Resumen gobiernos de Rosas PDF

Title Resumen gobiernos de Rosas
Author Andrea Kac
Course Historia Argentina I
Institution Universidad de Buenos Aires
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Resumen económico, político y social de los dos gobiernos de Juan Manuel de Rosas....


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Ensayo para la materia: Historia. Tener en cuenta los siguientes aspectos: 1 Etapa histórica elegida: La confederación Rosista. 2. Líderes políticos importantes y sus características 3. Acciones de gobierno que fueron positivas 4. Acciones de gobierno que fueron negativas 5. Cambios sociales más relevantes. CONTEXTO: Luego de la firma de Paz y la finalización de la Guerra con el Brasil, el ejército que se encontraba participando en la guerra vuelve hacia las provincias Unidas: El general Paz se dirigió al interior y Lavalle a Buenos Aires. Esta llegada de los militares enojados por los resultados de la guerra llevó a la revolución Decembrista: Lavalle derrota a Dorrego y lo fusilan en pos de apoderarse del poder político y del gobierno de Buenos Aires. Lavalle envió ejércitos en todas direcciones, pero varios pequeños caudillos aliados de Rosas organizaron la resistencia. López y Rosas persiguieron a Lavalle hasta cerca de Buenos Aires, derrotándolo en la batalla de Puente de Márquez, librada el 26 de abril de 1829. Mientras López regresaba a Santa Fe, Rosas sitió la ciudad de Buenos Aires. Allí crecía la oposición a Lavalle, sin embargo, éste desesperado, se lanzó a hacer algo insólito: se dirigió, completamente solo, al cuartel general de Rosas, la Estancia del Pino Lavalle y Rosas firmaron el Pacto de Cañuelas, que estipulaba que se llamaría a elecciones, en las que sólo se presentaría una lista de unidad de federales y unitarios, y que el candidato a gobernador sería Álzaga. Unitarios realizan fraude en elecciones y matanzas, lo que llevo a un nuevo pacto: Pacto de Barracas. A través de este pacto se nombró gobernador a Viamonte. Éste llamó a la legislatura (sala de representantes) derrocada por Lavalle, allanándole a Rosas, el restaurador de las leyes, el camino al poder. PRIMER GOBIERNO DE ROSAS: El Objetivo de Rosas para su ascenso se podría reconocer principalmente en alcanzar un orden, que a su juicio se lograba por medio de la unanimidad política. Rosas no solo pretendía que todos fueran federales, sino federales de su misma facción, Rosas desconfiaba del debate político por creer que era un factor de desorden. Ahora, ¿Cuál era la base social que apoyaba a Rosas? Bueno, el papel de los sectores populares fue fundamental y Rosas se erigió como líder indiscutido de estos grupos, a los que, al mismo tiempo, apaciguó y movilizó. El Clero apoyó al gobernador en sus dos períodos, ya que se presentó como “restaurador” de la religión católica de raíz colonial opuesta a la tendencia secularizadora de Rivadavia. El régimen de Rosas se apoyó también en los sectores propietarios y garantizó la disciplina política de las elites, que importante como el control de los sectores populares. Los hacendados fueron los más reticentes a sumarse a la causa de Rosas e incluso llegaron a rebelarse en 1839 apoyando una conspiración para derribar al gobierno. Cansados del caos y de las guerras que eran cotidianas, varios sectores de la ciudad apoyaron a Rosas cuando asumió la gobernación de Buenos Aires, en diciembre de 1829. En esa ocasión, la Legislatura le confirió facultades extraordinarias1 y le otorgo la facultad de manejar los asuntos de guerra y relaciones ext. Rosas apostó a la reconstitución del orden, pero también, para consolidar su poder. Ahora, ¿qué pasaba en el interior y cuál fue la respuesta de Rosas ante esto? El general Paz, al mando de la Liga del Interior que agrupaba a las provincias norteñas, había dejado el cargo de ministro de Guerra para combatir el federalismo. Paz derrotó a Bustos, gobernador de Córdoba, y tomó el poder de la provincia. Se enfrentó con éxito a Facundo Quiroga, al cual derroto dos veces. A partir de entonces, la influencia de Paz se extendió por todas las provincias del Interior, donde sus lugartenientes devolvieron el poder a los unitarios por medios violentos. En 1830 Córdoba, San Luis, San Juan, Tucumán, Salta, Santiago del Estero, La Rioja y Catamarca conformaron el Supremo Poder Militar para garantizar la defensa común y pusieron al mando al general Paz. También autorizaron al gobernador a intervenir en la situación interna de cada provincia que había firmado el acuerdo, en el caso de que se viera en peligro el sistema representativo. Por otro lado, en el Litoral se consolidaba otro bloque militar denominado Pacto Federal (1831) el cual unía a las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe en una alianza. Su fin no era únicamente enfrentar al ejército 1 Hablamos de facultades extraordinarias para hablar de atribuciones otorgadas por el PL al PE que permitan atender de forma más eficaz una situación de emergencia o sobrevenida.

