Tema 3. Clasificacion y dimensiones del paisaje PDF

Title Tema 3. Clasificacion y dimensiones del paisaje
Author Patricia Vazquez
Course Geografía de los Paisajes Culturales
Institution UNED
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La UNESCO diferencia entre paisajes culturales y ciudades o rutas patrimoniales. En los paisajes culturales establece las categorías de paisaje creado, evolutivo (fase activa o relictiva) y asociativo (inmaterial). El Consejo de Europa, mediante el CEP, define paisaje sin especificaciones, aunque añade ámbitos espaciales infiriendo como marítimos, urbanos, periurbanos y rurales. Esto se aproxima más a una taxonomía del paisaje. En ambos casos se echa en falta una primera división entre paisaje natural y paisaje cultural o humanizado (antrópico).

1. El paisaje natural y sus tipologías. Paisaje natural puede ser definido como aquel en el que la actividad humana, en el pasado fue muy reducida o poco intensa y que, en cualquier caso, fue incapaz de introducir modificaciones y transformaciones profundas en el sistema natural. En la actualidad los flujos de energía y masa del sistema natural no son directamente interferidos por la acción humana, geoformas y fisionomía, no tienen modificaciones sustanciales antrópicas, predominando las del subsistema geonatural. El valor objetivo dado por la sociedad al sistema natural supone una clasificación paisajística de Espacio Protegidos Naturales (EPN) basada en la necesidad de preservar y conservar sus valores naturales y protegerlos de intervención económica partiendo de una estricta regulación de esta. La clasificación es una taxonomía jurídica y planificadora. Su clasificación se justifica en función de su calidad ambiental y paisajística, grado de modificación en el sistema natural y presión demográfica territorial. Parques Nacionales: paisajes que mantienen valores naturales de mayor calidad y exigen medidas proteccionistas mayores. Dentro se acotan áreas con restricciones de uso mayores, llegando a prohibir o restringir las visitas, excepto de carácter científico, y estas con un estricto control y protocolo de actuación. Parques Naturales: de valores naturales no tan excepcionales (criterio científico) o con mayor impacto de intervención humana (tienen categoría de ENP). Con menores restricciones de uso se busca compatibilizar ciertas actividades humanas con el sistema ambiental. Estad dos categorías de ENP están presentes en las legislaciones estatales y con nombres similares. Existen otras que varían de nomenclatura según el Estado; y dentro de estos varían los nombres entre las distintas unidades administrativas subestatales. La delimitación del espacio natural es una consecuencia de las decisiones político-sociales según criterios científicos (más o menos) para preservar el paisaje natural. La importancia y su plasmación en las figuras de protección se resume en que casi el 10% de la superficie de España está bajo la protección de alguna figura en la que el paisaje natural es el objeto de regulación

2. El paisaje cultural y sus tipologías. El concepto de paisaje cultural incluye el conjunto de paisajes en los que la huella de la intervención humana ha sido y es el principal factor hacedor de su fisionomía y ha dado lugar a una modificación profunda del sistema natural. Incluye desde paisajes urbanos hasta paisajes rurales con baja densidad de población y reducido impacto antrópico.

URBANOS. Los primeros son producto de la intervención humana durante siglos y donde el elemento natural abiótico queda circunscrito al climático y topográfico, hasta hacer desaparecer la morfología topográfica inicial. PAISAJES RURALES. En los segundos el equilibrio sistema natural-antrópico es mayor y es todavía perceptible y visible gran parte de los elementos del sistema natural. La clasificación integradora entre las propuestas científicas y las de los organismos internacionales permite que ciertos paisajes puedan ser clasificados en varias tipologías. Todos se encontrarán en alguna etapa evolutiva, bien son paisajes heredados o relictos de un pasado más o menos remoto, o vivos y en evolución. La variedad de clasificaciones muestra lo difícil de objetivar y clasificar las obras humanas, y paisaje lo es, contando con la condición del sistema natural. Las propuestas taxonómicas esconden las tensiones epistemológicas y disputas científicas. Toda clasificación puede ser válida estableciendo unos criterios claros, sencillos, coherentes, fundamentados científicamente y explicitados. Según la división en el PNPC, las actividades de mayor capacidad configuradora en una perspectiva histórica son: Actividades agrícolas, ganaderas y forestales, de forma independiente o asociadas (sistema agrosilvopastoriles históricos), marinas fluviales y cinegéticas. Actividades artesanales en relación a las otras. Los paisajes agrarios están determinados por la actividad agraria como factor modelador del paisaje. La actividad agraria se desarrolla en ámbitos rurales, por lo que se tiende a confundir y homologar ambas tipologías. La definición de paisaje rural es compleja pues se ha querido definir a partir de su funcionalidad y ligarlo a la actividad agraria. En el siglo XIX los binomios ciudad-industria y rural-agrario eran claros y definidos, pero desde los 60 se deja de percibir la relación entre actividades productivas y paisajes. En la actualidad pueden tener funcionalidades terciarias e industriales, ser testigos de un pasado agrario o no ser funcionales en el presente. Hay paisajes rurales con la actividad agraria como su principal función. Sistemas urbanos o asentamientos históricos con protagonismo de la construcción de determinados paisajes a lo largo del tiempo. El paisaje urbano se caracteriza por ser netamente humano y humanizado, en constante evolución, fuerte densidad de población, historia evolutiva en las distintas unidades paisajísticas que lo integran y ausencia notable del sistema natural en fisionomía y funcionamiento energético y de flujos. Casi el 55% de la humanidad reside en este paisaje y va en aumento en los países en desarrollo. Paisaje periurbano. Franja que separa el espacio urbano del rural. Su estudio solía integrarse al paisaje urbano. Su individualización como tipología paisajística responde a incluir la definición establecida en el CEP, aunque a veces quedan integrados en lo rural y otras en lo urbano.

