Tema 1. La empresa, aspectos conceptuales PDF

Title Tema 1. La empresa, aspectos conceptuales
Author Economista Solidaria
Course Administración De Empresas
Institution Universidad de Murcia
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El tema 1, sin más....


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TEMA 1. La em empresa: presa: aspectos conceptu conceptuales. ales. 1. EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO DE EMPRESA. El estudio del proceso de evolución histórica de la empresa muestra las rápidas y profundas transformaciones que esta ha sufrido desde su aparición hasta nuestros días. Basándonos en el análisis de los profesores Bueno, Cruz y Duran (89), estudiaremos su evolución con arreglo al siguiente esquema: a) Antecedentes de la empresa capitalista. El feudalismo (s. XV). b) Primer desarrollo. Capitalismo comercial o mercantilista (s. XVI-XVII). c) Segundo desarrollo. Capitalismo industrial (finales de los s. XVIII y XIX}. d) Tercer desarrollo. Capitalismo financiero (finales del s. XIX hasta hoy). EL FEUDALISMO: EMPRESA PRIMITIVA. Aunque los primeros antecedentes se encuentran en la antigüedad, es opinión ampliamente extendida que la empresa nace con el mercado y por ello se desarrolla de la mano del sistema capitalista. Se caracterizan por: 1. ser una economía principalmente de subsistencia y basada en el trueque. 2. escaso capital financiero, con activos productivos reducidos. 3. no separación entre el trabajo directivo y el manual, con una organización escasa y muy simple. 4. presencia de estructuras jerárquicas muy rígidas y relaciones de empleo en régimen de servidumbre o bajo formas gremiales. 5. inexistencia de una conducta empresarial planeada y orientada a objetivos de lucro. 6. ámbitos de actuación reducidos a mercados locales, comarcales o urbanos. Durante el feudalismo, el tipo de empresa corresponde conceptualmente al de UNIDAD TÉCNICA, con una estructura simple, de tipo familiar y jerárquica. CAPITALISMO MERCANTILISTA: EMPRESA COMERCIAL. Con el desarrollo del espíritu capitalista, se produce la transición hacia un nuevo sistema económico caracterizado por la presencia de un nuevo sujeto económico, que es el empresario capitalista. Este posee las cualidades del afán de lucro y conquista, es organizador y negociador. Se produce así un cambio en las relaciones entre artesano y mercader, la expansión del comercio y el paso a una economía monetaria. Gracias a ello se produce el primer desarrollo de la empresa capitalista, sociedades mercantiles de carácter personalista, base de unas estructuras jurídicas y económicas que darán lugar a las grandes compañías de comercio de los s. XVII y XVIII. En este periodo, la empresa puede ser conceptuada como UNIDAD TÉCNICO-ECONÓMICA, con una estructura simple, familiar o no, jerarquizada y organizada. CAPITALISMO INDUSTRIAL: EMPRESA INDUSTRIAL. El surgimiento del capitalismo industrial y la aplicación de la maquina a la producción dieron lugar al segundo desarrollo de la empresa capitalista, caracterizado por un espectacular aumento de la dimensión de las explotaciones, propio de la producción en gran escala, y por la aparición de nuevas técnicas de organización industrial, como la producción en cadena. La necesidad de grandes capitales promueve el desarrollo del sistema bancario y financiero y la generalización de la sociedad anónima. Con el aumento de la producción se expande el comercio mundial y la industrialización de las colonias de las grandes potencias. Estos factores contribuyeron a la crisis de las estructuras organizativas clásicas y a la aparición de nuevas formas de organización descentralizadas. En este periodo la empresa puede ser conceptuada como UNIDAD ECONÓMICA DE PRODUCCIÓN, con estructura compleja, organizada, societaria y funcional. CAPITALISMO FINANCIERO: EMPRESA FINANCIERA. La propia evolución del sistema conduce al tercer desarrollo de la empresa capitalista. Se caracterizan por: 1. aparición de grupos financieros que controlan a las E as, comprando acciones en las mismas; y de empresas necesitadas de recursos financieros que compran participaciones en los bancos.

