca en la penitencia el medio para asegurar la propia salvación, aunque no recurra a sus formas extremas. En fin, todas las concepciones medievales del hombre integraban a este de un modo u otro en la sociedad. 2. GRUPOS SOCIALES 7

- Introducción La Cristiandad medieval fue representada a menudo con esquemas binarios Pero el poder fue también una importante línea divisoria. Sin embargo, la toma de conciencia del hecho de que la sociedad se hacía más compleja llevo a los hombres del Medievo a preferir esquemas mas articulados que el simplista esquema binario. De estos esquemas, uno de los mas importantes fue el que introdujo sin más una categoría intermedia, la de quienes se encontraban entre las características extremas de los grandes y de los pequeños: los mediocres. Pero el esquema que tuvo entre los clérigos y tiene hoy entre los historiadores más éxito es el de las tres funciones necesarias para el buen funcionamiento de la sociedad, el cual distingue tres componentes en la sociedad cristiana: los que rezan, los que combaten, los que trabajan. De hecho el esquema ideológico no tarda en vincularse a la realidad social reforzándola con la aplicación del esquema bíblico de los tres hijos de Noe 8

al esquema de las tres funciones, que permite subordinar el tercer orden a los dos primeros, por lo que el esquema aparentemente igualitario, refuerza la desigualdad social entre los tres órdenes.

- Tipos humanos según la división trifuncional medieval: el monje, el caballero o guerrero y el campesino. Los monjes se caracterizan por su pretensión de hegemonía social, asi como su mentalidad elitista, El monje vive según una regla y encarna los ideales de obediencia y disciplina. Esta consagrado a la búsqueda de Dios por medio de la oración y la soledad, pero también persigue la paz y la tranquilidad. Reza por la salvación de los otros hombres y los protege del . Es también especialista en la muerte a través de las oraciones por los difuntos. Es un consejero y un mediador, principalmente entre los poderosos. Es también un hombre de cultura gracias al sciptorium de los monasterios. El monasterio es la 9

antecámara del paraíso y el monje el más idóneo para convertirse en santo. El caballero vive entre la violencia y la paz. En el siglo X tiende a convertirse en el caballero de Cristo con la Reconquista española y las Cruzadas. Es el héroe de los primeros grandes textos literarios en lengua vulgar. El caballero tiene una importancia esencial en el descubrimiento del amor moderno y su actitud sexual oscila entre la violencia obscena y el refinamiento de la alegría de amor y del amor lejano. Es también el protagonista de la promoción de los jóvenes. En el siglo XII aparece una nueva caballería: la de los monjessoldado de las ordenes militares. Con Perceval, el caballero se convierte en místico

y la aventura

caballeresca se transforma en búsqueda religiosa del Grial. Lo imaginario caballeresco se expresa en la caza, en la heráldica, en los bestiarios y sobre todo en los torneos.

10

El campesino esta atormentado por la búsqueda de seguridad alimentaria y por la preocupación de la autosuficiencia, siendo ante todo un productor de pan. Es un trabajador amenazado por la fragilidad de la agricultura frente a la naturaleza y la escasez de rendimiento. Pueden ser también pastores que practican la trashumancia y trabajadores de los bosques. La campesina ante todo es una trabajadora textil, una hilandera. Socialmente el campesino se mueve entre el señor y la comunidad rural y sufre el gravamen que ha de pagar a su señor, además de otros cánones en dinero. Las fuentes literarias muestran desprecio

o

incluso

odio

hacia

el

campesino

supersticioso y analfabeto. El por su parte le devuelve el desprecio a la sociedad. - Tipos ligados a la ciudad: el ciudadano, el intelectual y el mercader Uno de los aspectos esenciales del gran progreso en Occidente después del año 1000 es el desarrollo

