Seminario DE Santuario PDF

Title Seminario DE Santuario
Author Jose A. Gutiérrez M.
Course práctica
Institution Corporación Universitaria Adventista
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Santuario y Revelación especial 1. El Santuario. 2. “Por eso siempre recordaré estas cosas, aunque vosotros las sabéis, y estáis confirmados en la verdad presente”. 2 P. 1:12. 3. “...muchos de los que profesan conocer la verdad presente no saben lo que creen”. 2 JT, 312. 4. “Son muchas las preciosas verdades que contiene la Palabra de Dios, pero es ‘la verdad presente’ lo que el rebaño necesita. He visto el peligro que existe de que los mensajeros se desvíen de los puntos importantes de la verdad presente para espaciarse en temas que no tiendan a unir el rebaño ni santificar el alma. En esto Satanás, aprovechará toda ventaja posible para perjudicar la causa”. PE, 63. 5. “Pero los temas del santuario, en relación con los 2300 días, los mandamientos de Dios y la fe de Jesús, son perfectamente adecuados para explicar el movimiento adventista pasado y cuál es nuestra posición actual, establecer la fe de los que dudan, y dar certidumbre al glorioso futuro”. PE, 63. 6. Los Adventistas del Séptimo Día comparten muchas verdades bíblicas con los cristianos de otras denominaciones: la segunda venida de Cristo, la no inmortalidad del alma, la justificación por la fe, y aún el sábado. Pero, Dios nos ha dejado la articulación y la proclamación de las verdades del santuario y del juicio. 7. La doctrina del santuario está en el centro mismo del complejo de verdades cristológicas que le dan al remanente (Ap. 12:17) su singularidad histórica y profética. 8. El propósito de la doctrina bíblica del santuario es “comprender el significado de las verdades espirituales involucradas en el gran conflicto y el plan de salvación”. James Zackrison, El santuario y el sacrificio de Cristo (SDA General Conference, Inter-American Division, 1977), p. 4.

En el santuario vemos la forma maravillosa en que él (Dios) trató el pecado y a los pecadores. 9. El santuario terrenal servía como una ayuda visual, un recurso didáctico. La Biblia está llena de símbolos. Estos proveen muchas veces evidencia visible de realidades invisibles. La inspiración nos dice que “Cristo mismo fue el originador del sistema judío de culto, en el cual se anticipaban las cosas espirituales y celestiales por medio de símbolos y sombras” EW, ST, 2-1-1893, 7 CBA, 944.

10. El santuario y sus servicios eran recursos didácticos que ayudaban a las personas a entender mejor a Dios y su amor, y todavía nosotros podemos sacar provecho de ellos al estudiarlos. “En todas sus partes, era un símbolo de él (de Cristo)”. DTG, 21. 11. “El pueblo de Dios debería comprender claramente el asunto del santuario”. CS, 542. “El santuario celestial es el centro mismo de la obra de Cristo en favor de los hombres” CS, 543.

12. “La intercesión de Cristo por el hombre en el santuario celestial es tan esencial para el plan de salvación como lo fue su muerte en la cruz”. CS, 543.

