TPF trabajo final de TCyPT Manuel Puig PDF

Title TPF trabajo final de TCyPT Manuel Puig
Author Sol Rodriguez
Course Comunicacion Institucional
Institution Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales
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Manuel Puig trabajo final. Doble estandar, machismo, marianismo...


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TRABAJO PRÁCTICO FINAL (TPF) Universidad: Universidad de Cs. Empresariales y Sociales Facultad: Cs. Sociales Carrera: Licenciatura en relaciones públicas e institucionales Asignatura: Taller de comprensión y producción de textos Docente: Jorge Pradella Sede: Olivos Turno: Noche Autor: Sol Rodriguez

Puig construye a sus personajes con roles machistas o marianistas como una forma de criticar a la sociedad argentina

Resumen/ abstract El beso de la mujer araña (1976), Boquitas pintadas (1969) y la traición de Rita Hayworth (1965), tienen una cosa en común: personajes estereotipados que se rigen bajo las normas de la sociedad argentina. Manuel Puig, autor de las tres obras, hace una crítica hacia esta sociedad conservadora y la muestra como la categoría más baja del ser humano. Es por eso, que para el siguiente trabajo se buscará analizar la deconstrucción de la figura del macho argentino y de la mujer marianista. Además, se pondrá en tela de juicio la idea de que una crianza conservadora es la fuente catalizadora de conflictos que conlleva a que en la adultez se critique a todo aquello que salga de la norma, tal como la homosexualidad. Se buscará llegar a la conclusión que el doble estándar es un problema muy arraigado en la cultura argentina y hasta que estos prejuicios y estándares no se superen, no se podrá avanzar hacia la comprensión y aceptación del hombre o mujer homosexual.

Palabras clave Machismo – doble estándar – marianismo – femineidad – homosexualidad.

Introducción Manuel Puig (1932-1990) fue un escritor argentino que desafío y criticó los paradigmas establecidos en su sociedad. Nació en un pueblo, General Villegas, que sería fuente de inspiración para dos de sus ocho novelas . Puig manifiesta en sus obras un interés particular por el cuestionamiento de los roles sociales de género. En la traición de Rita Hayworth Puig busca demostrar cómo se castiga a quien no sigue los paradigmas establecido. Mientras que en el beso de la mujer araña muestra a dos 1

personajes que desestabilizan lo considerado como normal. Boquitas pintadas en cambio cuenta la historia de diferentes mujeres que se definen a partir de su relación con los hombres. Es interesante ver cómo Puig representa una sociedad machista. La Historia de la Literatura está abarrotada de actitudes machistas. Desde Neruda que en confieso que vivido (1974) describe cómo violó a una chica de clase baja y la trato como si le perteneciera solo por ser pobre. Hasta Nietzsche sentencia: “Si vas con mujeres, no olvides el látigo”. En la década de los 60 no se consideraba normal escribir sobre temáticas tabúes como la homosexualidad o la sexualidad femenina. Por ese motivo se buscó a un escritor que deconstruyera y reflexionara sobre la figura del macho como producto cultural. Por esto, el objetivo del presente escrito es analizar la construcción de los personajes a partir de los roles sociales predeterminados en tres novelas de Manuel Puig: El beso de la mujer araña (1976), Boquitas pintadas (1969) y la traición de Rita Hayworth (1965).

Machismo: agresividad El machismo suele asociarse con la agresividad y como veremos, ésta puede desahogarse de diversas maneras. La agresividad va de la mano con la elusión del miedo y las lágrimas, en muchos casos se debe a la inseguridad y el complejo de inferioridad. En las tres novelas nos vamos a encontrar con un tipo de masculinidad especifico llamada Masculinidad hegemónica: La forma hegemonial de masculinidad legitima el patriarcado y asegura la dominación de los hombres y la subordinación de las mujeres. Prescribe la heterosexualidad forzada como constituyente de la identidad de género y de la práctica en función del género; y posee el monopolio de violencia. Para que esta forma de masculinidad pueda imponerse como hegemonial, es necesario el apoyo de un poder institucional. El ideal cultural de masculinidad debe ponerse en escena y sancionarse permanentemente en los niveles de dirección de la economía, del ejército, de la política, etc. La masculinidad se reproduce gracias al trabajo de socialización sobre todo en la familia y la escuela. (Robert W. Cornell, 1999: 231)

