TP2 Metodos, resumen del rpimer trabajo PDF

Title TP2 Metodos, resumen del rpimer trabajo
Course Métodos de diseño
Institution Universidad Nacional de La Plata
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Capítulo 1: Arte y creaciónUn mundo ampliode Marta ZatonyiLa autora en su texto propone desde un principio que el arte no tiene una una definición precisa, por lo que aborda a este concepto desde un punto de vista de los alcances de la construcción humana, como algo sagrado pero a la vez accesible y...


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Capítulo 1: Arte y creación Un mundo amplio de Marta Zatonyi

La autora en su texto propone desde un principio que el arte no tiene una una definición precisa, por lo que aborda a este concepto desde un punto de vista de los alcances de la construcción humana, como algo sagrado pero a la vez accesible y como objeto de goce y estudio, condicionado por el sentir, percibir y saber. El término arte es un producto histórico y social, siempre comprendido dentro de un determinado tiempo, espacio y contexto. Sus orígenes se remontan a la era industrial junto a la expansión del neocolonialismo y capitalismo. Según Marta, el arte no es propiedad de una cultura, de una época o franja social, y permite al hombre beneficiarse del arte de su mundo. En Occidente la palabra arte experimentó muchos cambios respecto a su significado. En la época helénica se utilizaba la palabra techné (de donde proviene nuestra técnica) para designar las distintas actividades artísticas con sus reglas y normas a cumplir. Recién en Roma surge el concepto ars. En la Edad Media surge la clasificación entre Artes Liberales y Artes Vulgares. Las Artes Liberales eran consideradas aquellas que no requerían esfuerzo físico, como la gramática, la retórica y la lógica. En cambio las Artes Vulgares correspondían a áreas como la producción textil, la construcción, la medicina, los medios de transporte, etc, las cuales comprometían esfuerzo físico. Posteriormente en el siglo XVI nace una nueva idea, la de Bellas Artes, que aludía a la poesía, la elocuencia, la comedia, la pintura, la escultura y la danza. En el siglo XIX decae la importancia de ciertas ramas antes orientadas a las bellas artes y surge el cine (o séptimo arte) para ocupar ese puesto. Desde ese momento de concepción de las Bellas Artes como idea ha modificado sus ramas y consideraciones, pero se sigue aceptando como la apreciación de arte actual que se sigue utilizando hasta nuestros días. Dentro de los cambios mencionados anteriormente muchos quedaron olvidados o en desuso a través del tiempo, mientras que otros fueron relegados a la categoría del flocklore, un término más bien conservador ya que sienta sus bases en el control local y de vigilancia comunitario. El arte se halla presente en la interrelación entre hombre y paradigma. Existen las necesidades primarias del hombre, que engloban la sustentabilidad, procreación y albergue, están las necesidades secundarias (también llamadas humanizantes) que tratan las

ideas de pertenecer, tener conciencia de tiempo y espacio, poder crear ideas partiendo de las experiencias que se viven. Y también incluyen asi mismo los signos artísticos como medio de ser parte de un comunidad: genera un supuesto bienestar, consolida una superioridad entre otras características que denotan grandeza. El paradigma del que hablábamos antes es en si mismo una abstracción, y para entenderlo debemos acercarnos a tres bases que representan los medios de aprehensión de la misma: –

Edificación cognitiva: es una instancia que engloba aquello que conocemos y sabemos. Son los saberes mas básicos del ser humano, que forman entre ellos una red y un sistema para contener al sujeto en un contexto determinado de conocimiento de su existencia, su “por qué” y su “para qué”. El hombre es configurado por el saber del momento determinado en el que se encuentra su ámbito para actuar sobre la configuración de su mundo.



Sistema axiológico: se establece a partir de la estructuración y establecimiento de los valores. Marca lo que vale y lo que no. Lo que es bueno o malo y su validez se comprueba con las leyes en la vida cotidiana.