unitario que se organizaba en el Interior, sino que preveía la formación de la Comisión Representativa de los Gobiernos de las Provincias Litorales con las facultades para celebrar la paz, declarar la guerra e invitar a las demás provincias a unirse, bajo el sistema federal, a las provincias signatarias. En un congreso futuro, se acordaría la unificación de la República bajo el sistema federal y se intentaría dar respuesta a te mas pendientes, como la mejora del comercio, la navegación de los ríos interiores y el pago de la deuda externa. Cuando el bloque federal y el bloque unitario estaban por enfrentarse,el general Paz cayó prisionero de una partida de federales. Como consecuencia la Liga del Interior se desmoronó y se delinearon tres caudillos con sus respectivas áreas de influencia: Quiroga en el Interior; Estanislao López en el Litoral y Rosas en Buenos Aires. Este último intentaba que las demás provincias se unieran al Pacto Federal para que la hegemonía de Buenos Aires no fuera puesta en cuestión, y el resultado fue la formación de una confederación de provincias, que delegaban la gestión de las relaciones exteriores en el gobierno de Buenos Aires. No obstante, las provincias mantenían su plena soberanía en todos aquellos asuntos cuya resolución no hubiesen delegado en Buenos Aires. Llegado el año 1832, comenzó el debate respecto a que sucedía con las facultades extraordinarias y Rosas. ¿Se debía continuar la delegación de las facultades extraordinarias a Rosas o había que devolver a los ciudadanos el goce de las garantías individuales? Para Rosas la normalización institucional llevaría al resurgimiento de las divisiones y a una mayor inestabilidad política. La Sala de Representantes reconocía los méritos pero pretendía resguardar el sistema político republicano vigente imponiéndole límites al Poder Ejecutivo. Por eso, a fines de 1832, le propuso a Rosas la reelección como gobernador de la provincia, pero desprovisto de las facultades extraordinarias. Rosas rechazó el ofrecimiento en tales condiciones, y en su lugar, Balcarce asumió como gobernador. Como análisis de este primer Gobierno, podemos observar que el gran destacado personaje político es Rosas como defensor de la ideología federal, en oposición a Paz y Lavalle como defensores del unitarismo. Este periodo se caracterizó por la búsqueda de un restablecimiento del orden, eliminando el caos de la situación política que dominaba en Buenos Aires. Durante este gobierno todavía no se puede hablar de aspectos positivos o negativos, ni de cambios sociales muy profundos, porque la consolidación del poder político rosista aún se encontraba naciente. Todo esto se terminaría de consolidar en su segundo gobierno. Si es menester reconocer que otras características de su primer gobierno fueron: • Impuso la obligación de utilizar una cinta punzó a todos los empleados provinciales. • Cuidó los intereses comerciales de todo este nuevo grupo de hombres mercantilistas, que nunca pensaron en repartir los beneficios de la aduana con el resto de las provincias del país. • Consolidó su poder haciendo uso de actitudes violentas y tiránicas, combatiendo a todos sus opositores políticos y a su vez trasmitiendo el miedo social, sobre todo en las clases más necesitadas, lo que le permitió manejar a su antojo a todo este sector. • Amenazó, censuró, sacrificó y desterró a todos los rivales disidentes, apodándolos indiscriminadamente de: "Salvajes Unitarios". Su lema era: Federación o Muerte". • Restringió la libertad de prensa y de opinión. Clausuró a aquellos periódicos que de alguna manera disentían con su forma de gobernar. • No promovió la industrialización y se resistió a las innovaciones tecnológicas; el reparto equitativo de las ganancias de los impuestos aduaneros; la libre navegación de los ríos interiores, Paraná y Uruguay. • Exigió un culto a su persona, obligando a colgar su retrato en todos los actos públicos e instituciones oficiales. PERIODO