Vamos a mostrar reiteradas veces como el hombre macho puigiano se comporta bajo el rol hegemónico, es decir, de manera violenta mostrando su fuerza y dominancia. En La traición…, Toto sufre de esta violencia ya que es diferente a los demás chicos. En vez de jugar con los varones, tiene amigas y juega con fotos de estrellas de cine. Toto es constantemente amenazado por otros niños más grandes, que le ordenan que no jueguen más con niñas o será violado. La violación es algo común en el colegio por parte de los niños más grandes. Pero en este caso violar no tiene nada que ver con ser homosexual, sino con mostrar dominación: En estas violaciones, se reproducen conductas con el fin de demostrar quién es más varón que el otro; en ese camino, la masculinidad hegemónica se vuelve un factor de riesgo para la vida de niños, niñas, mujeres y también de otros hombres. Hay que terminar con los discursos que determinan una forma de ser varón, con ciertas características y conductas, que nos coloca en una situación de poder máximo e hipersexualizados donde hay que competir con otros para ver quién es más macho. (Gutiérrez, 2005: 189)

A partir de la cita se puede reflexionar que las violaciones son un vínculo de liderazgo, se discute quien es más hombre y se expulsa al que no pertenece, como sucede en el caso de Toto. 2

El maltrato es un tema recurrente en las novelas de Puig. Siguiendo con la traición…, la violencia también se manifestaba en la casa de Toto. El padre, Berto, nunca daño físicamente a su esposa Mita, pero si se mostraba violento con la sirvienta Amparo, como lo manifiesta el siguiente dialogo: “—La señora me preguntó porque tenía el brazo morado. »—¿Qué brazo morado? »—Que usted señor sin darse cuenta me agarró fuerte del brazo hasta que le juré que no le iba a decir nada a la señora Mita.” ¿Por qué Berto si es un hombre violento no le pega a su esposa? Mita, madre de Toto, es el único aporte económico de la casa y sin eso él no tendría nada. Sin embargo, Berto recurre a la violencia para mostrar su hombría, ya que como este no puede alimentar a su familia siente que su posición como macho de la casa está siendo amenazada. Para reafirmar y concluir con lo que se estuvo hablando, se tomara la cita del psicólogo Prieur que en su libro Dinero y pareja habla sobre el comportamiento masculino cuando el hombre gana menos que la mujer: Sucede que los hombres que ganan menos que sus parejas se sienten avergonzados, amenazados en su papel histórico de proveedores, piensan que han perdido una de las bases de la masculinidad. Dinero es igual a poder y respeto, esto se lee como autovalía. Ganar menos que su mujer es faltar como hombres, es ser menos, es valer menos, es perder la hombría, pues tiene asociado de manera negativa que se es en tanto se gana. (Prieur, 2008: 32)

Si bien en los casos que vimos anteriormente, la conducta agresiva no era buscada, hay muchas veces que las mismas mujeres aceptan o incluso exigen la violencia de los hombres: En La traición…, Paquita le pide a Raúl García que la toque, aunque le haga mal. En El beso de la mujer araña Molina en una de sus conversaciones le dice a Valentín “—La gracia está en que cuando un hombre te abraza… le tengas un poco de miedo.” Por último, podemos ver que en boquitas pintadas que la Raba se imagina a Pancho como policía y piensa como se verá cuando le pegue a un preso y “—todos se agachen de miedo.”