2. ampliación de los mercados y la internacionalización de la empresa: modelo de empresa multinacional. 3. aparición de la tecnoestructura (conjunto de técnicos especializados) o dirección profesionalizada. La empresa financiera propia de este periodo puede ser conceptuada como una UNIDAD FINANCIERA Y DE DECISIÓN, caracterizada por su estructura compleja, organizada, societaria, multiplanta, descentralizada y multinacional. SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN: EMPRESA INTELIGENTE. En la actualidad, el papel de las empresas se ha vuelto mucho más complejo debido a fenómenos como la globalización o al avance incesante de las nuevas tecnologías de la información y del conocimiento. En la empresa de hoy en día, y principalmente en las de gran tamaño, las figuras del empresario y del dueño del capital están claramente definidas. La empresa propia de este periodo puede ser conceptuada como una UNIDAD DE GESTIÓN DE CONOCIMIENTO, caracterizada por una estructura compleja, descentralizada, flexible y global. La determinación de los diferentes tipos de empresa característicos de cada periodo no excluye la coexistencia en nuestros días de formas de empresa complejas, frente a unidades simples propias de periodos anteriores. 1.1.

CONCEPTO DE EMPRESA.

Resulta verdaderamente difícil definir una realidad tan compleja, diversa y cambiante como es la empresa, que puede ser contemplada desde distintos puntos de vista con diferente resultado, y de ahí las muchas definiciones que se han ofrecido de la misma a lo largo del tiempo. La definición más clásica, pero también la más restrictiva, es la que se fundamenta en la teoría económica, considerando a la misma como la unidad económica de producción, en contraposición a la unidad económica de consumo, que sería la familia. En este sentido, la empresa aparece como aquel conjunto ordenado de factores destinado al fin inmediato de la producción, entendiendo por producción la actividad de creación o aumento de la capacidad de los bienes para satisfacer necesidades humanas. Por consiguiente, la empresa se configura como la célula básica y elemental del sistema productivo, como la unidad económica indivisible en la que se genera el proceso de creación de valor que es la esencia, fin y función de todo sistema económico. De forma general, para la doctrina económica, los caracteres definitorios de la empresa en el sistema económico capitalista son los siguientes (Sanchez Gil, 1964): Es una unidad autónoma de producción que utiliza el trabajo ajeno y del empresario, para producir para el mercado y no para el autoconsumo. Su actividad la motiva el lucro siendo poseedora, en forma y grados diversos, de capital. Es sometida a un riesgo y en ella existe innovación. (No obstante, cuando se trata de describir un fenómeno tan complejo como la empresa, la visión estrictamente económica de la misma puede ser considerada insuficiente o demasiado estrecha al no tener en cuenta otras dimensiones importantes. Una crítica bastante frecuente a la definición económica es que proporciona un enfoque deshumanizado y mecanicista de la misma, surgiendo propuestas de definición tendentes a resaltar los valores cooperativos, humanos y sociales de la empresa).

El enfoque administrativista concibe a la empresa como un tipo particular de organización humana consciente, de carácter cooperativo, siendo como tal sus características: La existencia de unos objetivos, la presencia de una autoridad y la jerarquización y funcionalización de los miembros, entre los que se aprecia una distinción con los no miembros y con la organización. En ella se crean procedimientos de actuación nuevos y existen problemas distributivos. De acuerdo con lo anterior, la concepción actual de la empresa predominante en nuestra disciplina asume un enfoque intermedio entre la visión económica y la organizacional de la empresa: se considera a la empresa como unidad económica de producción, pero se pone un gran énfasis en los aspectos derivados del carácter de la empresa como organización.

2. ELEMENTOS, FUNCIONES Y TIPOS. 2.1.

LOS ELEMENTOS DE LA EMPRESA.

La empresa está constituida por un conjunto de factores, ordenados para la realización de una actividad económica. Estos factores incluyen una serie de elementos de variada naturaleza, que podemos agrupar en tres categorías (Bueno, Cruz y Duran, 1989): • Elementos humanos o personas. • Elementos materiales o bienes. • Elementos inmateriales. Los elementos humanos conforman la dinámica del sistema y son los que ponen en marcha a los demás factores. Dentro del grupo humano podemos señalar la existencia de grupos diferenciados por sus intereses y relaciones con los grupos restantes y son: • Los propietarios del capital o socios. • Los administradores o directivos. • Los trabajadores o empleados.

(De entre los dos primeros grupos surge la figura del empresario, la persona o grupo de personas que asumen la responsabilidad y dirección de la actividad empresarial).

