9 grandes mujeres de la Biblia PDF

Title 9 grandes mujeres de la Biblia
Author cynthia vargas
Course OPTATIVA
Institution Universidad Católica de Santiago de Guayaquil
Pages 7
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Description

9gr andesmuj er esdel aBi bl i a LaBi bl i at i enev ar i osej empl osdemuj er est emer os asdeDi osquemar c ar onl adi f er enc i a ens umoment o.Es asmuj er ess edes t acar onenunmundodomi nadoporl oshombr es ,y demos t r ar onqueDi osnosus aat odospar ac umpl i rs uspr opós i t os .Es t asson9muj er es ques edes t ac ar on,per onos onl asúni c as . . . 1. Sar a Ll enadef e,r es pet uosa,boni t a,madr edel puebl odeI s r ael Sar a,aunquey aes t abaent r adaenaños ,abandonót odopar av i vi rel r es t odes uv i daen t i endasdec ampaña.El l aper maneci ós i empr eall adodesuespos o,Abr aham, apoy ándol o.Sar ac r ey óaDi os ,ycon90años ,v i or eal i z adosus ueñodet enerunhi j o. Di osl l enós ucor az óndeal egr í a. Sara dijo entonces: «Dios me ha hecho reír, y todos los que se enteren de que he tenido un hijo se reirán conmigo.» Génesis 21:6 2. Mi r i am Her manamay ordeMoi s es ,pr of et i s a,l í derdeal abanz a,i nt el i gent e Mi r i am nac i óyc r eci óc omoes cl av aenEgi pt o.Cui dódesuher manoMoi s ésc uandoél er a unbebé.Es eesel mi s moMoi s ésaqui enDi osus ópar al i ber aral puebl odel aes cl av i t ud. Ademásdes erl í derdeal abanz a,Mi r i am er apr of et i s ayer amuyr espet adaporel puebl o hebr eo. Miriam les cantaba así: Canten al Señor, que se ha coronado de triunfo arrojando al mar caballos y jinetes. Éxodo 15:21 La sabiduría de Miriam para superar las crisis El faraón había determinado que cada egipcio tenía que matar a los niños que nacieran de judías (Ex 1,22). Esa orden puso en riesgo la vida de Moisés, que aún era bebé. Pero la estrategia de la madre de Moisés y Miriam, su hermana, le salvó la vida. No fue fácil. Miriam mostró una sabiduría grandiosa al seguir al niño que fue colocado en una cesta en el río, convenciendo a la hija del faraón de entregar al niño a su propia madre, para que cuidara de él durante algún tiempo (Ex 2,7). Ella salvó la vida de Moisés con su forma sabia de lidiar con las situaciones adversas.

3. Raj ab Val i ent e,c r ey ent eenDi os ,sal v osuf ami l i a

Raj aber aunapr os t i t ut adeJer i cóques al v ól av i dadedoses pí ashebr eos .Es af uel a r az ónporl aquesuf ami l i asesal v óc uandol oshebr eosat acar onJ er i có.Gr aci asas uf e, es t amuj erdes pr ec i adas eganóunl ugarent r eel puebl odeI s r ael ,l l egóas erunodel os ant epas adosdeJ es úsyobt uv ounpuest oent r el oshér oesdel af e. Por la fe la prostituta Rajab no murió junto con los desobedientes, pues había recibido en paz a los espías. Hebreos 11:31 El temor de Dios de la prostituta Raabe Raabe es mencionada en la Biblia como prostituta. La Biblia no esconde lo que era ella. Pero tampoco esconde el cambio que estaba ocurriendo en su corazón. En el diálogo que tuvo con los espías de Israel, que ella escondió en su casa con el objetivo de protegerlos, ella nos muestra un grandioso temor de Dios: “Al oírlo, ha desfallecido nuestro corazón y no se encuentra ya nadie con aliento en vuestra presencia, porque Yahveh vuestro Dios, es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra.” (Jos 2,11). Una gran confesión de temor al Señor. Considerando que Raabe vivía en medio de un pueblo pagano, la declaración de ella muestra cuán grande fue su temor. Tan grande fue su actitud frente a Dios, que formó parte de la genealogía de Jesucristo (Mt 1,5).