ENTRE GOBIERNOS: Así Rosas reasumio el cargo de comandante general de la campaña. Para reforzar su posición llevo adelante una campaña ofensiva contra los malones de la pampa y ampliar la frontera de la provincia, con el objetivo de garantizar seguridad a los pobladores y los hacendados de la región. Pero no sólo ello, sino también que buscaba mostrarse Rosas ante la opinión pública como desinteresado por las pugnas partidarias y dedicado a una causa importante para el conjunto de la sociedad. Las tropas argentinas llegaron a ocupar la isla de ChoeleChoel y, durante veinte años, los malones de indígenas dejaron de ser un problema para la provincia. Rosas volvió a la ciudad victorioso y recibió el título de Héroe del Desierto.

En tanto, en Buenos Aires, persistían las tensiones entre los rosistas (los apostólicos de orientación conservadora rosista, contraria a la tolerancia religiosa) y sus adversarios (los cismáticos o lomos negros que apoyaban a Balcarce, de orientación liberal, constitucionalista y popular). Pero la situación se complicaba aún más con dos acontecimientos de suma importancia como fueron: la invasión a las Malvinas por parte de los Británicos y la revolución de los Restauradores. En las elecciones para renovar la Junta Legislativa de abril de 1833, el ministro Enrique Martínez puso en juego el poder del gobierno para garantizar el triunfo de su facción. Sin embargo, en el mes de junio, cuando se realizaron las elecciones complementarias, parecían ganar los rosistas y el gobernador Balcarce hizo suspender los comicios para favorecer los intereses de Martínez. Mientras tanto, Rosas y su esposa, Encarnación Ezcurra - organizaban los grupos fieles al Restaurador. En medio de una guerra periodística facciosa el gobierno presentó una demanda por injurias contra un periódico rosista por lo que se produjeron desórdenes en la actual Plaza de Mayo. Balcarce reprimió las protestas, pero un grupo de partidarios a Rosas abandonó la ciudad declarándose en rebeldía. El gobierno trató de reprimirlos, pero sus órdenes no fueron obedecidas y la Sala de Representantes intento negociar con los jefes del levantamiento. Como consecuencia, Balcarce y su ministro Martínez renunciaron y la Sala de Representantes eligió como gobernador al general Juan José Viamonte. El nuevo gobernador intentó poner fin a la lucha de facciones, pero Rosas y sus seguidores no aceptaron la política de conciliación y exacerbaron sus ataques. En junio de 1834, impedido de gobernar y acuciado por los hechos de violencia que se multiplicaban en la ciudad, Viamonte renunció a la gobernación. De nuevo, la Sala le ofreció el cargo a Juan Manuel de Rosas, quien otra vez se negó a aceptarlo. Finalmente, el Poder Ejecutivo recayó sobre el presidente de la Legislatura, Manuel Vicente Maza. El caos y el desorden parecía a la orden del día nuevamente, y la situación se complica aún más tras el asesinato de Facundo Quiroga. Maza envía a dicho caudillo a mediar un conflicto que enfrentaba a los gobernadores de Tucumán y Salta. También debía convencer a las provincias del Interior de aplazar la sanción de una constitución hasta que la situación política se hubiese normalizado. Al regreso de esta misión, Quiroga fue asesinado en la localidad cordobesa de Barranca Yaco por un grupo enviado por los hermanos Reynafé, los caudillos que por entonces controlaban la provincia. Con la muerte de Quiroga, quedaba demostrado que la situación de las provincias era todavía inestable y peligrosa, que los unitarios seguían al acecho y que aún no era el momento de encarar la organización del país. En marzo de 1835, la Legislatura porteña le otorgó a Rosas lo que tanto ansiaba legitimado por medio del plesbicito: el cargo de gobernador y capitán general de la provincia con la suma del poder público por cinco años. SEGUNDO GOBIERNO DE ROSAS: El 13 de abril de 1835, Juan Manuel de Rosas prestó juramento y comenzó su segundo mandato anunciando