TEMA 24 - EJE HipotÁlamo- Hipofisario PDF

Title TEMA 24 - EJE HipotÁlamo- Hipofisario
Course Fisiología Ii
Institution Universidad CEU San Pablo
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Fisiología II...


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Fisiología II

Tema 24

EJE HIPOTÁLAMO - HIPOFISARIO HIPÓFISIS La hipófisis fue considerada la glándula maestra por ser una glándula que producía hormonas que a su vez regulaban la secreción de otras glándulas de secreción interna. Se consideró así hasta que se vio que el hipotálamo realiza una regulación nerviosa sobre ella, y que los dos forman una unidad funcional compleja llamada eje hipotálamo-hipofisario. Podríamos decir que la hipófisis realiza una interpretación endocrina de las órdenes que le da el hipotálamo y por tanto se muestra la íntima relación que existe entre el sistema nervioso y el sistema endocrino. La hipófisis humana se asienta en una depresión del hueco esfenoidal del cráneo denominada la “silla turca”. Está compuesta por dos glándulas morfológica y funcionalmente diferentes, que están conectadas al hipotálamo: ·Adenohipófisis, compuesta por la porción tuberal y el lóbulo anterior. El lóbulo anterior es la porción endocrina que secreta las hormonas a los vasos sanguíneos. ·Neurohipófisis, compuesta por el lóbulo posterior y el infundíbulo. ·En la mayoría de los vertebrados hay un tercer lóbulo anatómicamente diferente que es la porción intermedia o lóbulo intermedio que esta solo como vestigio en humanos adultos. A esta porción se la relaciona con la hormona estimulante de melanocitos, que es una hormona de funcionalidad mal caracterizada en humanos. Ambas glándulas tienen un origen embrionario diferente. La neurohipófisis se forma como una extensión del hipotálamo. HIPOTÁLAMO Es una pequeña región del sistema nervioso central que se sitúa entre los dos lóbulos del tálamo. Es un gran centro integrador que coordina señale nerviosas procedentes de distintas partes del cuerpo. Estas señales pueden convertirse en señales hormonales que van a parar, generalmente en la hipófisis. Es un órgano muy irrigado, por tanto también puede recibir información del cuerpo vía sanguínea, además de por la vía nerviosa. Recibe información y regula cosas tan importantes como la osmolaridad corporal (por osmorreceptores), las necesidades de glucosa (glucostato), la temperatura corporal (termostato), la sed y la ingesta de alimentos (ya que contiene el centro de la sed y del apetito), la conducta sexual o la conducta de defensa y agresión (miedo y rabia). Por tanto es un órgano que recibe mucha información sensorial, humoral y que tiene la capacidad de proporcionar una respuesta. Y no debemos olvidar que hay vías eferentes, motoras, que parten del hipotálamo y darán una respuesta nerviosa. Aunque en este caso nos vamos a centrar en la respuesta endocrina que va a dar el hipotálamo.

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El hipotálamo contiene el núcleo supraquiásmatico (NQS) que recibe información retiniana no visual, de manera que sincroniza los ritmos circadianos con el ciclo diario luz-oscuridad. Pero a nosotros lo que nos interesa es que el hipotálamo y la hipófisis funcionan de modo sincronizado para regular muchas funciones endocrinas corporales. Anatómicamente, la conexión entre hipotálamo e hipófisis se establece a través de un delgado tallo que es el infundíbulo. El hipotálamo regula los dos lóbulos de la hipófisis, pero de manera diferente ya que las dos porciones de la hipófisis son diferentes. La función endocrina principal del hipotálamo es la secreción de neurohormonas. Estas neurohormonas son secretaras por neuronas neurosecretoras que se encuentran en el hipotálamo. Estas hormonas constituirían una neurosecreción, ya que no se realiza la secreción a una sinapsis, sino a la circulación. RELACIÓN DEL HIPOTÁLAMO CON LA NEUROHIPOFISIS Las conexiones entre el hipotálamo y la neurohipófisis son conexiones neurales, ya que la hipófisis posterior está formada por un conjunto de axones nerviosos amielínicos cuyos cuerpos se localizan en el hipotálamo. Las hormonas que vamos a estudiar en la neurohipófisis son la vasopresiona, la hormona antidiuretica y la oxitocina. Cada hormona se produce en diferentes terminales nerviosos. Hay neuronas que producen unas hormonas y otras otras dependiendo del estimulo. Los cuerpos celulares de estas magnoneuronas se localizan en el hipotálamo y son los que producen las hormonas en sus formas precursoras, que se trasladan por transporte axonal para llegar a la neurohipófisis. Aquí es donde se produce una acumulación de estas hormonas, que son hormonas proteícas, y que por tanto se encuentran en vesículas secretorias en el terminal axónico. Los estímulos en el hipotálamo van a producir la liberación desde la neurohipófisis a la sangre. Dentro del hipotálamo, los cuerpos celulares se encuentran fundamentalmente en los núcleos supraóptico y paraventricular. Existe cierta correlación del supraóptico con la vasopresina (ADH) y el paraventricular con la oxitocina, pero en ambos casos se ha visto que no es 100% exacto y por tanto los dos núcleos se asocian con las dos hormonas. RELACIÓN DEL HIPOTÁLAMO CON LA ADENOHIPOFISIS Las conexiones entre el hipotálamo y el lóbulo anterior de la hipófisis son vasculares. Esto es debido a que la adenohipófisis no es un tejido neural, sino un conjunto de células endocrinas, histológicamente diferentes, que se sitúan muy cercanas a los sinusoides que drenan a la circulación general. Por ello, la adenohipófisis es una verdadera glándula que tiene 5 tipos de células endocrinas diferentes que producen 6 hormonas proteicas de carácter trófico. La comunicación se va a hacer por el sistema porta hipotálamo-hipofisario que realizará el vertido de las hormonas hipotalámicas que actuarán sobre las células endocrinas de la adenohipófisis. Además, estos vasos sanguíneos portales hipotálamico-hipofisarios proporcionan la mayor parte

