Dislexia: Una perspectiva psicológica del trastorno PDF

Title Dislexia: Una perspectiva psicológica del trastorno
Author Fernando Carlos
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DISLEXIA: UNA PERSPECTIVA PSICOLÓGICA DEL TRASTORNO INTRODUCCIÓN La dislexia es un desorden neurobiológico el cual se caracteriza por la incapacidad para leer y escribir correctamente y que no puede ser explicado por discapacidad sensorial, física, motora o intelectual, ni por falta de oportunidades...


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DISLEXIA: UNA PERSPECTIVA PSICOLÓGICA DEL TRASTORNO

INTRODUCCIÓN La dislexia es un desorden neurobiológico el cual se caracteriza por la incapacidad para leer y escribir correctamente y que no puede ser explicado por discapacidad sensorial, física, motora o intelectual, ni por falta de oportunidades para el aprendizaje o factores culturales. A pesar de que ha sido en el siglo XX cuando se pone de manifiesto el alcance del problema, la dislexia fue reconocida y descrita por primera vez a finales del siglo XIX. Ahora bien, desde una perspectiva educativa, la dislexia es considerada como un trastorno específico del aprendizaje de la lectura con base neurobiológica, que afecta de manera persistente la decodificación fonológica (exactitud lectora) y/o al reconocimiento de palabras (fluidez y velocidad) interfiriendo en el rendimiento académico con un retraso lector de al menos dos años. Uno de los problemas respecto a este trastorno es que no se puede diagnosticar fehacientemente antes de determinada edad, en la que se contrasta un retraso evidente en la adquisición de las habilidades del lenguaje escrito. Asimismo, debido al complejo funcionamiento cognitivo del niño, para que pueda hablarse de una dislexia, los problemas no deben limitarse al trabajo escolar sino que deben formar parte de su manera de ser y que influyan en todas sus relaciones sociales. En la actualidad, se reconocen dos tipos de dislexia: la adquirida y la evolutiva. La primera de ellas –la adquirida- sobreviene tras una lesión cerebral concreta, sea esta por traumatismo o enfermedad; la otra, la evolutiva, es la que se presenta en el niño o niña de forma inherente presentando dificultades para alcanzar una correcta destreza lectora y sin una razón aparente que la explique. CAUSAS Si bien es cierto que se vienen realizando muchos estudios sobre la dislexia, no existe aún un consenso acerca de la causa real del problema; es decir, algunos investigadores sugieren la idea de un gen disléxico; otros que se deba a factores hereditarios. Los neurólogos hablan de anomalías neurológicas congénitas o de déficits sensoriales en la visión o en el aparato fonológico; no obstante, carecen de evidencia científica que avalen lo postulado. Del mismo modo ocurre dentro de la psicología, se sabe que existen diferentes enfoques que explican el proceso de adquisición del aprendizaje en una persona; así como, la naturaleza de los diferentes trastornos; pues, para la dislexia, cada enfoque lo describe desde su perspectiva. Debido a esta variedad es que nace el interés por desarrollar el presente estudio. A continuación se expondrán someramente aquellas teorías que sustentan, desde su respectivo enfoque, la causa del trastorno; y, que, al mismo tiempo, nos brindarán, a su vez, un alcance para la prevención e intervención con la población afectada.