4. Débor a J uez a,pr of et i sa,l í derdeguer r a Débor aer aunapr of et i s ayj uez aquel i der abaI s r ael cuandonohabí ar ey .El l aconv oc óel ej ér ci t oyani móal osguer r er osader r ot aral osopr es or es.Baj oel l i der az godeDébor a, I sr aelt uv opazdur ant e40años . Los guerreros de Israel desaparecieron; desaparecieron hasta que yo me levanté. ¡Yo, Débora, me levanté como una madre en Israel! Jueces 5:7 5. Rut Leal ,dedi c ada,t r abaj ador a,fi elaDi os Rutnoer ai s r ael i t a,per oseganóunl ugarent r eel puebl odeDi ospors udedi cac i óna Di osyporel amoras us uegr a.El l aabandonósuc as ays uf ami l i apar as er v i raDi os .Rut er at r abaj ador ayr espet uos a.Conqui st óel c or az óndeBoozyf uel abi s abuel adel r ey Dav i d. Pero Rut respondió: ―¡No insistas en que te abandone o en que me separe de ti! Porque iré adonde tú vayas, y viviré donde tú vivas.

Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios. Rut 1:16 6. Ana Muj erdeor aci ón,fi el ,ador ador a,madr edel pr of et as amuel Ananopodí at enerhi j os ,per oconfi abaenDi osyor óconf eporuno.CuandoDi ossel o di o,el l as el odedi cóc omomues t r adeagr adeci mi ent o.Samuel sec r i oenel t empl oyl l egó as erungr anpr of et a. Ana elevó esta oración: Mi corazón se alegra en el Señor; en él radica mi poder. Puedo celebrar su salvación y burlarme de mis enemigos. 1 Samuel 2:1 La perseverancia en la oración de Ana Ana no había tenido una vida fácil. Su marido Elcana se había aprovechado de la tradición para tener dos mujeres (1 S 1,2). Además, Ana era estéril, algo considerado como una especie de maldición en su época. Era despreciada por la otra esposa del marido y cargaba una gran tristeza en su corazón a causa de todo eso (1 S 1,6). Pero no desistió de su objetivo de tener un hijo y no se entregó a la murmuración, por el contrario, fue perseverante en la oración y pudo decir: “”Concibió Ana y llegado el tiempo dio a luz un niño a quien llamó Samuel, «porque, dijo, se lo he pedido a Yahveh” (1 S 1,20).

7. Est er Boni t a,i nt el i gent e,v al i ent e,s ens at a Es t erer aunac hi cai s r ael i t aqueganóel c oncur s odebel l ez amási mpor t ant edes ut i empo ys econv i r t i óenl ar ei nadePer s i a.El l af uemuyv al i ent eyar r i es gósuvi dapar asal v ara s upuebl odeunagr anmas ac r e.Di osl edi obel l ez a,gr ac i aei nt el i genci aaEs t erpar aque el l apudi er apr ot egeras upuebl o. Al rey le gustó Ester más que todas las demás mujeres, y ella se ganó su aprobación y simpatía más que todas las otras vírgenes. Así que él le ciñó la corona real y la proclamó reina en lugar de Vasti. Ester 2:17 8. Mar í a Humi l de,obedi ent e,pens ador a,madr edeJes us

Mar í aer aunaj ov ens enci l l aquef uees cogi dapar aunagr anmi s i ón:serl amadr ede J es ús .El l anor echazóesami s i óns i noquel aacept óconf e.Cons egur i dadyapl omo Mar í aayudóaeduc araJ esúsy ,añosmást ar de,l ovi or es uci t adoengl or i a. ―Aquí tienes a la sierva del Señor —contestó María—. Que él haga conmigo como me has dicho. Lucas 1:38 1 – La humildad de María, madre del Señor Jesús María fue elegida entre diversas muchachas para ser la madre del Salvador. Tal vez eso pudiera haber llevado a su corazón cierto orgullo, cierta altivez. Ella, sin embargo, dijo algo que todos necesitamos decir diariamente a Dios: “Y dijo María: «Engrandece mi alma al Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada…” (Lc 1, 46-48). La humildad de María, al ponerse en las manos de Dios y cooperar con el Señor en su gran misión, es algo realmente fascinante, que todo creyente debería imitar.