una política represiva: los enemigos de la Federación, los unitarios, los delincuentes y aquellos que ofendieran a la religión serían castigados. La suma del poder público otorgaba a Rosas amplísimas facultades, que en un sistema republicano con división de poderes no correspondían al Poder Ejecutivo. Además, las garantías individuales quedaron suspendidas. El orden rosista combinaba la práctica del terror (entendido como la persecución de los opositores), disciplinamiento, la vigilancia y la censura a la prensa, con las elecciones periódicas que otorgaban legitimidad a los gobernantes. La participación de la población en las fiestas populares y el acatamiento de ciertas maneras de vestir y hablar, y de comportarse en público, eran parte de las formas con que se expresaba apoyo al régimen. Con respecto a las elecciones y al funcionamiento de la lista única, vale destacar que Rosas no eliminó las instituciones del régimen republicano existentes (como la legislatura y la sala de representantes). Sin embargo, el funcionamiento del sistema era artificial: El gobierno siempre había influido en el resultado de las elecciones, pero durante este período había una lista única y los comicios eran una suerte de plebiscito que no hacía más que confirmar la voluntad de Rosas. Las elecciones se realizaban luego de que Rosas confeccionara una lista para cada distrito electoral y cursara esas listas a través del Departamento de Policía en la ciudad y de los jueces de paz en la campaña. Las autoridades movilizaban el mayor número de votantes que fuera posible. De esta manera, la alternativa era votar la lista de Rosas o no votar. Como característica de su régimen también se mencionó la total rigidez contra la oposición (particularmente contra el unitarismo que tenía como opciones el exilio, la muerte o la conversión al federalismo) y también la homogeneización política. Un mecanismo de terror para lograr esto fue conocido como la MAZORCA. Rosas contó

con la Sociedad Popular Restauradora, institución integrada por aproximadamente doscientos federales absolutamente fieles al Gobernador. El brazo armado de la Sociedad, "la Mazorca", una organización creada como estimulante político y de cohesión, la cual estaba formada por dos cuerpos especiales de la policía y serenos, dirigidos por comisarios. La misma se llamaba así ya que evocaba con su nombre la imagen de unidad y fortaleza que muestran los granos de una mazorca de maíz. Por otro lado, para lograr una mayor cohesión entre sus adeptos, el régimen realizaba masivas fiestas populares. A menudo éstas duraban tres días e incluían espectáculos, misas solemnes y brindis por la victoria de la Federación sobre sus adversarios. Los hogares y las plazas se iluminaban con profusión y en los espacios públicos se realizaban bailes populares y juegos donde participaban absolutamente todos. En relación a esto, y a la idea de homogeneización política y social que tenía como principal objetivo el régimen, tenemos que hablar del propósito de formar una identidad federal, la cual respondía a la exigencia de mostrar adhesión al régimen federal y a la figura personal del restaurador. Existían entonces diversas maneras de exhibir compromiso público con la causa federal: • De Apariencia: adhesión a través de su presentación física y características propias del ser federal: Cinta punzo, ropas coloradas y estilo paisano, bigote, vestir con chaqueta y botas, entre otros. • De Bolsillo: a quienes se acusaba de acercarse al federalismo incentivados exclusivamente por intereses económicos y cuya única colaboración con el régimen consistía en efectuar algunas donaciones al ejército (comerciantes y terratenientes) • De Opinión: adhesión por convicción. Eran quienes se pronunciaban públicamente a favor del gobierno en las disputas públicas acerca de la política. Para acceder a un cargo público, era una condición necesaria haberse expresado a favor del gobierno. • De servicio: