Comentario de texto Garcilaso - Egloga 1. Garcilaso de la Vega (fragmento) PDF

Title Comentario de texto Garcilaso - Egloga 1. Garcilaso de la Vega (fragmento)
Course Textos Literarios del Siglo de Oro
Institution UNED
Pages 3
File Size 83.2 KB
File Type PDF
Total Downloads 59
Total Views 159

Summary

Download Comentario de texto Garcilaso - Egloga 1. Garcilaso de la Vega (fragmento) PDF


Description

NOMBRE: CELIA SALMERON BUENDIA Egloga 1. Garcilaso de la Vega (fragmento) […]

Estanza 4 . . . . 5 . . . . 10 . . . .

Saliendo de las ondas encendido, rayaba de los montes el altura el sol , cuando Salicío , recostado al pie d'una alta haya, en la verdura por donde una agua clara con sonido atravesaba el fresco y verde prado, él , con canto acordado al rumor que sonaba del agua que pasaba , se quejaba tan dulce y blandamente como si no estuviera de allí ausente la que de su dolor culpa tenía, y así como presente, razonando con ella, le decía: […]

11A 11B 11C 11B 11A 11C 7C 7D 7D 11E 11E 11F 7E 11F

Estrofa o estanza compuesta por 14 versos, de los cuales 10 versos son de 11 sílabas y cuatro versos de 7 que riman en consonante según el esquema ABCBACcddEEFeF. Aquí encontramos algunos versos claramente esticomíticos como los versos números 1, 6, 9, 12, 13 y 14, pero sin embargo es el encabalgamiento lo que predomina. Así por ejemplo vemos un encabalgamiento abrupto en los versos 2 y 3, en que “el sol” que es el sujeto de la oración que comienza en el verso número 2, aparece al comienzo del verso 3 seguido de una coma y de otra oración distinta. También encontramos otro encabalgamiento abrupto en los versos 3 y 4, un encabalgamiento suave en los versos 4, 5 y 6, pues la oración que empieza al final del verso 4 acaba al término del 6. Otro encabalgamiento suave se aprecia entre los versos 7, 8 y 9, los cuales constituyen una única oración, así como también sucede entre los versos 11 y 12. Esta estanza, que es la número 4, forma parte de la égloga número 1 de Garcilaso de la Vega en la que dos pastores, Salicio y Nemoroso, lloran la ausencia de sus respectivas amadas. Se define la égloga como un tipo de composición poética de género bucólico, que tiene una visión idealizada del campo, en la que uno o varios pastores dialogan sobre sus afectos y vida campestre. En esta égloga cada uno de los pastores representa una visión distinta del quejido amoroso, en el caso de Salicio éste es el llanto del amor no correspondido por parte de Galatea, mientras que Nemoroso llora por la muerte de su amada Elisa. Garcilaso compuso esta égloga poco después de la muerte de su musa Isabel Freyre hacia 1535 de la cual estaba perdidamente enamorado, por lo que podríamos pensar que

