Tema 6 - Tema 6 - El adjetivo, el artículo y el pronombre PDF

Title Tema 6 - Tema 6 - El adjetivo, el artículo y el pronombre
Author Patricia de Matías
Course Lengua Española Acceso Mayores de 25
Institution UNED
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El adjetivo, el artículo y el pronombre...


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Tema 6: El adjetivo, el artículo y el pronombre 1. El adjetivo Su función principal es modificar al sustantivo. Dos tipos: calificativos y determinativos. 1.1. El adjetivo calificativo Clase de palabras abierta y variable o flexiva (morfemas de género, número y grado). 1.1.1. Estructura del adjetivo calificativo Morfológicamente: lexema + morfema de género + morfema de número. Sus morfemas vienen determinados por el sustantivo al que modifican: concordancia. Los adjetivos de dos terminaciones presentan variación de género -o / -a (material ligero, comida ligera); los de una terminación son invariables (un color alegre, una canción alegre). La variación de número se manifiesta con el morfema de grado cero en singular (alt-o-Ø) y con -s o -es en plural, dependiendo de si termina en vocal o en consonante (buen-o-s, hábil-es). Los terminados en -í o -ú admiten plurales en -es y en -s (hindúes, hindús). Los terminados en otras vocales tónicas a veces añaden -s (rococós) y otras permanecen invariables (gagá). Los acabados en -s o -x, si son agudos, forman el plural con -es (cordobeses); si son llanos o esdrújulos, son invariables (gratis, isósceles). Los préstamos pueden añadir -s (esnobs), -es (chárteres) o ser invariables (kitsch). Admiten morfemas derivativos: prefijos (in-activo), sufijos (burl-esco) e interfijos (mans-urrón). Sufijos apreciativos: diminutivos, aumentativos, peyorativos y ponderativos (sos-ito, anchote, bland-engue, buen-azo). Admite morfemas de grado (alt-ísim-a). Algunos se apocopan cuando preceden a un sustantivo masculino singular (buen libro, mal sueño, san Alberto); grande se apocopa también ante femenino singular (gran película). 1.1.2. Funciones del adjetivo calificativo Dentro del sintagma, puede tener función de adyacente del núcleo de un SN (el coche descapotable) o de núcleo de un SAdj (muy cansado del viaje). Dentro de la oración, el SAdj funciona como atributo (Su mirada es serena) o como complemento predicativo (Los espectadores salieron muy contentos). Los adjetivos pueden realizar funciones propias del sustantivo si están sustantivizados, es decir, precedidos por el artículo (la mala de la película). Algunos adjetivos pueden adverbializarse, siempre en masculino singular: María habla claro; Los chicos lo entienden rápido. La posición respecto al sustantivo influye en el significado del adjetivo: los pospuestos restringen la significación del sustantivo, tienen función especificativa (Vendió los muebles antiguos); los antepuestos destacan e intensifican una cualidad, tienen función explicativa (Vendió los antiguos muebles). 1.1.3. Los grados del adjetivo Las cualidades expresadas por el adjetivo pueden presentar distintos grados de intensidad. A) Grado comparativo: cualidad referida a un término de comparación. De superioridad (más… que), de igualdad (tan… como) o de inferioridad (menos… que). B) Grado superlativo: cualidad manifestada en grado máximo.