“La correcta comprensión del ministerio del santuario celestial es el fundamento de nuestra fe”. Ev, 165-169. 13. “Le concierne a cada alma que habita sobre la tierra. Abre el entendimiento sobre el plan de redención, llevándonos a los últimos días y revelando el triunfo del debate entre la justicia y el pecado. Es de extrema importancia investigar este tema a fondo y ser capaces de dar razón a quien pregunte por esta esperanza”. EW, RH, 9/11/1905. 14. “Cristo era el fundamento de la dispensación judía. Todo el sistema de los tipos y símbolos era una profecía resumida del Evangelio, un medio a través del cual se presentaban las promesas de la redención”. HAp, 13. 15. “Como pueblo, debemos ser estudiantes fervorosos de la profecía; no debemos descansar hasta que entendamos claramente el tema del santuario, que ha sido presentado en las visiones de Daniel y Juan”. Ev, 166. 16. “El pueblo de Dios ha de tener sus ojos fijos en el santuario celestial, donde se está realizando el servicio final de nuestro gran Sumo Sacerdote en la obra del juicio, donde él está intercediendo por su pueblo”. Ev, 166. 17. “El pueblo de Dios deberá comprender claramente el asunto del santuario y del juicio investigador. Todos necesitan conocer por sí mismos el ministerio y la obra de su gran Sumo Sacerdote. De otro modo, les será imposible ejercitar la fe tan esencial en nuestros tiempos, o desempeñar el puesto al que Dios los llama. 18. Cada cual tiene un alma que salvar o que perder. Todos tienen una causa pendiente ante el tribunal de Dios. Cada cual deberá encontrarse cara a cara con el gran Juez. ¡Cuán importante es, pues, que cada uno contemple a menudo de antemano la solemne escena del juicio en sesión, cuándo serán abiertos los libros, cuando con Daniel, cada cual tendrá que estar en pie al fin de los días!”. CS, 542. 19. Es esencial que sepamos dónde está Jesús y qué está haciendo en su ministerio en el santuario celestial, para que no seamos engañados por Satanás. PE, 53-56. 20. “Y harán un santuario para mí, y habitaré en medio de ellos. Mira, hazlos conforme al modelo que te ha sido mostrado en el monte”. Ex. 25:8, 40. 21. El Santuario un punto de ataque especial. “En el futuro, toda clase de engaño va a levantarse, y necesitamos tierra firme para nuestros pies. Necesitamos pilares firmes para el edificio. Ningún alfiler se moverá de lo que el Señor ha establecido. El enemigo introducirá falsas teorías, tales como la doctrina de que no hay santuario. 22. Este es uno de los puntos sobre los cuales habrá un apartamiento de la fe. Dónde hallaremos seguridad a no ser que sea en las verdades que el Señor ha estado dando durante los últimos cincuenta años”. R&H, 25 de mayo de 1905. 23. “Satanás se está esforzando continuamente para introducir suposiciones raras con relación al santuario, convirtiendo las maravillosas representaciones de Dios y el ministerio de Cristo a favor de nuestra salvación en algo que satisfaga a la mente carnal. 24. “Quita su poder gobernante de los corazones de los creyentes y lo reemplaza con teorías fanáticas inventadas para hacer nulas las verdades de la propiciación, y destruir nuestra confianza en las doctrinas que hemos tenido por sagradas desde que se recibió el mensaje del

tercer ángel. Así nos robaría de nuestra fe justamente el mensaje que nos ha hecho un pueblo apartado, y que ha dado carácter y poder a nuestra obra”. Special Testimonies, Serie B, No 7, pág 17, de 1903.

25. “Sé que la cuestión del santuario, tal cual la hemos sostenido durante tantos años, está basada en justicia y verdad. El enemigo es quien desvía las mentes. Le agrada cuando los que conocen la verdad se dedican a coleccionar textos para amontonarlos en derredor de teorías, erróneas, que no tienen fundamento de verdad. Los pasajes de la Escritura así empelados están mal aplicados; no fueron dados para sostener el error sino para fortalecer la verdad”. OE, 318 (1915).