Machismo: doble estándar Uno de los rasgos básicos del machismo como tal es la aplicación del doble estándar o la doble moral que significa que cierta conducta se considera aceptable en un grupo y se condena o no se admite en otro. “Al insistir la iglesia en la fidelidad conyugal y en la indisolubilidad del matrimonio, el papel de la mujer se redujo a trabajar en la casa, perpetuar a la progenie y satisfacer las necesidades del marido” (Rafael Sagrado, 2007: 13). Veamos como esto se aplica en los libros de Puig: Una de las características típicas del macho son sus relaciones promiscuas. Hay un sinfín de ejemplos de tal comportamiento en las tres obras escogidas. Los personajes femeninos (Paqui en La traición…, Nené en Boquitas pintadas y otras), en realidad víctimas de la seducción de los burladores, son, no obstante, las que también pagan por su propia imprudencia y debilidad puesto que no sólo se les ha quitado su honra, sino que también están expuestas a calumnias y condenación de parte de la gente en su alrededor. En cambio, los hombres no suelen recibir ningún castigo y su comportamiento mujeriego se tolera porque “simplemente los hombres son así”. 3

Veamos algunas muestras de las actitudes que toma la gente hacia el desenfreno sexual femenino: En la traición de Rita Hayworth al comienzo del libro las sirvientas conversaban sobre los hombres y el cuidado que hay que tener cuando estás con ellos “— cuídate porque ya saben que a tu hermana tu papá la echó de la casa por parir soltera.” Vemos el castigo social que tiene que cargar la mujer por desobedecer las reglas que la sociedad impone. En la cita solamente se nombra a la mujer como única responsable de ese descuido. “Cuando las mujeres son activas sexualmente son juzgadas duramente y se las caracteriza de «fáciles», «putas», «zorras», en cambio un hombre con mucha experiencia sexual es caracterizado como «hombre verdadero», «duro»” (Trujillo, 2009: 305). La cita nos ayuda a reafirmar lo que nos muestra Puig en sus libros: el doble estándar aparece cuando el hombre no es condenado por el error de sus acciones como sí la mujer. En Boquitas pintadas Juan Carlos (personaje central de la novela, típico Don Juan) es conocido por tener varias novias. No tiene el afán de ocultarlo. Nené le recrimina a Juan Carlos que tiene el pañuelo de otra mujer, a lo que este le contesta que es un hombre y tiene que vivir. La conducta de Juan Carlos nunca es castigada. Su madre rezándole a la Virgen María dice: “—Mi hijo no era un santo como él tuyo [...] pero no era malo [...] chiquilín, lo que él quería era divertirse siempre, ir con las chicas, ellas tienen más culpa que él. Los hombres son así”. La madre de Juan Carlos era consciente del carácter mujeriego de su hijo y aun así lo defiende. Si bien todo el pueblo conocía sus aventuras amorosas y lo seductor que era, se sigue culpando a las mujeres de la muerte de Juan Carlos. Los hombres en las novelas de Puig también están condicionados por el doble estándar: Desde chiquitos a los niños les enseñaban que los hombres no deben llorar y muchísimo menos tener miedo y se les enseñaba que lo más importante era sacar pecho, ser matón, pelear por cualquier cosa y defenderse a las trompadas, con patadas o espada, pero siempre defenderse y salir victoriosos . (Nachman, 2001: 29)

En La traición de Rita Hayworth vemos cuando el profesor de natación de Toto trata de que este se interese más en el deporte: “—A los celosos no los quiero y a los gallinas tampoco, miedo tienen las mujeres.” Provoca al niño comparándolo con las mujeres para que se sienta ofendido y quiera meterse en la pileta para encajar con el rol social del macho. Cuando el hombre muestra tener sentimientos es discriminado, a la mujer se le permite ser sensible mientras que al hombre no. Si un hombre llora se lo considera «puto», utilizado como la palabra más denigrante hacia un hombre que no encaja en el rol social. En el beso de la mujer araña, Molina, el personaje homosexual de la novela se entristece porque la película la mujer pantera está llegando al final. Valentín (encarcelado por ser partidario de ideas marxistas) le recrimina ser “demasiado sensible”, a lo que Molina responde: “—¿Y qué tiene de malo ser blando como una mujer? ¿Por qué un hombre o lo que sea, un perro, o un puto no puede ser sensible si se le antoja?”