A. Teoría Psicolingüística: Se ha visto que uno de los déficits centrales en la dislexia es una baja conciencia fonológica. Este planteamiento ha llevado a pensar que el correcto aprendizaje de la lectura precisa que el alumno haya desarrollado previamente una adecuada conciencia fonológica la cual pasaría por diversos niveles de complejidad cada vez más abstractos, desde el conocimiento analógico (rimas), el silábico, después intrasilábico, posteriormente fonético y en el último nivel fonémico, imprescindible para el aprendizaje de la lectura alfabética, ya que la conciencia fonética permite la recodificación de palabras no familiares para ampliar el léxico, así como, la toma de conciencia de los fonemas y la habilidad para manipularlos. En otras palabras, la dislexia es el resultado de la incapacidad del alumno para comprender que un sonido o fonema está representado por un grafema o signo gráfico que a su vez, si se le combina con otro, forman unidades sonoras y escritas que permiten construir una palabra que posee determinado significado. Aunque algunos investigadores contrarios a esta teoría defienden que el déficit fonológico y el trastorno lector serían consecuencias de leves defectos perceptivos en los sistema visual y auditivo; la hipótesis del déficit fonológico ha adquirido gran relevancia en los últimos años ya que se ha observado que una gran mayoría de casos con dislexia presentan dificultades específicas en tareas que requieran representación y/o manipulación de fonemas, como p. e., en las rimas, en la segmentación silábica o en la lectura de seudopalabras. B. Teoría Cognitivo Conductual: Este enfoque determina que los diferentes procesos del aprendizaje pueden ser explicados, en primer lugar, por medio del análisis de los procesos mentales. Presupone que, por medio de procesos cognitivos efectivos, el aprendizaje resulta más fácil y la nueva información puede ser almacenada en la memoria por mucho tiempo. Por el contrario, los procesos cognitivos ineficaces producen dificultades en el aprendizaje que pueden ser observadas a lo largo de la vida de un individuo, como ocurre en el caso de la dislexia. Esta teoría parte de tres variables interrelacionadas entre sí que provocan la producción del aprendizaje. Estas son: a) los factores de comportamiento; b) los factores ambientales o extrínsecos; y, c) los factores personales o intrínsecos. En la interacción persona-ambiente, las creencias, ideas y competencias cognitivas humanas son modificadas por factores externos, tales como un padre comprensivo, un ambiente estresante o un clima cálido. En la interacción persona-comportamiento, los procesos cognitivos de una persona afecta su comportamiento. De la misma manera, la realización de dicho comportamiento puede modificar la forma en que piensa. Por último, en la interacción ambiente-comportamiento, los factores externos pueden alterar la forma de mostrar el comportamiento. Además, el comportamiento puede afectar y modificar el ambiente.

Este modelo indica claramente que para que tenga lugar un aprendizaje efectivo y positivo la persona debe tener características personales positivas, mostrar un comportamiento adecuado y permanecer en un ambiente de contención. De lo contrario, el niño resulta un fuerte candidato para presentar problemas específicos del aprendizaje. C. Teoría Psicodinámica: De acuerdo a Torres de Bea (2002), “el problema disléxico está en la mente”; es decir, la evolución intelectual y de la capacidad de aprendizaje se genera en la matriz de la relación y la interacción entre el niño y su entorno, especialmente entre el niño y las figuras centrales de este entorno. En esta relación se generan los estímulos imprescindibles para que el niño pueda organizar su mente, siente las bases de su relación con su realidad exterior y de la capacidad de aprender. Este proceso de relacionar experiencias permite llegar a simbolizar al pensamiento verbal abstracto y con ello a extraer consecuencias de las experiencias y llegar a criterios y conceptos. Siendo este proceso delicado cualquier elemento que perturbe la salud del niño y su desarrollo genera ansiedad en los padres, afecta su estado psicológico y emocional; por tanto, altera su relación con su hijo y complica la función estructurante de las interacciones entre el niño y sus padres. Esto es lo que sucede con el niño disléxico y con los que tienen problemas de aprendizaje; como consecuencia de factores constitucionales y ambientales no llegan a organizar adecuadamente su mente y sus funciones psíquicas en forma suficientemente válida para su aprendizaje. Por el contrario, conservan un grado variable de desorganización o de falta de estructura el cual, como consecuencia, les trae dificultades para aprovechar los estímulos ambientales y las enseñanzas. Para que estas experiencias desorganizadoras se cronifiquen dependen de muchos factores, p. e., cuenta mucho la fortaleza, vitalidad, paciencia y tolerancia a la frustración que desde el nacimiento tenga el bebé. Por otro lado, está también, la capacidad de la madre para tolerar la ansiedad, aguantar, tomarse tiempo para asociar y pensar frente a estas experiencias. Finalmente, si bien todos los niños que evolucionan normalmente en un entorno adecuado viven momentos difíciles, de desbordamiento de ansiedad que pueden provocar interacciones negativas con su entorno, no necesariamente llegan a cronificarse. Es decir, puede ser momentáneamente desorganizadoras, pero si el niño y sus padres son capaces de tolerar la ansiedad y elaborarla, pueden conseguir contrarrestar lo negativo de la experiencia y llegar a convertirla, a través de aprender de ello, en una experiencia estructurante. CARACTERÍSTICAS La dislexia presenta una sintomatología común, pero no acumulada; pueden presentarse a modo de aproximaciones las siguientes características. A. En la lectura:



Confunden letras, cambian sílabas, repiten, suprimen o añaden letras o palabras; inventan al leer, comprenden mal lo que leen, se marean o perciben movimientos en las palabras o renglones. También, el niño suele estancarse en la etapa del silabeo, descifrando palabras y con mucha dificultad para comprender lo que lee. Estos niños se quejan de sentir o ver movimiento no existente al leer, escribir o copiar.

B. En la escritura y ortografía: 

En las copias o dictados realizan inversiones (“b = d”), omisiones (se salta letras al escribir), sustituciones o adiciones en letras o palabras. La escritura varía pudiendo ser ilegible; o muy grande o muy pequeña. Asimismo, ejercen gran presión con el lápiz, o escriben tan flojo que no se puede leer lo que escriben.

C. Coordinación motriz y situación en el espacio: 

Suelen tener dificultades en la coordinación fina y gruesa (atarse los cordones, ir en bicicleta, coordinar distintos movimientos, botar una pelota, etc.). A menudo, confunden la izquierda y derecha, arriba y abajo, delante y atrás; les cuesta mucho representar la figura humana. Por otra parte, se pierden con mucha frecuencia, a pesar de recordar los lugares.

D. Matemáticas y comprensión del tiempo: 

Cuentan con los dedos, tienen dificultades con las operaciones aritméticas o las colocan mal sobre el papel, pueden tener dificultades en la memorización de las tablas de multiplicar, con el manejo del dinero y de las horas. Les cuesta controlar el tiempo y saber el momento del día en el que están, los meses, los años o la estación.

E. Otros síntomas: 



 

Al niño con dislexia le suele ser difícil extraer lo esencial –y, por tanto, el significado, el concepto- de las experiencias por lo que suele confundir los elementos nucleares en el texto, con el fondo. Se suele decir que les resulta difícil prestar atención “a todo y a nada”. Por esta razón les cuesta aprender y en cambio se olvidan fácilmente de lo aprendido. De ahí su dificultad para asimilar. Piensa primeramente con imágenes y sentimientos, no con sonidos y palabras (evidencia de presentar muy poco diálogo interno). “Comodines”: Los niños con dislexia suele “adherirse”, seguir a su amigo o amiga o al grupo y amoldarse a lo que otros proponen o deciden. No suelen crear problemas; se avienen a todo, todo les parece bien. Este rasgo está relacionado con su poca capacidad para diferenciar, puesto que la pobreza en esta función no les permite orientarse respecto a lo que desean.



“A la contra”: Otra consecuencia de esta incapacidad, la de diferenciar, es la tendencia a oponerse a todo. Es como si el niño, no sabiendo muy bien lo que quiere, tratará de afirmarse, de diferenciarse y desarrollar su identidad oponiéndose, queriendo siempre lo contrario a lo que le proponen.