Adhesión por convicción. Se consideraba de esta forma a quienes contribuían no solo económicamente, sino que también ponían en juego su propia persona participando en las milicias y las patrullas y estaban siempre dispuestos a acudir en auxilio del gobierno cuando fuera necesario. Este segundo mandato de Rosas, no estuvo exento de conflictos ni enfrentamientos. Y podríamos clasificarlos en enfrentamientos INTERNOS y EXTERNOS. Respecto a los internos podemos mencionar algunos. Con respecto a la generación del 37 podemos decir que la denominación Generación del ‘37’ identifica a un movimiento intelectual liberal de jóvenes universitarios que, en 1837, fundó en Buenos Aires el Salón Literario (en la librería de Marcos Sastre) para debatir temas culturales y teorías sociales, políticas y filosóficas de autores europeos de diferentes tendencias ideológicas. La creciente politización del grupo y sus opiniones críticas y reformistas llevaron a que Rosas disolviera el Salón. Entre sus principales exponentes encontramos a Esteban Echeverría, Juan Bautista Alberdi y Juan María Gutiérrez, Sarmiento. Una idea los obsesionaba: hacer una nación del conjunto de las provincias. Su objetivo era organizar una regeneración política y cultural del país, al margen de las discordias que imperaban desde los tiempos de la Revolución; Recuperar la tradición liberal de la Revolución de Mayo, alentar el progreso material y superar la polarización entre federales y unitarios, para lo cual debían influir sobre la clase dirigente y asesorarla ideológicamente. El problema era la barbarie, el atraso, el desierto y la ausencia del espíritu civilizador y la solución justamente era ésta última. Los integrantes de la Generación del 37 se sentían parte de una corriente revolucionaria mucho mayor: defendían los postulados de la Revolución Francesa y habían hallado expresión local en la Revolución de Mayo. Para ellos, la nacionalidad sería el resultado de un proceso revolucionario que estaba en curso, y su objetivo era ponerle palabras a ese sentimiento que se estaba forjando. Una cosa era clara: esa identidad nacional se construía en abierta ruptura con la tradición española y colonial. Como mencionamos otro de los problemas fue la coalición del norte : En 1839, Salta, Tucumán, Jujuy, Catamarca y La Rioja formaron dicha coalición, para unirse a las fuerzas de Lavalle contra Rosas y otros gobernadores federales. Entre abril y mayo de 1840, los gobiernos de las provincias de la Coalición retiraron las facultades que habían otorgado a Rosas para dirigir las relaciones exteriores, y, meses después, firmaron una alianza militar para luchar contra el Gobernador porteño. Las tropas leales a Rosas arrasaron con los rebeldes y, tras la victoria, reprimieron duramente a los opositores. También en 1839 se manifestó la oposición de Corrientes, que les declaró la guerra a Buenos Aires y a Entre Ríos. El conflicto de fondo fue la exigencia de Corrientes de que Buenos Aires y Entre Ríos permitieran la libre

navegación de los ríos interiores. Se sumó a esto la protesta por las intromisiones de Rosas en la política correntina. El gobernador de Corrientes fue derrotado militarmente por el ejército de Rosas Por otro lado también podemos mencionar la conspiración de Maza: Padre e Hijo intentaron derrocar a Rosas mediante un alzamiento militar. Alguien delató la inminencia de la rebelión y cuando Rosas se enteró, mandó arrestar a sus organizadores. Un grupo de mazorqueros asesinó a Manuel Maza en su despacho, y al día siguiente, Rosas ordeno el fusilamiento de su hijo. También en octubre y noviembre de 1839, la llamada Rebelión de los Libres del Sur canalizó el descontento de los hacendados de Dolores y Chascomús por las políticas relacionadas con la posesión de las tierras. Este alzamiento debía estar coordinado con la invasión de Lavalle a Buenos Aires desde Uruguay, pero Lavalle cambi...


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