CAPÍTULO 12. TEORÍA E INVESTIGACIÓN EMPÍRICA EN SOCIOLOGÍA. PDF

Title CAPÍTULO 12. TEORÍA E INVESTIGACIÓN EMPÍRICA EN SOCIOLOGÍA.
Course Introduccion a la Socilogia II
Institution UNED
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Arantxa Correas Cebrián 2014

CAPÍTULO 12. TEORÍA E INVESTIGACIÓN EMPÍRICA EN SOCIOLOGÍA. 1.- La dimensión teórica y empírica de la Sociología. Lo que define a la ciencia es la finalidad y el método. La finalidad es práctica. De lo que se trata es de obtener conocimientos útiles. El método debe ser objetivo y racional. El fundamento de toda ciencia es que toda teoría ha de basarse en hallazgos empíricos y verificables y toda investigación empírica debe desarrollarse en el marco de una teoría relevante. Como ha subrayado Parsons, el más importante de los índices de la madurez de una ciencia es el estado de su teoría sistemática. Por lo tanto, lo que validará, a la larga, el carácter científico de la Sociología será su capacidad para desarrollar teorías verificables basadas en hallazgos empíricos y que tengan alguna utilidad práctica. Pero, el desarrollo de teoría sistemáticas en Sociología se ve obstaculizada en la práctica por dos graves dificultades: – El derivado de todas las dificultades metodológicas y de la parquedad de las herramientas con que proceder a cumplir su cometido investigador. – El concerniente a los problemas de cómo articular teóricamente los complejos hechos que son objeto de sus estudio, ya que al ser dinámicos y mudables, pueden alterar continuamente la validez de lo registrado. Para superar estas dos dificultades debemos partir de una concepción dialéctica de los hechos, que intente explicar y comprender éstos en su propia y concreta dinámica estructurada y estructurante. Los postulados fundamentales son: 1. Desde la perspectiva humana los hechos no son datos estáticos, sino dinámicos y dialécticos. 2. Todo hecho no debe entenderse como algo dado, cerrado y definitivo, sino como un momento de un proceso. 3. La realidad de los humanos consiste precisamente en trascender los datos de lo real (naturaleza originaria) y modificar constantemente el orden de lo dado, para construir una existencia dinámica y dialéctica, es decir, histórica. 4. Todo hecho social es no sólo lo que parece en un momento dado de nuestra observación, sino también todas las posibilidades implícitas en su dinámica. 5. La característica fundamental del ser humano es su capacidad para actuar como sujeto, es decir, como ser libre y creativo, y ello supone la posibilidad permanente de desafiar y cambiar el orden existente. 6. La capacidad de transformar el orden dado forma parte de la realidad social, que ha de ser vista, en consecuencia, tanto a partir de lo formalmente existente, como de los procesos de cambio y de las potencialidades que encierra lo dado. Todas estas dificultades y problemas nos permiten comprender por qué la disputa metodológica ocupa, aún, un lugar tan prevalente en la actividad de los sociólogos, y por qué se producen, todavía, una gran cantidad de investigaciones empíricas planteadas sin hipótesis previas y sin encuadre teórico alguno.

