TEMA 3- La formación de la monarquía hispánica PDF

Title TEMA 3- La formación de la monarquía hispánica
Author Adriana Guerrero
Course Fundamentos de Historia. Historia de España
Institution Universidad de Sevilla
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APUNTES FORMACIÓN MONARQUÍA...


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TEMA 3 LA FORMACIÓN DE LA MONARQUÍA HISPÁNICA Y SU EXPANSIÓN MUNDIAL (1474-1700)

INTRODUCCIÓN 1. Los Reyes Católicos: 1.1. La Unión Dinástica. 1.2. Características del Nuevo Estado. Política interior y exterior. 2. Los Austrias: 2.1. Los Austrias mayores. 2.2. Los Austrias menores. 2.3. Evolución económica de los siglos XVI y XVII. 2.4. El siglo de Oro de las artes.

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INTRODUCCIÓN El término Monarquía hispánica se utiliza para aludir a una nueva realidad política, inaugurada por los Reyes Católicos, caracterizada por la unión de los diversos reinos peninsulares conservando todos ellos su identidad regional. Bajo la bandera de la Monarquía hispánica, España desempeñó un papel fundamental en la historia europea de los siglos XVI y XVII, debido tanto a la importancia de sus dominios en el viejo continente como a la actuación política de los reyes de la casa de Austria, que fueron los grandes defensores de la causa católica. Asimismo, el éxito del proyecto colombino hizo posible la expansión española por el continente americano, buena parte del cual fue incorporado a la Monarquía hispánica. De este modo, se configuró un verdadero Imperio hispánico que se expandía por Europa, América y otros continentes. Por otro lado, y pese al declive político y económico que nuestro país experimentó durante el siglo XVII, el florecimiento cultural y artístico llevó a un auténtico Siglo de oro de las letras y las artes.

1. LOS REYES CATÓLICOS

1.1.

La unión dinástica

En 1469 se casaron, en secreto, Isabel de Castilla y de Fernando de Aragón, ambos integrantes de la dinastía Trastámara. Su matrimonio supuso, tras la proclamación como reina de Castilla de Isabel en 1474 y el acceso al trono de Aragón de Fernando en 1479, la unión dinástica de las dos coronas de mayor peso de la Península, sin que se diera una verdadera unificación jurídica o territorial de ambas. En efecto, cada una de ellas mantenía sus instituciones, su sistema monetario, sus leyes y costumbres propias, aunque los dos esposos eran considerados reyes en ambas coronas. También se reunirían por separado las Cortes de cada reino, debiendo legislarse de forma individual para cada territorio. Esta situación se hizo extensible a los nuevos reinos que se fueron incorporando en los años y reinados siguientes (Navarra, Portugal…). El comienzo de aquel reinado fue difícil, pues Isabel hubo de enfrentarse a un conflicto sucesorio en Castilla (1474-1479) con su sobrina Juana, apodada la Beltraneja, hija del anterior monarca y hermano de Isabel, Enrique IV. Tras la victoria en esta contienda y la firma del Tratado de Alcaçobas (1479) con los portugueses (aliados de Juana en la guerra pues estaba casada con el príncipe heredero de Portugal), Isabel obtuvo su definitivo reconocimiento como reina de Castilla.

1.2.

Características del nuevo Estado. Política interior y exterior.

La unión dinástica sitúa a los Estados españoles en el mismo proceso histórico que marca la evolución del resto de Europa, y que está caracterizado por el desarrollo del denominado Estado Moderno, cuyos rasgos principales son: consolidación del modelo de Monarquía 1 autoritaria , burocracia desarrollada, ejército permanente y existencia de una diplomacia. a) Política interior La política interior de los RR.CC. se centrará en los siguientes objetivos: 1. Unión territorial de todos los estados peninsulares como paso previo necesario para la unidad política. Este objetivo se desarrolla a través de los siguientes hechos: 1

La Monarquía autoritaria es un sistema de gobierno en el que el rey concentra el poder, pero éste está limitado por el respeto a la Ley de Dios y la Naturaleza, al orden social estamental y la organización territorial.