9. Pr i sci l a Pr of es or a,v al i ent e,cooper ador a,l í derenl ai gl es i a Pr i s c i l aesunej empl odel t r abaj oenequi po.El l at r abaj abacons umar i do,Aqui l a, di f undi endol apal abr adeDi os .El l oser anami gosdePabl oyf undar onunai gl esi aens u c asa.Pr i sc i l ayAqui l at ambi énenseñar onypr epar ar onaunhombr el l amadoApol ospar a l aobr adeDi os . Saluden a Priscila y a Aquila, mis compañeros de trabajo en Cristo Jesús. Por salvarme la vida, ellos arriesgaron la suya. Tanto yo como todas las iglesias de los gentiles les estamos agradecidos. Romanos 16:3-4

Antiguo Testamento 1. Eva, madre de todos los vivientes. “Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes”. Gen 3.20. Eva fue el punto y final de la creación de Dios. Su presencia señalaba la conclusión de toda la creación. Fue la encarnación viviente de la gloria de la humanidad (1 Corintios 11.7). En su estado original, incontaminada por ningún mal, libre de cualquier enfermedad o defecto, preservada de toda imperfección, Eva era el arquetipo perfecto de excelencia femenina. Era magnífica en todo sentido

2. Sara, fue la esposa de Abraham y madre de Isaac. Según el libro de Génesis, su nombre original era Sarai pero Dios lo cambió a “Sara” antes de concederle el milagro de tener un hijo a la edad de 90 años. Sara era un nombre para mujeres distinguidas y Sarai significa princesa. Sara, siendo anciana y estéril y deseando que se cumpliese la voluntad de Dios respecto a la descendencia de Abraham, le incitó a tener un hijo con su esclava Agar pero más tarde, después del nacimiento milagroso de su propio hijo Isaac, expulsó a la mujer y a su hijo Ismael. Sara es la única mujer en la Biblia a la que Dios habla directamente. Abraham admiraba su don de profecía y su inteligencia, escuchando todos sus consejos.

3. Ruth. El Libro de Ruth narra la historia de Elimelec, un hombre de Belén de Judá quien emigró con su familia al país de Moab. Su esposa era Noemí y sus hijos Quilión y Majlón. Al morir Elimelec sus dos hijos se casaron con Orfá y con Rut respectivamente, ambas de Moab. Años más tarde murieron Quilión y Majlón, y Noemí decidió regresar a Belén de Judá acompañada por sus dos nueras. Pero Rut decidió quedarse con Noemí, por lealtad hacia ella, a pesar de que ésta pidió a ambas que regresaran con sus familias a Moab. Debido a la pobreza en que vivían Noemí y Rut en Belén, ésta se puso a trabajar en el campo de Booz recogiendo los granos sobrantes de la cosecha. Booz era uno de los goeles (descendientes de un antepasado común, quienes se hacían responsables de la familia, si ésta no tenía descendencia) de la familia de Elimelec y, como otro goel no estuvo dispuesto a casarse con Rut ni a hacerse responsable de la pésima situación en que se encontraban Noemí y Rut, ese deber lo aceptó Booz, quien ya se había sentido atraído por la moabita. De ese matrimonio nació un hijo, Obed, quien más tarde fue el abuelo del rey David. Así Rut ingresa por sus propios méritos y virtudes en la religión judía, a pesar de su ascendencia moabita y de adorar a un diferente dios.

4. Ana. Penina siempre molestaba a Ana y la hacía sentir mal porque el Señor no le permitía tener hijos. Un día, después de comer, Ana se levantó calladamente y se fue a orar al santuario. El sacerdote Elí estaba allí. Ana estaba muy triste y lloraba mucho mientras oraba al Señor Le hizo una promesa a Dios: “Señor, Todopoderoso, mira lo triste que estoy. ¡Acuérdate de mí! No me olvides. Si me concedes un hijo, te lo entregaré a ti. Será un nazareo: no beberá vino ni bebidas embriagantes, y nunca se cortará el cabello”. Elcaná tuvo relaciones sexuales con su esposa Ana, y el Señor se acordó de Ana. Ella concibió y para esas fechas al año siguiente, dio a luz un hijo. Ana le puso por nombre Samuel, pues dijo: “Su nombre es Samuel porque se lo pedí al Señor”. Ese año Elcaná fue a Siló con su familia para ofrecer sacrificios y cumplir las promesas que le había hecho al Señor. Pero Ana no lo acompañó, sino que le dijo:

—No iré a Siló hasta que el niño tenga la edad suficiente para comer alimento sólido. Entonces se lo entregaré al Señor, será un nazareo y se quedará en Siló. Luego Ana entregó el niño al sacerdote Elí, y le dijo: —Perdón, señor, yo soy la misma mujer que usted vio orar al Señor. Le aseguro que lo que digo es cierto. Oré por este hijo, y el Señor contestó mi oración, dándomelo. Ahora se lo entrego al Señor, y él le servirá toda su vida. Entonces Ana dejó ahí al niño y adoró al Señor.