Arantxa Correas Cebrián 2014 El acople entre la dimensión teórica y la empírica continúa apareciendo plagada de dificultades. Y provoca una escisión entre sociólogos eminentemente teóricos frente a los eminentemente empíricos. Dichas dificultades de empalme y la excesiva acumulación teórica que todavía existe entre sectores bastante significativos de la Sociología actual, reflejan la herencia del énfasis especial en las dimensiones teóricas y en las construcciones lógico-formales, que se produjeron a partir de las primeras etapas de desarrollo de la Sociología. Lo que en su momento, respondió, en gran parte, a las propias necesidades constitutivas de la nueva disciplina. Sobre la teoría sociológica, el problema que habrá que plantear será el de qué tipo de teoría es posible en la Sociología actual. ¿Debe continuar orientándose el trabajo teórico en Sociología por la vía de las grandes construcciones globales, con pretensiones sintéticas generales? No puede decirse que a esta pregunta los sociólogos de nuestro tiempo hayan alcanzado un grado de acuerdo razonable. Para Parsons, por ejemplo, el esfuerzo fundamental que hay que realizar en la construcción de la Sociología no es un esfuerzo práctico, sino teórico. Los sociólogos, de acuerdo con esta convicción, no deben obsesionarse por obtener resultados a corto plazo, ya que es precisamente del esfuerzo por lograr que la Sociología alcance una estatura como ciencia de donde será posible una utilidad práctica a niveles que superen con mucho los actuales. Una concepción diferente ha señalado Merton, que postulará una vía más modesta e inmediata, orientada a trabajar en la construcción de teorías de alcance intermedio. Y señalará que las pretensiones de producir sistemas teóricos totales es propio de las primeras fase de una nueva disciplina. El debate en torno a qué tipo de teoría es posible alcanzar actualmente en la Sociología no constituye una cuestión trivial y carente de alcance práctico. No se trata solamente de seguir la misma lógica de actuación científica que se ha utilizado en otras disciplinas, sino de saber qué es lo que realistamente se puede hacer en el actual estado de desarrollo de los conocimientos sociológicos y a partir de los medios e instrumentos analíticos actualmente disponibles. Como señaló Merton, lo importante es tener en cuenta que en la práctica la Sociología progresará en la medida en que su mayor interés esté en producir teorías intermedias, y se frustrará si la atención se centra sobre la teoría general. A las dos concepciones de teoría descritas (general y de alcance medio) se une otra de una tendencia más difusa, y es la que identifica la teoría sociológica con toda reflexión teórica que se haya producido a lo largo de la historia de esta disciplina. Siguiendo a Lazarsfeld, podemos establecer algunos criterios que nos permiten precisar qué debemos entender por teoría sociológica, y de qué manera debemos hacerlo, y son: – En primer lugar, se establece una serie de conceptos fundamentales. Algunos de ellos se prestan a medida, otros son construcciones a priori. – Después, se definen las manipulaciones a que serán sometidas estas unidades elementales, y que permitirán sacar nuevas conclusiones, que finalmente podrán verificarse haciendo observaciones concretas. Estas teorías tienen, a su vez, dos propiedades suplementarias, una es que las manipulaciones y las conclusiones se expresan en forma matemática, y la otra, es un tendencia al reduccionismo.

Arantxa Correas Cebrián 2014 Sin embargo, advertirá Lazarsfeld, la Sociología no ha llegado a un nivel de este tipo, ocurriendo que lo que se llama teoría social se identifica a veces con alguna de las siguientes operaciones: – Establecimiento de esquemas clasificatorios. – Formulación de conceptos teóricos que orientan el análisis hacia derterminados hechos estratégicos. – Formulación de problemas de investigación, que tienen una gran importancia social. – Formulación de ideas generales acerca de la manera en que se producen o pueden ser provocados los cambios sociales. – Previsiones apoyadas en descubrimientos empíricos aún no verificados (hipótesis). – Puesta en relación de unos hechos empíricos con otros hipotéticos o ya verificados (interpretación). Lo que hay que dilucidar es si todo esto puede ser considerado propiamente como teoría, o si no sería más correcto hablar realmente de reflexión analítica. En cualquier caso, la equiparación del trabajo teórico de la Sociología con el de otras disciplinas científicas presenta problemas en su predicción, simbolización y cuantificación de los datos sociales. En la mayor parte de los casos, la traducción de las realidades sociales en términos matemáticos presenta dificultades que no tienen parangón en otras ciencias. Este tema está siendo visto desde otra perspectiva. Así, Raymond Boudon ha manifestado su convicción en que las líneas de fuerza que presiden el desarrollo de una metodología matemática conducirán, necesariamente, a una extensión rápida de las aplicaciones de las matemáticas a las ciencias humanas, con el consiguiente impacto en el desarrollo de la teoría sociológica. Dichas líneas de fuerza son para Boudon las siguientes: 1. Las investigaciones tecnológicas. 2. El considerable desarrollo de la investigación empírica que cada vez permite disponer de una mayor cantidad de datos. 3. Lo que él califica como “aumento de necesidades exteriores” (mejora de los instrumentos de medida y previsión). 4. El desarrollo de técnicas y procedimientos específicos de investigación y recogida de datos. 5. Junto a todo lo anterior, se hará notar, también, el efecto de factores institucionales (desarrollo de la enseñanza metodológica) y factores sociales (el mayor interés por la aplicaciones de las matemáticas a las ciencias humanas). En realidad, de todas las investigaciones empíricas que realizan los sociólogos en nuestros días, sólo una pequeña parte tiene una dimensión teorética verdaderamente significativa. Esta es la razón de que no se hayan podido establecer, hasta la fecha, más que una serie de generalizaciones de acuerdo a tipologías como la siguientes: – Asociaciones empíricas, o correlaciones de distintos grados de variación limitada entre algunos fenómenos. – Generalizaciones en las que se formulan las distintas condiciones bajo las que surgen determinadas instituciones o formas sociales.