11

urbano que alcanza su apogeo en el siglo XIII. La ciudad cambia al hombre medieval. Restringe su círculo familiar, pero hace mayor la red comunitaria en la que participa; sitúa el mercado y el dinero en el centro de sus

preocupaciones

materiales,

ensancha

sus

horizontes y le ofrece los medios para instruirse y cultivarse, así como un nuevo universo lúdico. El intelectual en el Medievo no existe como tal. No se habla de él. Existe sin más un tipo que se caracteriza como alguien que trabaja con la palabra y con la mente, no con las manos. Es un clérigo y goza de los privilegios reservados a ese estado. Es un hombre de escuela, que con la universidad se vuelve un profesional. Es un hombre de libros. Es sin más, un profesor. Pero la vida del intelectual no es fácil. Este se caracteriza por ser un personaje internacional que a menudo viaja de una escuela a otra, de una a otra universidad, gracias a su conocimiento del latín. Es un célibe libre de los impedimentos de los deberes conyugales y familiares. En fin, es un hombre de 12

autoridades,

de

textos

imperativos

que

sabe

contraponerlos, combinarlos con la búsqueda racional. El mercader, aun mas ligado a la ciudad, tuvo que vérselas con la acusación de vender el tiempo,y la vieja sospecha que suscita desde la Antigüedad y que se refuerza con el cristianismo lo acompaña siempre, aunque económica, social e ideológicamente su status mejora y se le reconoce desde los comienzos del gran desarrollo de Occidente su utilidad, aunque no es visto con buenos ojos. El mercader se funda sobre la nueva ética del trabajo y de la propiedad. Contrapone el talento al nacimiento. Y finalmente también hay santos mercaderes. Hombre instruido, el mercader ayuda a la difusión de las lenguas modernas y es un pionero en aprender

lenguas

extranjeras,

así

como

del

perfeccionamiento de las medidas y de la manipulación de las monedas. Es un hombre que escribe y contribuye a la afirmación del individuo y de la persona, y a los componentes fundamentales de la persona, el alma y el

13

cuerpo, añade dos novedades, la vocación y el tiempo convertido en objeto de apropiación individual. - Tipos al margen de las divisiones medievales: la mujer y el artista En el esquema de la sociedad trifuncional la mujer no tenía su puesto, puesto que esta no estaba caracterizada por distinciones profesionales, sino por su cuerpo, por su sexo, por sus relaciones con determinados grupos en una sociedad dominada por el varón. Sin embargo, gracias a la Iglesia, la obligación creciente del consenso de los dos esposos para el acuerdo matrimonial es una revolución que eleva el estatuto de la mujer, mientras que por otra parte la presión de los jóvenes ayuda tímidamente a la afirmación del matrimonio por amor. Pero el orden familiar lleva a un retraso de la edad matrimonial de los hombres y la mujer es víctima de una gran fecundidad que le hace pasar la mitad de su vida de un embarazo a otro. Está sometida a sus deberes de esposa, a la

14

fidelidad al marido y a la autoridad de este, encuentra solo compensaciones limitadas en el amor a sus hijos, diezmados por la terrible mortalidad infantil, sustituido más tarde por el frecuente abandono de recién nacidos. El artista de la Alta Edad Media se mueve entre el desdén de la sociedad hacia un personaje cercano al conjunto de los trabajadores manuales que no le atribuía ningún valor a la obra del artista y su deseo orgulloso de afirmar su propia gloria, existiendo una paradoja entre la grandeza del arte medieval y el anonimato que oculta a la mayor parte de sus creadores. Antes del siglo XIV no hay un término para designar al artista, ya que comparte con el artesano el termino artifex. En la Edad Media existe toda una jerarquía de estos artistas anónimos. Frecuentes en el siglo XIII, las firmas y las menciones de artistas, se vuelven curiosamente más escasas que en el siglo XIII cuando el prestigio del artista, ayudado por el retorno a la Antigüedad, crece. Efectivamente la ambigüedad de 15

su estatuto es lo que retarda el emerger del artista en la sociedad medieval. Existe también la lentitud del proceso que de las nociones e impresiones de grandeza, de riqueza y de orden extrae la idea y el sentimiento de la belleza. - Grupos marginales: el marginado y el santo El primer marginado es el desterrado. El destierro puede ser una especie de exilio interior como el que deriva del interdicto y de la excomunión, privación de los sacramentos o los medios cotidianos de salvación, etc. En un caso extremo, el destierro podría ser la marginación espacial, destierro al campo, a zonas de mala reputación y, a finales del Medievo, a guetos de las ciudades. En el siglo XIV y en el XV muchos marginados se organizan en bandas de vagabundos, de ladrones de salteadores, de homicidas. La mala reputación también generaba marginados. Permanece excluida la gente del espectáculo, como los juglares, las prostitutas y los usureros.

16

El enfermo y el inválido tienden también a ser unos marginados. Casos extremos de marginación son el hereje y el judío.

