EL Teatro DE Lorca - Apuntes PDF

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2.2. EL TEATRO DE FEDERICO GARCÍA LORCA: LAS TRAGEDIAS Destacados miembros de la Generación del 27 contribuyen a la renovación del teatro español gracias a un triple empeño basado en: el propósito de acercar el teatro a las clases populares, la incorporación de nuevas técnicas vanguardísticas y el interés por depurar el “teatro poético”. El máximo exponente en el género dramático es Federico García Lorca, aunque también lo cultivaron autores como: Rafael Alberti con obras como la surrealista de “El hombre deshabitado”, Miguel Hernández, cuya obra está caracterizada por la sencillez tanto de trama como de personajes, Pedro Salinas y sus obras que crea en el exilio, Alejandro Casona con su gran habilidad para combinar fantasía y realidad o Max Aub con sus obras sobre el destierro, la guerra mundial y sus secuelas. Federico García Lorca es, sin duda, uno de los principales autores de la historia de nuestra literatura , alcanzando unos niveles inigualables de calidad artística. Su teatro constituye una de las cumbres del teatro español y universal. Fundó la compañía teatral “La Barraca” en 1931 formada por estudiantes universitarios y que proponía dar a conocer el teatro clásico de nuestro Siglo de Oro en ciudades y pueblos donde habitualmente no se tenía acceso a este tipo de espectáculo. Esta actividad le hace a Lorca asimilar e interiorizar las técnicas teatrales de los grandes autores clásicos siendo la influencia clásica evidente en su obra. Trayectoria del teatro lorquiano Aunque cultivó el teatro a lo largo de toda su trayectoria, fue su actividad preferente en sus seis últimos años de vida, creía en el teatro como forma de persuasión y como instrumento para edificar un país. En su primera etapa, Lorca elabora teatro modernista en verso con obras como El maleficio de la mariposa (1919) o María Pineda (1923). Durante su segunda etapa, se centra en la búsqueda de nuevas formas. En su afán por experimentar nuevas fórmulas dramáticas, cultiva la farsa, que pretende una exhibición grotesca de ciertas pasiones humanas. Estas farsas se dividen en dos muestrarios, para guiñol y para personas. Mientras las primeras están inspiradas en el teatro popular de marionetas y muestras la influencia del esperpento Retabillo de don Cristóbal (1931), las farsas para personas abordan un tema de larga tradición literaria como es el matrimonio entre un viejo y una joven La zapatera prodigiosa (1929-1930). En los años 30 Lorca escribe dos obras que constituyen la tentativa más audaz de exploración de nuevas técnicas. Influido por las críticas y sus propias inquietudes estéticas, Lorca escribirá una serie de dramas vanguardistas, con técnica surrealista en su estructura y argumentos, obras que el propio autor denominó “comedias imposibles” por la dificultad de su puesta en escena. El público (1930) y Así que pasen cinco años (1931).

En su última etapa escribe obras de madurez. Su trayectoria como dramaturgo culmina con un teatro cada vez más desnudo y más esencialmente humano. Lorca encontrará una identidad teatral basada en hermanar el rigor estético y el alcance popular. En esta época dio a conocer las obras que lo han llevado a la cima del teatro universal. Todas estas piezas, de protagonismo femenino, denuncian la opresión de la mujer en la sociedad, sin olvidar que, en las obras de Lorca, las mujeres, junto con los niños, los gitanos o los negros, representan la inocencia o la pasión pura. Son las obras de esta etapa, aquellas que tratan de la frustración del amor, los deseos y la libertad, los destinos trágicos y las pasiones condenadas a la soledad o a la muerte. Pertenecen a esta etapa: Bodas de sangre (1932), Yerma (1934), Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores(1935) y La casa de Bernarda Alba(1936). En las dos tragedias, Bodas de Sangre y Yerma, Lorca muestra en sus acotaciones su gran interés en la escenografía y la representación convirtiéndole, además de en un poéta dramático, en un genial director de escena. En la intención de Lorca estaba completar estas dos obras con una tercera, que no llegó a escribir. El modelo griego de Lorca es bien claro. Tiene un concepto muy tradicional y griego de la tragedia que, por otra parte quiere renovar. Al acercarse a los autores tradicionales y griegos, quiere conseguir una elaboración poética, absorber elementos del mundo contemporáneo y hondar en la concepción del teatro. Lorca no juzga, no acusa, no moraliza; y su condena de la represión social está menos matizada que la de los griegos. Lorca buscaba un teatro total, donde la escenografía, el canto, los movimientos, la danza y el lenguaje se unieran en un todo. La tragedia además de muerte y destrucción también pretende devolver a los orígenes, donde la fiesta llevaba a momentos de libertad donde reflexionar, reír y llorar sobre los grandes temas humanos. El teatro de Lorca tampoco es un teatro costumbrista o de folklore ya que universaliza elementos sin fijarse en si son locales, solo le importa que en realidad son simplemente humanos. Todo teatro de Lorca está centrado en un conflicto entre autoridad y libertad y siempre se organiza en torno a una situación única, que va variando, enriqueciéndose y dramatizándose a lo largo de la obra, algo muy presente en Bodas de sangre y Yerma, unas obras que tienen muy presentes los elementos del autor. BODAS DE SANGRE Basada en la noticia de un periódico, podemos asistir al paso de la realidad a tragedia por medio de una poesía de lenguaje simbólico, bello, lírico, realista y popular. Se basa y parte de las canciones de cuna y canciones de literatura popular. Un ambiente popular que encierra una tragedia con medios naturales, humanos, sencillos. Está escrita en verso y en prosa y trata el tema de la represión de los impulsos amorosos por las convenciones que impone la sociedad. El mismo día de su boda, la Novia, cuyo matrimonio ha sido concertado por su padre y la madre del Novio, se fuga con Leonardo, un antiguo pretendiente; el Novio y sus familiares le persiguen hasta que marido y amante de matan en un enfrentamiento. El final trágico viene anunciado de antemano por la Luna y la Muerte, símbolos de la fatalidad.

YERMA Se trata de una tragedia con cuatro personajes principales y coros, la parte fundamental. No hay argumento, pero la pasión y el instinto pasan por encima de todo, provocando una catástrofe. En esta tragedia, donde también se mezclan el verso y la prosa, García Lorca plantea el tema de la maternidad frustrada. La protagonista es una mujer que después de cinco años de matrimonio, no ha logrado convertirse en madre. Al principio lucha con todas sus fuerzas contra lo que considera una injusticia de la naturaleza una humillación a su condición de mujer. Cuando empieza a sospechar que el culpable es juan, su marido, momento en el que recurre al poder sobrenatural de la magia. Finalmente su marido le confiesa su deseo de no tener hijos. Condenada a ser “marchita” para siempre, estrangula a Juan y, de ese modo, se erige dueña de su propio destino.

LA CASA DE BERNARDA ALBA Está escrita únicamente en prosa y lleva por subtítulo Drama de mujeres en los pueblos de España. Lorca la denominó drama y no tragedia por la falta de elementos míticos y de coro. La obra plantea la pugna entre el poder y la libertad. La protagonista, Bernarda, representa el ansia del dominio, del que son víctimas quienes conviven con ella, particularmente sus cinco hijas....