Campos Ocupacionales Ebanistería Artesanal E Industrial PDF

Title Campos Ocupacionales Ebanistería Artesanal E Industrial
Author Julio Samayoa
Course Educación a distancia
Institution Universidad de San Carlos de Guatemala
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Campos Ocupacionales Ebanistería Artesanal E Industrial...


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CAMPOS OCUPACIONALES  EBANISTERIA ARTESANAL E INDUSTRIAL La ebanistería es una especialización de la carpintería orientada a la construcción de muebles. El término procede de un tipo de madera, el ébano, considerada preciosa desde la antigüedad, procedente de un árbol angiospermodicotiledóneo de origen africano (Diospyros ebenum), que da una madera dura y pesada, negra en el centro y blanca en la corteza. La ebanistería se distingue de la carpintería en que produce muebles más elaborados, generando nuevas técnicas y complementándolas con otras para la manufactura de algunas piezas, tales como la marquetería, la talla, el torneado y la taracea, entre otras técnicas. Aun sin ser característica propia el uso de algún material específico, la ebanistería busca desarrollar muebles de mejor calidad y diseño. Este es el oficio que acompaña el proceso de diseño del mobiliario, ya sea comercial o doméstico. El arte del ebanista, como el del carpintero, exige una gran práctica en los talleres para la parte ejecutiva, y algunos conocimientos de geometría para el trazado. El ebanista ha de inventar formas con arreglo a los caprichos de la moda y saber hacer los cortes necesarios para llegar a ellas. El término «ebanista» apareció en Francia en el siglo xvii, donde el ébéniste se diferenciaba del menuisier o carpintero. Así como el carpintero trabajaba piezas talladas de maderas corrientes, el ebanista se dedicaba a los muebles chapeados, los primeros de los cuales se realizaban en madera de ébano. El término es citado por primera vez en unos documentos oficiales en 1657. Es una práctica o arte especializado en la carpintería y dedicada mayormente a la construcción y desarrollo de muebles. A diferencia de la carpintería tradicional, la ebanistería industrial es la técnica que produce muebles mucho más preciosos y elaborados. Complementando la manufactura con técnicas de elaboración renovadas, entre las que podemos encontrar el torneado, la marquetería, el tallado y algunas otras. La aplicación del proceso de ebanistería industrial requiere de una gran práctica sobre todo en lo que a conocimientos de trazado geométrico se refiere. Ya que es el arte de innovar reformas y arreglos en un mueble en relación a las necesidades y el avance de la moda.La ebanistería tuvo sus inicios en el trabajo con madera de ébano —de ahí su nombre—, que antiguamente era muy rara y costosa, proveniente sobre todo de Córcega y del norte de África. Por ello, la confección de muebles con esta madera se convirtió en un oficio de calidad artesanal, donde junto a la técnica se valoraba la habilidad del ebanista, así como la artisticidad de la decoración elaborada en ellos. A partir del siglo XVII, el ébano comenzó a ser sustituido por maderas teñidas. Desde entonces se entiende la ebanistería como la confección de muebles con maderas valiosas, que pueden estar recubiertas de diversos elementos como paneles lacados, planchas de cerámica, apliques metálicos o piedras preciosas.

