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ARTE Y CIUDADANÍA En el presente apartado, se encontrará los referentes teóricos con relación al eje problematizador arte y ciudadanía, generando un análisis desde sus antecedentes históricos, el accionar de la ciudadanía y la participación de sujetos con discapacidad en los diferentes escenarios culturales; este es uno de los principales ejes de la investigación, el cual, surgió desde las necesidades observadas y expuestas por los docentes en formación y el grupo poblacional. Así mismo, pretende fortalecer la capacidad de expresión a través de múltiples formas que nos ofrece el arte, generando nuevas experiencias significativas en contextos culturales, sociales y políticos, donde los autogestores se involucren desde una participación activa para obtener una postura crítica, reflexiva y de pertenencia en la comunidad. Para iniciar con el abordaje conceptual surge un interrogante, ¿Qué relación tiene el arte y la ciudadanía con la participación social de sujetos con discapacidad? A grandes rasgos el arte puede ser visto como un lenguaje que trasciende y acompaña al ser humano a lo largo de la vida, se presenta en algunas ocasiones como un facilitador para expresar la comprensión interna y externa que se tiene acerca del mundo que le rodea, es en este contexto que resurge con fuerza la formación ciudadana desde el aprecio de las culturas e ideologías de la sociedad, a partir del conocimiento, respeto e interacción con los que son considerados distintos; contribuyendo a ser ciudadanos cultos, tolerantes y solidarios. El arte inicialmente, es una actividad dinámica y unificadora que permite la máxima expresión de los sujetos que están inmersos en la sociedad, llevándolos de esta forma a un mundo multisensorial desde un proceso de selección, interpretación y reflexión de algunos elementos educativos y culturales, los cuales varían, dependiendo desde donde se mire, se escuche o se perciba, es por ello, que el arte se considera como un idioma universal, el cual, permite sentir, expresar y evocar sentimientos e ideas.

A lo largo de la historia se desarrolla el dominio de lo estético, lo filosófico, lo psicológico y lo educativo, como una forma de expresión, representación y comunicación de las experiencias que vive cada ser humano; que proporciona nuevos enfoques y conocimientos para desarrollar una acción en el futuro, manteniendo abierta las perspectivas sobre su realidad y la del otro; utilizando sus propios códigos y símbolos de acuerdo a la cultura perteneciente, Efland (2004) afirma: “La función de las artes a través de la historia cultural humana ha sido y continúa siendo una tarea de ‘construcción de la realidad’. Las diferentes artes construyen representaciones del mundo […] que pueden inspirar a los seres humanos para comprender mejor el presente y crear alternativas de futuro. Las construcciones sociales que encontramos en las artes contienen representaciones de estas realidades sociales que contribuyen a la comprensión del paisaje social y cultural en el que habita cada individuo” (p. 229). Las artes en la educación parten de una concepción que subraya las aplicaciones y características que las artes poseen, como medio de intervención para atender a las necesidades de la comunidad, donde la enseñanza artística va a desarrollarse como vía para una posible transformación, desarrollando una racionalidad de carácter cultural, que considera las artes como una manifestación que usa diferentes representaciones como mediadores de significados en cada época y cultura. Con esto se observa un concepto general que no pretende ser absoluto, pero a la vez sugiere lo particular del arte según el medio social en el cual se desenvuelve el sujeto, a partir de una serie de estrategias que, de modo personal o colectivo guíen hacia una construcción de la realidad, simplemente para descubrir nuevas oportunidades y experiencias, por el contrario es para concretar conocimientos y asumir posturas; no desde un aprendizaje memorístico e ideal que no beneficie ni trascienda en la sociedad, sino desde una educación que se encargue de los diferentes atributos del proceso de enseñanza y aprendizaje que

medien la capacidad de agudizar los sentidos, el interés, la participación y la sensibilidad, como una oportunidad para aprender y ser agentes activos en los diferentes escenarios. Partiendo de que el arte es una puerta a las diversas formas de percibir y analizar el mundo, siendo este el único que, por medio de su cultura, ciencia, música y pintura, puede transformar el conocimiento y la percepción del mismo; se encuentran inmersos dentro de ello cuatro tipos de lenguajes artísticos, los cuales son: musical, expresión corporal, literaria, y audiovisual; esto permite que el arte sea flexible, debido a que no tiene ningún grupo poblacional como preferencia; como se nombró anteriormente es multisensorial, lo cual permite que se correlacione perfectamente con la educación, siendo este un facilitador para el proceso de enseñanza- aprendizaje que no es solamente recopilar información y almacenarla, al contrario, permite que esta información sea tan vital e importante para utilizarla en la cotidianidad de los sujetos. Los lenguajes artísticos anteriormente mencionados permiten que los sujetos inmersos en el contexto logren generar, crear y transformar la capacidad creativa que el arte evoca por medio de estos. El arte y los lenguajes artísticos propician en los sujetos gran motivación para desarrollar habilidades y destrezas, es por ello, que el arte visto desde la educación es lograr hacer entender que lo importante de hacer arte no es el producto (pinturas, obras de teatro, baile, etc.), si no por el contrario, lo importante es evidenciar el proceso el cual permite ver los avances de los sujetos inmersos, retomando el termino de lenguajes artísticos Ros (2004) propone que: El arte como un medio específico de conocimiento, ya que nos permite conocer, analizar e interpretar, producciones estéticamente comunicables mediante los diferentes lenguajes simbólicos (corporales, sonoros, visuales, dramáticos, literarios), y es aquí, por lo tanto, donde entran en juego los procesos de enseñanza-aprendizaje. (P. 2) La educación artística y ciudadana tiene como función reflejar los cambios que se producen en la sociedad, debatir y presentar el concepto de ciudadanía,

cuyo sentido político y cultural se relaciona muy directamente con actitudes de colaboración, compromiso y reconocimiento. En este ámbito concreto, la ciudadanía genera formas colectivas de subjetividad como expresión de la dimensión estética que conlleva la participación activa en la producción de cultura, por ende, el sujeto confía cada vez más en el contacto real con el ambiente que se da a través de los sentidos. Lo anterior, trae consigo un desafío, el contexto donde se lleva a cabo lo teórico – practico, que ha de desarrollarse tanto en el ámbito formal como en el no formal, el cual, pretende generar un espacio de apoyo para la construcción del arte desde el ser y no desde el hacer, el cual está subordinado al proceso desde sus pensamientos, percepciones, sentimientos y reacciones frente al mundo, propiciando una identidad ciudadana desde los puntos críticos de la gestión, por ello, Jiménez, Aguirre y Pimentel (2009) afirman: Las intervenciones urbanas buscan confrontar y cuestionar la relación del ciudadano con el entorno, generando propuestas tanto en el orden simbólico como en el práctico. Estas intervenciones están configuradas en el ámbito de la experimentación de las prácticas artísticas contemporáneas que investigan los imaginarios urbanos a partir de las fronteras entre lenguajes, medios y contextos. Muchos de estos procesos colaborativos se basan en la apropiación, pertenencia y resignificación del patrimonio material e inmaterial urbano, siendo el arte público y relacional su plataforma de operaciones. (p.17)

CONSIDERO QUE DE LO QUE MAS FALTA ES EL ARTE COMO SURGE EN LA DISCAPACIDAD....