Universo simbólico: establece los saberes y valores y como pueden enseñarse y/o comunicarse, ya que no hay conocimiento que pueda representarse sin un simbolismo dentro de este universo. Es en este ámbito que el arte tiene una presencia fundamental.

Sin embargo, esa división es considerada imposible ya que no pueden existir sin la acción parcial o total una de las otras, como es el caso del arte debido a su esencia simbólica que habla sobre aquello que no es pero puede llegar a ser ya que en el mundo del artista que decide crear no existe tal barrera. Aquí no hay fuente de confirmación sino la creación de nuevo conocimiento a partir de la vida, el hombre y su destino. Los componentes paradigmáticos no son sino una dinámica encadenada en constante interacción entre todos ellos de manera contundente o imperceptible frente a los movimientos experimentados de todas las áreas comprometidas. Al crearse este nuevo conocimiento repercute inevitablemente en la ética moral y a la vez puja para ser dicho a través de lo simbólico, y una ruptura dentro de estos sistemas tiene como consecuencia un impacto en los saberes. Asimismo el universo simbólico registra conceptos pero también tiene su propia autonomía: puede crear aquello que quiere ser o estar. A partir del siglo XVIII con la ruptura del cristianismo el hombre comienza a buscar la razón y causa de lo que lo rodea y lo que le pasa en su vida cotidiana y en el mundo en general. Por esta razón se afronta una nueva forma de vivir para el ser humano. Es así como surgen las barreras

ontológicas (ciencia que estudia lo que “hay”) para cumplir esta necesidad de una razón o un sentido en la vida. Estas barreras son: –

Religión: se constituye con un faceta tanto racional como del mundo sobrenatural. Fruto de esta barrera el hombre consigue la posibilidad de convivir como ente social, como también para su modo de actuar y las actividades que realiza. Su héroe principal es el sacerdote y éste representa el puente entre ambos mundos.



Arte: durante mucho tiempo fue una manera de materializar la religión. Colabora con la construcción del mundo del hombre acercándose a los límites sin representar un riesgo en ésta acción. Da luz sobre la oscuridad del poco conocimiento sobre la vida, la existencia y el alma. El artista es el personaje principal que articula esta barrera.



Ciencia: tiene como eje principal mejorar las condiciones de supervivencia del hombre en el mundo que lo rodea. Con estas interrupciones que el hombre genera ante nuevas necesidades que se deben resolver, se afecta a la naturaleza que existe en sí. El personaje principal es el científico cuya responsabilidad principal es la de hacer los avances en éstas nuevas condiciones.



Filosofía: tiene la tarea de mirar hacia la no existencia fuera del lenguaje y de lo simbólico, pero buscan acercarse a ellos. El filósofo cumple el rol principal de mirar hacia los abismos e implantar sus preguntas en ellos.

La importancia de esta mirada histórica del arte recae en que se deben de entender los orígenes del mismo para entender su objetivo final. Como se ha explicado antes, el arte se presenta en el límite entre lo no real, aquello que no conocemos simbólicamente pero que si como se vive. Es abrir y crear mundos. El arte genera comunidad y pertinencia. Suele llamarse de este modo a un sistema de signos asociados entre si y de estrategia compartida (cine, literatura, música, pintura, etc). Quedarse fuera de estos signos simboliza una marginación como comunidad. Un ejemplo de esto es cuando dos o mas sociedades que se ven obligadas a convivir en un mismo espacio, no comparten de igual manera éstos signos y se pueden llegar a provocar conflictos y diferencias. Aquí el sentido de utilidad es mas diverso que el que podemos encontrar en el diccionario. Lo útil engloba lo referido al alma, el pensamiento, la satisfacción intelectual, etc. El placer de la pertinencia también concierne la utilidad. Sin arte no hay interés, ya que este a su vez representa un modo del deseo de alcanzar un avance en la ruta del mismo. La magia y el trabajo son progenitores del arte. El primero organiza a