De época antigua no quedan muchos testimonios, tan sólo algunos hallazgos arqueológicos y representaciones de obras de ebanistería en pinturas y relieves. Los ejemplos más antiguos se encuentran en la antigua Mesopotamia, con muebles de ébano y marfil para uso de la realeza, datados en torno a los siglos VIII y VII a. C. En el antiguo Egipto hallamos ejemplos como los muebles de cedro con taraceas de ébano y marfil de las tumbas de Ju’e y Tu’e (Museo Egipcio de El Cairo). En la tumba de Tutankhamon se hallaron diversos muebles de uso personal del faraón, de gran calidad artística. Las principales tipologías solían ser: escabeles, cofres para objetos preciosos, mesillas de un pie (monopodium), camas con patas en forma de animales diversos (toro, chacal, león), etc. En Grecia se realizaban muebles con ébano, marfil, plata y oro, como se describe en la fabricación de la cama de Ulises en la Odisea (1. XXIII). Entre sus principales realizaciones hallamos: escabeles, sillas de respaldo inclinado sin brazos (klismos), camas de tablas colocadas sobre caballetes, cajas ambivalentes que servían como contenedor de objetos o como asiento, etc. De la Antigua Roma destaca el triclinium —de origen etrusco—, lecho donde los romanos se recostaban a comer. En época imperial se dieron muebles con decoración helenística de gran lujo, con patas de mármol en forma de leones, grifos, esfinges y otros animales, a menudo con adornos de bronce. Los muebles más usados eran: sillas de respaldo inclinado ( cathedra), escabeles de sección redonda con patas de tijera (sella) y armarios con estantes interiores cerrados por dos batientes. Durante la Edad Media predominó la simplicidad y la severidad, como correspondía a la nueva religión preponderante, el cristianismo, que propugnaba la pobreza y la austeridad. En los monasterios nació el escritorio, mesa con puertecillas y estantes, con atriles y repisas para libros. Proliferaron los arcones, que servían para guardar ropa y, a la vez, como asiento. Las camas ganaron en altura y se aislaron del suelo, a menudo decoradas con baldaquinos con cortinas. Las mesas (mensae) eran largas y apoyadas en trípodes. Las sillas eran plegables con patas curvadas (faldistorium). En el gótico se puso de moda una decoración inspirada en la arquitectura de las catedrales, con ojivas, rosetas y ventanillas polilobuladas. Cabe destacar igualmente en esta época la riqueza decorativa desarrollada en las sillerías de los coros de catedrales y monasterios. En el Imperio bizantino el mobiliario era más lujoso que en Occidente, con incrustaciones de oro, plata y nácar, y revestimientos con paños y cojines. A finales del siglo XIX, la llegada del modernismo (llamado Art Nouveau en Francia, Modern Style en Reino Unido, Jugendstil en Alemania, Sezession en Austria, Liberty en Italia, etc.) supuso una gran revolución tanto en la ebanistería como en todas las artes aplicadas e industriales, destacando el diseño como factor dinamizador de un concepto más abierto de la relación entre los diversos elementos decorativos y su espacio circundante: así, los arquitectos modernistas diseñaban de forma conjunta tanto el espacio arquitectónico como todo su continente, en el que la ebanistería tuvo un papel relevante en el diseño de interiores. Un claro exponente fue Antoni Gaudí, que diseñó muchos de los muebles para sus obras, tanto civiles como religiosas: así, desde el diseño de un pupitre para su propio despacho al comienzo de su carrera, pasando por el mobiliario diseñado para el palacio de Sobrellano de Comillas, realizó todo el mobiliario de las casas Vicens, Calvet, Batlló y Milà, del palacio Güell y de la torre Bellesguard, para desembocar en

el mobiliario litúrgico de la Sagrada Familia. Es de remarcar que Gaudí efectuó estudios de ergonomía para adaptar su mobiliario a la anatomía humana de la forma más óptima posible. Buena parte del mobiliario que diseñó se expone actualmente en la Casa-Museo Gaudí del parque Güell. Silla roja y azul, de Gerrit Thomas Rietveld (1923).

Uno de los factores que propiciaron la rápida difusión del diseño modernista fue el gran aumento de los medios de comunicación en el siglo XIX, junto a la celebración de eventos especiales como las exposiciones universales. Estos factores, unidos al incremento de un número cada vez mayor de público capaz de adquirir obras de arte y artesanía, propició un ambiente cada vez más dinámico e interrelacionado que comportó un aspecto de democratización del gusto, propiciando las corrientes de moda que tanta importancia tendrían en el siglo XX. Entre los ebanistas y decoradores modernistas destacaron Henry van de Velde, Georges de Feure, Émile Gallé —autor de muebles de estilo neo-rococó— Eugène Vallin, Charles Rennie Mackintosh, Richard Riemerschmid, Carlo Bugatti, Gaspar Homar, Joan Busquets, etc. En el siglo XX la ebanistería tuvo una rápida evolución, marcada por el uso de nuevos materiales y tecnologías más avanzadas, y con una clara apuesta por el diseño como base creadora. Uno de los estilos más innovadores ha sido el art déco (de arts décoratifs, «artes decorativas» en francés, por la Exposición de Artes Decorativas de 1925 en París), movimiento que supuso una gran revolución para el interiorismo, enmarcado en una producción de lujo destinada a la burguesía de la belle époque. Este estilo se caracterizó por un tipo de mobiliario de formas cuadradas y geométricas, con materiales ricos y suntuosos. En 1919 Louis Süe y André Mare crearon la Compagnie des Arts Français, caracterizada por un mobiliario de inspiración tradicional pero exuberante decoración, como su sala de música para la exposición Un Musée d'Art Contemporain de 1925. Otros exponentes fueron Jacques Émile Ruhlmann, Eileen Gray, Jean Dunand y Pierre Chareau. Otro gran adelanto se produjo con la escuela de la Bauhaus, que frente a la excesiva ornamentación del art déco introdujo un concepto de diseño más racional y funcional, más adaptado a las necesidades reales de la gente. Esta institución pretendía romper las barreras entre arte y artesanía, con una clara apuesta por la producción industrial. Su diseño se basaba en la simplicidad, la abstracción geométrica y el uso de colores primarios y de nuevas tecnologías, como se hizo patente en el mobiliario de acero tubular creado por Marcel Breuer, el sillón Barcelona de Ludwig Mies van der Rohe, los muebles de conglomerado de Alvar Aalto, etc. La asignatura de ebanistería la impartía el arquitecto Walter Gropius, que formó a una generación de diseñadores de gran creatividad. Igualmente, el grupo holandés De Stijl, de estética abstraccionista (el neoplasticismo), desarrolló un estilo interiorista basado en la simplicidad, las formas geométricas y los colores primarios, como la famosa silla roja y azul de Gerrit Thomas Rietveld (1923)....


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