Resumen Lectura 2 : Las empresas y el mundo de los negocios PDF

Title Resumen Lectura 2 : Las empresas y el mundo de los negocios
Author Eva Merayo
Course Historia Económica
Institution Universidade da Coruña
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Cualificación: 4,00 / 4,00
Cualificado oMartes, 19 de Novembro do 2019,
Cualificado porJesús Mirás Araujo

Comentarios de retroalimentación :
Formato.

Está bien hecho, pero utiliza un estilo de redacción un poco más esquemático....


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Resumen Tema 2: Las empresas y el mundo de los negocios Durante los siglos XVII y XIX el mundo de los negocios era incierto y de alto riesgo, debido a escasas normas e instituciones y comunicaciones lentas. La familia seguía siendo muy importante en este mundo, ya sea aportando capital humano, financiación o fidelidad. Casi como la familia eran las minorías étnicas o religiosas, que conformaban una red de negocios proporcionando información, crédito y capital de forma informal, en un grupo cerrado. Con esto podemos ver el extendido negocio de las empresas familiares o religiosas, que creando una red confiable y fiel disminuyeron los costes de transacción entre ellas y fueron creando distintos negocios bajo una misma empresa. Estas empresas especializadas cada uno en lo suyo formaban coordinaciones, ya fueran en vertical u horizontal, e intercambiaban información sobre mercado y tecnología de forma rápida entre ellas. Esto les proporcionaba ventaja competitiva en la región. Así vemos que hay dos tipos de empresas; la individual y la familiar, donde la familiar está formada por una o varias familias con representantes en forma de socios o administradores. Existe una división de pensamientos sobre la aportación de las empresas familiares a la economía, donde algunos pensadores (Candler, Lazonik) aseguran que tienen un impacto negativo mientras que otros apoyan que ayudaron al desarrollo de la economía durante la primera parte de la industrialización. Al contrario de lo que Chandler pensaba, las empresas familiares sacrificaban beneficios por inversiones a largo plazo y tendían a repartir menos dividendos y más irregulares que las SA, debido a que eran más dependientes de sus propios ingresos para autoabastecerse y por lo tanto, más débiles frente al mercado. La meta de una empresa familiar es la reducción de incertidumbre y la obtención de un ingreso regular, por eso a menudo compraban fincas, que constituían una fuente regular de ingresos y eran un fondo seguro de reserva en caso de que los otros negocios fueran mal. En la revolución industrial el mundo de los negocios y por lo tanto, los millonarios aumentaron, poco a poco creando dos clases sociales definidas: los empresarios y los trabajadores. De esto nació el llamado self-made man  en Gran Bretaña, una persona que había ascendido socialmente de forma modesta y con esfuerzo, el empresario ideal, que sólo es un reflejo de la movilidad social creada en esa época por el rápido cambio económico. Pero igual que aumentaron las posibilidades de ascender socialmente como empresario también aumentaron las posibilidades de fracaso, centrándose los índices más altos de quiebra en el sector textil. Hay algunos estudios comparativos al respecto, señalando características en común sobre los empresarios en distintos países. La mayoría de empresarios vienen de familias de tradición empresarial, con un padre económicamente independiente y sólo una minoría realmente ascendió de clase.