Actividades industriales. Minería, gran industria y energía. El paisaje industrial se individualiza como tipología por las dinámicas espaciales e internas; valor cultural especializado y autónomo con respecto a otros y el dinamismo. Incluye diferentes morfologías de paisaje sometidas a constante evolución y cambio. Los paisajes del agua. En los últimos años se ha empezado a fraguar la tipología de paisajes del agua. El PNPC la contempla fragmentada e integrada en otras tipologías. Las ¾ partes de la superficie terrestre son agua, sus paisajes serían los de mayor representación espacial. Por su naturaleza estos paisajes no reflejan morfológica y fisiográficamente el impacto humano que no deja o dejaba huella visible en la superficie del agua (islas artificiales). Su huella se circunscribe al impacto químico. El inicio del impacto físico sobre los paisajes de agua marinos se debe al proceso de calentamiento antrópico que origina la elevación y cambio en el nivel del mar. Es la primera vez que la huella introduce elementos visibles. La tipología de los paisajes de agua supera a los marinos e incluye aguas continentales. Aquí el impacto humano es más visible pues los procesos de desecación y desaparición de lagos y mares interiores (acciones antrópicas) han sido y son muy evidentes en la historia ambiental. Las desapariciones suponen cambios profundos en los paisajes de agua, hasta su desaparición. La abundancia de agua da lugar al florecimiento de grandes civilizaciones antiguas y en sus países se desarrollaron las primeras etapas de la transformación neolítica. La conexión aguaagricultura originó los paisajes antropizados agrarios más extensos y de gran valor cultural. Las civilizaciones hidráulicas asiáticas están profundamente asociadas a los paisajes del agua, aunque por su profunda transformación están en la tipología de paisajes agrarios. Dentro de los paisajes del agua se diferencian varias tipologías: a) Los paisajes costeros. Son paisajes de transición entre los puramente marinos y los continentales. Su individualización paisajística viene dada por: interacción mar-tierra, legislaciones específicas, vulnerabilidad ecológica de su sistema natural y fuerte presión demográfica. Dentro existen paisajes críticos y altamente vulnerables por la presión humana derivada de su atracción y características climáticas. Algunos de los espacios de mayor valor ambiental son costeros. b) Paisajes subacuáticos. De elevado valor natural y muy vulnerables ambientalmente, lo que justifica que algunos sean ENP de ámbito nacional (Gran Barrera de Coral Australiana). A veces se añade el valor arqueológico. Su estudio presenta un gran rigor en su desarrollo científico. En el caso de los paisajes subacuáticos de alto valor natural se han convertido en focos de atracción turística de gran valor añadido. c)Humedales. Son creados por aguas continentales con baja velocidad de corriente con un importantísimo valor ambiental por constituir escotopos esenciales para la avifauna. El Convenio de Ramsar (1971) fue de los primeros de carácter ambiental firmados a escala internacional. Son paisajes muy sensibles y críticos y suelen estar altamente protegidos por figuras de ENP. Los paisajes de agua adquieren una gran relevancia y son una tipología de entidad propia, aunque no son apreciados así en la sociedad. La razón es que muchos de ellos están inscritos en un ENP por su elevado valor ambiental y científico. Individualizado como paisaje de agua o

incluirlo dentro de un paisaje natural queda al árbitro del investigador o depende de la finalidad del estudio.

3. Dimensiones del paisaje. El paisaje tiene que tener unas dimensiones sociales, económicas y ambientales-patrimoniales que afectan a muchos aspectos cotidianos de la vida del conjunto de sociedades y países. Su tratamiento científico, ordenativo y normativo tiene alcance internacional. El patrimonio paisajístico es una preocupación internacional. La dimensión social se plasma en la percepción sobre aspectos paisajísticos, desarrollada a medida que los organismos internacionales han ido incorporando el paisaje en el debate social y normativo hasta incluirlo y verlo como un elemento integrante del patrimonio de un Estado. La importancia del paisaje ha desembocado en una mayor valoración social y mayor presión sobre ciertos tipos que cuentan con protecciones o cualificaciones especiales. La percepción y el tratamiento social del paisaje difieren de unos países a otros y se está lejos de alcanzar una mínima homologación. La dimensión económica se basa en su carácter de recurso por sus funciones relacionadas con la producción (agraria o de servicios). Muy importante es la agraria porque permite la potenciación de esta tipología, fija la población al territorio y produce un reequilibrio poblacional y territorial. La función de servicios (áreas urbanas) da un fuerte factor de cambio y producción paisajística. Algunos paisajes son fuertes atracciones turísticas y dan lugar a una dimensión-función de carácter turístico-recreativo con gran impacto económico y generadora de empleo. Este éxito puede dar lugar a un problema de gestión, tanto que el flujo de visitantes puede ser un elemento negativo para su protección, gestión y ordenamiento. La dimensión ambiental ha hecho de los paisajes estructuras protegibles ambientalmente, retroalimentando su valor y desarrollando el paisaje como un elemento patrimonial (natural, cultural o ambos, pues a veces es difícil separarlos). El valor ambiental adquiere una mayor consideración en los paisajes naturales, que son predominantemente naturales....


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