Y, en el Nuevo Testamento 5. La profetisa Ana. Lucas, en su Evangelio, cita y recoge el testimonio de los pocos testigos que consiguieron ver al Mesías en el infante recién nacido: sus padres, María y José, los ángeles, los pastores, los magos, Simeón y Ana, de la que dice Luas. 2,36-38 : “Estaba también allí, Ana, profetisa, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad muy avanzada, había vivido con su marido siete años desde su virginidad y era viuda hacía ochenta y cuatro años. Y no se apartaba del Templo, sirviendo de noche y de día con ayunos y oraciones. Esta, presentándose en la misma hora, daba gracias a Dios y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén”.

6. María Magdalena, de la que el Señor expulsó siete demonios y luego, atraída por la misericordia de Jesucristo, se convirtió en una de las mujeres valientes que asistían a Jesús. La primera persona a la que Cristo habló después de su resurrección. Conforme Cristo anunció, allá donde se predica el Evangelio se habla de esta mujer que, con un gran corazón, supo hacer una conversión radical de su vida. La valentía de María Magdalena para superar el pasado La Biblia dice que María Magdalena era una endemoniada. Jesús expulsó de ella siete demonios (Lc 8,2). No tenemos muchos detalles del pasado de esa mujer, sin embargo, ciertamente no fue un pasado que agradara a Dios. Ella, no obstante, tuvo el valor de superar su pasado negro y ser una gran sierva del Señor Jesús. Ella es mencionada siempre en compañía de los discípulos, y fue la primera en saber y creer en la resurrección de Jesucristo (Mt 28,1). Fue una mujer que mostró una superación inigualable, un verdadero retrato de transformación que Dios opera en la vida de las personas.

7. La Mujer samaritana, cuyo nombre no conocemos, aunque era muy conocida en su ciudad y, después de su mala vida pasada, se convirtió en evangelizadora al conocer ¨las fuentes de agua viva¨ que Cristo le descubre. El fervor misionero de la mujer samaritana La mujer samaritana, como todos saben, tuvo un gran encuentro con Jesús cerca de un pozo donde fue a buscar agua (Jn 4,9). Jesús le revela los errores que ella había cometido en el pasado y el presente, y le dijo algo muy poderoso que impactó su corazón. ¿El resultado? El fervor misionero se apoderó del corazón de esa mujer, que llevó las palabras de Jesús a su pueblo, que no lo conocía: “La mujer, dejando su cántaro, corrió a la ciudad y dijo a la gente: «Venid a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho. ¿No será el Cristo?» Salieron de la ciudad e iban donde él.

8. Las hermanas Marta y María, de la familia de Lázaro en Betania, donde Cristo encontraba un hogar de amigos en los que podía confiar y un lugar donde encontrar reposo. Cristo las puso de modelo de cómo se hace compatible el trabajo y la oración.

9. Lidia: con un corazón hospitalario facilitó la entrada del cristianismo en la Europa de entonces, al acoger y proteger en su hogar a los discípulos que necesitaban donde refugiarse. En Hechos 16,13 se narra su conversión. Lidia era vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira. Se convirtió y albergó a Pablo en su hogar en ese día y posteriormente cuando Pablo salió de la cárcel. Luc 16,40 La Biblia enaltece y exalta a las mujeres. Por eso, donde quiera que se difunda el Evangelio, la consideración legal, social y espiritual de la mujer se eleva. El carácter de la mujer virtuosa sin nombre de proverbios Los últimos versículos del libro de Proverbios están dedicados a alabar el carácter de una mujer que no tiene nombre, pero que bien podría ser alguna de las grandes mujeres de Dios, que existieron y existen en nuestros tiempos. Esa mujer presenta virtudes en el cuidado de la familia, del marido, de los hijos; en la forma honesta y dedicada con la que trabaja; en el ejemplo que da al prójimo, en la forma sabia con la que vive su vida, etc. Este texto muestra un resumen de las cualidades de las mujeres de Dios y cómo éstas son importantes....


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