Celia Salmerón Buendía. Página 1 de 3

ambos puntos de vista confluyen en Garcilaso, siendo Galatea la Isabel viva indiferente al ardor amoroso de Garcilaso y Elisa la Isabel ya fallecida. Esta estanza concretamente trata sobre Salicio en la que se pueden apreciar dos partes diferenciadas, la primera parte iría del verso número 1 al verso número 6 y la segunda parte iría del verso 7 al 14. En la primera parte se presenta el contexto situacional donde se describe el entorno que rodea a Salicio y también de qué manera está Salicio situado en ese entorno. Y en la segunda parte se narra lo que hace Salicio en ese lugar. Los temas por tanto aquí tratados serían el de la naturaleza y el del amor no correspondido. En el verso número 3 hallamos un hipérbaton, donde el sujeto de las oraciones que aparecen en los versos 1 y 2 aparece al final, cuando lo normal hubiera sido que apareciera al comienzo del verso número 2, justo antes del verbo, suponemos que para resaltar la acción. Lo que es muy significativo ya que, en la estanza, predominan los elementos narrativos frente a los descriptivos, de hecho sólo hay cuatro adjetivos en toda la estrofa (“alta, clara, fresco y verde”, pues “dulce”, que aparece en el verso 10, es en realidad un adverbio). Esto está reforzado por el autor mediante la sustanciación de adjetivos como “el altura” en lugar de alto monte, “la verdura” en lugar de verde prado, o mediante el uso de sintagmas preposicionales en lugar de adjetivales (“con sonido” en lugar de sonora). Pese a que en esta estanza propiamente dicha no aparecen personificaciones, sí es algo que nos encontramos en otras estanzas de esta misma égloga, como por ejemplo, en aquella en que las ovejas dejan de pastar para escuchar atentamente el quejido de los pastores. No obstante vemos que los elementos naturales que aquí aparecen son muy dinámicos, es decir, parece como si el autor nos quisiera presentar los distintos elementos de la naturaleza por lo que hacen, no por cómo son o parecen. De esta forma observamos, por ejemplo, que un elemento tan estático como es el sol aparece “saliendo” y rayando “de los montes”. Existe por otro lado una sinonimia entre el verso 5, por un lado y los versos, 8 y 9 por otro en “agua clara con sonido” y “al rumor que sonaba el agua que pasaba” lo cual aporta gran musicalidad a la estrofa. Por último, es muy interesante observar la relación que existe entre el verso 11 y el verso 13. En primer lugar vemos que ambos son símiles en las que casi encontramos una anáfora (“como si” y “así como”). No es del todo una anáfora porque existe una paranomasia (“si” y “así”) y también un quiasmo. Podría decirse que hay también un paralelismo entre esos dos versos, pues en el segundo verso los elementos del primero aparecen como elípticos, es decir, sobreentendidos pero no manifiestos. Y por último encontramos una antítesis como colofón en ambos versos (“ausente” y “presente”) lo que viene a aportar a la estrofa una hermosa armonía muy apropiado para el cuadro que la obra presenta, es decir, una dulce y armoniosa naturaleza. Para terminar decir que en esta estrofa confluyen, si no todos, quizás los elementos más característicos del renacimiento, por un lado el tema del amor como sentimiento real y fuente de inspiración poética, en contraste con el amor medieval como mero elemento estético. La principal inspiración para Garcilaso, a la hora de poetizar de esta forma el amor, fue Petrarca, pionero en plasmar sentimientos verdaderos en poesía. Celia Salmerón Buendía. Página 2 de 3

Por otro lado nos encontramos también con otro elemento característico del renacimiento, a saber, la naturaleza bucólica, cuyo antecedente lo tenemos en La Arcadia de Sannazaro. La naturaleza cumple varias funciones en el renacimiento, mientras que en la poesía de Fray Luís de León la naturaleza es la manifestación del poder divino, así como fuente de sabiduría, en la literatura pastoril aparece como marco en el que suceden una serie de hechos. En este último tipo de literatura el paisaje puede presentarse de distintas formas: la naturaleza como espectador o testigo del discurso de los pastores, la naturaleza como ente que se mimetiza o empatiza con los sentimientos de los pastores y llora o ríe al junto con el pastor a través de la lluvia, la luz, el viento, etc., o la naturaleza como contexto indiferente a las quejas del pastor. En esta estanza observamos que el tipo de naturaleza presentado correspondería al primer tipo, es decir la naturaleza como espectador, aunque en otras estanzas de esta misma égloga vemos que la naturaleza también se implica en los sentimientos de los pastores sintiendo junto con ellos. Aparte de Petrarca y Sannazaro, esos elementos que encontramos en la poesía de Garcilaso de la Vega, pueden rastrearse más atrás en el tiempo, concretamente en Virgilio y Platón donde encontramos también una naturaleza y amor idealizados, especialmente por la ausencia del mismo. Lo que viene a confirmar lo italianizante de la poesía de nuestro autor, que no sólo bebe directamente de las fuentes renacentistas italianas (Petrarca y Sannazaro) sino que también así lo refleja en sus obras, como por ejemplo a través del uso de los apóstrofos que reiteradamente aparecen en toda su obra, los cuales no existen en la lengua castellana y sí en la italiana, así como del uso de la estanza compuesta de endecasílabos y heptasílabos mezclados, de los encabalgamientos y, por supuesto, del soneto nacido en el seno mismo de la poesía italiana.

Celia Salmerón Buendía. Página 3 de 3...


Similar Free PDFs