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Conquista de Granada, último reino musulmán peninsular, en 1492. Recuperación del Rosellón y la Cerdaña (1493). Conquista de Navarra y su incorporación a la Corona de Castilla (1512). Intento de anexión del reino de Portugal, que no se llevó a efecto, al fracasar la política matrimonial de los RR.CC.

2. Sometimiento de los grupos privilegiados (nobleza y clero) a la autoridad real. El objetivo de los RR.CC. será la reducción del poder político de la nobleza, condición indispensable de la monarquía autoritaria, siendo compensada con un aumento de su prestigio social y económico, con el fin de ganarse su apoyo. Para ello crearán diferentes instituciones de gobierno (Consejos), justicia (Audiencias), y militares (Santa Hermandad y Ejército permanente). Por otra parte, los RR.CC. favorecen tanto a la burguesía (cesión de cargos públicos, desarrollo del comercio y la artesanía, etc.) como al campesinado (Sentencia arbitral de Guadalupe, que pone fin al conflicto de los payeses de remensa). 3. Gobierno centralizado, consecuencia directa del autoritarismo monárquico, y reforma de las instituciones de gobierno, con el fin de garantizar el control real. Se llevan a cabo las siguientes reformas: -

Administración central: La reforma más importante fue la creación de un 2 sistema de Consejos, tanto temáticos (Hacienda, Inquisición, Órdenes Militares , etc.) como territoriales (Flandes, Italia, Indias, …). Se trataba de órganos consultivos integrados por algunos nobles y clérigos de alto rango, pero sobre todo por letrados, gentes de variada procedencia social que habían adquirido en las universidades una sólida formación jurídica. Estos últimos adquirirán un peso fundamental en las tareas de gobierno.

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Administración local: Para contrarrestar el poder de la nobleza en las ciudades se generaliza la figura de los corregidores, delegados de los reyes en las ciudades de Castilla. Los corregidores presidirán las reuniones de los ayuntamientos o concejos y tendrán también funciones judiciales.

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Administración de justicia, con la creación de Audiencias o Tribunales de Justicia para centralizar también dicha función.

4. Ejército permanente. Los RR.CC. establecen definitivamente un ejército permanente y profesional que pueda cubrir las necesidades del nuevo Estado, tanto en el interior como en el exterior. A ello contribuye además la creación de la Santa Hermandad (organismo de carácter policial, financiado por las ciudades, pero controlado por los reyes, para imponer el orden en el ámbito rural). 5. Diplomacia. Desarrollo de los sistemas diplomáticos en todos los estados europeos como vía de solución de las tensiones políticas. Las cortes europeas tendrán sus representantes en los demás estados. Los RR.CC. promueven las relaciones diplomáticas con otros estados europeos, siendo prueba de ello la política matrimonial que realizaron. 6. Unidad religiosa. Para conseguir la unidad política, los RR.CC. consideran necesaria una unidad social, que no puede lograrse sin una unidad religiosa: -

En relación a los judíos se decreta su expulsión de todos los territorios en 1492 alegando razones religiosas, aunque subyacen motivaciones de índole económica.

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La situación de los musulmanes es diferente. Tras la toma de Granada se permite a los mudéjares seguir manteniendo su fe y sus costumbres, pero la política de tolerancia dura poco. En 1502 se ponen en marcha medidas de presión para forzar su conversión al cristianismo, prohibiendo sus ritos y costumbres.

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Para garantizar la unidad de la fe, se crea el Tribunal del Santo Oficio de la

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Durante la Edad Media, las órdenes militares habían acumulado un inmenso poder. Para frenarlo, los RR.CC. ordenaron que pasaran a jurisdicción real. Para ello, Fernando el Católico se hizo investir maestre de todas las órdenes. De este modo, quedaron definitivamente vinculadas al trono. Ya nunca dejarían de estarlo.