a) Superlativo absoluto: si no aparece ningún término de comparación. Se construye con adverbios (muy honrado, enormemente feliz) o con morfemas de grado que pueden ser sufijos (facilísimo) o prefijos (relisto, requetebueno, archiconocido, superfamoso). b) Superlativo relativo: cualidad en grado máximo, pero referida a un término de comparación (Juan es el más simpático del grupo; Es una de sus novelas menos conocidas). C) Grado positivo: cuando la cualidad aparece sin intensificar. Por defecto. (Esa fruta es dulce). 1.1.3.1. Adjetivos con comparativos y superlativos irregulares (p. 102) 1.1.3.2. Adjetivos con superlativos irregulares (p. 103) 1.2. Los adjetivos determinativos Son una clase cerrada y carecen de significado léxico: son palabras gramaticales que expresan relaciones espaciales, numéricas, etc. Realizan la función de determinante del núcleo de un SN, con el que concuerdan en género y número (mi/este/algún/cuánto coche descapotable). 1.2.1. Adjetivos posesivos Indican a cuál de los tres interlocutores (1ª, 2ª o 3ª persona) pertenece el objeto designado por el sustantivo al que determinan (Te presento a mi hermano). (Cuadro pág. 104). Las formas átonas preceden al sustantivo y se escriben sin tilde (tus amigos). Las formas tónicas van pospuestas y suelen necesitar otro adjetivo determinativo en función de determinante (dos canciones suyas); suelen analizarse como adyacentes del núcleo del SN. Los de 1ª y 2ª personas para varios poseedores tienen solo formas tónicas, que pueden aparecer antepuestas (nuestro tío) o pospuestas (un tío nuestro). Delante de ella, no *delante suya. 1.2.2. Adjetivos demostrativos Indican relación, espacial o temporal, respecto al hablante. De proximidad (este), de lejanía (aquel) o intermedia (ese). Se usan también para aludir a elementos de la cadena lingüística: En el parque hay ciclistas y patinadores; no se sabe si estos esquivan a aquellos o aquellos a estos. Deben evitarse las formas masculinas ante sustantivos femeninos que comienzan con /á/ tónica: esta agua, esa aula, aquella área. 1.2.3. Adjetivos indefinidos Usados para referirse a un número impreciso de elementos pertenecientes a la clase de objetos designada por el sustantivo al que acompañan. Según sus rasgos morfológicos, se clasifican en: A) Indefinidos con variación de género y número: un/a/os/as, algún/a/os/as, ningún/a/os/as (usado muy poco en plural, con objetos simétricos [No lleva ningunas gafas] o con carácter expresivo [No tenía ningunas ganas de ir]), mucho, poco, demasiado, todo (suelen combinarse con otros determinantes [Toda la pandilla] o aparecer solos [Todo delito será castigado]), mismo (siempre precedido de artículo [Lleva el mismo peinado] o de otro adjetivo determinativo [Esa misma mañana]), otro, cierto, tanto (usado en oraciones comparativas [Tiene tantos amigos como amigas], exclamativas [¡Ayer hizo tanto frío!] o con valor enfático [No me metas tanta prisa]). B) Indefinidos con variación de número, pero no de género: Bastante / bastantes Tal / tales (usado en construcciones consecutivas [Daba tales voces que asustó a todos]). Cualquier(a) / cualesquiera. Presenta dos formas en singular: cualquier, ante sustantivo, sea este masculino o femenino (cualquier año / época) y cualquiera, si va pospuesto (un día / una

tarde cualquiera). El plural es poco usado fuera de la lengua plural: antepuesto, puede emplearse cualesquiera y cualesquier (cualesquiera imprevistos, cualesquier consejos); pospuesto, siempre cualesquiera (libros / páginas cualesquiera). Cuando se utiliza como sustantivo (significando ‘don nadie’), el plural es cualquieras. C) Indefinidos con variación de género que solo se usan en plural: Varios / varias Sendos / Sendas (indefinido distributivo ‘uno para cada uno’). No debe usarse como ambos. D) Indefinidos invariables: Más, menos Demás (solo se usa con sustantivos en plural). Cada. Significado distributivo. Con sustantivos en plural va seguido de un numeral u otro cuantificador (cada tres capítulos, cada pocos meses). El indefinido una suele transformarse en un ante sustantivos que comienzan por /á/ tónica, incluso precedida por h- (un aula, un habla), pero también son correctas, aunque infrecuentes, las formas una aula, una habla. Se exceptúan los nombres propios de mujer (una Álvarez de Toledo), las letras (una hache) y los sustantivos precedidos de adjetivo (una abarrotada aula). Los indefinidos alguna y ninguna se comportan como una (algún / alguna alma). En el resto de indefinidos no se produce este cambio: mucha hambre, otra área, toda ave. 1.2.4. Adjetivos numerales Indican la cantidad exacta o el orden de los elementos designados por el sustantivo al que determinan. Se dividen en: 1.2.4.1. Adjetivos numerales cardinales Expresan la cantidad mediante la serie infinita de los números: un, dos, tres… Hasta 29 deben escribirse en una sola palabra. Desde 31, se prefiere la escritura con separación gráfica, pero también es correcto si aparecen en una sola forma. Distinción entre el numeral un(o)/a y el indefinido uno/a/os/as: por el contexto. 