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de la irrigación a la adenohipófisis. Son vasos portales largos, que derivan del lecho capilar que viene de las arterias hipofisarias superiores, y es sangre venosa que desciende por el infundíbulo llevando las neurohormonas hipotalámicas. Por ello, la mayor parte de la sangre que recibe la adenohipófisis es venosa que viene del hipotálamo. Las implicaciones de este riego especial son: 1. Las hormonas del hipotálamo pueden ser liberadas directamente a la adenohipófisis en elevada concentración. 2. Estas hormonas presentan baja concentración en la circulación general Esto es importante puesto que las hormonas son liberadas a los vasos porta, donde al tener poca cantidad de sangre se encontrarán en alta concentración para que puedan actuar sobre las células. Sin embargo, cuando pasan a la circulación general, la concentración pasa a ser muy baja. El hipotálamo produce las hormonas hipofisiotrópicas, es decir, reguladoras de la adenohipófisis, que pueden ser liberadoras (que estimulan la secreción de hormonas hipofisarias y son las RH, que son 5) e inhibidoras (que inhiben la secreción de las hormonas hipofisarias, denominadas IH, y hay 2 grupos de estas descritas) , y casi todas son peptídicas. Son sintetizadas en los cuerpos celulares de neuronas parvocelulares de la zona periventricular. Estas descienden por los axones a la eminencia media del hipotálamo. Ahí se acumulan en los gránulos secretorios de las terminaciones axónicas que vertirán al sistema portal. Cuando estas neuronas son estimuladas, vierten las neurohormonas a la red de vasos porta y actúan sobre los receptores de uno de los tipos de células de la adenohipófisis. Estas hormonas son: También pueden ser denominadas de otra manera, aunque es menos común:

La somatostatina, la hormona inhibidora de la somatotropina, que es la hormona del crecimiento, también es producida en el estómago. En el estómago, esta hormona inhibe la secreción de ácido.

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Todas estas hormonas son péptidos excepto la dopamina. La dopamina tiene un efecto inhibidor sobre las células lactotropas, que producen la prolactina. Estas hormonas se utilizan en clínica, para regular a dosis farmacológicas, patologías como la esterilidad femenina con la GnRH, el cáncer de próstata o la pubertad precoz. Estas hormonas hipofisotropicas van por sangre hasta los receptores específicos en la superficie de las células hipofisarias. La activación de estos receptores provoca la secreción o la interrupción de la secreción de hormonas en la circulación general por parte de las células hipofisarias. Un ejemplo es cuando el hipotálamo produce la TRH, que por el sistema portal va a la adenohipófisis, se produce la salida a la circulación de la hormona estimulante del tiroides (TSH).

En resumen, el hipotálamo siempre regula la secreción de la hipófisis, ya que secreta neurohormonas de dos tipos: -Dos neurohormonas sobre la neurohipófisis que descienden por los axónes neuronales para almacenarse en vesículas secretorias en la neurohipófisis, donde son secretadas al a sangre -Otras hormonas hipotalámicas de liberación o inhibición sobre la adenohipófisis que llegan a la eminencia media donde son secretadas a la sangre de un sistema porta que va a la adenohipófis y mantiene estos dos órganos en comunicación muy estrecha

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