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Inquisición , al que se le encarga la persecución de herejes y de falsos conversos. La expulsión de los judíos supondrá un retroceso demográfico, aunque el número de judíos expulsados sigue siendo objeto de controversia. Las investigaciones más recientes la sitúan en torno a los 50.000, teniendo en cuenta los miles de judíos que después de marcharse regresaron a causa del maltrato que sufrieron en algunos lugares de acogida. Estos se marchan hacia el Norte de África, Portugal o al Imperio otomano. Se les conocerá como sefardíes (por Sefarad = España). Por otro lado, las consecuencias económicas de la persecución de ambos colectivos también serán graves: tanto en la agricultura de regadío, que realizaban los mudéjares en Andalucía, como en el comercio y las finanzas, hasta ese momento dirigidas por los judíos. 7. Por último, respecto a la política económica, sus acciones presentan tres orientaciones principales: •

Especial favorecimiento de la ganadería, en detrimento de la agricultura, enfocada hacia la producción lanar (Mesta).



Desarrollo de la artesanía (industria textil, etc.) y del comercio, tanto exterior como interior, destacando en este sentido la apertura de nuevas rutas comerciales y el desarrollo del comercio colonial.



Reordenación de la Hacienda y los impuestos.

Durante toda la Edad Moderna la Monarquía española sigue siendo un conglomerado político frágil. La sujeción a un único soberano era el principal elemento de unión, pero también casi el único. El centro de la monarquía unida basculó en seguida hacia Castilla. Era mucho más extensa y poblada, poseía un dinamismo económico muy superior al de Aragón y, desde el punto de vista institucional, sus territorios no sólo se hallaban más unificados que los aragoneses, sino que mostraban una menor oposición al intervencionismo regio, pues en Aragón seguía manteniéndose el pactismo de tradición medieval. b) Política exterior Aunque cada reino conservó sus peculiaridades internas, hubo unidad de acción en la política exterior, que presentó tres orientaciones: 1. La formación de un entramado diplomático con los principales Estados que rodean Francia por medio de una serie de alianzas matrimoniales de los hijos de los 4 monarcas con las principales casas reales de Europa. 2. Los problemas en Italia, que enfrentan a Fernando el Católico con Francia por el dominio de Milán y Nápoles. Esta situación queda “en tablas” ante el dominio francés 5 en Milán y la conquista de Nápoles por Fernando el Católico. 3. La expansión territorial, que toma dos vertientes: hacia el norte de África, con la conquista de Melilla (1497) y otras plazas de interés en el norte de África, y la conquista y ocupación de Canarias (1497-1500) y hacia el Atlántico (conquista y colonización de América). En el marco de la expansión en el nuevo continente los castellanos chocarán con los intereses expansionistas portugueses, resolviéndose este enfrentamiento con la firma del Tratado de Tordesillas (1494), por el que se establece la frontera entre las zonas de influencia de ambos Estados a 370 leguas al Oeste de 3

Tribunal eclesiástico bajo el control directo de la monarquía al servicio de la unidad religiosa. El Inquisidor General, máximo responsable del Santo Oficio, era designado por el rey y era el único cargo público cuya competencia alcanzaba a todos los reinos de España (incluyendo los virreinatos americanos). Juana casó con Felipe, Duque de Borgoña, hijo del emperador Maximiliano de Austria y María de Borgoña; Juan, heredero al trono de Castilla y Aragón, con Margarita de Austria, hermana menor del anterior, pero su prematura muerte truncó pronto este matrimonio; Catalina primero con el príncipe de Gales Arturo, y tras su muerte, con su hermano, el futuro Enrique VIII de Inglaterra; e Isabel y María se casaron con Manuel el Afortunado de Portugal. 5

Aragón y Francia habían sido rivales durante mucho tiempo, y acontecimientos como la incorporación del Rosellón y la Cerdaña, y más tarde la anexión de Navarra, enturbiaron aún más dicha rivalidad. Italia se va a convertir durante mucho tiempo en el escenario de las luchas entre ambos países, deseosos de fortalecer su dominio sobre los estados italianos. La política matrimonial de los RR.CC., destinada a crear alianzas con los países vecinos, tiene también como objetivo cercar a Francia para controlar su posible expansión.

