El tacto pedagógico PDF

Title El tacto pedagógico
Course Teoria de l'Educació
Institution Universitat Autònoma de Barcelona
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3. TACTO PEDAGÓGICO Entre muchos aspectos esenciales del tema del “tacto pedagógico”, elegiré TRES de ellos, para profundizar más y no extenderme demasiado. 1) Según la educación usual o convencional, un profesor o educador (en cualquier ámbito que trabaje) se piensa que lo que necesita y lo que debería hacer es saber y aplicar muchas “técnicas” para buscar con la mayor “eficacia” resolver situaciones prácticas académicas o educativas: por ejemplo, mejorar los resultados académicos de alumnos con comportamiento difícil, los cuales tienen en común haber vivido situaciones difíciles en su vida, como es el desamparo de sus padres. Esto se podría resumir, más o menos, así: lo más importante de la tarea de los profesionales de la educación sería aplicar técnicas para todos aquellos niños, adolescentes o jóvenes que “tienen rasgos más o menos comunes” con el fin de conseguir éxitos de tipo académico o socialeducativo. Ahora bien, aunque es realmente importante tener un repertorio amplio de leyes científicas pedagógicas y de técnicas eficaces, es más cierto que la educación de niños y jóvenes, en realidad, trata a cada “persona de manera singular”, para poner un ejemplo claro, en la película “unidos para triunfar” el profesor Ron Clark, trata a todos sus alumnos de manera única e irrepetible, ya que tienen situaciones propias y diferentes tanto a nivel académico, como familiar y personal. Siendo eso así, Max Van Manen tiene toda la razón cuando afirma que la “Pedagogía… es la ciencia (humana) de lo único”. Es decir, lo fundamental es la “tarea educadora” (en cualquier contexto educativo) es actuar educativamente de la forma más adecuada según el momento, circunstancia, personalidad, etcétera. Dependiendo del niño o joven al que tiene delante. Teniendo la misión de formar de forma singular y única (según sus necesidades reales, sus motivaciones concretas, etcétera). Y eso sólo se puede hacer con mucho “tacto pedagógico”. Por ese motivo, Max Van Manen afirma la competencia más importante que tiene que tener cualquier profesional de la educación es el tacto pedagógico. 2) El “tacto pedagógico” es una aptitud y actitud para “saber qué hacer y cómo hacer” cuando se está educando a cada niño en concreto para buscar y encontrar aquello qué es mejor para él o ella, teniendo en cuenta “toda su persona” (¿qué será lo mejor para que aprenda con motivación, para que madure emocionalmente, para que se sienta realizado y satisfecho, a nivel vital?). Esa capacidad y actitud propias del TACTO PEDAGÓGICO no es innata, no se aprende en ningún cursillo, ni siquiera en un master. Como dice Max Van Manen, es más parecido a un “impulso educativo-moral” que nace dentro. Como decía el filósofo PASCAL, “el corazón tiene razones que la razón no entiende” Y esto es muy importante, porque “en-el-mismo-momento-de-educar” no es posible reflexionar, sobre lo que es mejor para el alumno a nivel académico o personal. Es decir, el tacto pedagógico no surge de una acción mental y libre.

Lo vemos reflejado en el caso práctico de “Daniel” del seminario, su profesora “SABÍA” que no convenía forzarlo, no convenía regañarle ni hacerle sentir inferior que el resto de sus compañeros. Ese saber no es ningún conocimiento intelectual o teórico, ni es ninguna técnica concreta, lo que le hace actuar de esta manera a esa profesora. Pero le despierta a esa maestra esa inclinación acertada para tratar a ese alumno con mucho tacto pedagógico. Parece que ese “saber” lo que tiene que hacer, le surge como un “sentir” (como una especie de razón del corazón como bien decía PASCAL), haciéndole buscar lo más apropiado, lo más eficaz y mejor para su alumno Daniel (con su singularidad irrepetible, en esa circunstancia concreta) 3) Parece que ese “Saber” ese “sentir” esa “inclinación” a hacer lo mejor para cada alumno, surge de “conocer” por completo al niño que estás educando (gracias al amor pedagógico que le tienes), gracias a “conocer” al niño o joven captas esas señales o llamadas que te hace el alumno de forma única, entendiéndolas como llamadas vinculadas a su “responsabilidad pedagógica”. Entonces, entender lo que el niño sin decirte ni una sola palabra, te está explicando. Ese tipo de “saber” es propio del tacto pedagógico. Poniendo como ejemplo práctico el de Nicole, esta le manda a su profesora una de esas señas con la mirada, que la profesora capta ya que es muy responsable de ella pedagógicamente. “te necesito, me gustaría contarte todos mis problemas y me ayudaras”. Entonces, su profesora se inclina a devolverle la mirada, y la niña decide contarle toda su historia....


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