1.2.4.2. Adjetivos numerales ordinales Asignan un puesto en la sucesión numérica. Tienen variación de género y número, van normalmente precedidos por artículo (los primeros versos) u otros determinantes (su segunda novela) y pueden aparecer pospuestos (el capítulo cuarto). Los más frecuentes son del 1.º al 29.º, menos usuales los de otras decenas y, salvo centésimo, milésimo y millonésimo, los demás son muy infrecuentes (cuadringentésimo). A partir de ciertos número, suelen sustituirse por numerales cardinales con función ordinal: Isabel II, Luis XIV. Los masculinos primero y tercero se apocopan ante sustantivo (el tercer palco); en los femeninos, se prefiere la forma completa (la tercera columna). La Academia aconseja escribir juntas las formas hasta 29.º, que siguen las normas generales de acentuación (decimotercero), pero también sería correcto escribirlas separadas (décimo tercero). A partir de 31.º es más frecuente su escritura por separado; en ese caso, el primer componente tiene variación de género (trigésima primera). No deben usarse numerales partitivos (que expresan fracciones de un todo) en lugar de los ordinales: Egipto y España disputarán el undécimo puesto (no *el onceavo puesto). 1.2.5. Adjetivos interrogativos y exclamativos

Especifican el aspecto concreto al que se dirige una pregunta (interrogativos) o el aspecto que se desea intensificar (exclamativos). Tienen formas comunes; los distinguimos por los signos de puntuación en la lengua escrita o por la entonación en la lengua hablada. Qué: invariable (¿Qué excusa pondrá?; ¡Qué razón tenía!). Cuánto/a/os/as: variación de género y número. (¿Cuánto tiempo falta?; ¡Cuántos recuerdos!). Pueden funcionar, además, como nexos introductores de oraciones subordinadas sustantivas interrogativas indirectas (Le preguntó cuántas lenguas hablaba). Siempre llevan tilde. 1.2.6. Adjetivos relativos Aparecen siempre en oraciones complejas, funcionando como nexo introductor de la oración subordinada (El sultán le ofreció cuantas riquezas deseara). Cuanto/a/os/as: debe concordar con el sustantivo al que determina (Cuantas más veces lo haga, no *Cuanto más veces lo haga). Es incorrecto sustituirlo por la preposición contra. Cuyo/a/os/as: concuerda con el sustantivo al que determina (el que lo sigue), no con su antecedente (el que lo precede) (Las óperas cuyos títulos…). El quesuismo. 2. El artículo Consideramos el llamado “artículo determinado”, ya que el “artículo indeterminado” (un/a/os/as) se ha incluido en los indefinidos. Es una clase de palabra que desempeña la función de determinante del núcleo de un SN. Se emplea normalmente cuando el sustantivo al que determina designa una realidad ya conocida por los hablantes, ya sea por el contexto lingüístico o extralingüístico. Es una clase cerrada, con variación de género y número: el, la, lo, los, las. Denota el género y el número de los sustantivos invariables con los que aparece: la/s crisis. El artículo femenino la debe tomar la forma el cuando el sustantivo femenino al que determina comienza por /á/ tónica (el arca). Se exceptúan los nombres propios de mujer (La Alba retratada por Goya se llamaba Cayetana) y los de letras (la hache). No ocurre cuando se intercala un adjetivo (la escondida arca). El artículo posee una forma específica para el género neutro (lo) que se emplea para sustantivar un sintagma no nominal o una oración (lo bueno; lo que os guste). Cuando la forma el va precedida de las preposiciones a o de, se produce una contracción en una sola palabra (Llaman al timbre; la luz del rellano). No debe contraerse si el artículo forma parte de un nombre propio (el Monasterio de El Escorial) o de un título (Delibes es el autor de El camino). En ocasiones se omite indebidamente el artículo. Es frecuente en *jugar a fútbol y en construcciones como la mayoría, el resto, la mitad, un tercio, etc. (*La mayoría de universitarios). En general, los nombres propios no llevan artículo, pues permiten por sí mismos identificar un elemento dentro de una clase. Sin embargo, es obligatorio su uso si el nombre propio está especificado por un adyacente (Este es el Luis que me gusta) o se usa en sentido genérico (Era la época de los Albertos). Se usa también aplicado a personajes femeninos que destacan en un campo profesional o artístico: la Pardo Bazán, la Caballé, la Thatcher. Hay topónimos que llevan siempre artículo (La Habana); otros pueden usarse con o sin él: (la) India, (los) Estados Unidos. Los nombres propios que han pasado a designar instituciones se emplean siempre con artículo: el Reina Sofía, la Carlos III, el Cervantes.