Santuario: Introducción 1. “Y harán un santuario para mi, y yo habitare en medio de ellos”. Éx. 25:8. 2. “Y harán un santuario para mí, y habitaré en medio de ellos. Mira, hazlos conforme al modelo que te ha sido mostrado en el monte”. Ex. 25:8, 40. 3. Dios ordenó construir el santuario del desierto para dar a su pueblo una lección objetiva de las verdades espirituales y eternas. 4. Jehová, el Dios de los cielos, quien creó el universo y todo lo que en ellos hay, deseaba mejores cosas para su pueblo. Las lecciones aprendidas del santuario y sus servicios eran para cambiar el enfoque de sus vidas. Dos palabras eran claves Limpio y Santo. “Para poder discernir entre lo santo y lo profeso, y entre lo inmundo y lo limpio”. (Lv. 10:10). 5. El Yo “habitaré en medio de ellos” de Éxodo 25:8 contiene el vocablo “habitar” (shakan), “morar”, “tabernacular”, tiene una connotación aún más profunda, ya que nos comunica la idea de que ese “habitar” es el de un vecino, alguien que quiere estar cerca y gozar de nuestra amistad. 6. El santuario del desierto fue el recinto sagrado donde Dios moraba en medio de su pueblo, pero obviamente esto es un símbolo de una verdad superior: antes que en templos materiales hechos por el hombre (Hch. 17:24), Dios quiere morar en el templo del alma humana (1 Co. 3:16, 17) para llenarla con la gloria del Espíritu Santo, quien es el representante de Jesucristo, porque es “Cristo en nosotros, la esperanza de gloria” (Col. 1:27). 7. “Ningún edificio terrenal podría representar la grandeza y la gloria del templo celestial, la morada del Rey de Reyes donde ‘millares le sirven y millones de millones’ están delante de Él (Dn 7:10), de aquel templo henchido de la gloria del trono eterno, donde los serafines, sus guardianes resplandecientes, se cubren el rostro en su adoración. 8. Sin embargo, las verdades importantes acerca del santuario celestial y de la gran obra que allí se efectúa a favor de la redención del hombre debían enseñarse mediante el santuario terrenal y sus servicios”. PP, 371. 9. La Sagrada Escritura desde el principio hasta el fin nos da un mensaje de significación eterna envuelto en el símbolo, que es asequible a toda mentalidad. Los símbolos de la Escritura señalan a Cristo, que es el corazón y la periferia de todo mensaje que se nos presenta tanto en el AT como en el NT. 10. La palabra hebrea shakan (habitar), esta relacionada con otro vocablo hebreo, Shekinah. Se la usa para expresar la cercanía solemne de la presencia de Dios entre su pueblo. 11. La idea original expresada en la palabra Shekinah nace del AT, pero se amplifica grandemente en el NT cuando se nos dice que el “Verbo fue hecho carne” (Jn. 1:14) y “habitó” o tabernáculo entre nosotros. 12. El santuario fue ordenado por Dios para darnos una revelación objetiva del Señor Jesucristo y de su obra redentora. Es en verdad la anticipación del evangelio, ya que la persona de

Cristo como Dios pleno y hombre pleno esta delineada simbólicamente en todos sus aspectos en el santuario. 13. La palabra “santuario”, aparece en la Sagrada Escritura 144 veces, se la usa para expresar la idea de “santo”, “lugar sagrado”, “morada del santo”, se origina de la palabra hebrea miqdash, que a su vez deriva de la raíz hebrea qadash, que comunica la idea de “poner aparte” algo, o a alguien, separándolo así para un uso sagrado. 14. La palabra qódesh (santo), “más que cualquier otra es representativa del misterio y majestad de lo divino”. En la historia de este mundo ¿cuál fue el primer objeto santificado? ¿Fue acaso, una montaña, un altar, una persona? No, de ninguna manera. 15. Se usa esta palabra en relación con la historia de la creación, y se la aplica en relación al tiempo: “Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó” (Gn. 2:3). “La santidad del tiempo vino primero, la santidad del hombre después, y al fin la santidad del espacio. El tiempo fue santificado por Dios; el espacio, el tabernáculo, por Moisés”. Abraham Joshua Heschel, The Sabbath, 8-10.

16. El lugar santísimo estaba situado de manera que el arca ocupara exactamente el centro de la mitad occidental del atrio. El altar del sacrificio estaba exactamente en el centro de la mitad oriental del atrio. 17. Diagrama del atrio y del tabernáculo, muestra la proporción y la distribución de cada uno de los accesorios del atrio, del lugar santo y del santísimo. 18. “Como el ministerio de Cristo iba a consistir en dos grandes divisiones, ocupando cada una un período de tiempo y teniendo un sitio distinto en el santuario celestial, asimismo el culto simbólico consistía en el servicio diario y el anual, y a cada uno de ellos se dedicaba una sección del tabernáculo”. PP, 371 . 19. Nombres del Santuario Terrenal a. “Santuario”. 1 Co. 9:13. b. “Santuario mundano”. He. 9:1. c. “Primer tabernáculo”. He. 9:8. d. “Figura de aquel tiempo presente”. He. 9:9. 20. e. “Figura de las cosas celestiales”. He. 9:23. f. “Sombra de los bienes venideros”. He. 10:1. g. “Santuario hecho de mano”. He. 9:24. h. “Figura del verdadero”. He. 9:24. 21. Nombres del Santuario Celestial a. “Tu morada”. 2 Cr. 6:39. b. “El templo de su santidad”. Sal. 11:4. c. “La morada de su asiento”. Sal. 33:14. d. “Morada de tu santidad”. Is. 63:15. e. “La morada de su santidad”. Jer. 25:30. 22. f. “La casa de mi Padre”. Jn. 14:2. g. “Santuario”. He. 8:2. h. “Verdadero tabernáculo que el Señor asentó”. He. 8:2. i. “El templo de Dios”. Ap. 11:18.