la comunidad en torno a lograr objetivos básicos y dar estructuras de poder y organización. El arte participa en la producción de la realidad: su tarea es la de dar sentido a esta realidad, crear, intervenir y participar en ella. La realidad surge en nuestro horizonte como el horizonte mismo. La historia del hombre desde su pasado se centra en la necesidad de formar conciencia con el mundo en el que se desarrolla su vida diaria y sus actividades. Sin la fe como eje, se considera que la realidad es una construcción del hombre y que el arte no solo es partícipe sino que presenta y representa. Sin la presencia del hombre las cosas aún existen, pero es él quién lo configura como realidad. Por medio e este proceso el arte interviene en la génesis misma de la verdad.

Capítulo 3: Ideología y metodología del diseño Objeto y civilización de Jordi Llovet La posición que los objetos han ocupado en el contexto de la civilización ha variado notablemente, desde las sociedades primitivas hasta las de consumo, en donde podemos distinguir también un estadío intermedio, en donde se encuentra el surgimiento de la sociedad burgués industrial. Si definimos al diseño como el proyecto y la construcción objetiva de alguna señal o artefacto adecuado siempre a otras finalidades ademas de la estética,podemos afirmar que este no es un invento del siglo XX, es una ocupación tan antigua que nos permite conectar toda la historia de la civilización humana, a partir de los elementos de orden “cultural” que son los objetos. El tipo de relación que el hombre o las sociedades han establecido con los objetos en cada uno de los estadíos fundamentales no han sido privativas de aquel estadío, es por esto que podríamos afirmar que nuestra civilización se caracteriza por la simultaneidad articulada de los tres tipos o “modos” de producción de objetos del diseño: el naturalista, el inventivo y el consumista. La sociedad primitiva y la fase naturalista del diseño En las sociedades primitivas no existían los objetos inútiles, todos obedecían a alguna necesidad y todos eran la solución mas adecuada y la única posible a una necesidad concreta. El hombre primitivo tenía la capacidad de articular los propios elementos de la naturaleza para establecer con ella y con los demás hombres un tipo de relación productiva tan elemental como revolucionario, advino al reino de la historia gracias a dos elementos fundamentales: la capacidad de producción simbólica realizada a través del lenguaje articulado, y una capacidad de producción material realizada gracias a la articulación de algunos elementos de la naturaleza. Éste no se preocupó porque su objeto tuviera ademas del valor de uso, algún valor de cambio o valor de signo. El valor de uso El objeto primitivo era un objeto adecuado a una necesidad de uso y a nada mas. Lo que determinaba el grado de necesidad de un objeto no era ninguna ley exterior de la naturaleza, sino algo incluido y segregado por ella misma. Esta marcaba el ritmo de la contingencia. Este objeto es el estadio que representa la relación hombre-naturaleza-objeto, hoy no es un estadío extinto sino que sencillamente forma una pequeña parte del modo de producción y nacimiento de los objetos modernos.