3. El pronombre Clase de palabra constituida por los términos que sustituyen a un sustantivo y que asumen su función característica de núcleo del SN (alguien de tu confianza). Realizan funciones sintácticas propias del SN. Aunque su forma sea similar a la de los adjetivos determinativos, su función no lo es: en lugar de función adjetiva (determinar el núcleo de un SN), funcionan como sustantivos (núcleo de un SN). No se incluyen los posesivos, que para funcionar como núcleo de un SN necesitan sustantivarse (ir precedidos por el artículo), igual que los adjetivos (Prefiero los vuestros); no se consideran pronombres, sino adjetivos posesivos sustantivados. 3.1. Pronombres demostrativos Este/a/os/as, ese/a/os/as, aquel/la/los/las  función de núcleo de un SN. (Aquellas son de plata, esta es de oro). Esto, eso, aquello son pronombres demostrativos “propiamente dichos”, ya que no pueden funcionar como adjetivos. (Aquello ocurrió hace mucho tiempo). Desempeñan funciones sintácticas propias de un SN, a veces precedido por preposición: sujeto (Este sabe a chocolate), CD (Carmen prefiere esa), CI (Dale a aquel el maletín), etc. Acentuación. 3.2. Pronombres indefinidos Son pronombres indefinidos “propiamente dichos” (no pueden tener función adjetiva): Alguien, nadie: invariables, referidos a personas. Algo, nada: invariables, referidos a cosas (neutros). Quienquiera, quienesquiera: van seguidos de una oración de relativo. Muchos indefinidos pueden, en ciertos contextos, desempeñar la función de núcleo de un SN. Uno/a/os/as, alguno/a/os/as, ninguno/a (sin formas de plural), otro/a/os/as, todo/a/os/as, varios/as. Ejemplos en pág. 115. Mucho, poco, demasiado, bastante, tanto y sus respectivas variantes pueden también funcionar como pronombres (pág. 115). Inmovilizados en masculino singular, pueden funcionar como adverbios (No corras tanto; Estas pilas duran mucho). Cualquiera es pronombre en oraciones como Cualquiera puede hacerlo; No debes confiar en cualquiera. Es frecuente que vaya seguido de una oración de relativo: Cualquiera que sea el motivo, es un acto incomprensible. Su plural es cualesquiera, y se recomienda concordarlo con el verbo en plural: Le gustan las perlas, cualesquiera que sean su tamaño y belleza. 3.3. Pronombres numerales cardinales Los cardinales pueden comportarse como pronombres (Ciento cincuenta votaron sí; He visto cuatro de sus vídeos). No se consideran pronombres, sino adjetivos, los que van sustantivados por el artículo (Los doce están de acuerdo; Se quedó con los dos). Tampoco los ordinales, que también necesitan el artículo para funcionar como sustantivos (La primera fue Luisa). 3.4. Pronombres interrogativos y exclamativos Son pronombres interrogativos y exclamativos “propiamente dichos” (nunca adjetivos): Quién, quiénes: variación de número, referido a personas. (¡Quién lo diría!; ¿Quién ha sido?). Cuál, cuáles: variación de número, referido a personas o cosas. Es raro con valor exclamativo, salvo en contextos muy específicos (De estas fotos, ¿cuál elegirías?; Después de tanto pensarlo, ¡cuál fue a elegir!). Deben evitarse *cuálo y *cuála. También pueden ser pronombres en ciertos contextos las formas cuánto (y sus variantes) y qué: ¿Qué te dijo?; ¿A qué juegan?; ¡Qué le vamos a hacer!; ¡Cuántos lo han ayudado!