23. “Las Escrituras contestan con claridad a la pregunta: ¿Qué es el santuario? La palabra ‘santuario’, tal cual la usa la Biblia, se refiere, en primer lugar, al tabernáculo que construyó Moisés, como figura o imagen de las cosas celestiales; y, en segundo lugar, al ‘verdadero tabernáculo’ en el cielo, hacia el cual señalaba el santuario terrenal”. CS, 469. 24. El tabernáculo era el centro en torno del cual acampaban las tribus de Israel. Hay orden y exactitud. 25. Croquis del santuario. 26. a. Moisés, Aarón y los sacerdotes iban primero, por supuesto, con el arca sagrada de Dios. Los seguían Judá, Isacar y Zabulón, y la bandera de Judá que precedía a este grupo llevaba la efigie de una cabeza de león que representaba a Jesús “el león de la tribu de Judá” (Ap. 5:5). Algunos han pensado que el Evangelio de Mateo lo presenta como este león. 27. b. Detrás de ellos iban los meraritas, un grupo de la tribu de Leví, con las tablas del tabernáculo, seguidos por los gersonitas, otra parte de la tribu de Leví, con el cortinaje del tabernáculo. Rubén, Simeón y Gad seguían después. Su bandera llevaba el rostro de un hombre, que representaba a Jesús como “el Hijo del hombre”, presentado así en el Evangelio de Lucas. 28. c. Los coatitas, otro grupo de la tribu de Leví, con los muebles del santuario, con excepción del arca, seguían a este grupo y detrás de ellos iban las tribus de Efraín, Manasés y Benjamín. Su bandera tenía la cabeza de un buey, representaba a Jesús, el que llevó las cargas de la raza humana, como está presentado en el Evangelio de Marcos. 29. d. Y al fin iban las tribus de Dan, Aser y Neftalí. Su bandera tenía la figura de un águila, que representaba a Jesús como el Ser Omnipresente y Omnisapiente, según está presentado en el Evangelio de Juan.

Muebles del santuario 1. Muebles del Santuario. 2. El santuario fue construido en base a un esquema que contempla tres secciones: 3. En el tabernáculo y sus servicios, los israelitas aprenderían lo mucho que Dios les daría. Esas lecciones empezarían en el Atrio Exterior. 4. EL ATRIO. Ex. 40:6, 7. 1. Altar del sacrificio. Éx. 27:1-8. 2. La fuente de bronce. Éx. 30:17-21. 5. El atrio tenía la cortina o puerta hacia el este. El adorador que llegara a la casa de Dios deba su espalda hacia el sol. Adorar a las fuerzas de la naturaleza era un acto satánico en contraposición a la adoración de Jehová, el Creador (Ez. 8:15, 16). 6. En el “tabernáculo del testimonio” había tres “velos”, y en los tres casos el velo puede ser un símbolo de nuestro Señor, cuya “carne” (He. 10:20) fue “desgarrada” por nosotros y cuya “sangre preciosa” (1 P. 1:19) nos consagró un camino “nuevo y vivo” para entrar a la presencia de Dios. 7. Al mirar hacia el velo del atrio el creyente descubre su necesidad de una “justicia mayor” que la que él mismo es capaz de proporcionar. Se ejercita su fe y traspone el velo aceptando confiadamente el sacrificio de Cristo en su favor, el creyente queda cubierto con la justicia de Cristo. El pecador puede obtenerla con sólo entrar por la puerta, y la puerta es Cristo (Jn. 10:9). 8. En el velo del lugar santo se comunica una segunda verdad, la de la santificación por la fe. Este velo es un símbolo de Cristo, quien nos da acceso a la presencia del Padre y a la comunión con él. 9. Dios no solo justifica por la fe al pecador, sino que convierte a ese pecador en un adorador al cual santifica por la fe en el poder del Espíritu Santo, preparándolo para la tercera y última etapa, la de la glorificación. 10. El velo interior, el velo del santísimo, el cual con su arca del pacto, ocultaba el lugar santísimo de la mirada furtiva de los fieles en general, como asimismo de la vista de los sacerdotes que oficiaban en el lugar santo. 11. Las cuatro columnas de madera de acacia, recubiertas de oro, de las cuales colgaba el velo, se apoyaban en basas de plata. Tanto la humanidad de Cristo -representada por la maderacomo su divinidad -representada por el oro- se enseñan aquí en forma objetiva (Ex. 26:3133), mostrándonos que el único camino para llegar a la glorificación es el Redentor divinohumano, el Señor Jesucristo. 12. En la hora de su crucifixión, el velo del lugar santísimo se rompió “de arriba abajo” (Mt. 27:50-51), abriéndonos así un “camino nuevo y vivo” (He. 10:20) para que por medio de él entremos al qódesh qodashim donde Cristo entro como precursor, para “presentarse ahora por nosotros ante Dios” (9:24).