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las Islas de Cabo Verde, lo que permitiría a los portugueses la futura conquista y colonización de Brasil. Con respecto al descubrimiento y conquista de América que comienza con la llegada de Cristóbal Colón a este continente en 1492, todas las tierras conquistadas en América fueron incorporadas a la Corona de Castilla, que estableció un monopolio sobre la inmigración y el comercio a través de la Casa de la Contratación de Sevilla. El comercio, sobre todo de oro y plata, y los impuestos derivados del mismo no enriquecieron directamente a la Corona española, dado que todas las ganancias sirvieron para financiar el sostén de un imperio territorial que se inicia en el siglo XV y perdura durante el siglo XVII, aunque sí sirvieron para reactivar la economía europea.

2. LOS AUSTRIAS La muerte prematura del único hijo varón de los Reyes Católicos, Juan, y de su hija primogénita, Isabel, propició la subida al trono de Castilla en 1504, tras la muerte de Isabel la Católica, de Juana y de su esposo, Felipe. Sin embargo, la reina Juana, considerada loca tras la muerte de Felipe el Hermoso, fue pronto apartada del poder y hasta la mayoría de edad de su hijo mayor, Carlos, educado en Flandes, se constituyó una regencia en manos del cardenal Cisneros, primero, y después del propio Fernando el Católico. Cuando el rey Fernando murió, en 1516, el trono de Castilla y Aragón pasó a su nieto Carlos, que con 16 años tomaba las riendas de ambos reinos, inaugurando la dinastía Austria. Al igual que con los RR.CC. esta monarquía nunca fue un estado unitario, pues a pesar del enorme poder que concentraban los reyes, cada reino seguía conservando un alto grado de autonomía, que hacía que una misma política se aplicase de forma distinta según los territorios (con una mayor autonomía respecto al rey en Aragón que en Castilla).

2.1. Los Austrias Mayores (siglo XVI) a) Evolución política Los reinados de Carlos I (1516-1556) y Felipe II (1556-1598) abarcan prácticamente todo el siglo XVI y suponen la época de formación y consolidación del Imperio hispánico. La agresiva política exterior de ambos monarcas será financiada con el oro y la plata americanos, que se mostrarán incluso insuficientes, debiendo recurrir a préstamos de banqueros alemanes y flamencos. 1. CARLOS I Reúne en su persona por un lado las Coronas de Castilla y Aragón, con los territorios de Sicilia, Nápoles, Cerdeña, Rosellón y Cerdaña, y los territorios americanos, todos ellos heredados de sus abuelos maternos, los Reyes Católicos; y por otro lado el archiducado de Austria y los dominios de los Países Bajos, Franco Condado y Luxemburgo, heredados de sus abuelos paternos, Maximiliano de Austria y María de Borgoña. En 1519 se convirtió en emperador del Sacro Imperio Romano-Germánico, cargo que asumió con el nombre de Carlos V. Su reinado se caracterizó por un fuerte sentido del deber, su piedad religiosa y un sentido universalista del Estado, defendiendo la idea de un Imperio Universal cristiano. Considerado por muchos el último gran emperador cristiano, la tarea de conservar su imperio y mantener la unidad de la fe, lo acabó consumiendo y en 1556 acabará abdicando a favor de su hijo Felipe, que recibe los territorios hispánicos, flamencos y borgoñones, y de su hermano Fernando, que recibe los territorios austriacos de los Habsburgo y la dignidad imperial. Principales problemas de su reinado: POLÍTICA INTERIOR: En los comienzos de su reinado tuvo que enfrentarse a una amplia oposición en ambas Coronas: la Revuelta de las Comunidades, en Castilla (1520-1522) y la Revuelta de las Germanías, en Aragón (1519-1522). Finalmente,