Los pronombres interrogativos pueden funcionar, además, como nexo introductor de oraciones subordinadas sustantivas interrogativas indirectas: No sé a quiénes decírselo. 3.5. Pronombres relativos Introducen oraciones subordinadas adjetivas: La iglesia que visitamos ayer es románica. Que: forma átona, invariable en cuanto a género y número (El conductor que nos llevó; Las plantas que están al sol). Cuando no lleva antecedente expreso, va precedido del artículo, que le da marcas de género y número: Pregúntame lo que quieras; El que acaba de llegar es Carlos. El/la/los/las que: con precedente expreso. Mi hermana, la que vive en Tarifa, es bióloga. Quien, quienes: variación de número, referido a personas. Es la actriz a quien todos admiran. El/la/lo cual, los/las cuales: variación de género y número, referido a personas o cosas. Son personas con las cuales es fácil tratar; Come muy poco, lo cual me preocupa. Cuanto/a/os/as: variación de género y número, referido a personas o cosas. Imitaba a cuantos veía; Azúcar puedes echar cuanta quieras. 3.6. Pronombres personales Designan a las personas (1.ª, 2.ª, 3.ª) que participan en el proceso comunicativo. Poseen variación de género y número, y formas distintas según su función sintáctica: cuadro pág. 117. Usted y ustedes: se emplean gramaticalmente como 3.ª persona, pero se refieren a 2.ª. Vos: 2.ª persona singular, extendido en América, para trato familiar. 3.6.1. Pronombres personales en función de sujeto 1.ª y 2.ª personas del singular son invariables en cuanto al género (Yo soy abogado/a), las restantes sí varían. La forma neutra ello se refiere a un conjunto de hechos o cosas. Gracias a los morfemas de número y persona de las formas verbales, el sujeto puede omitirse. Aunque a veces es necesario emplearlo para evitar ambigüedades (yo/él/ella temblaba) o con valor enfático (¿Tú me quieres?; Yo opino que…). Todos los pronombres personales en función de sujeto son formas tónicas. 3.6.2. Pronombres personales en función de complemento A) Tónicos: Siempre precedidos de preposición: Hay zumo para vosotros; Lo hicieron por ti. En singular, tienen formas específicas de 1.ª y 2.ª personas (Esto es para ti; Vino por mí), mientras que la 3.ª tiene una forma especial solo en las reflexivas (La víctima no vuelve en sí). Tras la preposición con, todas las formas singulares tienen una forma especial (conmigo, contigo, consigo); y tras la preposición entre, la 3.ª persona del plural: Discutieron entre sí. En plural, tienen las mismas formas de la función de sujeto: La culpa recayó sobre nosotros. Desempeñan todas las funciones sintácticas propias del SN, excepto la de sujeto. A sí mismo ≠ asimismo ≠ así mismo B) Átonos Carecen de acento prosódico, pues se apoyan en el acento del verbo, formando compuesto gráfico cuando van pospuestos: aconséjame / me aconseja. Solo desempeñan funciones de CD y CI. En 1.ª y 2.ª personas se emplean las mismas formas para CD y CI, sin distinción de género; en 3.ª existen formas diferentes para CD y CI, y según sustituya a sintagma masculino o femenino. Leísmo, laísmo y loísmo: pág. 120. Normas de colocación: pág. 121....


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