Simmel. El dinero en la cultura moderna. PDF

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El dinero en la cultura moderna, G. Simmel (1986) Edad Media hombre encuentra su pertenencia ligada a comunidad o Estado, personalidad forjada en de intereses objetivos o locales y estos su de las personas que lo conformaban. Modernidad personalidad se encarga de misma y ofrece una incomparable libe...

Description

El dinero en la cultura moderna, G. Simmel (1986) Edad Media → hombre encuentra su pertenencia ligada a comunidad o Estado, personalidad forjada en círculos de intereses objetivos o locales y estos últimos recibían su carácter de las personas que lo conformaban. Modernidad → personalidad se encarga de sí misma y ofrece una incomparable libertad de movimientos interna y externa. Aporta a los contenidos prácticos de la vida una objetividad igualmente incomparable. Ha convertido al sujeto y al objeto en mutuamente independientes. La economía monetaria: - Establece un distanciamiento entre persona y propiedad ejerciendo de mediador entre ambos. - Posibilita un sinfín de asociaciones que o Solicitan aportaciones monetarias a sus miembros Ó o Se organizan en torno a un mero interés en el dinero Se hace posible: o Objetividad en los propósitos de la asociación o Carácter técnico o Pérdida de todo colorido personal El sujeto se libera de los estrechos vínculos → no ligado al conjunto como persona concreta sino a través de entregas y recepciones de dinero. Desde que el interés del individuo en una asociación se expresa en forma de dinero, éste se mueve como un estrado aislado entre la totalidad objetiva de la asociación y la totalidad subjetiva de la personalidad, al tiempo que se ha situado entre el poseedor y la posesión → nueva posibilidad de desarrollo + nueva dependencia uno del otro. Sociedad anónima: negocio objetivo y no influenciable por el accionista individual La propiedad a larga distancia ha devenido posible desde que el dinero ha comparecido entre la propiedad y el propietario separando y ligando. El dinero produce: - Impersonalización desconocida en toda propiedad económica - Independencia y autonomía crecientes de la persona - Vínculo intenso entre los componentes del mismo círculo económico a través de la necesidad de intercambiar y conservar valores definitivos y concretos con él. - Nivel de intereses comunes. Base común para el entendimiento recíproco, igualdad de directivas Ha ofrecido la posibilidad de una agrupación que unifica lo impersonal en los individuos a favor de una acción – forma de unificación que representa una de las transformaciones y avances más significativos de la cultura. La existencia del hombre moderno depende a cada instante de cientos de conexiones ocultadas bajo los intereses de dinero sin las cuales apenas podría existir, El enredo y crecimiento conjunto de la vida moderna fomenta la división del trabajo que no puede desarrollarse bajo el sistema de la permutación. El dinero posibilita la división del trabajo, que vincula inevitablemente a los hombres entre ellos. Funda más relaciones entre los hombres que las que existieron en tiempos de asociaciones feudales. Sólo por obra del dinero ha sido posible una nueva relación entre libertad y vínculo. La estrecha relación e inexorabilidad de vínculos que produce ha desembocado en mayores horizontes a la individualidad y al sentimiento de independencia interior.

Hoy somos más dependientes de los proveedores con los que intercambia el individuo con frecuencia y a voluntad pero más independientes de cada individuo determinado. Individualismo intenso. Los individuos se distancian unos de otros y obliga a cada uno a basarse en sí cuando no a aislarse de los otros. Las corrientes de la cultura moderna se extienden en dos direcciones: - Nivelación, igualación y gestación de círculos sociales siempre amplios a través de la unión de lo más distante bajo iguales condiciones. - El realce de lo más individual, independencia de la persona y la autonomía de su desarrollo. Éstas se despliegan por medio de la economía monetaria que posibilita intereses, medios de asociación y cooperación generales e igualmente uniformes y, la personalidad, intimidad espiritual, individualización y la libertad. La posibilidad de expresar y separar los rendimientos a través del dinero se percibe como un medio y recurso de la libertad individual → se establece la garantía de que se pueden traducir en dinero todas las obligaciones personales. La sustitución de un pago monetario por un servicio puede tener un carácter degradante → el otro no se apropia de la acción personal sino sólo del resultado impersonal de tal acción. En las obligaciones que se compran con dinero a menudo existen derechos y significados menos aparentes, que también se abandonan. En la entrega de dinero el mismo doble significado se vincula con la recepción y con la venta: - Transformación de una propiedad en dinero como una liberación. Libertad al tiempo que hay una pérdida de contenido y debilitamiento de su sustancia. La dimensión cualitativa del objeto pierde su dimensión psicológica en la economía monetaria. La valoración precisa conforme al valor del dinero como lo único valioso sobrepasa aquellos otros valores específicos de cosas que no pueden expresarse en dinero. Época moderna ligada al cubrimiento progresivo de los valores cualitativos por la dimensión cuantitativa. El dinero es “común” porque es equivalente para todo y para cada parte: lo que es único se distingue y lo que es igual para todos es lo más bajo dentro de lo igual y arrastra lo más elevado al nivel de lo más bajo. - El carácter que adquiere el dinero (con el desarrollo de la cultura) compensa un mayor número de cosas que pierden el significado que tenían anteriormente. Multa monetaria: cómo el dinero compensa cada vez más cosas no puede servir como factor de nivelación. El dinero se percibe como medio para alcanzar otros bienes, pero también como un bien en sí mismo. La dimensión entrelazada, artificial y estructurada de todos los ámbitos de la vida (el sistema de los medios y las herramientas) se percibe en mayor grado como el objeto intrínsecamente satisfactorio, sobre el que ya no cabe cuestionarse. Origen de todas las rutinas exteriores que inicialmente eran sólo medios para determinados fines sociales pero que continúan existiendo como exigencias independientes. Exceso de medios → sentimiento de tensión, expectativas y presiones irreconciliables. El dinero ha abierto al individuo posibilidades de completa satisfacción de sus deseos en muchas de las tentaciones más grandes y próximas. El enorme deseo de felicidad del hombre moderno ha sido manifiestamente alimentado por el poder y éxito del dinero → el dinero se convierte en el objetivo absoluto El dinero como el Dios de nuestro tiempo.

En la época moderna prescindimos de las verdades incondicionales que estaban en contra de todo desarrollo y nuestros conocimientos se encuentran a merced de una transformación, incremento y progreso constante, lo que supone acentuar constantemente lo empírico en los dominios. La economía monetaria sigue el mismo ritmo que la totalidad de los movimientos culturales contemporáneos, incluso los más distantes a ella....