La mayoría de empresarios vienen de una clase media donde destacan el comercio y la industria. Existía cierta movilidad dentro de la clase media, menos entre clases. Tan sólo un pequeño porcentaje de la clase obrera eran fundadores de industrias metálicas y la mayoría eran hijos de trabajadores en la industria o antiguos empleados de ésta. Esto se debe a la gran importancia de las conexiones y la práctica extendida de la empresa familiar. Aún así, algunos sectores como el algodonero en Francia se fueron cerrando a trabajadores o empresarios externos al sector. Este fenómeno ocurre no solo en la mayor parte de países europeos si no que también en Estados Unidos, donde los hijos de padres empresarios o trabajadores del sector se convertían más tarde en empresarios de ese mismo sector. Todos estos eran claramente varones, teniendo la mujer un papel desde la sombras, aportando aún así ampliamente a la economía y empresa del varón. El empresario está sometido a a todas las responsabilidades de la empresa hasta ahora, dirección y propiedad van de la mano, los dirigentes también formaban parte del capital humano, pero cuando eso no era posible debían contratar. Al principio dividían las actividades en producción y comercialización. Había muy pocos empleados, la mayoría de gente era analfabeta antes de la revolución y tenían menos posibilidades de encontrar trabajo. Más tarde, tanto directivos como trabajadores tendrán acceso a la educación y se les estarán exigidos unos mínimos dependiendo del sector. Al principio la educación estaba centrada en el ámbito económico, formaban empresarios y era patentada por comerciantes, creando escuelas comerciales y técnicas. Los padres empresarios formaban a sus hijos y en los sectores en auge o con necesidad de conocimiento, los trabajadores también obtenían educación técnica para así asegurar el éxito de la empresa. Los directores a menudo ganaban un gran salario y se convertían en socios de sus propias empresas. La revolución industrial aumentó sustancialmente las oportunidades de trabajo, tanto en cantidad como en categoría. La revolución industrial trajo a los obreros de fábrica y estimuló el empleo doméstico y trabajo artesanal sin competencia entre estos. Había heterogeneidad de trabajadores, tan sólo en Inglaterra aún existían más tejedores artesanos que gente tejiendo en fábricas, por lo que las máquinas mejoraron la producción doméstica y artesanal en algunos lugares mientras que en otros destituían a la mano de obra humana. Antes de la Revolución industrial los trabajadores estaban en posesión del conocimiento y los medios de producción y así decidían ellos mismos su jornada de trabajo e intensidad, por lo que tenían como característica la irregularidad. Esto cambia en las fábricas ya que se deben amortizar los gastos y para eso necesitan regularidad. Para conseguirla controlan y adoctrinan a los trabajadores, haciéndoles pagar multas por absentismo, retraso o conversar con otros obreros. Este cambio significó la pérdida del control de los procesos de trabajo, medios de producción y descualificación de la mano de obra humana en general. En paralelo, la posición social y el nivel de vida de los artesanos deteriora, forzándolos a bajar sus salarios hasta tener que cambiar de profesión.

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Los empresarios se encontraron con dos dificultades al momento de conseguir mano de obra: la aversión de la gente al sistema y la escasez de mano de obra cualificada, además de que la oferta de mano de obra estaba reducida a la región o localidad de la empresa. En general la fuerza de trabajo procedía de la industria rural, el artesano urbano o los campesinos. La razón de la aversión de la gente a las fábricas viene de las condiciones de trabajo forzadas y pésimas, tanto que el Gobierno se vio obligado a intervenir en algunas empresas.Existía el trabajo infantil, la mitad de trabajadores huían o morían, además de vivir apelotonados y ser maltratados. Aún así, la fábrica proporcionaba un salario regular y mayor que los demás oficios, lo que forzó la emigración a la ciudad. El gran número de trabajadores que constituían los niños y mujeres estaba peor pagado y en peores condiciones que los hombres. Tener a niños trabajando ayudaba a adoctrinarlos para mantener el sistema de abusos y a obtener mano de obra barata, además de que los alejaba de la educación, manteniéndolos ciegos frente las injusticias. Hacia el siglo XX era más importante el trabajo individual que familiar, debido al descenso de demanda de trabajo infantil, la mejora de tecnología y la necesidad de contratos individuales para mantener controlados a los trabajadores. Ahora el problema mayor de la empresa era encontrar mano de obra cualificada, lo que le daba a los trabajadores la capacidad de fijar salarios y condiciones de trabajo, dejando la empresa cuando esta ya no les era rentable. Para acostumbrar a los nuevos trabajadores a la rutina se les puso vigilancia en forma de encargados, que castigaban y adoctrinaban severamente a quien no cumpliera unas normas estrictas. Esto forzaría a los trabajadores a crear un fondo ajeno a la empresa por si eran despedidos o multados. El pago según los resultados (destajo) era la forma más habitual de pago y degradaba los salarios, forzando a la gente a trabajar el doble muchas veces. En ocasiones algunos empresarios dejaban en manos de un obrero la función de contratar, vigilar y adiestrar a la mano de obra, llamada subcontratación de vigilancia . Así evitaban invertir en dirección de personal y supervisión, a cambio dejando el control en manos de trabajadores cualificados. La relaciones de trabajo en esta época sitúan al empresario y obrero en lados opuestos. Los trabajadores mostraban su disgusto por el sistema de forma individual (absentismo, beber en la fábrica) o de forma colectiva, como vemos con el ludismo, que consistía en la destrucción de maquinaria con dos propósitos: el ataque a la propiedad del empresario y la destrucción de máquinas que permitían al empresario bajar los salarios al bajar los costes de producción. No fue un movimiento generalizado pero exigía salario mínimo, control del trabajo infantil y trabajo asegurado para aquellos sustituidos por máquinas, por eso no debe verse como una reacción violenta y primitiva por parte de la gente, si no una búsqueda de mejoras mediante la fuerza. Mejoras que por suerte se irían consiguiendo con el paso del tiempo, poco a poco reduciendo horas de trabajo, instaurando un salario mínimo y unas leyes que protegen al trabajador de los abusos del empresario. Las protestas del proletariado no fueron en vano y su efecto se puede ver hoy en día.

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