Los elementos materiales son los bienes económicos que constituyen el patrimonio de la empresa. Se suelen clasificar en duraderos y no duraderos, según su vinculación al ciclo productivo de la explotación. Por último, tendríamos los elementos inmateriales que son un conjunto de elementos diversos que confieren a la empresa un valor, capacidad y potencial de acción superior a la mera suma de sus elementos materiales y humanos. Entre estos elementos inmateriales podríamos citar, ej.: • La organización, como conjunto de relaciones de autoridad, coordinación y comunicación que rigen la actividad del grupo humano entre sí y con el entorno. • Los objetivos y metas que se persiguen y que son establecidas bajo condiciones internas y externas. • La imagen pública y las relaciones exteriores de la empresa y vínculos con el entorno ya sean clientes, entidades financieras, comunidad local o Estado, así como la imagen y posicionamiento de sus productos. • Conocimientos técnicos y económicos, capacidades, experiencias e información que posee el empresario y el grupo humano de la empresa y que permiten el desarrollo de la actividad empresarial. • Cultura de la empresa o conjunto de valores, creencias, símbolos, motivaciones, etc., que conforman la mentalidad o ideario de la empresa, impregnando su estilo de administración y la forma de desenvolverse en sí misma y con el entorno. Esta es determinante en el grado de autoritarismo de sus dirigentes, la posición de la empresa en cuanto a la RSE, y al respeto de las leyes y de las reglas del juego económico. Otra forma de estudiar los elementos inmateriales es mediante el concepto de CAPITAL INTELECTUAL. Los activos intangibles o capital intelectual de la empresa son el conjunto de recursos y capacidades difíciles de intercambiar, imitar o sustituir, escasos, complementarios, duraderos, y que sustentan la ventaja competitiva de la empresa. En términos amplios, es la habilidad para transformar el conocimiento y el resto de los activos intangibles en recursos generadores de riqueza, tanto para las empresas como para los países. El capital intelectual es la posesión de conocimientos, experiencia aplicada, tecnología organizacional, relaciones con clientes y destrezas profesionales que dan a una empresa una ventaja en el mercado. Se pueden identificar dos categorías generales de capital intelectual, aquellos recursos intangibles que poseen los miembros de la organización y los que son propiedad de la organización. Entre los autores existe bastante acuerdo al designar a los primeros como "capital humano", mientras que entre los segundos se puede distinguir entre “capital estructural” y “capital relacional”. -El capital humano incluye el conocimiento explícito o tácito útil para la empresa que poseen las personas y equipos de esta, así como su capacidad para aprender. -El capital estructural representa la parte del capital humano, conocimientos latentes en personas y equipos de la empresa sistematizados e internalizados e incluye tanto su forma de organizarse como el conjunto de sus procesos. -El capital relacional representa el valor que tiene el conjunto de relaciones que mantiene con el exterior. 2.2. LAS FUNCIONES DE LA EMPRESA. La empresa tiene como función económica esencial la CREACIÓN DE VALOR. Este proceso exige como requisito fundamental la utilización eficiente de una serie de recursos económicos a los que

denominamos factores de producción, y por cuya adecuada combinación la empresa obtiene bienes y servicios aptos para satisfacer las necesidades de la sociedad o de algunos de sus miembros. La creación de valor, es decir, la capacidad de obtener como resultado de su actividad un producto de mayor valor que el de los factores sacrificados, es lo que da sentido a la existencia de la empresa. La determinación de quienes han de ser los destinatarios de ese valor creado, si el estado, la sociedad, los trabajadores o los propietarios, depende del marco político y del modelo jurídico de la empresa. Centrándonos más en el sistema económico capitalista, destaca dentro de la empresa, el protagonismo del empresario, bajo cuya responsabilidad y control se desarrolla la actividad empresarial: la empresa reúne factores de producción para combinarlos en un producto susceptible de atender ciertas necesidades, pero esta combinación no se realiza de forma automática o casual. Se requiere la dirección de una mente humana, capaz de ordenar adecuadamente los distintos elementos, de coordinar las actuaciones de otros individuos y de imaginar las consecuencias de las diferentes opciones. En el sistema económico capitalista, esta función de crear valor implica, a su vez, el desarrollo de otra serie de funciones de vital importancia para el funcionamiento del sistema: 1. Función de descuento, ya que la empresa adelanta unas rentas a los factores de producción antes de que el resultado de dicho proceso se haya materializado. Retribuye a los factores pagando unos salarios, adquiriendo y abonando unas materias primas y satisfaciendo unos intereses, antes de concluir su ciclo de producción, venta y cobro, es decir, antes de recuperar el capital comprometido en la actividad. 2. Función de asunción del riesgo de la actividad económica, como consecuencia de la anticipación de rentas con base en unas expectativas que pueden cumplirse o no. Al retribuir a los factores antes de recuperar el importe de los productos, el empresario afronta múltiples riesgos, derivados de la posibilidad de que sus previsiones técnicas, comerciales y financieras no se cumplan. 3. Función de dirección, coordinación y control del proceso productivo, ya que la empresa reúne un conjunto de factores de producción, adecuadamente ordenados y los orienta a una finalidad específica. La combinación productiva implica la necesidad por parte de la empresa y del empresario de seleccionar los factores productivos adecuados, de estructurarlos convenientemente, de planear su actividad, formarlos, dirigirlos y controlarlos. 4. En último término, la empresa desarrolla una importante función social, contribuyendo al progreso, desarrollo y mejora del bienestar de toda la sociedad. La creación de empleo y rentas, la investigación tecnológica, la oferta de productos y servicios de calidad, contribuyen al incremento de la calidad de vida.