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ambas revueltas son sofocadas, sus responsables son eliminados, y el poder del rey sale fortalecido. POLÍTICA EXTERIOR: la unión de los intereses hispánicos con los imperiales, supone la aparición de tres frentes: Frente alemán: la extensión del luteranismo y la amenaza que supone a la integridad del Sacro Imperio, llevará al emperador a un enfrentamiento con los príncipes convertidos a la fe de Lutero. El enfrentamiento culmina con la Paz de Augsburgo (1555) en la que se reconocen las dos confesiones religiosas (catolicismo y luteranismo), rompiendo la unidad religiosa del Imperio. Frente francés: Francisco I, rey de Francia, disputará al emperador la hegemonía política continental, enfrentándose ambos de nuevo en el escenario italiano. Frente turco: el emperador hará frente al avance imparable de los turcos, que habían llegado casi a las puertas de Viena. Consigue vencerlos y detener su avance, aunque no de manera definitiva. 2. FELIPE II Hijo de Carlos I y de Isabel de Portugal, Felipe consagró su vida a la tarea de reinar. Heredó la mayor parte del imperio de su padre, salvo los territorios austríacos, y además incorporó las islas Filipinas y Portugal. Él personalmente se encargaba de todos los asuntos con la ayuda de secretarios desde Madrid (que establece como capital en 1561), a la vez que intenta mantener el Imperio unido desde España, acentuando la hispanización de la monarquía. Sin embargo, se vio rodeado de una leyenda negra de intransigencia religiosa y autoritarismo por la que ha pasado a la historia. Los principales problemas a los que hubo de enfrentarse fueron: POLÍTICA INTERIOR: - Rebelión de los moriscos en las Alpujarras (1568-1571), a causa de la presión real para que abandonaran sus costumbres y lengua. La consecuencia será la represión y deportación de unos 80.000 moriscos. - Problemas con la Corona de Aragón. Algunos sectores de la nobleza aragonesa se oponían al creciente intervencionismo del rey en Aragón. El problema se agudiza con la huida a Aragón de un antiguo secretario de Felipe II, Antonio Pérez, acusado de tráfico de secretos de Estado, corrupción y asesinato. Esto provoca un conflicto entre el poder del rey y los fueros. Antonio Pérez consigue, finalmente, escapar a Francia, primero, y después a Inglaterra. - Problemas económicos: durante su gobierno se suceden 3 bancarrotas (1557, 1575 y 1596). Las causas son los continuos gastos tanto en guerras externas como en la reorganización administrativa y burocratización. El rey recurrirá incluso a la venta de patrimonio real para hacer frente a la deuda. POLÍTICA EXTERIOR: Felipe II hereda la rivalidad con Francia y otros territorios. - Francia: Tras la Paz de Cateau-Cambrésis (1559), Francia renuncia a sus ambiciones en Italia y se acuerda trabajar juntas por la defensa de la fe católica. Pero más tarde España interviene en las Guerras de religión de Francia (1562-1598) apoyando al bando católico. - Frente turco y lucha contra la piratería berberisca: Felipe II liderará la formación de la Liga Santa (Papado, Venecia y España) contra los turcos. La victoria en Lepanto (1571) pone freno al expansionismo turco. - Países Bajos: Las causas de la guerra en los Países Bajos hay que buscarlas en la extensión del luteranismo y el calvinismo en el Norte flamenco y el florecimiento económico de la burguesía urbana. La oposición a las medidas aplicadas desde España y la persecución de los disidentes religiosos provocó una rebelión duramente reprimida por el Duque de Alba, que desemboca en una guerra. Finalmente se producirá una división entre la zona norte, protestante, que escapará al control español, y la sur, católica, que seguirá siendo parte del imperio hispánico.

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- Inglaterra: las causas del enfrentamiento con Inglaterra se relacionan con la rivalidad por el control del Atlántico (la reina Isabel I apoyaba, incluso financiaba, los ataques piratas a la flota española en América); los intereses religiosos contrapuestos (Isabel I había ratificado la reforma anglicana) y el apoyo de la reina inglesa a los rebeldes calvinistas holandeses. Pero la escuadra enviada contra los ingleses, la denominada Armada Invencible, fracasó (1588). - Anexión de Portugal (1580): la muerte sin descendencia del rey de Portuga...


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