Arantxa Correas Cebrián 2014 – Generalizaciones sobre la existencia de una asociación de los cambios que se producen en determinadas instituciones con los que acontecen en otras instituciones. – Generalizaciones sobre la recurrencia de determinados ritmos o fases de varias clases. – Generalizaciones sobre las principales tendencias sobre la evolución de la humanidad en su conjunto. – Las Leyes que establecen las aplicaciones sobre las asunciones referidas al comportamiento humano. Todo este tipo de generalizaciones presentan unos niveles bastante distintos de complejidad analítica y ofrecen unas posibilidades de predicción muy diversas entre sí, y a su vez, están obtenidas por métodos distintos. Todo lo cual, no hace sino reflejar las dificultades que existen en la Sociología, y en las ciencias sociales en general, para progresar en el trabajo teórico. Finalmente, reseñar que la clase de relación entre teoría e investigación, es de contribuciones mutuas. La teoría puede apuntar hacia áreas en que la investigación promete ser fructífera, puede resumir los resultados, y puede proporcionar la base para la explicación y la predicción. Los resultados de la investigación, por otro lado, pueden aclarar conceptos teóricos y pueden sugerir formulaciones teóricas nuevas o extender su área a las antiguas. En definitiva, podemos decir como conclusión que el proceso de investigación sociológica debe conjugar adecuadamente las dimensiones teóricas y empíricas propias de la lógica científica. Dicho proceso se ha de iniciar mediante la formulación de hipótesis. Estas hipótesis pueden surgir de la observación directa, de regularidades contrastadas, de hallazgos concretos, de alguna ley o principio sociológico ya verificado, o de alguna teoría general. Lo importante es que las hipótesis sean claras y específicas, y que puedan ser objeto de verificación empírica. El paso siguiente, será la verificación de la hipótesis, mediante el sometimiento a las pruebas de falsación. Después habrá que comprobar si los hechos casan con las hipótesis. Y, finalmente, si la hipótesis es verificada y ratificada por los hechos, podemos decir que se ha llegado a formular un principio o ley sociológica que será considerada como válida si demuestra alguna utilidad práctica. 2.- El pluralismo teórico de la sociología. Enfoques como los de Kuhn sobre los paradigmas científicos se aproximan a lo que puede ser el marco real en que se desarrolla la actividad científica concreta de los sociólogos. La Sociología no posee, actualmente, un paradigma común y compartido, la cuestión estribará entonces en determinar si tal situación puede equipararse a la de aquellas fases de evolución de otras ciencias, o si ese componente de pluralidad teórica forma parte de la propia lógica interna del quehacer sociológico. Así por ejemplo, Friedrichs ha señalado cómo el análisis de Kuhn adolece de una cierta miopía intelectual y de una carencia de un nivel paradigmático adicional. Sobre el primer problema, la miopía, se debe en no tomar en cuenta la paradoja fundamental que diferencia la lógica de las ciencias sociales de las físicas naturales. Sobre el segundo problema, es que sólo presta atención a la imagen que los científicos tienen de su objeto de estudio, ya que hay entre los científicos sociales y su