13. Cristo es velo, la puerta de entrada a cada una de las etapas del crecimiento cristiano, y cuando finalmente entremos “velo adentro” y veamos su gloria, se cumplirá esta promesa registrada en las Escrituras: “Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono” (Ap. 3:21). 14. 1. Altar del sacrificio Éx. 27:1-8. Representaba: La cruz del Calvario (PP, 359) 15. Al atravesar la primera puerta, la del atrio, el mueble con el cual nos enfrentamos es el altar de los holocaustos. Se lo llama “altar” que significa “lugar de sacrificio” (Ex 28:43; 29:12, 44; 30:20), y también se lo denomina “altar de los holocaustos”, que comunica la idea de entrega total y sin reservas en “olor suave” a Dios, quien a su vez acepta la ofrenda de consagración enviando el “fuego divino” para consumirla (Lv. 9:24). 16. En el altar uno ve la bondad y la severidad de Dios: bondad hacia nosotros los pecadores, y severidad hacia la victima vicaria que lleva nuestros pecados (Ro. 11:22). 17. El altar de holocaustos nos enseña que las demandas divinas y los derechos irrenunciables del Creador han de ser satisfechos antes de que el creyente pueda gozar de la comunión con él. 18. Su posición como primer mueble del atrio sugiere que no hay acceso a Dios a nos ser por medio de un sacrificio. El altar anticipa simbólicamente el mensaje evangélico de que Jesús es “el camino, y la verdad, y la vida”, y que “nadie viene al Padre” sino por él (Jn. 14:6). 19. En el altar de bronce, en el sufrimiento y muerte del cordero, el pecador discernía el horrible costo del pecado. El también se veía como un pecador. El altar traía un mensaje de reconciliación entre Dios y el hombre. Aunque el hombre merece morir por su pecado, Dios mismo paga la pena de su ley quebrantada y deja al pecador vivir. El entendía la enormidad del precio pagado por su redención. 20. 2. La fuente de bronce. Éx. 30:17-21. Representaba el lavamiento de los pecados y la presencia del inmaculado. “En la fuente los sacerdotes debían lavarse las manos y los pies cada vez que entraban en el departamento santo, o cuando se acercaban al altar para ofrecer un holocausto al Señor”. PP, 359 . 21. No tenemos información bíblica en cuanto al tamaño y a la forma del lavacro; se lo construyó usando los espejos de bronce de “las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo” (Ex. 38:8). 22. En el altar de los holocaustos la sangre habla de la justicia de Dios, y de la justificación que se le imputa vicariamente al creyente. En el lavacro del agua se indica el paso siguiente, el de la santificación. Mediante estos dos símbolos se expresa claramente que Cristo nos es hecho por Dios “justificación, santificación y redención” (1 Co. 1:30). 23. La confesión se realizaba en el altar de bronce. En la fuente había limpieza. Cuando vemos al Señor Jesús afligirse por nuestros pecados y le pedimos perdón, El lo hace y también nos limpia. “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad” (Jn. 1:9). 24. El mensaje del Atrio en el santuario es de reconciliación entre el hombre y Dios. Es de justificación y limpieza por medio de la justicia imputada de Cristo (2 Co. 5:17-21).

25. El tabernáculo. 26. 1. Cuero de tejones: representaban a Aquel en quien “no hay parecer ni hermosura… sin atractivo para que lo deseemos” Is. 53:2. 2. Cueros de carneros tenidos en rojo: representaban “la sangre de Jesucristo”, que “nos limpia de todo pecado” 1 Jn. 1:7. 27. 3. Cubierta de pelos de cabra: de inmaculada blancura, representa el alejamiento del pecado, “cuanto está lejos el oriente del occidente” Sal. 103:...


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