El valor de cambio En el estadío fundacional de los objetos estos no tuvieron ningún valor de cambio, mucho antes de la fase inventiva, las sociedades organizadas como las egipcias y los sumerios conocieron ya un sistema de intercambio de algunos objetos determinados, las joyas por ejemplo. El valor de cambio que pudieran haber tenido ciertos objetos o materiales en tales sociedades antiguas culminó en un tipo de objeto muy peculiar, la moneda, la cual derivó a la creación del capital, el elemento mas abstracto de la economía moderna. En este primer estadío del desarrollo de objetos de la civilización podemos reafirmar que el valor de cambio no es su principal característica, el valor fundamental de estos objetos primitivos era el de su utilidad, su valor de mediación, trasformación y producción respecto a la naturaleza. Estos procedían de los elementos naturales por una vía de absoluta analogía, que una vez creados a medida que se utilizaban, volverían a la propia naturaleza. Se crea así un círculo cerrado: naturaleza-sujeto-objeto-naturaleza, que excluye el valor de cambio para aquellos objetos primigenios y los dota de su inequívoco valor relevante de uso, por no llamarlo “valor de necesidad”. Rubert de Ventos en su teoría de la sensibilidad afirmaba que “no hay nunca más posibilidades que necesidades”. La cultura que empiezan a construir esas protosociedades organizadas es casi una cultura complementaria, pero para nada una enemiga de lo natural, sino que eran un buen compañero de ésta. EI valor de signo Si el valor de uso de un objeto equivaldría a su valor funcional, entonces el valor de signo sería aquel valor incorporado a un objeto, por el cual dicho objeto pasa a tener un valor de significación (connotador de estatus, definidor de gustos, etc.) de un orden distinto del valor de uso, aunque no menos funcional, se le considera como un valor añadido, una plusvalía, que podríamos calificar como valor estético. Por ejemplo en el conjunto de monumentos megalíticos del Neolítico nace una síntesis inevitable de función de uso y función estética, de momento que la “utilidad” religiosoestética de estos monumentos se confunde con su supuesta utilidad como sepulturas. Se puede apreciar una diferencia fundamental entre el valor de signo de hoy y el valor de signo de aquellos tiempos antiguos, esta consiste en que el valor estético de un objeto no ha sido siempre un valor de cambio - signo. La esteticidad que descubrimos en ciertos elementos de aquellas culturas no es un valor de signo añadido a un valor de uso, sino que presenta los artefactos destinados a cubrir las necesidades de tipo no material. Es posible que dicha funcionalidad / esteticidad no fuera pertinente en aquellas sociedades, del mismo modo que cierto funcionalismo

moderno no ha tenido la impresión de estar reñido por la esteticidad. Por ende, en la fase naturalista del diseño, podemos afirmar que se caracteriza por la dominante del valor de uso, la ausencia casi absoluta del criterio de valor de cambio y por la incorporación del valor de signo (de orden estético) las dimensiones del valor de uso de un objeto.

EI mito de Robinson Crusoe y la “fase inventiva” del diseño En dicho mito se desarrolla el conjunto de operaciones intelectuales y manuales que desarrolla Robinson, hombre burgués moderno de la Inglaterra del siglo XVII, para reconstruir una isla abandonada en un habitad, un entorno objetual, y en cierto modo generar un contexto de cultura. Este personaje no es un hombre primitivo que tuvo que descubrir los fenómenos de la naturaleza para poder organizar por analogía una pequeña cultura de objetos. Robinson inventará también por analogía, pero no solo con lo natural, sino también con lo cultural. Crusoe es aquel que instala personalmente una cultura en medio de la naturaleza virgen, valiéndose únicamente de una experiencia de hombre culto y una memoria muy fresca acerca de lo que era la ordenada vida urbana de aquella Inglaterra civilizada y pujante. Este es el ciudadano experto y hábil que inventará todo lo que convenga para poderle demostrar a la naturaleza que su cultura e ingenio son mas poderosos. EI recuerdo de una historia cultural El primer elemento que nos permite caracterizar la fase inventiva del diseño en su memoria, es una memoria histórica, que hace reflexión acerca de las soluciones que ya son históricas en aras de una nueva solución que debemos considerar igualmente histórica pues colabora a su definición y a su progreso en la medida que aporta alguna novedad. Es propio de esta fase el que empiece a articular las pertenecías que se hubieran barajado en la solución antigua a un problema proyectual, para obtener una nueva permutación de las mismas y, en consecuencia, una nueva solución al mismo problema aunque o siempre sea la mejor. De esta memoria hace uso Robinson, y en función de la misma desarrolla las operaciones necesarias para llevar a buen fin su proyecto de instalarse en la isla. De la invención necesaria a la ilusión inventiva La fase inventiva se desprende de la naturalista y sienta la base de fase consumista, se la considera la mas dinámica de todos. Ésta vio nacer inventos tan necesarios como lo habían sido los objetos inmediatamente necesarias de la fase naturalista, pero dio también nacimiento a los primeros artefactos absolutamente inútiles.