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Valentín, como todo macho Puigianos, rechaza cuando un hombre se comporta como mujer, es decir mostrando una sensibilidad característica femenina. Este le pide que no sea sensible, no le gusta que un hombre muestre esa segunda cara. Al decir “blando como una mujer” condena, desaprueba. Se dictamina que solo las mujeres tienen derecho a ser blandas. Molina en su pregunta retórica denuncia lo que la sociedad está pidiendo de él: el comportamiento de macho.

Machismo: La figura paterna En La traición de Rita Hayworth es imperioso mencionar que la figura del padre aparece como formativa de la imagen del macho y parte activa de esta educación. El libro recibe el nombre La traición de Rita Hayworth por la relación entre Berto (padre) y Toto (hijo) con en el cine. Berto consideraba el cine como una actividad destinada a las mujeres. Sin embargo, en una ocasión acompaña a Toto y a Mita al cine donde Rita Hayworth protagoniza Sangre y arena. Toto se hace mucha ilusión cuando su padre va al cine. “—A papá no le va a gustar, ay que miedo, no le va a gustar, y ¡sí! muchísimo, que salió contento de haber ido [...] y papá decía que le gustaba Rita Hayworth más que ninguna artista, y a mí me empieza a gustar más que ninguna también [...] es una artista linda pero que hace traiciones.” Para Toto significó mucho que a Berto le gustara la película. Él declarará que, si bien Rita es una actriz que no le gusta, está dispuesto a aceptarla para que mejore la relación entre ellos. Pero en realidad a Berto no le atrajo la trama, sino que se interesó en Rita Hayworth como figura erótica. Berto, a continuación, desilusiona a Toto diciéndole que prefiere ver un partido de fútbol antes que hablar sobre la película. Rita Hayworth simboliza la traición en la vida de Toto. Primero piensa que con la película van a tener una relación mucho más cercana y después Berto traiciona a Toto interesándose más en el deporte que en la relación con su hijo. Esto muestra un claro contraste entre Berto y Toto. Ya que además de tener gustos diferentes respecto a los deportes también tiene diferentes gustos sexuales. Esto lo podemos ver en los pensamientos de Toto al hablar de Raúl García, un chico mayor de General Vallejos. “—Qué lindo irnos a vivir a una cabaña, porque con la fuerza que tiene puede matar a los osos y me salva [...] y después todas las noches le cuento una obra distinta y después empiezo a contarle cintas y jugamos a cuál es la cinta más linda.” No solo se puede ver la inclinación sexual que desarrolla Toto, sino también el deseo de ser percibido por un hombre. En la cita está tratando de mostrar lo que espera de su padre. Pero también al hablar de que Raúl García lo salva se vislumbra inconscientemente su preferencia erótica. Se lo puede considerar como un erotismo inocente, ya que a los nueve años la sexualidad no está desarrollada completamente. Anneli Taube, psicóloga alemana, retoma el tema sobre la relación entre padres e hijos. “El niño sentimental apartará al padre representante de la violencia y del autoritarismo, por ese motivo no le gustarán los deportes o los juegos violentos” (Taube, 1980: 10). Esto lo podemos ver en Toto y Berto: a Toto le gusta ir al cine mientras que a Berto le gustan los deportes. Berto trata de inculcarle a su hijo diferentes deportes, desde fútbol hasta andar en bicicleta, sin éxito. Esto abre una brecha en su relación. J.C. Flugel, Psicólogo y Psicoanalista Británico, habla sobre la moral según la figura paterna: Quienes en la infancia se han identificado con figuras paternas de conducta muy severa, al crecer les fascinará un régimen autoritario y condenarán sin piedad a

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los anormales sexuales. En cambio, aquellos que en la infancia de algún modo rechazaron dichas reglas de conducta de los padres, favorecerán las causas radicales, repudiarán las distinciones de clase y comprenderán a quienes tienen inclinaciones poco convencionales, por ejemplo, los homosexuales. (J.C Flügel, 1945: 86)

Mediante esta cita se puede afirmar que Valentín en el beso de la mujer araña tuvo un padre dominante. No se siente identificado con la figura paterna machista ya que no cree en un régimen autoritario sino todo lo contrario, lucha por lo que cree justo para mejorar a la sociedad. Se puede pensar que el padre de Valentín haya sido distante como el de Toto ya que no tomó sus costumbres conservadoras. Por último, si Valentín hubiera tomado la figura autoritaria de su progenitor no hubiera tolerado a Molina y por ende no hubiera sido capaz de entablar una relación erótica.