Arantxa Correas Cebrián 2014 objeto de estudio una interacción mucho más íntima que la que existe entre los científicos que se ocupan de los fenómenos biológicos o físicos. La conformación plural de la Sociología en realidad hunde sus raíces en los mismos orígenes de su existencia como disciplina diferenciada. Por ellos el siglo XIX ha sido calificado como el siglo de los sistemas sociológicos, donde había tantos sistemas como sociólogos. Que con el transcurso del tiempo se han ido decantando y destacando en algunos enfoques fundamentales, pero dentro de una clara imagen de pluralismo. En tal sentido es el que muchos teóricos sociales consideran que el pluralismo teórico de la Sociología no debe interpretarse como un indicador de sub-desarrollo científico, sino como un rasgo adecuado que se deriva de la singularidad de su propio objeto de estudio, que, por tanto puede ser mejor abordado a partir de enfoques plurales. Desde un enfoque pedagógico, el estudiante debe tener una formación amplia, que le permita estar informado sobre los diferentes enfoques y opiniones, para poder valorar y considerar las distintas facetas de las cuestiones abordadas y fraguarse, así, sus propios criterios. Lo fundamental es ser instruido en el conocimiento de los principales enfoques teóricos operantes en el quehacer sociológico. Lo que nos lleva a plantear la pregunta de cuáles son los límites y la extensión del pluralismo sociológico actual. En principio el pluralismo sociológico no tiene más límites que los que impone el desarrollo del quehacer práctico de la Sociología y su traducción en la literatura pertinente. A su vez, no faltan quienes consideran que solamente existen dos bloques paradigmáticos: la Sociología de consenso, que se identifica con el enfoque funcionalista, y la Sociología del conflicto, que se indentifica con el marxismo. Desde la perspectiva de los que contemplan un panorama de gran diversidad teórica es evidente que resulta imposible, prever a corto plazo un desarrollo paradigmático de la Sociología. Por el contrario, desde las ópticas que reducen el panorama sociológico a dos o tres enfoques, la posibilidad de una evolución de la Sociología en la perspectiva apuntada por Kunh resulta más verosímil. No obstante, hay quienes contemplan el pluralismo teórico de la Sociología actual solamente como un aspecto secundario de una situación en la que es posible identificar otros elementos de indentidad más importantes, como son los metodológicos. Igualmente hay quienes consideran que la discusión monoparadigmática, frente a la multiparadigmática desconoce los distintos niveles a los que el mismo Kuhn sitúa el tema de los paradigmas, así como los distintos cortes, a partir de los que es posible analizar la realidad social. Desde esta perspectiva Ritzer señaló que existían cuatro niveles fundamentales de la realidad social que están formados por la intersección de dos continuos sociológicos básicos: – El objetivo (real material)/subjetivo (existente en el reino de las ideas). – El macroscópico (gran escala)/microscópico (pequeña escala). El paradigma de los hechos sociales se ocupa de los niveles macro-objetivo y macrosubjetivo. El paradigma de la definición social se ocupa de lo micro-subjetivo, así como, de parte del mundo de lo micro-objetivo que se relaciona con los procesos mentales. El paradigma conductista se ocupa de aquella parte del mundo micro-objetivo que no implica procesos conscientes. Todos estos paradigmas, dirá Ritzer, constituyen un corte horizontal de la realidad social, mientras que el paradigma integrado establece un corte vertical. Ver gráfico página 504.

Arantxa Correas Cebrián 2014 La propuesta de Ritzer constituye una aportación sugerente aunque se pueden plantear unos interrogantes sobre su verdadero alcance: – No todo el pluralismo de la Sociología está recogido en su esquema. – Habría que preguntarse hasta que punto lo que hace no es sino la simple descripción de un campus profesional común. La pregunta central es si la existencia de un corpus teórico integrado y único debe considerarse como un rasgo coyuntural o más bien como un componente constitutivo de la forma de ser de la Sociología, que suscita dudas sobre su verdadera cientificidad. No han faltado los que como ha sugerido Salvador Giner, que la ciencia social posee un doble enraizamiento en las dos esferas del conocimiento humano: la racional y la afectiva. Por lo que aceptar la dualidad de la naturaleza humana conlleva reconocer que la Sociología tiene que ser necesariamente una disciplina pluralista....


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