Por último, hay un hombre que encarna la más alta realización del hombre medieval: el santo, el cual establece el contacto entre el cielo y la tierra cuyo culto se desarrolla en torno a su cuerpo, a la tumba y a las reliquias. Es también un ejemplo para todos los fieles y un patrón para los oficios y las ciudades, para todas las comunidades de las que forma parte el hombre medieval, y así mismo es el patrón individual de los hombres y de las mujeres del Medievo. El santo en un primer momento fue el mártir, en la Alta Edad Media fue influido por el asceta oriental y después, la mayoría de las veces, se encarno en los poderosos. Luego desde los siglos XII y XIII y en adelante la santidad se espiritualizo y se ligo mas al estilo de vida que a la condición social y mas a la moralidad que a los milagros.

17

3. EVOLUCIÓN

Y

TRANSFORMACIONES

DEL

HOMBRE MEDIEVAL El periodo de la Antigüedad tardía y de la Alta Edad Media fue esencial para el nacimiento del hombre del Medievo. De este modo hay que remontarse a los primeros siglos cristianos para ver aparecer al monje, a los caballeros del mundo romano-bárbaro y a las medidas del Imperio carolingio contra los vagabundos, antecedentes de los marginados. Vieja herencia transformada por el cristianismo, el hombre medieval viene de lejos. Pero se transforma con el Año Mil que ve una especialización de las funciones, una valoración de los laicos y sobre todo con el siglo XIII en el que la sociedad se vuelve más compleja, los distintos se multiplican, los perfiles se diferencian mas y los valores, en el seno de una religiosidad que acepta cada vez mejor las cosas del mundo, bajan mucho mas del cielo a la tierra, sin que el hombre medieval deje de ser profundamente religioso y de 18

preocuparse por su salvación que se funda menos ya en el desprecio del mundo que en sus transformación. En fin, el hombre medieval cambia en los siglos XIV-XV, modificado por la crisis profunda del sistema feudal, pero también renovado, vuelto moderno por un nuevo mundo de estructuras y valores. 4. MENTALIDADES

Y

COMPORTAMIENTOS

DEL

HOMBRE MEDIEVAL El sistema ideológico y cultural impone a la mayor parte de los hombres medievales (y de las mujeres) unas estructuras mentales comunes, unos objetos semejantes de creencia, de fantasía, de estimulo, aunque el lugar geográfico, el estatus social, el nivel de instrucción o las herencias culturales dan lugar a diferencias en la forma y en el contenido de esas actitudes culturales y psicológicas. Así pues y en este sentido, lo que caracteriza al hombre medieval son: por un lado los vicios, ya que el hombre medieval está obsesionado por el pecado; lo visible y lo invisible, ya

19

que para el hombre medieval no existe una frontera entre lo natural y lo sobrenatural, entre este mundo y el más allá, el cual se divide en tres lugares esenciales: el Infierno, el Paraíso y el Purgatorio, y en dos salas auxiliares: el limbo de los Patriarcas, y el limbo de los niños.; el milagro y la ordalía; la memoria, en una sociedad predominantemente analfabeta y donde la palabra es el gran vehículo de la comunicación; la mentalidad simbólica, donde el simbolismo preside el arte, la Iglesia, la Biblia, la política y la literatura; el numero, que hasta el siglo XIII es simbólico y luego bajo la presión de nuevas necesidades de la sociedad y de la difusión de la matemática, el número exacto, científicamente calculable, objeto de operaciones aritméticas, tiende cada vez más a ocupar esa posición de deslumbramiento; las imágenes y el color, ya que el analfabetismo restringe la acción de lo escrito; el sueño, ya que el hombre medieval tenía vocación de gran

soñador,

aunque

el

cristianismo

vigilo

estrechamente su actividad onírica

20

Por otro lado los hombres del Medievo pensaron, actuaron y vivieron en el marco de algunos valores fundamentales que responden a la voluntad de Dios y a las aspiraciones de los hombres. Estos valores eran la jerarquía, ya que el deber del hombre medieval respetar y permanecer en la organización de la sociedad querida por Dios, la cual respondía al principio de jerarquía modelada sobre la sociedad celestial; la autoridad, según la cual en el plano social y político el hombre medieval debe obedecer a sus superiores y en el plano mental e intelectual debe ser aun más fiel a las autoridades, de modo que la gran virtud intelec...


Similar Free PDFs