El marianismo Para acercarnos a la noción del marianismo primero nos valdremos de la definición formulada por Evelyn P. Stevens: El marianismo es el culto de la superioridad espiritual femenina, que considera las mujeres semidivinas, moralmente superiores y espiritualmente más fuertes que los hombres. Esta fuerza espiritual engendra la abnegación, es decir, la capacidad infinita de humildad y de sacrificio. (Stevens, 1997: 13)

El marianismo y el machismo suponen dos polos opuestos. La femineidad y la masculinidad. Cuando se introduce el cristianismo en América Latina se introducen también los roles de género. Se presenta una dicotomía que divide el trabajo entre géneros de modo que hay una agresiva y competitiva esfera pública dominada por los hombres y un equilibrio espiritual en la serenidad y seguridad del hogar dominada por las mujeres. El catolicismo contribuyó a la definición del rol de la mujer en la sociedad a través de la imagen idealizada de la Virgen María, la cual dio el nombre al marianismo. La Virgen María sirve de ideal de la mujer, la mejor representación de la naturaleza femenina. Nancy Frey Breuner en su libro The cult of the Virgin Mary in Southern Italy and Spain (1992) subraya el hecho que en España y el sur de Italia son dos áreas especialmente asociadas con el culto a la Virgen. No es por casualidad que se trate de dos lugares fuertemente vinculados con el machismo: Los hijos varones en España y el sur de Italia tienden a identificarse primero con la madre puesto que el padre es una persona física y emocionalmente distanciada. Más tarde se dan cuenta de que esta identificación maternal no está socialmente aceptada, lo que provoca en ellos una confusión y desemboca en comportamiento masculino exagerado, es decir, en el machismo. Por otro lado, lo que se espera de una mujer es fidelidad, pureza y pasividad. El rol más estimado en una mujer es el hecho de ser madre. (Carrol 1986: 35)

Basándonos en las observaciones de Nancy Frey Breuner podemos concluir que el culto a la Virgen facilita la solución de los problemas típicos de las culturas de España y el sur de Italia. El culto ayuda a los hombres a justificar su conducta machista y a la vez sirve a la mujer de instrumento para superar el sufrimiento y sentirse superior. El sacrificio de permanecer en casa con los hijos es de hecho su poder. 6

Desde luego no es por casualidad que la ascendencia de la población de Argentina, el país que nos interesa en el presente trabajo, se componga principalmente de inmigrantes italianos y españoles, es decir, provenientes de los países con mayor presencia del culto a la Virgen. En la traición de Rita Hayworth, Mita es un personaje que se predispone a la obediencia dejando sus deseos de lado: Hace lo que su esposo le ordena. Berto obliga a Mita a dormir la siesta junto a él. La prima de Toto, Tete, se da cuenta de que Mita no quiere dormir: “—Mita se queja de que Berto la hace quedar a dormir la siesta y no puede ir a tomar solcito”. Se ve claramente el marianismo de Mita, ya que a pesar de que no le gusta perderse la tarde durmiendo, obedece. El marianismo llega a un punto culminante, donde su marido no le permite llorar por la muerte de su hijo y esta se lo permite. Puig trata de representar una sociedad en el que la mujer tiene que quedar a sombra del hombre. En boquitas pintadas tanto la hermana como la mamá de Juan Carlos son dos personajes marianistas: hacen todo lo que Juan Carlos (el macho de la casa) les ordena, “—Le llevaron la comida en una bandeja a la cama. Juan Carlos halló que el bife estaba frío. Lo llevaron de nuevo a la plancha [...] Juan Carlos lo encontró demasiado cocido. Su madre y Celina estaban de pie en la habitación mirándolo, esperan...


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