En conclusión, el niño con dislexia debe poner tanto esfuerzo en las tareas de lectoescritura que tiende a fatigarse, a perder la concentración, a distraerse y a rechazar este tipo de tareas. En consecuencia, los padres y profesores, procesan esta conducta como desinterés llegando a presionar al niño para conseguir mayor esfuerzo, sin comprender que la sensación que perciben realizando esta tarea es como si, de repente, cualquiera de nosotros, nos viéramos en una clase de escritura china. Asimismo, al encontrarse en un entorno familiar y/o escolar poco estimulante para el estudio, es de esperar que presenten bajas calificaciones y, que, por otra parte, la creencia de que son discapacitados intelectuales, debido con frecuencia a la percepción negativa que los compañeros podrían tener de ellos, se refuerce afectando directamente el autoconcepto del niño. Finalmente, tener en cuenta que no existen dos disléxicos idénticos y por tanto cada caso es único y no tiene por qué presentar la totalidad de los síntomas. SUGERENCIAS DE APOYO Al niño con dislexia leer le cansa y aburre, pero cuando le leen los textos, cuando no necesita concentrarse en descifrar y puede poner su atención en el contenido, comprende mucho mejor. Mejor comprende si se lo explican. Esto sucede porque cuando explicamos solemos mirar a nuestro interlocutor y somos más expresivos que cuando leemos. Captamos la recepción de quien nos escucha y de forma intuitiva o pre consciente, adoptamos el lenguaje y vocabulario a su comprensión, además, utilizamos sinónimos, giros complementarios para hacer nuestra explicación más clara o para asegurar que nos entiendan. Esta presencia atenta ofrece al niño compañía, apoyo y contención; al realizar –los padresfunciones que se denominan “organizador externo”, lo ayudan a focalizar y a mantener su propia atención. Otro dato interesante a mencionar es que, a los niños con dislexia, les es más fácil mantenerse atento cuando se trata de actividades de construcción, dibujo y todas aquellas que se apoyen en piezas, en dibujos o en hacer algo concreto, como algunos deberes escolares. Enseñándole de esa manera se comprueba la gran capacidad para aprender, y queda claro que su fracaso con el pensamiento verbal lo había desmotivado y desanimado dando la impresión de que no tenía deseo de aprender. No confundir la limitación de explicar con él no saberlo hacer y creer que “le han hecho” la tarea o que “se ha copiado”.

Si bien el niño con dislexia suele explicar fragmentos sueltos, sin hilación y sin situarlos en el tiempo y espacio. Los padres o guías tienen que ir haciendo preguntas, “llevar el hilo”, situar los hechos, ir reconstruyendo con nuestras propias síntesis verbales para dar coherencia al relato. De la misma forma, tampoco se orienta respecto a su propia experiencia emocional y, en general, no consigue explicar mucho sobre sí mismo, lo que siente y lo que sucede. En resumen, las experiencias positivas, reconfortantes, los éxitos, el apoyo del entorno y todo aquello que aumenta la seguridad en sí mismo en el niño con dislexia le ayuda a mejorar su funcionamiento, a funcionar a un nivel más integrado dentro de sus posibilidades. Por el contrario, los fracasos, el temor, la ansiedad y todo aquello que le desorienta y le hace sentir incapaz, aumenta su desorganización y empeoran marcadamente su funcionamiento. CONCLUSIONES 

La dislexia es un desorden neurobiológico, sin causa conocida, que se caracteriza por confundir letras, palabras y/o números a la hora de leer y escribir en niños, adolescentes y, hasta en adultos con un coeficiente intelectual normal o superior al promedio.



Las personas con este trastorno carecen de impedimentos físicos, sensoriales, motores y de falta de oportunidades para el aprendizaje o por factores socioculturales.



Aunque no existe una causa definitiva acerca de este trastorno, dentro de la psicología se logran identificar tres hipótesis: la psicolingüística, la conductual-cognitiva y la psicodinámica.



La teoría psicolingüística parte de la hipótesis que estos niños presentan dificultad para representar y/o manipular los sonidos del lenguaje; en otras palabras, no han desarrollado adecuadamente una conciencia fonológica.



La teoría conductual-cognitiva sostiene que la dislexia se debe a un “mal hábito” adquirido en la infancia producto del modelamiento e imitación de los padres y la cual se podría corregir con modificación de conducta.



Por su parte, la teoría psicodinámica, el problema de la dislexia tiene su origen en la interacción entre el niño, sus padres y el entorno durante los primeros años de vida mismo y en lo desorganizante de sus experiencias.



Si bien los niños con dislexia presentan dificultades para la lectoescritura; poseen una inteligencia superior al promedio, destacan por ser creativos y mecánicamente hábiles.

REFERENCIAS Asociación Andaluza de Dislexia – ASANDIS (2010). Guía General sobre Dislexia. España Consejería de Educación (2010). Manual de atención al alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo derivadas de dificultades específicas de aprendizaje: Dislexia. España Gayán, J. (2001). La evolución de la dislexia. Anuario de Psicología, vol. 32, n° 1, 3-30. Torres de Bea, E. (2002). Dislexia en el desarrollo psíquico: su psicodinámica. Barcelona: Ediciones Paidós Ibérica S. A. Páginas web www.dyslexia.com https://explorable.com/es/teoria-cognitiva-del-aprendizaje www.disfam.org – Web oficial de la Asociación de Dislexia y Familia...


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