En la fase inventiva empieza a verse una tendencia concreta del diseño y es la racionalfuncionalista, los objetos de orden, función de uso y sistema de objetos corren paralelos con los mitos fundamentales de la ideología burguesa del siglo XVII. De ésta ideología también se desprende el nacimiento de un delirio, o cuando menos, de una ilusión, que recurre a la aceleración de los procesos inventivos hasta límites insospechados, a la incursión arriesgada en el campo de la técnica hasta obtener las soluciones mas imaginativas para los problemas mas domésticos, o en el extremo, a las soluciones mas perfectamente reales para problemas completamente triviales, cuando no inexistentes. La invención esperanzada y exultante del burgués progresista corre el riesgo de encontrarse en el lugar de los inventos gratuitos, inútiles o utópicos, muchos proyectos pueden haber nacido en un animo lo bastante bullicioso como para eclipsas los inevitables datos racionales que dirigen y ordena la mente. En el caso de Robinson este es el prototipo del burgués esforzado y laborioso, pero también excesivamente ilusionado. Es el burgués ilustrado que a pesar de medir con cautela todos los pasos que han de conducirle a la satisfacción de sus anhelos, puede llegar a forjarse planes desorbitados cuyas consecuencias no se alcanzan a ver. Del dominio de la naturaleza al nacimiento de una naturaleza correlativa Dentro de la fase inventiva, el mito de Robinson ilustra el nacimiento de una cultura con memoria, una cultura consiente capaz de remodelar sus módulos culturales de acuerdo con el peso específico de su propia tradición y experiencia. Esta fase se caracteriza por el hecho de que sus modelos no son generados directamente por lo natural, sino que se generan mediatizadamente a partir de elementos ya culturales, es decir, elementos que obedecen ya a un trabajo en el seno de la natural y a una transformación de lo natural en un ob-jetum. El diseño alcanzó en algún momento la capacidad de iniciar la configuración de un microcosmos objetivo que se superpone a la propia naturaleza y la suplanta. Es el momento en que el mundo objetual deja de ser imitación, traslado o derivación de lo natural para empezar a adquirir verdadera carta de la naturaleza. Lo importante a considerar en el mito de Robinson no es el resultado final conseguido, sino el camino recorrido por el entre un proyecto de diseño y su realización. En la isla de Crusoe los proyectos van por delante de las necesidades, éstas no importan en si, sino en función del marco de necesidades heredadas de la cultura plenamente organizada del Robinson continental. Es decir el recuerdo operativo de lo que ya adquirió entidad de necesidad se anticipa a las contingencias reales y concretas, se trata de una memoria proyectiva que mira con esperanza hacia delante y proyecta las condiciones optimas para dar satisfacción a esta voluntad del futuro. Robinson se dispone a demostrar la supremacía del orden cultural por encima del supuesto caos

de la naturaleza. Dicho esto podemos afirmar que el hombre primitivo se adapta a las condiciones de vida propias de las situaciones y entornos con que se va topando, mientras que el hombre moderno no se conforma con un medio ambiente determinado sino que conforma el medio ambiente hasta adecuarlo con sus exigencias. El burgués moderno es un creador del entorno, un inventor de entorno. De la invención al consumismo En la fase inventiva los objetos tienen ante todo valor de uso, como los de la fase naturalista, pero difieren de estos en su génesis cultural y la tecnología proto-industrial con que han sido elaborados. Son la solución libre elegida entre un conjunto de soluciones “archivadas” por la historia a un problema que no es inédito. Lo que separa a Robinson de la fase consumista del diseño son dos cosas fundamentales, amabas co...


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