3. PRINCIPIOS ECONÓMICOS BÁSICOS (GUTENBERG). La actuación empresarial ha de estar regida por unas normas llamadas principios generales de la Economía de la Empresa. Para Gutenberg (78), estos principios son: La productividad hace referencia al grado de eficiencia o rendimiento obtenido por la comparación entre productos obtenidos y los factores empleados en su obtención. En general, se puede expresar como:

Productividad=

Productos obtenidos Factores empleados

Relación que se puede expresar en unidades físicas o en unidades monetarias. Por otra parte, la productividad se puede entender como productividad global o de explotación y como productividad parcial de algún factor, departamento, etc. El factor a cuya productividad se le da mayor importancia es al de la mano de obra; aunque se ha de tener en cuenta la influencia del factor capital. El principio de economicidad implica racionalidad y elección. Una empresa actúa con economicidad cuando consigue determinado volumen de producción con el menor empleo posible de medios. Es decir, se trata de utilizar los factores de la mejor manera posible. Gutenberg señala que solo cuando hay posibilidad de elegir entre varias combinaciones de factores se puede actuar con este principio. Para Gutenberg, este principio se define:

1. Para una producción determinada, 2. Para un gasto dado,

Economicidad=

Economicidad=

Gasto previsto Gasto efectivo

Producción prevista Producción efectiva

La rentabilidad se entiende como la relación entre el resultado y el capital de una empresa. Existen diversas acepciones de este concepto; así se habla de rentabilidad sobre ventas, activos, sobre el capital propio, etc. Se puede expresar como:

Resultado Ventas

1. Rentabilidad sobre ventas,

Rv=

2. Sobre el capital propio, Rc=

Resultado Capital propio

3. Sobre activos o rentabilidad de la empresa,

ℜ=

Resultado Activo total

4. LA EMPRESA COMO UN SISTEMA. De acuerdo con la “Teoría General de Sistemas (TGS)” de Bertalanffy podríamos definir un sistema como un conjunto de elementos relacionados entre sí que influyen mutuamente y que actúan globalmente para alcanzar un objetivo; es decir, son interdependientes e interactuantes. De acuerdo con esta conceptualización y siguiendo a Taucher (1979) es posible diferenciar las siguientes características atribuidas a los sistemas: • Elementos individualmente definidos y medibles que constituyen el sistema. • Objetivo o finalidad hacia la cual tienden los elementos, lo que no se traduce de manera necesaria en que cada elemento lo realice perfectamente. No obstante, las acciones de los diversos elementos deben dar lugar a unos resultados que orienten al sistema hacia el objetivo fijado de forma medible. • Una interacción medible de los elementos. Estos interactúan con sus vecinos ejerciendo una influencia recíproca sobre estos, de tal forma que la suma total de estas interacciones tiene que dar como resultado el objetivo perseguido; cuando esto sucede, el sistema está en equilibrio, en caso contrario, los elementos siguen interactuando hasta alcanzarlo. Este proceso, que recibe el nombre de homeostasis, se repite hasta la modificación del objetivo, si el equilibrio resulta inalcanzable, o hasta la consecución de este. Además de las anteriores, es posible indicar otras según Menguzzato y Renau (91): • Equifinalidad : un sistema puede alcanzar el mismo estado final a partir de diferentes condiciones iniciales y a través de una variedad de caminos. • Entropía negativa: propiedad de los sistemas abiertos según la cual, al poder recibir más energía de la que consumen, pueden hacer frente a la entropía por la que todas las formas de organización tienden a su desorden o caos. Esto se puede realizar mediante la obtención de información (nuevos métodos). • Sinergia: supone que la combinación de elementos forma un todo. EL resultado de este es mayor que el de sus partes actuando independientemente....


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